Encerrar la Democracia solamente en este contexto, ha sido muy limitado y peligroso, si tenemos presente, que el enemigo más peligroso de la democracia liberal desde los 90’ del siglo XX – posterior a la Caída del Muro de Berlín – es y sigue siendo la propia democracia. Las “viejas” instituciones que vienen desde los tiempos de la Guerra Fría, - lucha socialismo, capitalismo, Moscú-Washington, del “viejo” capitalismo industrial y las empresas multinacionales -, han envejecido, o simplemente han desaparecido, producto de la globalización neoliberal y los cambios e innovaciones ocurridos en la sociedad en los 30 últimos años de transnacionalización de los monopolios – instituciones, locales, nacionales o mundiales, han entrado en seria y profunda crisis de representatividad – social, política, cultural, etc – crisis de legitimidad. Sin embargo, la democracia, sigue teniendo como fortalezas sociales y políticas a las mismas instituciones, que por lo general no han cambiado – o han modificado muy poco – absolutamente nada y hoy se debaten en profunda crisis de confianza, credibilidad y legitimidad desde la opinión pública.
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América Latina. Crecimiento económico, inclusión social y Democracia Moderna.
El triunfo de los emprendedores, sus potencialidades endógenas, la nueva Sociedad Civil, la Ciudadanía Múltiple y la “nueva” Democracia Participativa.
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Pablo Raúl Fernández Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
“No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho de expresarlas”.
1.- Introducción. Crecimiento Económico,
América Latina una década de crecimiento económico continuado y en otra “vereda”, pobreza extrema de millones de seres humanos. Preguntamos: Estaremos en condiciones de expresar a futuro: América Latina enfrentará una década de desarrollo económico-social, con calidad de vida, trabajo decente, salarios dignos, tener educación y salud de calidad, menos pobreza, - eliminar la pobreza extrema - desaparecer la desnutrición infantil, eliminar el trabajo de los niños, superar los altos índices de de informalidad, progresivamente eliminar las distintas formas de contrataciones - liberalización de las relaciones laborales -, devolver los derechos laborales y sociales a los trabajadores, mantener y preservar los DD:HH. Abordar con políticas públicas de Estado la lucha frontal contra la corrupción, la violencia e inseguridad ciudadana – lucha frontal contra el crimen organizado -, la evasión de impuestos, la destrucción del medio ambiente, así como garantizar la vigencia irrestricta del Estado de Derecho con la finalidad de democratizar las instituciones constitucionales para democratizar la Democracia.
Obviamente, es tarea principal y responsabilidad social y política, de la Sociedad Civil, como ciudadanos, enfrentar como países la Gran Deuda Social: la histórica desigualdad económico-social. Para ello debemos dejar de ser un continente simplemente vendedor de materias primas, capacitar y tecnificar recursos humanos, innovar tecnología, mayor inversión en infraestructura, aumentar la recaudación fiscal, invertir en derechos sociales: educación, salud, vivienda, seguridad ciudadana, luz, agua, aguas residuales, comunicación, etc. Reformar y modernizar el Estado, profundizar la descentralización y consolidar la Integración Regional, camino hacia la Integración Continental. Que los 600 millones de ciudadanos (as) de nuestra América, como la población más joven del mundo, con los mejores territorios de energía, biodiversidad, conocimientos tradicionales, diversidad cultural y potencialidades endógenas y extraordinarias sinergias colectivas, seamos capaces de abordar con dignidad los grandes y pequeños problemas, que reclaman y exigen a sus dirigentes, líderes y políticos, cambios significativos e históricos – no simples cambios, para que al final, nada cambie y todo quede igual – sino verdaderos compromisos de liderar y generar acciones, performances que nos permitan ingresar “por la puerta grande” del siglo XXI hacia la Modernidad.
Somos, países mega-diversos, tenemos todas, absolutamente todas las condiciones para forjar, liderar y consolidar una década de oro de desarrollo económico social, con la población más joven y emprendedora del mundo. Cinco siglos de resistencia, frente al colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo, nuestras poblaciones originarias, comunidades históricas, hoy nos brindan una lección de humildad, sabiduría, dignidad, cómo se hace para sobrevivir, con lo nuestro, con lo que nos pertenece. Es tarea del presente, como hoy lo exigen nuestros pueblos, realizar la histórica revolución social en Democracia, proceso democrático que recupere, forje y legitime la confianza social en sus instituciones, además, abordando una gran "empresa" histórica de lucha contra la corrupción, el narcotráfico, el terrorismo, la violencia, la inseguridad ciudadana y el crimen organizado.
2.- Inclusión Social como política de Estado.
Conjunto de Políticas Públicas de Estado, Políticas Sociales y Programas Sociales orientadas a áreas poblacionales focalizadas, - en primera instancia - básicamente muy vulnerables, nichos sociales absolutamente atrasados, con fuertes problemas económicos, sociales, - educativos, salud, vivienda, trabajo, salarios, agua, luz, desagüe, etc - políticos, culturales producto de décadas de absoluto abandono o no presencia del Estado. Poblaciones excluidas socialmente, marginadas culturalmente, explotadas por grupos de poder local o nacional. El Estado hoy establece y planifica como política de Estado, la inclusión social, que significa mejor calidad de vida, bienestar social para la población.
El crecimiento económico, sólo – puede ser, una “bomba de tiempo” de explosión de conflictos sociales, si solamente, sigue beneficiando a un reducido sector de empresarios, banqueros, - se transforme en desarrollo económico social: que redistribuya la ganancia, que “comparta” el crecimiento en mejor educación y salud, trabajo decente, salarios dignos, atención prioritaria a la niñez y los adultos mayores. Devolver los derechos laborales y sociales a los trabajadores. Que la política de los Derechos Humanos constituya una de las fortalezas sociales y políticas de la Nueva Democracia. Apostar, que la vigencia del Estado de Derecho como política de Estado, garantice la confianza en las instituciones, respeto a los derechos de todos los ciudadanos (as), sin diferencia alguna y principalmente genere las condiciones reales para democratizar las instituciones constitucionales del sistema democrático.
La inclusión social no significa cambio o transformación del sistema capitalista, ni menos aún, en nuestro caso cambio del modelo económico – modelo financiero-especulativo de la globalización neoliberal -. La inclusión social como calidad de vida, como bienestar social de la población, en lo posible representa cambios múltiples que se originan dentro del propio capitalismo, dentro del propio modelo económico – santificado por la derecha peruana y los organismos multilaterales como el “Rey de Reyes del capitalismo”. La políticas sociales de inclusión social, buscan en lo central, “modernizar al capitalismo”, sacarle en parte el “virus” salvaje y de barbarie que encierra como modelo único y santificado en el mundo, pero que hoy se cae en pedazos, producto de la propia auto-destrucción de “sus” banqueros, administradores, inversionistas, capitalistas, corporaciones transnacionales, precisamente por su esencia salvaje y su carácter bestial y bárbaro, hoy marchan millones de indignados en el mundo, exigiendo su “cambio global”.
La inclusión social no es, ni será una revolución socialista, comunista, nacionalista revolucionaria. Para consuelo de la derecha conservadora y los nuevos “dueños del Perú” y todos sus aliados, servidores, causas, defensores y militantes, la inclusión social es calidad de vida y bienestar general de la población al interior del propio sistema capitalista. Políticas planteadas en la década de los 70’ y 80’ por los fundadores de los Nuevos Movimientos Sociales, que buscaban y hoy luchan por mejores condiciones de vida, bienestar y dignidad para sus representados, dentro del propio sistema capitalista, por ello los movimientos, - verdes, derechos humanos, derechos civiles, feministas, pacifistas, ambientalistas, contra-culturalistas, gays-lesbianas, etc -. Igualmente, encontramos sus raíces sociales y políticas en las primigenias propuestas de la Social-Democracia, cuando se aparta de la II Internacional, así como en los jóvenes “rebeldes” que desafiaron al mundo moderno, al mundo de los 30 años de oro del capitalismo y del Estado de Bienestar, juventud protagonista de la histórica Revolución Universitaria: Francia. París Mayo. 1968.
Mientras América Latina no tiene, ni ha tenido, un Estado de bienestar como el que se construyó en Europa, la competitividad impone objetivos de largo plazo en materia de educación, asistencia en salud, nutrición, alimentación – parte de la deuda social histórica – innovación, ciencia y tecnología, a la vez que ofrece oportunidades y plantea desafíos a través de su efecto emprendedor, sobre los niveles de empleo y salarios. En suma, las fuerzas espontáneas de la globalización constituyen el contexto en el cual se deben alterar las condiciones históricas de desigualdad económico-social. Nuestro desafío, entonces, es más complejo e integral: ser capaces de competir en la economía globalizada y al mismo tiempo reducir los niveles de pobreza y desigualdad del ingreso, creando redes de protección social eficientes, eficaces, diversas y solidarias.
Superar, romper con esta situación implica crear nuevos mecanismos de financiamiento de la política social, puesto que en la actualidad estos obedecen generalmente a las necesidades y riesgos de los sectores ya favorecidos, dejando sin protección a los más pobres y vulnerables. En este contexto diverso culturalmente, socialmente diferente, fisuras muy profundas y fraccionamientos económicos, el gran reto que debiera abordar América Latina, es colaborar en la conformación de lo que la CEPAL ha llamado Marco de Solidaridad Integral (CEPAL, 2006b), el mismo que debe ser conectado, articulado y concatenado con los Objetivos del Milenio. ODM, compromiso de todos los países del mundo, miembros de Naciones Unidas. Compromiso, tarea y responsabilidad nuestra, en crear las condiciones necesarias para establecer instituciones, donde se combinen en forma apropiada los diferentes mecanismos de financiamiento a fin de aplicar políticas que contribuyan realmente a disminuir la pobreza y la exclusión social. Áreas centrales también consideradas en los Objetivos del Milenio y la ratificación de los Presidentes el 2005 y el 2010.
3.- Democracia Moderna: la construcción estratégica.
Investigar, analizar e interpretar la Democracia en América latina en la actual coyuntura continental-mundial, solamente en base a dos o tres países, - “desarrollados”, emergentes, miembros de la OCDE o del G-20 - es realmente una posición demasiado sesgada, interesada y no tener una mirada mucho más amplia, profunda, dialéctica. Ensayar hoy como lo están realizando algunos académicos europeos, teniendo como base política y sustento metodológico, países como Brasil, Argentina y Chile no es toda América Latina, si bien, constituyen y representan un buen e interesante avance de la Democracia Moderna – su primera fortaleza la sustenta el reconocimiento y vigencia de la libertad y los derechos humanos sociales, laborales y políticos de los trabajadores y ciudadanos, la lucha frontal contra la pobreza, en otros la lucha contra la corrupción y otros haber superado rápidamente su crisis y recesión interna. Fortalezas sociales y políticas, que sin duda, igualmente tienen otros países del continente,
Obviamente, es muy riesgoso, pensar desde fuera, en base a esquemas establecidos, parámetros válidos para ellos y sus financiadores, generalmente las corporaciones transnacionales, es así que para ciertos académicos europeos, norteamericanos, son otros o los “viejos” elementos principales que definen la Democracia, como: el proceso electoral nacional, la vigencia de los partidos políticos, la libertad de los empresarios – que no es lo mismo que libertad de expresión, como ciudadanos – y últimamente avanzan un poco, cuando reconocen que las Micro-finanzas – base principal de las MIPES Y PYMES – constituyen una nueva fortaleza de la Democracia, que sumada a las anteriores garantiza la vigencia y reconocimiento de la Democracia Liberal representativa, hoy hegemónica en América Latina y el mundo.
Encerrar la Democracia solamente en este contexto, ha sido muy limitado y peligroso, si tenemos presente, que el enemigo más peligroso de la democracia liberal desde los 90’ del siglo XX – posterior a la Caída del Muro de Berlín – es y sigue siendo la propia democracia. Las “viejas” instituciones que vienen desde los tiempos de la Guerra Fría, - lucha socialismo, capitalismo, Moscú-Washington, del “viejo” capitalismo industrial y las empresas multinacionales -, han envejecido, o simplemente han desaparecido, producto de la globalización neoliberal y los cambios e innovaciones ocurridos en la sociedad en los 30 últimos años de transnacionalización de los monopolios – instituciones, locales, nacionales o mundiales, han entrado en seria y profunda crisis de representatividad – social, política, cultural, etc – crisis de legitimidad. Sin embargo, la democracia, sigue teniendo como fortalezas sociales y políticas a las mismas instituciones, que por lo general no han cambiado – o han modificado muy poco – absolutamente nada y hoy se debaten en profunda crisis de confianza, credibilidad y legitimidad desde la opinión pública.
Hoy es muy importante, no solamente analizar la Democracia en la “ciudad” y en la “modernidad”, presente en las elecciones, libertad de empresa, Estado de Derecho, partidos políticos o independencia de poderes – y todo ello someterlo a los mandatos impositivos del “dios” mercado. Es una responsabilidad y compromiso del investigador científico social, del académico, del Maestro Universitario, “ir mucho más allá”, tener una mirada diferente, distinta, integradora, dialéctica, - la metodología de La Sociología de las Ausencias - nos permita reunir todos los elementos necesarios y prioritarios con la finalidad de tener una OPINION central, principal sobre la Democracia en América latina en un contexto del “cambio de época” y las grandes innovaciones económicas, sociales y políticas. Además del advenimiento de lo cultural, ambiental, en el escenario múltiple y complejo del nuevo milenio. En ese sentido nos preguntamos qué está pasando en los mismos países pero analizados con una mirada diferente:
a.- En una estructura económica múltiple, - crecimiento económico, corporaciones transnacionales, exportaciones tradicionales y despojo de recursos naturales – crisis y recesión internacional y peligro del “virus” neoliberal en los mercados emergentes y por otro lado fuertes medidas, presiones y alternativas de un “proteccionismo” nacionalista.
b.- Un escenario social muy complejo, donde las clases sociales – Gran burguesía transnacional, “nuevas” oligarquías financieras-comerciales y grupos sociales internos emergentes -. Lucha de clases polarizada en defensa y protección de los derechos fundamentales y por el otro continuar con un proceso de crecimiento macroeconómico que solamente beneficia a un pequeño sector, generando al final la más amplia y profunda desigualdad económico-social. La turbulencia generalizada es el primer resultado de esta contradictoria realidad;
c.- “Nuevos” contextos sociales, extremos, profundos y extensos, emergentes, emprendedores, circuitos “poli-infernales” turbulentos – Cultura, Identidad, Comunicación y Biodiversidad – donde el Estado, aún no tiene respuesta. “Nuevos territorios donde es difícil construir Gobernabilidad y Democracia, por constituir espacios económico-sociales apetecibles por la codicia empresarial y hoy copados por una generalizada política, democracia blanda, (la política del perro del hortelano) que no respeta el derecho de los pueblos, menos la Licencia Social, como política de las comunidades, que define el carácter del desarrollo local comunitario;
d.- Producto de esta “nueva” y emergente realidad nacional-continental, se manifiesta una extensa, abierta e insurgente polarización multidimensional, sobre la base del surgimiento de Nuevos Sujetos Sociales Históricos, - nuevos actores sociales en la ciudad y en el campo - grandes cambios sociales que generan innovación social, que asume un carácter colectivo y se atribuye el objetivo último de crear mudanza social. El camino de la innovación social es el de satisfacer necesidades que no son consumadas en el mercado, incluyendo, por medio de la capacitación de los mismos, a los públicos encerrados o postergados en situación potencial o efectiva de exclusión social; (in)surgen nuevas formas de representación social, política, cultural, básicamente local-regional, así como el conjunto de nuevas formas de hacer política, propuestas en un escenario marcado por la crisis, el crecimiento, la pobreza y la histórica desigualdad económico social. Somos el continente más desigual del mundo, pero también el de población más joven.
Que pasa en los tres países, donde hoy la lucha de clases, se manifiesta fuertemente polarizada – unas más radicales que otros, primero en relación a la protección de sus intereses de clase – la burguesía agrario comercial-exportadora, argentina, 2010,- segundo, otros sectores sociales, en cuanto a las reclamaciones de sus derechos ciudadanos, sectores emergentes, desplazados, excluidos, tradicionales, por las políticas neoliberales ( Trabajadores sin Tierra en Brasil, El movimiento social: Piqueteros en Argentina, estudiantes – la “revolución de los pingüinos” desde el 2006, hoy ya universitarios en Chile y su lucha por una educación gratuita y de calidad y los grupos indígenas, su lucha contra la democracia “establecida”, parametrada, digitada y vigente, Nos preguntamos por los derechos ancestrales de los Mapuches y el permanente despojo de sus tierras, la persecución y cárcel de sus principales líderes ). Será igual ahí la democracia liberal, representativa?.
Sería interesante, analizar e interpretar, como funciona, cuál es su performance política, en el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases, - es la sociedad civil - de la Democracia Liberal Representativa y al final consultar con Latino Barómetro y ver cuánto de credibilidad, responsabilidad, confianza y legitimidad tienen las Instituciones Constitucionales, la Democracia y el propio Sistema capitalista – infestado del virus neoliberal – y si fracasaron o no sus políticas aplicadas –aún antes que los demás países de América Latina, que vienen desde la década de los 70’ en pleno epicentro político militar de las dictaduras más sangrientas y asesinas de nuestros tiempos. Políticas de Estado implementadas violentamente como el inicio del capitalismo del desastre, del capitalismo salvaje y en los 90’ conocido como las Políticas del Consenso de Washington.
4.- La nueva Democracia Participativa. Un mundo por construir.
Ahora nos preguntamos: cómo funciona la Democracia en los otros países: Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Uruguay y Paraguay. La situación es sumamente compleja, porque en países como Perú, Colombia, por ejemplo se ha priorizado el crecimiento económico en beneficio de unos cuantos y el sistema democrático hoy tiene “dos cabezas”; una gigante, deforme, que mira siempre hacia arriba, puesta al servicio de los intereses de los grupos de poder interno, aliados o dependientes de los poderes fácticos globales: Ahí caminan muy bien, las Inversiones – con todas las ventajas a favor de los poderosos – gobernabilidad y Democracia. El Estado de Derecho, actúa y funciona en un solo sentido. En cambio, si alguna vez la democracia mira hacia abajo, solamente es para excluir, reprimir y criminalizar las protestas o los reclamos de los pueblos. Prueba de ello, es que las instituciones democrático-constitucionales, en el contexto actual se han enmohecido, están fosilizadas, se encuentran anquilosadas frente a la realidad, no tienen credibilidad, menos confianza de la población, llegando al extremo que la legitimidad es nula desde la Opinión Pública.
En el caso de Perú, la situación “tiende a mejorar”, con la nueva Administración Política nacionalista, que introduce la “Inclusión Social” como política de Estado, con la finalidad estratégica de “modernizar el capitalismo”, que el alto crecimiento macroeconómico asuma la tarea y responsabilidad del Desarrollo económico social, como bienestar a su población, mejores condiciones de vida y trabajo, salarios dignos, disminuir la pobreza extrema, devolver los derechos sociales y laborales de los trabajadores, fortalecer la educación y la salud, así como atender problemas prioritarios focalizados en la niñez, los adultos mayores, universitarios y ampliar los programas sociales hacia la población marginada andina y amazónica. Colombia, continúa igual…
En cambio países bolivarianos, del ALBA, como Venezuela, Ecuador, Bolivia o democracias modernas como Uruguay, o Paraguay, similar al caso peruano, es la nueva sociedad civil la que hoy está generando y es parte central de los cambios revolucionarios. Es el Partido Socialista Unificado en Venezuela, los Movimientos sociales y el MAS en Bolivia, la Revolución Ciudadana en Ecuador o Frente Amplio en Uruguay, conjuntamente con la sociedad civil emergente – los poderes locales, sus potencialidades internas, el conjunto de sinergias locales y regionales – que hoy impulsan los grandes cambios sociales, “ que no son copia ni calco, sino creación heroica de los pueblos”, hacia una Democracia de Participación Ciudadana: Movimientos sociales y políticos, nueva ciudadanía múltiple y Estado plurinacional, constituyen la fortaleza social, política y cultural de un proceso democrático de nuevo tipo – profunda y violentamente criticado, atacado, bloqueado por los grandes poderes mediáticos del imperialismo, intentos golpistas fracasados, en especial el de los mass-media y los intentos separatistas – todo ello ha fracasado, por la férrea unidad y resistencia, cohesión social y política de los pueblos bolivarianos frente a los intentos diabólicos del imperio.
Finalmente, el futuro que nos aproxima para toda América Latina, en tiempos económicos y políticos del “Cambio de época”, encierra definitivamente hasta tres escenarios diferentes, turbulentos y polarizados:
Primero, que las consecuencias draconianas de la crisis mundial llegue a nuestras economías, es muy objetiva, pero debemos estar preparados para enfrentarla, no esperar que su catástrofe empresarial descanse en nuestros países, y al mismo tiempo UNASUR, como bloque político de Suramérica asumió la función de construir una poderosa fortaleza de protección contra el virus neoliberal, esperamos que la cohesión regional se consolide y no aparezca por ahí, la división, el servilismo, la componenda y la traición, por el propio carácter y naturaleza de los gobiernos.
Segundo, continuar con la política central de consolidar el crecimiento económico, y en la otra “vereda” la extrema pobreza; crecimiento en beneficio de los poderes fácticos locales y mundiales. Absolutamente se renuncia a generar grandes cambios económicos y sociales que hoy reclaman los pueblos en su gran mayoría en relación al desarrollo económico social y abordar el problema histórico de la desigualdad económico-social, además, por priorizar la codicia neoliberal, la avaricia de la banca y la ganancia fácil y monumental de las corporaciones; se “juega” con los intereses nacional y de manera irresponsable se posterga peligrosamente la reforma y modernización de las instituciones democrático-constitucionales, básicas y centrales para modernizar el capitalismo.
Tercero.- América Latina, por su condición de países mega-diversos, tiene en sus territorios las más grandes y ricas reservas de petróleo, gas, minería, energía, biodiversidad, conocimientos tradicionales – su rica y extraordinaria cultura popular – hoy es el centro – el tesoro de la reina – del nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo, la apropiación de los recursos naturales – materias primas – es el capitalismo por despojo, saqueo, pillaje y expropiación por las corporaciones y mega transnacionales.
Paralelamente, América Latina es un volcán social y político que está estallando por partes – los Conflictos Sociales, que no son temporales, sino que llegaron para quedarse por mucho tiempo – son los Nuevos Movimientos Sociales anti-globalización – en parte hijos directos de la crisis global y del fracaso de la democracia liberal representativa - los Nuevos Sujetos Sociales Históricos – actores sociales y protagonistas políticos – producto del “cambio de época”, no solamente hoy nos lanzan al mundo como el continente de mayor emprendimiento, infinidad de economías populares exitosas, población más joven del planeta, pero también el continente de mayor desigualdad económico social. He ahí nuestra realidad múltiple, compleja, multipolarizada.
La democracia tradicional, liberal representativa, hegemónica, en definitiva ha demostrado inoperancia, incapacidad, ineficiencia e ineficacia institucional, no tiene la suficiente fortaleza política, menos aún visión histórica para presentar alternativas de solución a los diferentes y múltiples problemas que hoy nos traen los Conflictos Sociales, cuyos Líderes arropados de nuevo lenguaje político y democrático, han emergido del centro social y político de la Democracia – son hijos de la democracia, que traen nuevos mensajes para oxigenar la democracia – pero la democracia vigente, producto de su oscurantismo – ciega a los problemas del mundo de los pobres, sorda a escuchar la voz de los indignados, explotados, desempleados, excluidos y en general de los que no tienen voz: los otros, -
Nuestra gran responsabilidad es contribuir conjuntamente con todos los poderes locales emergentes, la Sociedad Civil popular, plural, democrática, los “nuevos” Ciudadanos del mundo – que hoy con sus lucha y movilizaciones recuperan la calle, como espacio público de la ciudadanía – sumado a ello, el reconocimiento y vigencia de todos los derechos en los extensos ámbitos de la heterogeneidad social, la diversidad cultural y la desigualdad territorial en el proceso de construcción de la Nueva Democracia Moderna, Participativa, Plural, Dialogante, solidaria, la democracia del trabajo y de la Madre Naturaleza. Democracia que garantice el desarrollo económico social sostenible y sustentable, en su primera etapa con “Inclusión Social”, abrir nuevos surcos que articulen dialécticamente el conjunto de nuestras economías populares, nuevos espacios productivos - nuestro mercado interno y aprender a vivir con lo nuestro - empoderados para los millones de nuestros emprendedores, plenos de potencialidades endógenas y verdaderos gigantes, titanes anónimos de un nuevo Tahuantinsuyo de los “Cuatro Suyos”, compromiso y fe en el futuro, construcción político-social y cultural-ambiental de un Nuevo Paradigma del siglo XXI de cara a la Modernidad, recuperando el mundo que nos pertenece, para forjar un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
Arequipa, patrimonio cultural de la humanidad.
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