La Bolsa porteña fue arrastrada por el bajo desempeño de sus principales mercados de referencia. En Wall Street, el Dow Jones cayó ayer 2,2 por ciento y despidió el mes con un rojo de 6,1 por ciento, afectado por el primer retroceso de los salarios reales de los estadounidenses en casi dos años, según informó el Departamento de Comercio. La información reavivó los fantasmas de una recesión en la mayor economía del mundo. En Europa ese temor reinó durante todo septiembre. Las economías de la Eurozona aprobaron distintos paquetes de ajuste, con los cuales buscaron ganar tiempo, aunque no evitaron mayores presiones del establishment financiero por más recortes presupuestarios. Las pérdidas en el Viejo Continente llegaron a superar el 7 por ciento. En la jornada de ayer las caídas fueron de entre 1,5 y 2,5 por ciento y acumularon desde el 31 de agosto una caída promedio de 17,3.
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El fantasma europeo sigue asustando. Bolsas inestables por la crisis global.
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Página / 12. Sábado 1 de octubre del 2011.
Los sucesivos planes de ajuste a que fueron sometidos los países europeos no lograron contentar a los inversores, que siguen presionando por más recortes. En el mercado local, el dólar cerró a 4,24, pero las reservas cayeron 1372 millones en el mes.
Los principales mercados internacionales cerraron ayer con bajas generalizadas, profundizando la tendencia negativa que registraron en septiembre. Los malos resultados de las economías europeas y estadounidense impregnaron de volatilidad a las Bolsas. Ni siquiera los sucesivos planes de ajuste a que fueron sometidos los países con mayores problemas lograron contentar a los inversores, que siguieron presionando por más recortes. En el mercado local el dólar operó en septiembre entre 4,23 y 4,24 pesos, cerrando en este último valor al público, luego de una fuerte intervención del Banco Central. En el mes el stock de reservas del Central se redujo en 1372 millones de dólares. En la Bolsa porteña las acciones líderes también tuvieron un mal desempeño. Ayer perdieron 2,2 por ciento y, en el mes, un 16,9. En bonos, los más perjudicados fueron aquellos con vencimientos más lejanos, con retrocesos de hasta 20 por ciento.
La incertidumbre externa, sumada al contexto preelectoral, incentivó la demanda de dólares, lo que llevó al Central a actuar con firmeza en ese segmento. La autoridad monetaria volcó en la plaza un importante volumen de divisas para abastecer al mercado y evitar una suba del dólar, mientras que otorgó cobertura en casi todos los plazos para dar certeza a los inversores de que la cotización se mantendrá estabilizada, aun después de octubre. Esta combinación de venta de dólares y de contratos a futuro ancló el precio mayorista en 4,205. La sangría de reservas, descontando el pago de unos 170 millones de dólares en bonos Par y vencimientos con organismos de crédito, fue de casi mil millones. La estabilidad local del dólar se contrapuso con la devaluación del real que se devaluó en el mes de
La Bolsa porteña fue arrastrada por el bajo desempeño de sus principales mercados de referencia. En Wall Street, el Dow Jones cayó ayer 2,2 por ciento y despidió el mes con un rojo de 6,1 por ciento, afectado por el primer retroceso de los salarios reales de los estadounidenses en casi dos años, según informó el Departamento de Comercio. La información reavivó los fantasmas de una recesión en la mayor economía del mundo. En Europa ese temor reinó durante todo septiembre. Las economías de la Eurozona aprobaron distintos paquetes de ajuste, con los cuales buscaron ganar tiempo, aunque no evitaron mayores presiones del establishment financiero por más recortes presupuestarios. Las pérdidas en el Viejo Continente llegaron a superar el 7 por ciento. En la jornada de ayer las caídas fueron de entre 1,5 y 2,5 por ciento y acumularon desde el 31 de agosto una caída promedio de 17,3.
Bajo este contexto, las acciones líderes locales cayeron ayer 2,2 por ciento, el mismo guarismo que el Dow Jones. En el panel MerVal se destacaron en el mes los retrocesos de las acciones del Grupo Financiero Galicia, que perdieron un 26,1 por ciento, secundadas por los papeles de Ledesma (25,3) Siderar (25,1) Banco Francés (23,1) y Banco Hipotecario (21,1). El volumen negociado en acciones durante todo septiembre fue acotado, oscilando entre los 40 y 50 millones de pesos, algo que fue leído por algunos analistas como una señal de cautela por parte de los inversores, dado que los fundamentos locales no justificaban un mayor desplome de estos activos, según detallan varios informes privados.
Los títulos públicos no escaparon de la tendencia negativa general, pero en casos puntuales las pérdidas pudieron ser amortiguadas. Según el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC) los bonos tuvieron un retroceso mensual promedio de 7,5 por ciento. Los más perjudicados fueron los “bonos largos” –con vencimientos mayores–, como el caso del Discount que se desplomó un 20,9 por ciento, seguido por el Par, con el 20 por ciento. Otro papel con mala performance fue el cupón de PIB, tanto los nominados en pesos como en dólares, que perdieron el 15,7 y 14,5 por ciento respectivamente. No obstante, los cupones vienen mostrando un buen desempeño a partir de la expectativa de crecimiento económico para este año, cerca del 9 por ciento. El riesgo país se incrementó en 245 puntos hasta las 983 unidades. El indicador, que elabora el JP Morgan, calcula el diferencial de tasas entre los títulos locales y los del Tesoro de Estados Unidos con características similares.
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