&&&&&
"Desde que el presidente Vladimir Putin anunció comerciar los combustibles solo en rublos, debido a las numerosas medidas coercitivas impuestas por Occidente a su país, las contradicciones dentro de la Unión Europea se agudizaron. Washington, con una política totalitaria imperial, presiona para que no se le compre a Moscú los hidrocarburos con rublos porque fortalecería esa moneda, pero muchos europeos ya se sienten con la soga al cuello si no aceptan esas condiciones. Como consecuencia directa, si ellos compran el gas estadounidense a precio mucho más elevado, además de aumentar la dependencia económica y política que ya padecen de Washington, los consumidores sufrirían las consecuencias y le quitaría competitividad a las empresas y productos de la Unión Europea. Estudios realizados por organismos financieros indican que, al dispararse los precios por déficit de energía, la producción de fertilizantes, vidrio, siderurgias y otros, en diferentes países de la Unión se ha ralentizado o detenido como ha ocurrido en España, Francia, Italia y Austria".
/////
LA
UNIÓN EUROPEA BAJO CONTROL DE WASHINGTON.
*****
Por
Hedelberto López Blanch /6/05/2022/ Economía.
Fuente
Rebelión lunes 6 de junio del 2022.
Muchos analistas consideran que la Unión Europea (UE) ha jugado un triste papel durante
el conflicto entre Rusia y Ucrania al seguir las
exigencias de Washington para cerrar económica y
financieramente al gigante euroasiático en su intento por debilitarlo, lo que
hasta el momento no le ha dado resultado.
Europa se unió al
carro estadounidense de apoyar a Ucrania e
imponer extorsiones a Moscú (llamadas
eufemísticamente “sanciones”) y esas
medidas le está provocando su propio debilitamiento
económico, además de divisiones internas dentro del bloque.
Mientras varias naciones europeas y hasta el
alto representante de la Unión para
Asuntos Exteriores, Joseph Borrel, insisten en llevar al máximo las
extorsiones y desligarse del petróleo y gas rusos,
otros apuestan por mantener los suministros
de combustible de esa nación
pues si eliminan esos abastecimientos sus gobiernos
y pueblos sufrirían enormes dificultades.
Sun Keqin, investigador de los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, explicó recientemente que, si Europa continúa con las políticas de sanciones y apoyo a Ucrania, «se lastimará más y los países europeos estarán aún más divididos».
Y es que uno de los peligros para Europa de fomentar
la crisis en Ucrania le conllevará a
perder por completo su autonomía de
seguridad y pasar a “depender totalmente
del paraguas de Estados Unidos”.
Desde que el presidente Vladimir
Putin anunció comerciar los combustibles solo en rublos, debido a
las numerosas medidas coercitivas
impuestas por Occidente a su país, las contradicciones dentro de la Unión Europea se agudizaron.
Washington, con una política totalitaria imperial, presiona
para que no se le compre a Moscú los
hidrocarburos con rublos
porque fortalecería esa moneda, pero
muchos europeos ya se sienten con la
soga al cuello si no aceptan esas condiciones.
Como consecuencia directa, si ellos
compran el gas estadounidense a precio mucho más elevado, además de
aumentar la dependencia
económica y política que ya padecen
de Washington,
los consumidores sufrirían las
consecuencias y le quitaría competitividad a las empresas y productos de la Unión Europea.
Estudios realizados por organismos financieros indican que,
al dispararse los precios por déficit de energía, la producción
de fertilizantes, vidrio, siderurgias
y otros, en diferentes países de la Unión
se ha ralentizado o detenido como ha ocurrido en España, Francia, Italia y Austria.
Por ejemplo, en Italia se elevaron los costos de producción de vinos en un 35 % por el
corcho, tapa, etiqueta, botella y transporte marítimo y de carretera.
En el Reino Unido el precio de un plato de comida
con pescado blanco, que se importaba
de Rusia, aumento en 38 %.
Compañías que exportaban mercancías a Rusia también han sufrido
pérdidas como los calzados italianos,
los vinos españoles, las cervezas alemanas.
Desde hace décadas, gas y petróleo del gigante euroasiático han
estado presente en toda la vida de la
sociedad europea y se usan en las industrias,
fábricas, calefacción, viviendas, oficinas, transporte y telecomunicaciones.
La suspensión del abasto, solo del gas ruso, le representaría a la Unión una pérdida de 300 000
millones de dólares.
Solo por las amenazas de ruptura total del suministro de los hidrocarburos provenientes de Rusia, nueve miembros del bloque han visto cómo la inflación les está ocasionando graves problemas.
Los más afectados han sido Estonia con 19 %;
Lituania (16,8%); Bulgaria (14,4 %); la República Checa (14,2
%); Rumania (13,8 %); Letonia (13 %); Polonia (12,4 %) y
Eslovaquia (11,7%).
Las contradicciones comienzan a aflorar
pues según la red financiera Bloomberg,
el número de empresas europeas
compradoras de gas, bajo las condiciones
rusas se ha duplicado.
Ya son 20 las compañías europeas que han
abierto cuentas en Gazprombank JSC
para poder pagar el gas en rublos y
otros 14 clientes solicitaron la
documentación necesaria para proceder a la apertura, o sea, están
desechando las directrices de Washington y de Bruselas opuestas a esa forma de pagos.
Mientras tanto, Moscú
está ampliando su comercio de combustibles hacia la región de Asia pacífico donde
existe una enorme demanda.
Muchos especialistas indican que, si Europa
Occidental persiste en no comprar los hidrocarburos rusos, tendrá que
enfrentarse a una crisis de 10 años en
materia de energía, alimentos, refugiados e inflación, lo cual puede
producir una agitación
social en sus naciones, y hasta una división en el bloque, ya de por sí
resquebrajado.
Cara le está costando a Europa Occidental
seguir ciegamente las orientaciones de la Casa Blanca.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e
investigador cubano.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario