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Apruebo y después. En caso de ganar el Apruebo comenzaría la agenda de implementación. “En caso de ganar el Apruebo el camino es de mejora, quizá aclarar dudas e incertidumbres, y en esa línea va el acuerdo del oficialismo”, explicó días atrás Camila Vallejos, ministra de la Secretaría General del Gobierno. El acuerdo mencionado refiere al que firmaron los partidos de Gobierno el 11 de agosto, en el cual se comprometieron a aclarar/reformar algunos de los puntos de la nueva Constitución en caso de ser aprobada, en materia de plurinacionalidad, derechos sociales, seguridad, sistema político y poder judicial.
El anuncio de reformas antes de
la misma aprobación levantó preguntas y críticas. La razón esgrimida para
realizar el acuerdo fue la desaprobación que marcaban las encuestas, en
un contexto donde la imagen del Gobierno también enfrenta dificultades, con, según
Cadem, 37% de aprobación. Qué pasará entonces luego de una hipotética
aprobación de la Constitución es una pregunta
aún rodeada de incertidumbres, en un país marcado por un vértigo político desde el año 2019 cuando comenzó el estallido que trajo al país hasta las puertas de la votación histórica de este
domingo.
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CHILE. UN PLEBISCITO HISTÓRICO.
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Por Marco
Teruggi.
Página/12
domingo 4 de septiembre del 2022.
Desde Santiago
Apruebo o Rechazo. Esas serán las dos opciones en
las urnas en Chile este domingo para decidir sobre la nueva Constitución. Se
trata de una elección determinante: aprobarla significaría dejar atrás
el texto nacido en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y tener un nuevo
pacto político que rece en su primer artículo: “Chile es un Estado
social y democrático derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico”. Rechazarla,
en cambio, abriría un cuadro de incertidumbre
y golpe tanto para el proceso de movilización
iniciado en 2019 como para el Gobierno presidido por Gabriel Boric.
La dimensión de lo que está en
juego es visible en las calles de Santiago. En la plaza frente al Palacio de la
Moneda, por ejemplo, se encuentra una garita violeta
donde se reparten ejemplares gratuitos de la Constitución. En las
paredes sobre la avenida Alameda se multiplican afiches, “el Apruebo une a Chile”, “no votes como Kast y
Piñera, vota Apruebo”, “la weá es mala y punto”, entre puestos de
venta ambulante y los últimos fríos de inviernos. A lo lejos el cerro San Cristóbal y en el fondo la cordillera.
El acto de cierre de campaña a
favor del Apruebo realizado el pasado jueves evidenció un gran apoyo. Cerca de medio millón de personas se reunieron esa noche
sobre la Alameda
en un clima de una alegría que recordó a la de diciembre del 2021, cuando Boric
resultó electo. Grupos de jóvenes, personas mayores, carteles de la
revuelta, de Salvador Allende, músicos, víctimas de traumas oculares producto
de la represión policial, como Gustavo Gatica: “apruebo por todos los ojos que
perdimos”, dijo desde el escenario. El clima fue similar en los diferentes “apruebazos” de la campaña, como el
realizado el día anterior en la comuna de Recoleta.
Pronósticos
El pronóstico favorable
predomina entre quienes llevan adelante la campaña en
los diferentes lugares del país.
“Ganamos, las encuestas dicen
otra cosa, pero acá en la zona central ganamos, hay un voto de jóvenes y los
que nunca han votado que puede desequilibrar todo”, me dice una persona al frente de las actividades por el Apruebo
en su pueblo luego de una jornada con banderas y volantes. Algunos
estudios de predicción matemática también dan por ganador al Apruebo, como el
de Espacio Político, que proyecta un 55% favorable a la nueva Constitución.
Las encuestas, en cambio,
marcan una victoria del Rechazo. Ese pronóstico negativo para el nuevo texto comenzó a partir de abril,
según, por ejemplo, la encuestadora
Cadem. Desde allí el Rechazo estuvo
siempre por encima del Apruebo con una distancia
de nueve puntos, 46% a 37%,
en la medición del 17 al 19 de agosto. En el caso de Pulso
Ciudadano el Rechazo se impone con 45.8% contra 32.9%, y para la empresa
Panel Ciudadano la distancia es de 49% a 39%. Un promedio de diez puntos de diferencia
en lo que, en caso de ser así, sería una
derrota significativa para la Constitución redactada durante un año por la
Convención Constitucional.
Existe cautela respecto a las
encuestas. En el caso del plebiscito del año 2020, donde se
votaba para saber si redactar o no
una nueva
Constitución, los últimos números de estas mismas empresas oscilaron
entre 65% y 72% a favor del Apruebo
que fue finalmente 78.8%.
Existe en este caso un elemento novedoso: el voto
obligatorio por primera vez desde el año 2012, año en que se instaló el
voto voluntario. La obligatoriedad, so pena de multa, podría elevar el padrón electoral
en el marco de contiendas marcadas por votaciones por debajo del 50% desde el 2012, salvo en el plebiscito del 2020 y la segunda
vuelta de las presidenciales del 2021. En estas últimas se alcanzó una cifra récord con 56% de participación, 8.364.481 votantes. Varios
análisis estiman que el número podría ser ahora superior al 60% del
padrón. Según el Servicio
Electoral, por ejemplo, más de 12 millones de
personas han consultado sus datos electorales. ¿Quiénes y cómo votaran? Es una de las principales preguntas e
incertidumbres.
El Rechazo
La campaña por el Rechazo
estuvo marcada por numerosas noticias falsas, centradas en temas como la vivienda, las pensiones y la plurinacionalidad. El
problema de las fake news tomó un espacio central en el contexto de un debate
sobre una nueva Constitución de 388 artículos y 57
disposiciones transitorias, donde la apelación al miedo buscó impactar en el contexto de un país con hondos imaginarios
neoliberales.
El comando de campaña por el Apruebo lanzó ante esta situación la plataforma “plebiscito sin mentiras”,
para denunciar noticias falsas.
El día viernes el congresista
estadounidense Andy Levin publicó una
carta junto a otros cuatro miembros de la Cámara:
“como miembro del Congreso y
del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estoy muy
preocupado por la desinformación desplegada por la campaña del “Rechazo” en Chile, y la respuesta inadecuada de Meta,
Twitter y TikTok. Estas prácticas socavan la democracia”.
Las noticias falsas se articularon a un discurso del Rechazo que no se propuso defender la Constitución de 1980, sino plantear la necesidad de decirle no al actual texto para escribir otro. Los argumentos fueron, por ejemplo, que el texto redactado por la Convención “no fue hecho con amor”. El objetivo de la derecha es lograr una victoria del Rechazo que tendría dos consecuencias a su favor: la posible recuperación de la iniciativa política ante un Gobierno golpeado, y el intento de ir hacia una posible nueva Constitución esta vez sin elementos que se lograron en el momento de mayores movilizaciones, como listas de independientes o escaños indígenas.
Apruebo y después.
En caso de ganar el Apruebo
comenzaría la agenda de implementación.
“En caso de ganar el Apruebo el camino es de mejora, quizá aclarar dudas e
incertidumbres, y en esa línea va el acuerdo del oficialismo”, explicó días atrás Camila Vallejos,
ministra de la Secretaría General del
Gobierno.
El acuerdo mencionado refiere al que firmaron los partidos de Gobierno
el 11 de agosto, en el cual se comprometieron a aclarar/reformar algunos de los puntos de la nueva Constitución en
caso de ser aprobada, en materia de plurinacionalidad,
derechos sociales, seguridad, sistema político y poder
judicial.
El anuncio de reformas antes de
la misma aprobación levantó preguntas y críticas. La razón esgrimida para
realizar el acuerdo fue la desaprobación que marcaban las encuestas, en
un contexto donde la imagen del Gobierno también enfrenta dificultades, con, según
Cadem, 37% de aprobación. Qué pasará entonces luego de una hipotética
aprobación de la Constitución es una pregunta
aún rodeada de incertidumbres, en un país marcado por un vértigo político desde el año 2019 cuando comenzó el estallido que trajo al país hasta las puertas de la votación histórica de este
domingo.
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