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MACHUPICHU PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION, Santuario Histórico y Patrimonio Mundial, no es nuevo, semejante voracidad de unos y otros. Muy simple nuestro Jardín, el Parque de nuestro Barrio, porque lo regamos, lo cuidamos, igual protegemos el Parque, porque nos da ambiente, respiro de aire nuevo, fresco, es nuestra propia Vida. Cusco, las Empresas, Intermediarios. Población Local, todos se creen con el derecho de obtener la última gota de sangre de un supuesto patrimonio cultural, que les pertenece a todos ellos y que debemos explotarlo hasta el final y este final está a poco tiempo, está a la vuelta de la esquina – como se expresa en el lenguaje popular - si por encima de todo esta el CANIVALISMO de unos y otros, Permitir el ingreso diario de miles de Visitantes, a un lugar sagrado cultural y ambiental, que ha sido construido – no es natural, este inmenso Capital Cultural, construcción histórica de los pueblos del Tahuantinsuyo – es una de nuestras más grandes “herencias Culturales” que nos hace grandes ante el mundo. Pero por nuestra VORACIDAD NO la destruyamos. Es la Voracidad de unos y otros ante la falta de Autoridad. La Historia los Juzgará.
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LA AUTORIDAD NO EXISTE. EL CIUDADANO debe pensar, reflexionar con madurez y responsabilidad. Mi Patrimonio Sagrado, Cultural, Obligadamente debe tener un día de
descanso a la semana, NO ingresa una Sola persona.
Es el día en que parte de nuestra Madre Naturaleza toma
RESPIRO,
se fortalece. (porque, Nosotros, solo debemos trabajar 8
horas, 8 horas de descanso, dormir y 8
horas de estudio y esparcimiento) como seres Humanos, necesitamos
ese DESCANSO, para reponernos. Igual si es un PATRIMONIO
CULTURAL, porque me gusta, me agrada, ahí está
mi lugar de trabajo, con eso puedo vivir, pero así, si lo exploto día y noche,
todos los días, su FINAL está muy cercano,
- estoy matando con mi voracidad, la “gallina de los huevos de oro” y después vendrá
el llanto, la denuncia, etc. La INCAPACIDAD, IRRESPONSABILIDAD marcadas
por la Voracidad. El ingreso debe ser PLANIFICADO
de acuerdo a las condiciones internas de la PLATAFORMA CULTURAL.
Respetemos nuestro Patrimonio Cultural, que también pertenece a la Humanidad. Que
la Voracidad no nos lleve a destruirlo y asesinarlo. EL
MACHUPICHU
que es de todos los peruanos, merece mayor Respeto, Amor, Cariño como si estuviéramos
protegiendo a nuestra MADRE. ES HORA de tener un
inmenso respeto por nuestro más grande y valioso PATRIMONIO CULTURAL.
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MACHUPICHU,
COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD FRENTE AL DESAFÍO.
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Por:
David Ugarte Vega Centeno
Lima. Otra
Mirada miércoles 14 de septiembre del 2022.
La
conservación del Patrimonio Cultural de la Nación continúa
siendo uno de los temas actuales que reviste suma preocupación
y complejidad, sigue sin una debida y real atención y menos compromiso
por parte de autoridades y población, lo que
atañe no solo negligencia y peligrosas omisiones
de responsabilidad, sino que -y, sobre todo- podrían generarse riesgos muy
graves para los monumentos y sitios patrimoniales.
El
asunto se vuelve aún más grave cuando el sitio o monumento es único y
reviste valores universales, singulares y
excepcionales y está inscrito en la Lista del
Patrimonio Mundial de la Unesco, como es el caso del Santuario Histórico de Machupichu, sitio mixto con
contenidos culturales y naturales, que el Estado
Peruano se comprometió a conservar y preservar; por tanto, está obligado
a cumplir sus obligaciones -a través de los entes públicos competentes- y no
solo con la Unesco, sino también con toda la
comunidad nacional.
Estamos observando que en estos días recientes se ha desatado una
gran contienda para fijar un incremento absolutamente arbitrario de la capacidad de carga en el Santuario Histórico de Machupichu;
de un lado está la autoridad local distrital,
los comerciantes y algunos operadores turísticos; y de otro lado están los gremios de turismo que apuestan por un verdadero y real turismo sostenible y el equipo de profesionales y
técnicos de la Jefatura del Parque Arqueológico
Nacional de Machupichu.
Obviamente, los comerciantes y operadores turísticos respaldados por el alcalde del distrito de Aguas Calientes y autoridades distritales de turismo, exigen se autorice el incremento de visitantes, pero sin mayor sustento ni criterios técnicos que garanticen la seguridad y permanencia del monumento; demandan mayor número de visitantes porque importa a sus personales intereses, pero no se detienen a considerar la necesidad de evaluar con criterios científicos de conservación si verdaderamente el monumento puede soportar y por cuanto tiempo a todos los visitantes que se quiere incrementar.
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En el lado de la
conservación del monumento encontramos sí, reflexiones
y alertas de lo que podría suceder en el corto y mediano plazo, si el incremento de visitantes es acelerado y enfrentado en
un solo momento como se pretende erróneamente, sin realizar una evaluación
seria y objetiva del estado de conservación que en este momento presenta el
sitio, además de los necesarios estudios técnicos y la
planificación garante y ordenada que permita decidir con responsabilidad
si es posible este incremento, definir los procesos y
en qué tiempos o plazos.
A propósito del deterioro
por acción humana, si bien poéticamente se dice que la piedra es eterna, no lo es en la realidad objetiva;
las superficies líticas se desgastan y esto es
evidente en pisos, escalinatas y muros, basta
recorrer el Centro Histórico del Cusco para
observar desgaste en los ángulos de las portadas que las personas tocan y en
donde se apoyan todos los días. En el caso de Machupichu
la situación es todavía más grave; hay algunos espacios
incluso, donde se puede apreciar afloramiento de los pequeños cristales de cuarzo que componen el granito.
El desgaste de superficies líticas representa un
daño irreversible. Tenemos que tener presente que los bienes del patrimonio cultural no son un recurso renovable y que
incrementar la afluencia de turistas sin las
garantías de conservación -primero- traerá
consecuencias de riesgo muy graves para este emblemático
Sitio del Patrimonio de la Humanidad.
Además, está la sujeción a la normativa vigente, existen leyes, desde la Constitución y la legislación específica de protección de los bienes del Patrimonio Cultural de la Nación, que obliga expresamente al Estado, a las autoridades competentes nacionales, regionales y locales a garantizar su protección y conservación, entonces ¿por qué simplemente no se cumple ni se hace cumplir la ley y las disposiciones reglamentarias?
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Definitivamente el escenario que se nos muestra es muy preocupante y lamentable, nos preguntamos ¿Por qué el Ministerio de Cultura no hace valer el principio de autoridad
que tiene y sobre todo como garante de la
conservación de Machupichu? ¿Por qué no cumple y hace cumplir las
disposiciones legales que rigen para la protección y
defensa del Patrimonio Cultural de la Nación?
Ante esta dolorosa
situación, en la que vemos con mucha tristeza que los gritos exigentes y exaltados enfocado
estrictamente en un desenfrenado afán de lucro económico
intentan acallar la razón y sentido que tiene la conservación de nuestro patrimonio cultural para fortalecer la
identidad cultural de los peruanos y trascender como Nación,
debemos alzar nuestra voz desde la ciudadanía para exigir respeto al derecho
que tenemos todos de conservar y preservar Machupichu en
su integridad. Este es un oportuno momento para
repensar y actualizar nuestros roles ciudadanos y
entender que la conservación y preservación del legado cultural son el sustento
de nuestra identidad cultural y que sólo con
acciones firmes y concretas que garanticen el buen
destino de los bienes del patrimonio cultural, es que trascenderemos en el
tiempo.
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