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“Al llegar a la cumbre el Papa
había sido recibido por la
presidenta del Consejo de Ministros de la República Italiana, Giorgia Meloni. Antes y después de
su alocución en el plenario del G7, el papa Francisco mantuvo reuniones bilaterales con parte de los presidentes y jefes de
Estado presentes. En una primera ronda estuvo con Kristalina
Georgieva, directora general del Fondo Monetario Internacional, luego
con Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, con el presidente francés,
Emmanuel Macron, y con el primer ministro canadiense Justin Trudeau. En una segunda
tanda de reuniones Francisco se encontró
con los presidentes Recep Tayyip Erdogan (Turquía); Abdelmadjid Tebboune (Argelia); William Samoei Ruto (Kenia); Joe Biden (Estados Unidos); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Narendra Modi, primer ministro de la India.
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“NO
PUEDE HABER INTELIGENCIA ARTIFICIAL, SIN ÉTICA Y SIN POLÍTICA”
Con Francisco
en el G7, por primera vez un Pontífice Católico ha participado de la Cumbre.
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El
Papa valoró la IA, la calificó de un “instrumento
poderoso”, pero advirtió que para su uso medie la “sana política” y criterios éticos puestos al servicio de la humanidad. Bergoglio
mantuvo reuniones bilaterales con presidentes y jefes
de Estado, entre ellos el estadounidense Joe
Biden.
Por Washington
Uranga.
Fuentes.
Página /12. martes 18 de junio del 2024.
Francisco, el Papa que continúa rompiendo moldes no solo
religiosos, sino también políticos y culturales, se sentó el 14 de junio a
la mesa de la cumbre del G7 en
Borgo Egnazia (Apulia), en el sur de Italia, para debatir en ese escenario
sobre el tema de la inteligencia artificial (IA). Jorge
Bergoglio calificó a la IA como “un instrumento extremadamente poderoso” y dijo que no
estamos hablando sólo de progreso científico, sino que nos enfrentamos a
“una revolución cognitiva-industrial que contribuirá a la creación de un nuevo sistema social caracterizado por complejas transformaciones de época”.
En consecuencia, en línea con lo que
viene siendo su magisterio desde que se instaló en el Vaticano,
el Papa advirtió que frente a esta realidad es necesario recurrir a la ética como valor que encuadre esos avances desde la
humano.
“Solamente si se
garantiza su
vocación al servicio de lo humano, los instrumentos tecnológicos revelarán no
sólo la grandeza y la dignidad única del ser humano, sino también el mandato
que este último ha recibido de `cultivar y cuidar`
el planeta y todos sus habitantes”, dijo Francisco.
Y subrayó ante gobernantes de potencias mundiales, entre quienes se encontraba
también el presidente de los Estados Unidos, Joe
Biden, que “hablar de tecnología es hablar de lo que significa ser
humanos y, por tanto, de nuestra condición única entre libertad y
responsabilidad, es decir, significa hablar de ética”.
Es la primera vez que la máxima autoridad de la Iglesia Católica es invitada a este tipo de
encuentros, lo que no hace sino ratificar la trascendencia que la figura de Francisco ha ganado y mantiene más allá del mundo
religioso y en el escenario de la política internacional. Sin abandonar el tono
de su discurso religioso, Bergoglio se
involucra en la agenda y los problemas que preocupan a las personas y a la
sociedad internacional.
Tan importante es la IA como desarrollo tecnológico, dijo Francisco, que
“es lícito suponer
que su uso influirá cada vez
más en nuestro modo de vivir, en nuestras relaciones sociales y en el futuro,
incluso en la manera en que concebimos nuestra identidad como seres humanos”.
Y frente a eso –afirmó- es primordial que actúe
la política.” La sana política”, dijo el Papa. Porque “
“el paradigma
tecnológico encarnado
por la inteligencia artificial corre el riesgo de dar paso a un paradigma mucho
más peligroso, que ya he identificado con el nombre de `paradigma tecnocrático’” y “no podemos permitir que una
herramienta tan poderosa e indispensable como la inteligencia artificial refuerce tal paradigma, sino que más bien debemos
hacer de la inteligencia artificial un baluarte precisamente contra su expansión”.
Es allí, donde “urge
la acción política” sostuvo el Papa, sin
dejar de recordar que
“para muchos la política hoy es una mala palabra, y (…) no se puede ignorar que detrás de este hecho están a menudo los errores, la corrupción, la ineficiencia de algunos políticos”. Sostuvo además que “a esto se añaden las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología”. Pero –se interrogó y le preguntó a los dirigentes presentes- si “¿puede funcionar el mundo sin política? ¿Puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política?”.
La repuesta al interrogante fue
terminante: “¡No! ¡La política sirve!” Y
reiteró, una vez más, que
“ante tantas
formas mezquinas e
inmediatistas de 0 [...], la grandeza política se muestra cuando, en momentos
difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo
plazo” pese que “al poder político le cuesta
mucho asumir este deber en un proyecto de nación y más aún en un proyecto común
para la humanidad presente y futura”.
En el auditorio estaba presente también
el mandatario argentino, Javier Milei, a quien el Papa
había saludado rápidamente al llegar a la sede de la cumbre.
En otro pasaje de su discurso Francisco recordó
“el buen uso, al menos de las formas avanzadas de inteligencia artificial, no estará plenamente bajo el
control ni de los usuarios ni de los programadores que definieron sus objetivos
iniciales en el momento de elaborarlos”, que “la
máquina puede, en algunas formas y con estos nuevos medios, elegir por
medio de algoritmos” y que “lo que hace la máquina es una elección técnica
entre varias posibilidades y se basa en criterios bien definidos o en inferencias estadísticas”. En cambio, el ser
humano “no sólo elige, sino que en su corazón es capaz
de decidir”.
Por eso, siguió diciendo Francisco,
“frente a los prodigios de las máquinas, que parecen saber elegir de manera independiente, debemos tener bien claro que al ser humano le corresponde siempre la decisión, incluso con los tonos dramáticos y urgentes con que a veces ésta se presenta en nuestra vida”. Porque, agregó, “condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza si quitáramos a las personas la capacidad de decidir por sí mismas y por sus vidas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas”. Según Francisco “necesitamos garantizar y proteger un espacio de control significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizado por los programas de inteligencia artificial”. Porque “está en juego la misma dignidad humana”, sentenció Bergoglio en el G7.
Al llegar a la cumbre
el Papa había sido recibido por la presidenta del Consejo de Ministros de la República
Italiana, Giorgia Meloni. Antes y después de su alocución en el plenario del G7, el papa Francisco
mantuvo reuniones bilaterales con parte de
los presidentes y jefes de Estado presentes. En una primera ronda estuvo con Kristalina Georgieva, directora general del Fondo
Monetario Internacional, luego con Volodímir Zelenski,
presidente de Ucrania, con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el primer ministro
canadiense Justin Trudeau. En una segunda tanda de reuniones Francisco
se encontró con los presidentes Recep Tayyip Erdogan
(Turquía); Abdelmadjid Tebboune (Argelia); William Samoei Ruto (Kenia); Joe Biden (Estados Unidos); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Narendra Modi, primer ministro de la India.
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