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“PERÚ aparece como la quinta
economía de América Latina con un Producto Interno Bruto (PIB) de 240 000 millones de dólares. Exporta cobre, oro, plomo, zinc, estaño, molibdeno,
plata, petróleo, gas natural, café, frutas, pescado y derivados, productos
químicos, entre otros. Organismos internacionales señalan
que el 66 % de la población
rural es pobre y más de un tercio vive en la extrema
pobreza, a la par que en los últimos años se amplió la brecha entre ricos y pobres. De los 32 (34)
millones de peruanos, el 60 % se
encuentra por debajo de los índices de pobreza que se hace más profundo, entre 74 % y 88 %, en las regiones sureñas de Ayacucho, Puno, Apurímac o Huancavelica. Un informe
del Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI
indicó que el 58 % de la población
económicamente activa está desempleada o subempleada
y no cuenta con ningún tipo de seguro social,
por tanto, no tiene derecho a retiro, atención sanitaria o educación, mientras el 68 % carece de servicio de
saneamiento.
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PERÚ:
CORRUPCIÓN, REPRESIÓN Y POBREZA.
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Por Hedelberto López Blanch | 15/06/2024
| América Latina y Caribe, Economía.
Fuentes: Rebelión.
Fuentes.
Revista Rebelión sábado 15 de junio del 2024.
La presidenta interina de Perú, Dina Boluarte, ha estado envuelta en acusaciones de corrupción, soborno y de represión desde que asumió el cargo en diciembre de 2022 y pese a contar con solo el 7 % (5% junio) de aprobación, los partidos de derecha y ultraderecha la mantienen en el poder.
Una
encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) a pedido del diario La
República señaló que el índice de desaprobación
de la gestión de Dina
Boluarte como presidenta de Perú va en
aumento y aproximadamente el 93 % de los ciudadanos desaprueba su forma de gobernar el país.
La
encuesta demostró además que el Congreso de la República, controlado por mayoría de derecha y
ultraderecha, tampoco goza de popularidad: el 91 % de los encuestados desaprobó su trabajo, mientras que solo el 6 % se mostró contento con su desempeño.
Boluarte está
involucrada en casos de corrupción y a finales
de mayo concurrió al Ministerio Público para
declarar por su posible enriquecimiento en el llamado proceso Rolex y otras joyas
cuyo origen no ha podido explicar. Por ese caso y por un desbalance patrimonial
de más de 400 000 dólares es investigada en la
Fiscalía por enriquecimiento ilícito y posible
cobro de sobornos.
El 10 de mayo, su hermano Nicanor Boluarte y el abogado de Dina, Mateo Castañeda fueron encarcelados por tráfico de influencias, y aunque están pendientes de juicio, les otorgaron libertad provisional.
La
mandataria, que no quiere abandonar el cargo hasta el año 2026, aparece envuelta además en delitos de genocidio,
homicidio calificado (49
muertos) y graves lesiones contra más de 60
personas que protestaban por su ascensión al poder tras la destitución
del expresidente Pedro Castillo.
Otra
acusación pendiente es por ausentarse de su cargo para
someterse a una cirugía
estética.
El 52 % de los encuestados sostuvo que el gobierno de Boluarte terminará siendo
más corrupto que los anteriores, el 43 % opina que será igual de corrupto
y tan solo el 5 % evalúa que acabará por ser menos corrupto.
La derecha y ultraderecha peruana que
respaldan a la mandataria, están bien asentadas en puestos claves de la nación
con mayoría en el Congreso y control absoluto de
los medios de comunicación. También tiene el
apoyo del Tribunal Constitucional y de los mandos militares que están comprometidos en las masacres durante la represión
a las movilizaciones sociales
Perú aparece como
la quinta economía de América Latina con un
Producto Interno Bruto (PIB) de 240 000 millones
de dólares. Exporta cobre, oro, plomo, zinc,
estaño, molibdeno, plata, petróleo, gas natural, café, frutas, pescado y
derivados, productos químicos, entre otros.
Organismos internacionales señalan que el 66 % de la población rural es pobre y más de un tercio vive en la extrema pobreza, a la par que en los últimos años se amplió la brecha entre ricos y pobres.
De los 32 millones de peruanos, el 60
% se encuentra por debajo de los índices de pobreza que se hace más profundo, entre 74 % y 88 %, en las regiones sureñas de Ayacucho, Puno, Apurímac o Huancavelica.
Un informe del
Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI
indicó que el 58 % de la población
económicamente activa está desempleada o subempleada
y no cuenta con ningún tipo de seguro social,
por tanto, no tiene derecho a retiro, atención sanitaria o educación, mientras el 68 % carece de servicio de
saneamiento.
Pero
cuando uno analiza fríamente lo que sucede en Perú donde Estados Unidos ha apoyado varios gobiernos corruptos cuyos presidentes
han sido condenados o procesados por corrupción (Alberto Fujimori, Alejandro Toledo,
Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Alán García, este se suicidó para
no ir a juicio) aparece como parte del control de Washington
sobre esa nación, el Tratado de Libre Comercio (TLC).
Con
ese Tratado, impulsado por el ex
presidente Alejandro Toledo y firmado por su sucesor Alan García en diciembre de 2007
se incrementaron las diferencias sociales en la nación andina al ampliarse las políticas neoliberales y de privatizaciones.
En
el documento aparecen enmiendas anti
soberanas como el capítulo 10 que
posibilita a las compañías estadounidenses proceder
legalmente contra el gobierno y exigir compensaciones extraordinarias, en caso de que se
promulguen leyes que atenten contra sus
intereses.
Entre éstas se destaca la imposibilidad de promulgar normas de protección del medio ambiente o contra productos nocivos que afecten la salud de los ciudadanos si eso dificultara el desarrollo de las operaciones productivas y las ganancias de las empresas transnacionales.
El
TLC le prohíbe al gobierno peruano acudir a los tribunales
nacionales ante cualquier problema surgido con compañías
extranjeras, mientras que en las cortes
internacionales las disputas son inapelables, las audiencias casi siempre son secretas y Estados Unidos puede ser demandado, pero sin reclamos
a los inversionistas.
Ahora
el gobierno de Dina Boluarte va
por los mismos caminos recorridos por varios presidentes
peruanos y ya se haya envuelto en una crisis de
corrupción, recesión económica, incremento de la pobreza y aumento de la delincuencia.
Pero
Washington se hace de la “vista gorda”
porque le conviene mantener en Lima un gobierno
adicto a sus intereses.
Hedelberto
López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano,
especialista en política internacional.
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