miércoles, 5 de mayo de 2010

GRECIA: “La última etapa de la crisis”. Ha llegado al borde del abismo.

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Está absolutamente fuera de cualquier duda que el golpe decisivo al rescate-ajuste de Grecia ha sido propinado por la colosal movilización de las masas de Grecia, que todos los círculos financieros daban por descontada y que se manifestó en la huelga general del 5 de mayo. En la supermilitarizada Grecia, el país que gasta más en armamentos, en términos relativos, de toda la Unión Europea, la crisis ha impulsado a las calles al personal de la policía y del ejército.
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Grecia: “La última etapa de la crisis” .

Miércoles 5 de mayo de 2010

Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS
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Paradoja cruel.
Bastó que se conociera el tan reclamado rescate de Grecia para que, en poco más de 24 horas, quedara en evidencia que el default (cesación de pagos) de Grecia es imparable. La duplicación de la suma adjudicada al salvataje - de 60 mil a 120 mil millones de euros - causó el efecto inverso al esperado, pues la magnitud de la operación puso de relieve la insolvencia del estado griego. La repercusión internacional del hundimiento helénico fue impresionante: la caída de las Bolsas de Madrid o Milán fue catastrófica, pero además no dejó indemnes a las de Nueva York o Shangai, ni a la de San Pablo.
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La caída de Grecia traza una línea divisoria en el recorrido de la bancarrota capitalista mundial: la primera etapa va desde la crisis del banco de inversión norteamericano, Bear and Stern, en julio de 2007, hasta el derrumbe de Lehman Brothers, en septiembre de 2008; la segunda, desde esta fecha hasta el default inminente de Grecia que se desarrolla en estos días. Vuelve a la escena lo que los analistas anglosajones llaman el “counterparty risk”, o sea la amenaza de bancarrotas financieras, que se estimaban superadas a partir de las emisiones macizas de dinero por parte de los bancos centrales - en especial de Estados Unidos y China.

'Ajuste' criminal

La causa fundamental del hundimiento del plan de rescate, incluso antes de que se pusiera en efecto, es el monstruoso ajuste que exige al pueblo griego. La poda gigantesca del poder adquisitivo de la población - bajo la forma de reducciones salariales y jubilatorias; aumentos siderales de impuestos al consumo; serrucho enorme al gasto social - augura una agudización de la recesión económica que no puede sino agravar la incapacidad del fisco para honrar la deuda pública. Precisamente por esto, se estima que ésta debería aumentar en el período del ajuste, no solamente en proporción al PBI sino también en términos absolutos (esto como consecuencia de la necesidad de tener que pagar tasas de interés muy superiores a la media del mercado internacional).
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O sea que la miseria social iría acompañada de una acentuación de la vulnerabilidad fiscal y de la financiera. Ocurre que la mayor parte de la deuda pública de Grecia se encuentra en manos de bancos locales, aunque dominados por la banca de Francia y de Alemania. Esta circunstancia ya ha suscitado una corrida de depósitos y una fuga de capitales (al paraíso fiscal de Chipre). En Argentina, en 2001, cuando fungía de ministro de Economía, López Murphy intentó una operación deflacionaria similar, aunque de proporciones infinitamente menores. Su fracaso, debido a la resistencia popular, selló el final de “la penúltima etapa de la crisis” y el ingreso a “la última” - de Cavallo. El plan de rescate para Grecia venía a cumplir la misma función del “blindaje” organizado por Cavallo con los bancos internacionales - utilizar dinero público para financiar la fuga de capitales que ponga a los bancos a reparo del 'default' inevitable de Argentina. Está absolutamente fuera de cualquier duda que el golpe decisivo al rescate-ajuste de Grecia ha sido propinado por la colosal movilización de las masas de Grecia, que todos los círculos financieros daban por descontada y que se manifestó en la huelga general del 5 de mayo. En la supermilitarizada Grecia, el país que gasta más en armamentos, en términos relativos, de toda la Unión Europea, la crisis ha impulsado a las calles al personal de la policía y del ejército.

Bancarrota de Europa.

Sin embargo, del mismo modo que puso de manifiesto la inevitabilidad del 'default' griego, el rescate dejó al desnudo que el epicentro de la bancarrota no se encuentra en Grecia sino en Alemania y Francia. La evidencia de que la crisis griega amenazaba la sustentabilidad de los bancos públicos germanos (Landesbank), fue lo que precipitó a la primera ministra Merkel a decidirse por el plan de rescate que había rechazado hasta ese momento en forma consistente. No es solamente que esos bancos están fuertemente expuestos en Grecia: Alemania, además, sufre una de las tasas de desocupación y jornadas reducidas de trabajo más altas del mundo - y su deuda pública llega ya al tope establecido por los acuerdos de la UE. Alemania necesita el dinero, en primer lugar, para si misma.
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Otro indicio de la desesperación que determinó el anuncio del rescate fue la decisión del Banco Central Europeo de aceptar títulos 'basura' de la deuda griega (en poder de los bancos locales) como garantía para otorgar préstamos en forma directa. Es claramente una operación de fuga de la deuda griega para beneficio de los bancos locales y de los extranjeros que son acreedores de ellos. El plan de rescate no es tampoco una operación conjunta de Europa sino una colección de préstamos de diferentes naciones a Grecia, al extremo de que España, ella misma en 'default' (tanto público como, especialmente, privado) aparece en la lista de los rescatistas de Grecia.
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Es claro que una operación de este tipo no tiene condiciones de repetirse en el caso de que fuera necesario para otros países; por eso dejó en evidencia que se trataba de la única bala que tiene el cargador. Esto provocó una corrida contra las deudas públicas de varios países. La UE fue incapaz de financiar el rescate con la colocación de una deuda propia en los mercados - como hace, por ejemplo, los Estados Unidos. O sea que carece de los instrumentos de un rescate - una falencia que desnuda la impotencia política de la UE. Los alemanes recurrirán a los bancos públicos (en la picota) para cubrir su parte del préstamo a Grecia, los cuales buscarán financiarse con el Deutsche Bank y el Commerzbank, aunque en términos precarios. Como se ve, llegado a este punto, la bancarrota de Grecia desnudó la envergadura de la crisis capitalista en el conjunto de Europa.

Chau, Keynes.

Bien entendido, sin embargo, la crisis, en este estadio, ya presenta un alcance mucho más amplio. Europa ha quedado dividida en dos tandas de países con perspectivas que los antagonizan entre sí cada vez más. Los países que coquetean con el 'default' tendrán, de aquí en más, un costo de financiamiento creciente que los alejará de los estados más sólidos en las fases ulteriores del desarrollo capitalista. La UE ingresa en una etapa centrífuga. La otra cuestión no deja de ser menos impresionante: se impone un programa deflacionario, como ocurrió en la crisis del 30, arruinando las ilusiones de esa suerte de kirchnerismo mundial que aseguraba que el capitalismo ingresaba en una etapa de intervencionismo estatal y de keynesianismo. Aunque cualquier juicio al respecto podría ser prematuro, el descenso de la cotización de la onza de oro en los últimos días solamente podría explicarse en función de una perspectiva deflacionaria.

Para algunos de los más calificados observadores, estaríamos asistiendo a un plan de desmantelamiento parcial de la Unión Europea bajo la batuta de Alemania, que habría ganado a Francia para la causa. Bajo la presión de los intereses exportadores de la industria germana, el gobierno alemán promueve, en primer lugar, vía la dilación del rescate a los países del sur de Europa, una devaluación del euro - que la pondría en mejor posición competitiva frente a Estados Unidos y China. En segundo lugar, estaría organizando una salida ordenada de las naciones sudeuropeas, pero que podría incluir a Irlanda y a Bélgica. Después de la disolución de la Unión Soviética, un desmantelamiento de la UE se convertiría en testimonio de la debacle capitalista.
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La lucha por el mercado mundial cobra cada vez más peso en la crisis, como lo demuestra la disputa sino-americana por la cotización del yuan de China. A pesar de las medidas para duplicar las exportaciones norteamericanas, por parte de Obama, éstas no logran aumentar y el déficit comercial de Estados Unidos (y, por lo tanto, su deuda externa) no cesa de crecer. En realidad, para numerosos observadores, Grecia no es más que una metáfora de Estados Unidos, cuyo déficit fiscal, endeudamiento público y deuda nacional es, en términos relativos y absolutos, el más alto del mundo. De acuerdo a un informe no publicado del FMI, Estados Unidos necesitaría aplicar, para no ir a un 'default', un recorte de gastos equivalente al 9% del PBI - o sea 1.3 billones de dólares.

En ausencia de este recorte, Estados Unidos no podría normalizar su situación financiera, o sea aumentar las tasas de interés (que están en cero) sin llevar a la quiebra al sector público. Aquí está la explicación de la caída de Wall Street durante tres días al hilo, bajo la presión del 'default' de Grecia. Para empiojar más la situación, los analistas están de acuerdo en que las ganancias anunciadas por los bancos norteamericanos en el primer trimestre de 2010, atestiguan una situación similar a la que llevó a la bancarrota, a partir de 2007, pues obedecen a operaciones especulativas apalancadas en una proporción enorme por deudas. El aumento de la deuda norteamericana y del déficit fiscal, por un lado, y el que ha habido en la emisión monetaria, por el otro, han agotado en gran parte los recursos e instrumentos para hacer frente al rebrote de la tendencia deflacionaria que asoma con la bancarrota europea. Una breve observación: ya ha comenzado la especulación a la baja contra la deuda inglesa.

Barbas en remojo, de nuevo

A la caída del oro la acompañaron todas las materias primas, lo que pone un signo de interrogación sobre la 'recuperación' del sur de América Latina. Asimismo, ha ocurrido un fuerte retiro de capitales, como lo testimonia el derrumbe de las bolsas de Buenos Aires y de San Pablo. Es que, incluso antes que estallara Grecia, en China y Asia está en curso una tendencia financiera negativa, como consecuencia del freno que el gobierno chino intenta imponer a los préstamos bancarios y a la especulación inmobiliaria y bursátil. Es que los préstamos incobrables de los bancos, que fueron otorgados para contrapesar la recesión (que se manifestó brutalmente a principios de 2009), superan el 25% de los activos - la proporción más alta en el mundo. Los virajes y contragolpes de la crisis capitalista son la prueba de un derrumbe de las relaciones sociales existentes.
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¿Y ahora qué? Como lo señala un cartel colocado en la Acrópolis, curiosamente por el partido menos pensado, el stalinista griego: Pueblos de Europa, sublévense. Fuente foto: CSMONITOR

«Grecia ha llegado al borde del abismo»

El presidente griego lamenta la muerte de tres personas durante las manifestaciones de este miércoles. «Ahora está en nuestras manos dar un salto al vacío», afirma

BEGOÑA CASTIELLA / AGENCIAS ATENAS

Miércoles , 05-05-10 a las 23 : 29

La huelga general ha derivado en violencia y se ha cobrado ya las tres primeras víctimas. Mientras que toda Grecia se mantiene colapsada por el paro convocado por todos los sindicatos griegos y los partidos de la izquierda, en las grandes manifestaciones que han tenido lugar en Atenas y Tesalónica se han registrado actos de violencia y daños materiales.

Durante la manifestación de Atenas, una bomba molotov arrojada por manifestantes con la cara cubierta incendió el interior del Banco Marfin Egnatia de la calle Stadíu, cerca de la Plaza de la Constitución y provocó la muerte de tres de sus empleados, dos mujeres y un hombre.

Ante esta situación, el presidente griego, Carolos Papúlias ha declarado hoy que «el país ha llegado al borde del abismo» tras lamentar la pérdida de las tres personas fallecidas en el incendio ocasionado por los manifestantes. «Ahora está en nuestras manos dar un salto al vacío», ha añadido el jefe del Estado griego.

Por el momento se ha sabido que más de veinte personas se encontraban trabajando en el banco cuando un grupo de manifestantes con la cara tapada pasaron por delante y, viendo que había personas dentro, les insultaron. Inmediatamente después, arrojaron piedras para romper los cristales y tiraron la bomba. Varios trabajadores pudieron salir rápidamente mientras que el incendio crecía dentro de la sucursal. Las autoridades han confirmado estos fallecimientos y se espera conocer mas detalles en las próximas horas

Cuantiosos daños materiales En las manifestaciones, tanto de Atenas como de Tesalónica hubo cuantiosos daños materiales, después de que los manifestantes arrojaran piedras y palos contra la policía, que contestaba con gases lacrimógenos . Entre los daños materiales se cuentan bancos, distintos comercios y oficinas estatales . Hasta el momento se han registrado cuatro heridos y cuatro detenidos en Atenas, donde grupos anarquistas se han manifestado por la zona de Exárjia.



Entretanto, en el Parlamento, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha hecho un nuevo llamamiento a los griegos, recordando que no hay que confundir el derecho de manifestarse con el asesinato, dando el pésame a las familias de los fallecidos y asegurando que se buscará y encontrará a los culpables. Papandreu terminó su intervención recordando que ahora es la hora de mostrarse responsables y de proteger a la democracia , convocando a los demás lideres de los restantes partidos políticos a una reunión con el Presidente de la República Carolos Papulias. Y dejó bien claro que sin las medidas de austeridad tomadas , el estado no tendría dinero ni para pagar las pensiones.
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La Bolsa española se despeña arrastrada por Grecia.




Cierra con un -5,41% y pierde la referencia de los 10.000 enteros. La caída se agrava un punto tras la intervención del presidente.



Actualizado Martes , 04-05-10 a las 23 : 05

La Bolsa española firmó hoy su segunda mayor caída del año, arrastrada por el temor de los inversores al contagio de la crisis griega, después de que surgiera el rumor de que España podría necesitar 280.000 millones de euros en ayudas, lo que llevó al Ibex 35 a cerrar la sesión con un retroceso del 5,41%, marcando su mínimo anual y con todos sus valores en negativo. Durante toda la jornada, la bolsa española pagó el miedo de los inversores a que tras el rescate griego los especuladores inicien sus ataques contra otros países europeos en situación delicada, como España o Portugal.


El selectivo inició la sesión con pérdidas, pero éstas no se agudizaron hasta que los rumores de que el país podría segir los pasos de Grecia y solicitar la intervención de sus socios europeos. La intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien desde Bruselas calificó de "absoluta locura" estas acciones especulativas y aseguró confiar en la "fortaleza y la solvencia de las cuentas públicas" españolas, no sirvió para frenar la caída libre de un índice que ya retrocedía más de un 5% y había perdido el soporte de los 10.000 puntos. El Ibex concluyó la jornada por debajo de esta cota por primera vez desde julio de 2009, al cerrar en 9.859,10 puntos.

Además, la agencia de calificación Fitch se vio obligada a negar que tenga intención de seguir los pasos de Standard & Poor's, que el pasado 28 de abril rebajó la nota de la deuda española a largo plazo hasta 'AA' desde 'AA+' con perspectiva 'negativa, después de que en los mercados se especulara con esta posibilidad. Fuentes de la agencia aseguraron que no tienen intención de rebajar la calificación de la deuda soberana española, que actualmente ostenta la 'AAA' con perspectiva estable, la máxima nota posible. Sin embargo, la psicósis ya se había instalado en los inversores.

La apertura a la baja de Wall Street, que al comienzo de la sesión caía alrededor del 1%, contribuyó también a que el selectivo español firmara su peor jornada del año.

El mayor descenso de la jornada fue para Sacyr Vallehermoso, que se dejó un 10,15%, seguido de Telecinco (-8,41%), BBVA (-7,59%) y Banco Popular (-7,34%), mientras que Banco Santander cayó un 7,08%. En el lado opuesto se situó Telefónica, con una caída de sólo el 3,75%.



A pesar del pánico vivido en el parqué madrileño, las mayores pérdidas del continente se registraron en Atenas, cuya bolsá cerró con una caída del 6,6%, mientras que Milán retrocedió el 4,70% y el PSI-20 portugués se dejó un 4,21%. El resto de mercados europeos tampoco se libró de las pérdidas, si bien sus descensos fueron más moderados que el sufrido por el selectivo español. Así, París retrocedió el 3,64%, mientras que Fráncfort se dejó un 2,60% y el FTSE londinense cayó un 2,56%.


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