&&&&&
Algunos encuestados manifestaron que el movimiento
es una creación de la izquierda y persigue fines propios, pero las cifras no les dan la
razón. Aunque el sector demográfico que expresó
el mayor nivel de respaldo a la protesta fue el de los israelíes judíos
seculares – un 79 por ciento –, aquélla también cuenta con el sostén de un 57 por ciento de los ultra-ortodoxos y
el 53 por ciento de los ortodoxos.
El malestar o malhumor de la mayoría de la sociedad israelí es evidente. No falta la conciencia molesta de algunos
policías por enfrentar a sus conciudadanos. Reporteros del diario israelí
Ha’aretz entrevistaron a varios de ellos y recogieron declaraciones como ésta:
“Nos estamos pegando un tiro en el pie nosotros mismos. Nada perdemos con dejar que los ciudadanos consigan algo. Sí,
también para nosotros”. O: “Somos policías que actuamos de manera desleal, como
matones desenfrenados, ebrios del poder que da la ley. Soy un policía, un policía enojado, uno que se
siente avergonzado, decepcionado”
/////
La juventud de Israel, participante del más grande movimiento social de la Historia. Están verdaderamente Indignados con el desempleo, el costo de vida, la crisis de la vivienda. ¿Cuidado la xenofobia entre ellos los destruya social y políticamente?.
*****
¿Indignados en Israel?
“El movimiento social más grande de la historia
del país”?.
*****
Juan Gelman.
Página /12 Viernes 29 de junio del 2012.
Pues sí. La réplica de lo que
se inició en España, continuó en Nueva York, Londres y otras ciudades
occidentales comenzó a expresarse en Israel desde el año pasado: centenares de miles
de “indignados” –y no sólo jóvenes– llenaron el 3 de septiembre las calles de
Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y otras ciudades condenando la elevada carestía de
la vida y en demanda de justicia social. La policía estimó su número en
300.000, pero una empresa israelí que monitorea para los medios la cantidad de
participantes en estos actos indicó que fueron cien mil más y que sólo en Tel
Aviv hubo 300.000. Dado que la población de la ex capital y su distrito
asciende a 1,4 millón, la comparación de los guarismos da una idea de la
magnitud de la protesta.
Según The New York Times fue
“una de las manifestaciones más grandes en la historia del país, aunque queda
en pie la pregunta de qué podría lograr” (www.nytimes.com, 3-9-11). Una buena
pregunta. El movimiento se reanudó este año los días 22 y 23 de junio, señal de
que poco y nada había conseguido. Cabe recordar que, como en otras partes el
mundo, es pacífico y está constituido por estudiantes y miembros de las clases
medias israelíes, pero este año la policía no se mostró tan benevolente como en
el anterior: reprimió a los “indignados” y detuvo a unos 90, pero sin cumplir
con las normas legales vigentes.
Tales normas estipulan que la
policía debe redactar un informe especificando el delito cometido por la persona
arrestada a fin de presentarlo ante el tribunal correspondiente. Su
incumplimiento motivó que casi todos los detenidos quedaran en libertad. Una
encuesta que el diario Ha’aretz llevó a cabo el lunes siguiente a los hechos
reveló que una gran mayoría de israelíes, el 69 por ciento exactamente, apoya
la continuación de las manifestaciones por la justicia social (www.haaretz.com,
26-6-12).
Algunos encuestados
manifestaron que el movimiento es una creación de la izquierda y persigue fines
propios, pero las cifras no les dan la razón. Aunque el sector demográfico que
expresó el mayor nivel de respaldo a la protesta fue el de los israelíes judíos
seculares –un 79 por ciento–, aquélla también cuenta con el sostén de un 57 por
ciento de los ultra-ortodoxos y el 53 por ciento de los ortodoxos. El malestar
o malhumor de la mayoría de la sociedad israelí es evidente.
No falta la conciencia molesta
de algunos policías por enfrentar a sus conciudadanos. Reporteros del diario
israelí Ha’aretz entrevistaron a varios de ellos y recogieron declaraciones
como ésta: “Nos estamos pegando un tiro en el pie nosotros mismos. Nada
perdemos con dejar que los ciudadanos consigan algo. Sí, también para
nosotros”. O: “Somos policías que actuamos de manera desleal, como matones desenfrenados,
ebrios del poder que da la ley. Soy un policía, un policía enojado, uno que se
siente avergonzado, decepcionado” (www.haaretz.com, 25-6-12).
Existen, sin embargo, factores
que dividen a la sociedad israelí y dificultan una duradera unión de los
“indignados”. La xenofobia es uno de ellos: según un informe del Instituto por
la Democracia en Israel, el 52 por ciento de los israelíes coinciden con lo
dicho por la ex brigadier general y hoy parlamentaria del Likud gobernante Miri
Regev: “Los sudaneses son un cáncer en nuestro cuerpo”, refiriéndose a los
inmigrantes de ese país (www.theglobeand mind.com, 4-6-12). Suelen sufrir
ataques, así como los africanos que no son judíos.
El 23 de mayo último, miles de
israelíes asistían a un mitin en el que Miri Regev y Danny Danon, también
miembro del Likud, pronunciaron encendidos discursos contra los inmigrantes
africanos. La reunión terminó en violencia y “testigos de los hechos declararon
que hombres y mujeres (de Africa) fueron golpeados y sus negocios y propiedades
atacadas” (www.guardian.co.uk, 24-5-12). Danon señaló: “Debemos expulsar de
Israel a los infiltrados. No debemos tener miedo a decir ‘expulsión ya’”. Los
sudaneses del sur y los eritreos, entre otros, que huyen de regímenes
autoritarios buscando asilo en Israel se han convertido en “infiltrados”.
La opinión del gobierno no es
diferente: Eli Yishay, ministro del Interior, expresó que actuará “de manera
decisiva” contra los inmigrantes ilegales y que su repatriación o deportación
“es una misión nacional” (www.ti mesofisrael.com, 7-6-12). Agregó que en breve
se completará la construcción de centros de detención a los que serán
trasladados los inmigrantes africanos que residen en el sur de Tel Aviv, Eilat,
Arad y otras ciudades. El tribunal administrativo de Jerusalén autorizó la
deportación de los sudaneses.
Yishay explicó que tales
medidas “no son una guerra contra los infiltrados. Se trata de una guerra
destinada a preservar el sueño judío sionista en el Estado de Israel”. Hace mucho que los
palestinos sufren ésa y otras clases de guerra.
/////
1 comentario:
Puesto en nuestra web: http://sociologosplebeyos.wordpress.com/2012/07/13/indignados-en-israel-el-movimiento-social-mas-grande-de-la-historia-del-pais-por-juan-gelman/
Publicar un comentario