¿Nueva derecha política en
América Latina? Un triunfo político en democracia, Argentina un país muy importante dentro del
contexto latinoamericano, nos puede ofrecer condiciones políticas que desde
ahora podemos pensar que en estos largos 15 años – desde la irrupción de Hugo
Chávez en Venezuela – que abre el camino de
los procesos políticos progresistas, nacionalistas, democráticos hasta
procesos post-neoliberal como – Bolivia o Venezuela – hoy encontramos una “nueva
derecha política” o simplemente es “un rayito de luna” en un inmenso escenario
donde hay luces de todos los colores, donde el rojo es el que más encontramos,
pero sin embargo, en la profundidad del fango de la anti-política, sólo logran
alumbrase con luz amarilla, muy opaca. Derecha política NO, es una derecha
cavernaria, conservadora – el mejor ejemplo es hoy el manotazo fascista del
Editorial del Diario La Nación Argentina. Con esa derecha enclavada y
propietaria en los medios – corporaciones hegemónicas – podrá gobernar el sr.
Macri. Muy bien ganó, en democracia, felicitaciones. Ahora a forjar y construir
Gobernabilidad Democrática. ¿El gran acertijo político del nuevo gobierno?.
Estará en condiciones políticas de mantener el conjunto de políticas sociales
que son exitosas en Argentina, sabiendo que tras él tiene verdaderos cancerberos
de la Política, y como es de conocimiento público la mayoría de ellos amantados
en las faldas del “pensamiento” neoliberal del Señor Vargas Llosa. Miren la
cantidad de buitres del capital transnacional que están hoy tras los estados
financieros de la Argentina, Verdaderos pirañas del capital corporativo global.
Una derecha política?, sí podríamos hablar
en los primeros años del presente milenio, básicamente con la presencia del “legado”
político que dejan los gobiernos sucesivos del Dr. Fernando Henrique Cardoso –
un neoliberal de que “enriqueció” la corriente neoliberal en América Latina,
desgraciadamente sus pares en Argentina el Sr, Menen, en Perú el Sr. Fujimori,
en México el Sr. Salinos de Gortari, destruyeron todo lo que había logrado
forjar como “nuevo”, el gobierno de Cardoso – fueron echados por “gigantes”
Movimientos Sociales anti-neoliberales - de los gobiernos por corrupción,
narcotráfico, traición a la Patria, etc.
Sin embargo el triunfo de Chávez logra consolidarse en Nuestra América –
Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Bachelet en Chile, Evo en Bolivia, Mujica
en Uruguay, Correa en Ecuador y al final Cristina en Argentina y Dilma en
Brasil – triunfos políticos de renombre mundial que forjan toda una nueva alternativa
política en Democracia, derrotando en forma continuada a los candidatos de la
derecha político-financiera.
Obviamente, es honesto reconocer y
lo hemos repetido en cuanto trabajo de carácter Político, se ha presentado, el
gran error político de la izquierda en América Latina es NO haber liquidado, no
haber roto, toda relación o vinculación con los fuerzas o grupos representantes
de la derecha. LA CORRUPCIÓN viene en las entrañas del sistema capitalista, es
parte muy importante del sistema político imperante, la democracia Liberal
representativa – reducida en 30 años de vigencia a una a simple democracia
electoral, y en su mayoría sin partidos políticos- este es el escenario pequeño–gigante
a medida que pasan los años – como la telarañas de la corrupción van atrapando
a sus mejores cuadros políticos, coyunturas sucesivas donde la derecha
encuentra – al fin un terreno fuerte –
donde apuntalarse e iniciar la lucha contra los gobiernos del progresismo
latinoamericano. La corrupción con formas visibles e invisibles es el inmenso
panal de miel envenenada, donde van cayendo – NO ya los cuadros de la derecha
que es su domicilio histórico – ahora son atrapados dirigentes políticos de la
izquierda gobernante. Brasil – es un escenario inmenso, múltiple y turbulento –
donde la lucha es en las calles y plazas públicas contra la corrupción en la
política del gobierno de turno.
La CONFIANZA ese don
supremo que los pueblos y los Ciudadanos habían entregado con nobleza,
honestidad y dignidad, a sus Dirigentes – a sus LÍDERES – comienza a tener
grietas muy fuertes, y el agua comienza a penetrar desde los cimientos las
estructuras de los gobiernos y sus propios partidos políticos. Lo que ayer fue
una esperanza de construir un Mundo nuevo, en Nuestra América, la Patria Grande
comienza se sentir – fuertes temblores políticos que dañan su estructura -. Un
Gobierno, un Presidente, un Partido
Político, que este comprometido – siendo ellos o sus militantes como actores
centrales - en una carrera incontrolable de corrupción, mentiras, farsas,
engaños, traición, donde está presente la anti-política, día a día pierde la
Confianza, es un gobierno, es un proceso político que entra en una etapa muy
fuerte de crisis de Confianza – inicio de una muerte política segura – y con protagonistas propios. En otros términos, se
auto-asesinó políticamente. Además es un escenario manchado por la inseguridad
ciudadana y el crecimiento diario de la anti-política – vía la democracia
fallida, la narco-política, el estado inviable, etc. etc. –
Ha triunfado la derecha
político-financiera – ligada estrechamente a los nuevos grupos poderosos del
capital financiero global, de las
oligarquías comercial-financiera-exportadoras- aun presentes en un escenario
heredero de las Políticas del Consenso de Washington – desde el 2008 año de la
gran crisis estructural del capitalismo – ingresamos a un “Cambio de Época,
Histórica” y el nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo – el capitalismo
de la desposesión de los recursos naturales, propios de la época del Consenso
de los Commodities, pero muy a pesar nuestro no se ha producido el “gran parto
político” en América latina, no hay una “Nueva Derecha Política” que ingrese al escenario de escenarios de las
clases y la lucha de clases –(Nadie puede negar que sus políticas son en
esencia políticas de clase) con una Alternativa Política en Democracia –una golondrina
no hace el verano – más allá de Macri que encontramos desde el periódico La Nación,
Clarín, los medios concentrados en Perú, el poder de los medios en Brasil –
dictadura de los medios – en democracia y si no logran someter a los gobiernos
de turno, pues hacen la guerra – las clases y la lucha de clases, en todos los
niveles, contextos y escenarios. Más allá finalmente que encontramos:
Venezuela, Brasil, Ecuador – solo los tres ejemplos – una derecha golpista, pro-militarista (ahí está
el editorial de La Nación) desesperada por tener en sus manos el PODER.
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¿HAY UNA NUEVA DERECHA EN
AMÉRICA LATINA?.
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Emir Sader.
Página /12 martes 24 de
noviembre del 2015.
En medio a la euforia de toda la derecha latinoamericana con el triunfo
de uno de sus dirigentes, Mauricio Macri, se ha intentado proyectar, de nuevo,
la idea de que ello abre un nuevo período histórico en la región, marcado por
el ascenso de una nueva derecha.
Desde
el triunfo de Hugo Chávez, seguido por la irrupción de otros líderes de
izquierda en América latina como Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales,
Rafael Correa, Pepe Mujica, que la derecha intenta encontrar candidatos que la
renueven. Sebastián Piñera en Chile, Alvaro Uribe en Colombia, Enrique Peña
Nieto en México, estuvieron entre esos nombres, además de los candidatos
opositores que fueron derrotados en elecciones. Un lugar que ahora pasa a ser
ocupado por Mauricio Macri, dado que los tres anteriores han fracasado.
¿Pero
la elección argentina proyecta una nueva derecha en América latina?
Hubo
una nueva derecha cuando ella asumió la ideología y los proyectos políticos y
económicos del neoliberalismo. Agotado el período histórico marcado por el
desarrollismo, la respuesta neoliberal aparecía como una alternativa. A la
crisis del socialismo y del Estado de Bienestar Social se respondía con la
crítica del Estado, con la exaltación de la centralidad del mercado y de las
empresas privadas. Así la derecha, por primera vez, pretendía aparecer como lo
moderno, lo nuevo, tildando a la izquierda como lo jurásico.
Esa
fue una renovación de la derecha, cuyos protagonistas fueron Carlos Menem,
Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimori, Carlos Andrés Pérez y Carlos
Salinas de Gortari, entre otros.
Ahora
la situación es distinta. El propio modelo del empresario de éxito, que debiera
ser el mejor administrador del Estado, personificado en Piñera, ha fracasado.
El no tenía nada de nuevo que proponer, más que el retorno al modelo neoliberal
puro y duro. Lo mismo ha pasado con los otros candidatos a renovar a la
derecha.
Las
propuestas de los candidatos opositores a los gobiernos progresistas en
Uruguay, en Brasil, en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador, reposan siempre en
políticas neoliberales. Conscientes del apoyo popular a las políticas sociales
prometen mantenerlas pero en el marco de políticas económicas neoliberales, una
convivencia imposible. Para esas políticas la prioridad son los ajustes
fiscales, en desmedro de los recursos para las políticas sociales. Como nunca
habían ganado elecciones, los candidatos de la derecha no tuvieron que pasar
por la prueba de la realidad.
La
elección de Macri para presidente de Argentina es la primera oportunidad que la
derecha tiene para probar que puede compatibilizar políticas económicas
neoliberales con el mantenimiento de las políticas sociales desarrolladas en
los últimos doce años en Argentina, que él, en la fase final de la campaña
electoral, se comprometió a mantener.
En
el caso de que lo logre, contra toda lógica económica y social, tendremos una
nueva derecha, que no solo promete mantener las políticas sociales en el marco
del modelo neoliberal sino que lo hace en la práctica. Caso contrario –como se
puede prever–, prevalecerá la lógica económica de los ajustes y las políticas
sociales –consideradas como costo, como gasto de recursos– serán postergadas, como una amenaza al
equilibrio de las cuentas públicas.
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