LA MARCHA DE ZAPATOS VACÍOS. AVAAZ PRESENTE.-- Más
de 10 mil zapatos, incluidos unos enviados por el papa Francisco, cubrieron
ayer una parte de la plaza de la República de París, para simbolizar la
imposibilidad de organizar manifestaciones en la ciudad con ocasión de la
Cumbre Climática (COP21) a causa de la amenaza terrorista.
La
asociación Avaaz concibió esta colecta popular de zapatos como alternativa a la
multitudinaria manifestación que inicialmente estaba programada al inicio de la
COP21, y que fue anulada como todas las concentraciones en la vía pública en
aplicación del estado de emergencia decretado tras los atentados de París del
pasado día 13.
AVAAZ.- La marcha de los zapatos vacíos, abre la Cumbre
de Termostato. Más de 10 mil pares de zapatos, incluidos los del papa Francisco,
abren la Cumbre por el Cambio Climático en París 2015.
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Béline
Joye, de Avaaz, explicó a la agencia Efe que el objetivo era “ofrecer una
alternativa a los parisinos” en nombre del “derecho a la libertad de
expresión”, en este caso para decir que “el medio ambiente es una de las causas
de todo lo que nos ocurre actualmente”. Joye indicó que en la Plaza de la
República se habían colocado “más de 10 mil zapatos”, y que en total habían
recogido entre 13 mil y 15 mil, en gran medida en París y sus alrededores, pero
también en otras regiones de Francia e incluso en el extranjero.
Sobre
el mensaje que Avaaz quería enviar a los negociadores en la Cumbre Climática
que se abre esta tarde en el complejo de Le Bourget, al norte de París, indicó
que su principal reclamación es establecer normas para que en el horizonte de
2050 el 100% de la energía sea de origen renovable. Entre los que aportaron su
calzado a este acto estuvo el cardenal brasileño Cláudio Hummes, junto a un par
de zapatos negros con cordones del papa Francisco. Hummes explicó a la prensa que el Pontífice
“quería también participar (...) de esta forma simbólica”.
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París, sitiada - protegida del terrorismo - pero prohibió la manifestación pacífica de AVAAZ, miles de ciudadanos exigiendo a los Líderes políticos del mundo que asuman la responsabilidad frente a las consecuencias - ya presentes - sobre el Cambio Climático Global. La humanidad está en serio peligro producto del propio sistema capitalista - hoy en mayor peligro- por el nuevo proceso de acumulación mundial, el capitalismo de la expropiación y desposesión de los recursos naturales, la biodiversidad y los conocimientos ancestrales. El Consenso de los Commodities.
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PARÍS: ABRE LA
CUMBRE DEL TERMOSTATO. COMIENZA HOY LA REUNIÓN DE LÍDERES MUNDIALES.
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Página /12 lunes 30 de
noviembre del 2015.
Ciento cincuenta líderes
de Estados abrirán hoy las deliberaciones por el compromiso mundial para el
cambio climático. Aunque se producen cambios, las expectativas de modificar la
actual tendencia son escasas. Oficialmente cierra el 11 de diciembre. Ciento
cincuenta jefes de gobierno de todo el mundo tomarán la palabra hoy en el
inicio de la Cumbre del Clima en París, entre ellos el anfitrión François
Hollande, Barack Obama (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Narendra Modi
(India) y Vladimir Putin (Rusia). Protegidos por 2800 policías y gendarmes, los
participantes en la COP21 intentarán sellar un acuerdo mundial para limitar a
dos grados la subida del termostato respecto de la era preindustrial. De no ser
así, los climatólogos predicen el agravamiento de fenómenos que ya son
visibles, como el derretimiento de los glaciares o la desaparición de especies.
Los negociadores de 195 países iniciaron ayer las discusiones de la
conferencia del clima, observando un minuto de silencio por las 130 víctimas de
los ataques del 13 noviembre. El cónclave que busca un acuerdo para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero durará hasta el 11 de diciembre. La
cita puede servir también para otros encuentros bilaterales en un mundo con
conflictos abiertos, empezando por la amenaza jihadista en Siria e Irak, que
provocó esta semana un serio incidente entre dos teóricos aliados, Moscú y
Ankara.
Proveniente de Washington, el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, llegó a París con la esperanza de alcanzar un acuerdo para frenar el
cambio climático. “Soy optimista en cuanto a lo que podamos realizar, porque vi
a Estados Unidos hacer progresos increíbles estos últimos siete años”, escribió
en su página de Facebook. “La cumbre es la oportunidad de ser solidario con
nuestro aliado más antiguo, tan sólo dos semanas después de los ataques
salvajes cometidos allá”, añadió.
Hasta los bancos se dan cuenta de que el cambio climático “empezará a
ser inquietante si no se anticipa”, afirmó Pierre Forestier, de la Agencia
Francesa de Desarrollo, para quien “desde hace dos o tres años hay una
verdadera tendencia a la desinversión”, no sólo motivada por un interés de
marketing de dar una imagen ecológica sino que está “basada a la vez en una
noción de riesgo y en una noción de oportunidades de posicionamiento comercial
y de ventaja comparativa en el futuro”. Aun la agencia de calificación
norteamericana Standard and Poor’s incluye ahora el riesgo clima en sus
elementos de valoración.
Las ONG Corporate Knights, 350.org y South Pole Group lanzaron un
simulador de resultados. Para 13 de las 14 empresas participantes se demostró
que si hace tres años hubiesen decidido desinvertir, habrían obtenido 22 mil
millones de dólares de rendimiento suplementario.
El acuerdo de París, de alcanzarse, entraría en vigor en 2020. “Las
condiciones para que sea un éxito están reunidas, pero no está ganado de
antemano”, advirtió Laurent Fabius, que se mostró “cauto y activo”. En tanto,
el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo ser “optimista”. Cuando los
mandatarios abandonen París, los negociadores tendrán hasta el sábado para
entregar un texto de compromiso. A partir del lunes 7 empieza la recta final,
con los ministros de cada país directamente involucrados en las negociaciones,
que se cierran oficialmente el viernes 11.
LOS EFECTOS QUE YA SE NOTAN.
Mientras en la Cumbre políticos y científicos discuten sobre las
consecuencias devastadoras del cambio climático, ese escenario catastrófico
hace tiempo que ya es una realidad para los habitantes de muchos Estados
insulares como Madagascar, Fiyi, Palau y Kiribati.
En
la isla de Madagascar, al este de Africa, los pescadores se ven obligados a
navegar cada vez más lejos para poder capturar suficientes peces; en las Fiji,
el agua potable para los 800.000 habitantes es cada vez más escasa a causa de
prolongadas sequías, y en Palau y Kiribati, se teme un éxodo masivo de la
población ante el peligro de que las islas lleguen a ser inhabitables.
“Nosotros
no necesitamos advertir sobre escenarios de horror, porque ya los estamos
viviendo muy de cerca todos los días”, dijo el experto en medio ambiente
Tojonirina Mmarolahy, que trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Madagascar. “Lo que necesitamos es un cambio de política y acciones para evitar
lo peor”, remarcó.
La
pesca siempre ha sido uno de los principales medios de subsistencia para los
malgaches. Hoy, los caladeros están parcialmente contaminados por algas
venenosas que proliferan a causa de la subida de las temperaturas del mar.
“Ellos comen para vivir, pero el hecho de que ahora haya gente que muere cuando
come pescado demuestra la dimensión del problema”, afirmó Mmarolahy durante una
conferencia en Manila, la capital de Filipinas, sobre el peligro que supone el
cambio climático para los Estados insulares.
Filipinas sufrió en 2013 el peor tifón del que se tiene conocimiento en
este país, el Haiyan, que causó más de 6300 muertos y millones de personas que
perdieron todo lo que tenían. Los tifones son un fenómeno normal en esta
región, pero
desde hace algunos años las tormentas vienen adquiriendo una fuerza cada vez
más devastadora.
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MARCHA MUNDIAL CONTRA LA EMISIÓN DE CARBONO. Multitudinarios reclamos en los 5 continentes,
el día anterior al inicio de la cumbre del Cambio Climático.
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Página
/12 lunes 30 de noviembre del 2015.
Alrededor
de un centenar y medio de militantes contra las emisiones de carbono fueron
detenidos en refriegas con la policía parisina.
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MARCHA MUNDIAL CONTRA LA EMISIÓN DE CARBONO. Multitudinarios reclamos en los 5 continentes,
el día anterior al inicio de la cumbre del Cambio Climático.
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Página
/12 lunes 30 de noviembre del 2015.
Miles de personas marcharon en
París, Londres, Madrid, Barcelona, Sydney, México y Río de Janeiro, entre otras
ciudades. Reclamaron por las emisiones de gas carbono y los gobiernos atados a
las corporaciones. En París se produjeron incidentes.
En vísperas de la cumbre del clima que se inicia hoy en París, cantidad
de movilizaciones y centenares de actos atravesaron los cinco continentes. Los
manifestantes instaron a los líderes mundiales reunidos en Francia a un acuerdo
contra el cambio climático. Bajo extraordinarias medidas de seguridad y ante la
prohibición de desfiles en la capital gala, manifestantes pacíficos y grupos
violentos desafiaron el estado de emergencia decretado tras los últimos
atentados jihadistas. En una verdadera cadena humana, miles de concurrentes se
tomaron de la mano y finalizaron el acto simbólicamente a las puertas del
Bataclan, donde el 13 de noviembre murieron acribilladas 90 personas a manos
del ISIS. “Por un clima de paz”, rezaba uno de tantos carteles. En tanto, la
organización Greenpeace infló un globo aerostático frente a la Torre Eiffel.
Pero también hubo incidentes con la policía, que a su vez respondió reprimiendo
con gases. Resultaron detenidos 150 activistas, a quienes el presidente
François Hollande calificó como “escandalosos”. En Gran Bretaña, más de 50 mil
personas participaron de una marcha por las calles del centro de Londres para
pedir a los líderes mundiales medidas contra el calentamiento global, algo que
se replicó en varias ciudades de Australia con pancartas que solicitaban
“Protejan a nuestra casa común”. En España, 10 mil personas se congregaron en
las calles de Madrid, al igual que en Barcelona, Sevilla y muchas ciudades en
todo el mundo. El sábado, en Alemania, ecologistas se encadenaron al tren de la
ministra alemana de Medio Ambiente que debía salir desde Francfort hacia París,
provocando el retraso del convoy.
Tras
los atentados de París que dejaron 130 muertos, ciudadanos de todo el mundo y
organizaciones medioambientales llevaron a cabo grandes desfiles en Seúl,
Londres, Madrid, Río de Janeiro, Nueva York y México DF con el objetivo de
exigir medidas que impidan transformaciones irreversibles como grandes sequías
o la elevación del nivel de los océanos, que según estudios ocurrirán
inevitablemente a lo largo de este siglo si las emisiones de gases de efecto
invernadero continúan a su nivel actual.
Por
ello, las agendas climática y de seguridad confluyeron en las calles de París.
La Coalición Clima 21, de 130 organizaciones, que tuvo que renunciar a
manifestar en las calles de París por medidas de seguridad, propuso formar una
gigantesca cadena humana en la que miles de personas se dieron la mano a lo
largo del bulevar Voltaire, en el este de París, rindiendo homenaje a los 130
muertos por los atentados del 13 de noviembre. En esa protesta, las consignas
ambientalistas se mezclaban con el desafío a quienes sembraron la muerte en la
ciudad. “No les tememos a los terroristas, ni a las multinacionales”,
proclamaba una pancarta colgada del cuello de una mujer, en referencia a los
grandes grupos industriales acusados de acelerar el cambio climático.
Pacíficamente, más tarde rompieron filas delante de la sala de conciertos
Bataclan, donde se produjo el más letal de los ataques.
También
en París, la policía francesa denegó la entrada a unas mil personas al país
invocando medidas de seguridad, como parte del estado de emergencia que se
decretó tras los atentados reivindicados por el Estado Islámico (EI). No
obstante ello, y al grito de “¡estado de emergencia, Estado policial!”, varios
centenares de manifestantes, muchos de ellos encapuchados, lanzaron proyectiles
contra la policía, que con sus unidades antidisturbios replicó con granadas de
gases lacrimógenos: 150 personas fueron detenidas en esos incidentes y el
presidente François Hollande juzgó la acción de “escandalosa”. “Hay elementos
perturbadores que nada tienen que ver con los defensores del medio ambiente”,
dijo.
En
el Reino Unido, una gran manifestación pidió en Londres medidas contra el
cambio climático. En un domingo lluvioso, la marcha –que llegó a ocupar las
calles de la capital británica a lo largo de más de un kilómetro y medio– comenzó
cerca de Hyde Park y pasó frente al Parlamento en Westminster, antes de
dirigirse hacia Millbank, a orillas del Támesis.
La
protesta londinense, la mayor de los 2 mil eventos programados en todo el mundo
durante el fin de semana, reunió también a organizaciones no gubernamentales
como ActionAid, Oxfam, Amigos de la Tierra, Greenpeace y WWF. El director
ejecutivo de Amigos de la Tierra, Craig Bennet, afirmó: “Llegó el momento de
actuar. Desde Australia hasta Mozambique, en Filipinas tanto como en Londres,
millones de ciudadanos están urgiendo a los líderes a ponerse en pie ante una
crisis global que provoca inundaciones, tormentas, sequías y eleva el nivel de
los mares”, afirmó el activista. Famosos como la actriz Emma Thompson y la
diseñadora de moda Vivienne Westwood participaron en un acto al que también
acudieron el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, y la
dirigente del Partido Verde, Caroline Lucas. “La gente pacífica es la que menos
contribuyó al cambio climático, pero estamos pagando el precio del aumento del
nivel del mar y la salinización del agua potable. No tengo fe en los gobiernos
porque muchos de ellos están atados a las corporaciones, pero tengo fe en la
gente y en los movimientos sociales”, declaró Westwood. Corbyn aseguró que “es
posible un mundo más verde, más justo, más equitativo y más productivo.
Venciendo la amenaza del calentamiento global no sólo mejorarán las
perspectivas para nuestros hijos y nietos sino que también mejorarán nuestras
vidas aquí y ahora”.
Decenas
de miles de personas se manifestaron en Australia en el tercer día de marchas
en el mundo para reclamar acciones de envergadura contra el cambio climático a
los dirigentes del planeta, que hoy se reúnen en París.
“No
hay planeta B”, rezaba una pancarta en Sydney. “¡Solidaridad mundial!”,
proclamaban desde Melbourne. En Adelaida, 5 mil manifestantes se congregaron
para advertir contra las consecuencias del cambio climático para la salud, la
seguridad alimentaria o el desarrollo, en particular para las poblaciones más
pobres.
En
España, y encabezada por un grupo de 20 niños, 10 mil manifestantes, muchos con
globos verdes, participaron en Madrid de una marcha que arrancó en la plaza
Cibeles y llegó hasta la Puerta del Sol. “Hay que salvar el jardín que nos
dejaron nuestros padres y abuelos”, declaró María Jesús Sánchez, una geóloga de
58 años. “Esto también es una muestra de solidaridad con todas las personas en
París que estaban preparando manifestaciones y que por los atentados han sido
suspendidas. Ningún atentado nos va a silenciar. La gente está en la calle y
tiene cosas que decir”, dijo Corina Mora, de 40 años, de un grupo ecologista.
Entre los mensajes se podía leer “La Tierra es tu hogar” y “Ayúdame, ayúdate”.
“Creemos
que estamos en un momento crítico y decisivo de la historia de la humanidad. Es
un punto de inflexión: o actuamos ahora o posiblemente no haya marcha atrás”,
estimó Luis Blasco, un veterinario de 31 años.
Para reclamar acciones urgentes a los representantes de los 195 países
reunidos en Le Bourget, la gente tomó las calles en otras 25 ciudades de
España, entre ellas Barcelona y Sevilla. También se registraron sendas manifestaciones en Seúl, Río de
Janeiro, Nueva York, México y otras ciudades del mundo.
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