Un texto muy interesante del Dr. Vicenc Navarro, observa, las “Tesis”
del Premio Nobel Dr. Deaton, “tesis”
también aceptadas y universalizadas por el Banco
Mundial con respecto a la disminución de la pobreza y su comparación en
distintos países y continentes. Muy simple vale, la observación una situación
real es ser pobre en Nueva York y
muy diferente es ser pobre en la India o
en África o en Paraguay. Sin embargo, la observación más importante es en
relación a las condiciones económico-sociales existentes en cada país y su
relación directa con la población que consideramos pobre. Como se manifiesta o
cómo se distribuye la riqueza existente
y concentrada en los países imperiales y en las clases del poder dominante.
Las condiciones de distribución de la riqueza y las políticas que se aplican en
relación a la Educación, servicios de salud, así como la situación real con
respecto a los servicios públicos – agua, luz, vivienda, transporte – nos dan
un resultado parcial cómo y en qué condiciones se mantiene la desigualdad
social. Un texto muy interesante teniendo en consideración que hoy el principal
problema económico-social mundializado es la Desigualdad económico-social –
realidad inmersa en su estructura – pobreza relativa y
extrema; empleo, salario; educación, salud, servicios públicos; vivienda,
transporte, informalidad, recreación, medio ambiente; seguridad ciudadana, etc.
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Pobreza relativa - mañana se dispone que pueda tener un dólar diario (más centavos) (Juntos un sol diario) estamos disminuyendo la pobreza monetaria. Índice de menor pobreza económico-social- cultural?, La pobreza es estructural (condiciones de vida, educación, salud, servicios públicos, vivienda, informalidad, transporte, empleo, salario, recreación, medio ambiente, etc. etc.. Muy bien? Según los organismos multilaterales (FMI. BM) disminuyó estadísticamente la pobreza. Pero en cambio se mundializó la Desigualdad económico-social producto de las políticas globales del Consenso de Washington, realidad fría, calculada, destructiva, salvaje e inhumana
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LA POBREZA MUNDIAL. LOS
ERRORES DEL NOBEL DE ECONOMÍA.
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Vicenc
Navarro.
ALAI.-
jueves 5 de noviembre del 2015.
Opinión.
El otorgamiento del mal llamado Premio Nobel de
Economía (mal llamado pues no lo otorga la Fundación Nobel, sino un banco) al
profesor escocés de la Universidad de Princeton, el Sr. Angus Deaton, debido a su trabajo sobre la pobreza mundial,
se ha considerado (correctamente) como un indicador de la preocupación que un
gran número de organismos internacionales están expresando sobre el crecimiento
de la pobreza en el mundo, y su alivio de que, según la opinión optimista del
Sr. Deaton, tal realidad es reversible, siendo posible que, incluso dentro del
ordenamiento capitalista actual de los sistemas económicos vigentes en la
mayoría de países donde se concentra la pobreza, esta puede eliminarse. Según
el nuevo Premio Nobel de Economía, se necesitaría una transferencia de fondos
–relativamente menor- de los países ricos a los países pobres, junto con
cambios en estos últimos, con mayor número de campañas educativas dedicadas a
su población, lo que sería suficiente para que millones de personas dejaran de
ser pobres. En realidad, el Sr. Deaton considera que el aumento de la
escolarización ha sido el mayor motor de progreso a lo largo de los siglos, y
la mayor causa de la reducción de la pobreza y del mejoramiento del bienestar
de la población. Un indicador de ello ha sido el aumento de la longevidad (años
de vida que una persona vivirá), que él atribuye al crecimiento de la población
que tiene educación, lo cual, según el Sr. Deaton, permite a los pobres
conseguir lo que se llama el capital
humano, que les permitiría salir de la pobreza y ascender en la escala
social.
Esta visión y entendimiento de la pobreza es
ampliamente aceptada en un gran número de instituciones internacionales (que
incluyen el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como una gran
parte de ONGs e instituciones gubernamentales y partidos políticos de
sensibilidad conservadora y liberal -sin excluir partidos políticos de
tradición socioliberal, como es el caso de varios partidos socialdemócratas
europeos, incluyendo, por cierto, el PSOE-). En todas estas instancias,
aumentar el gasto educativo se considera condición sine qua non para eliminar
la pobreza.
¿Cuál es el problema con esta definición de
pobreza?
Esta visión de la pobreza, sin embargo, tiene
varios problemas. Uno es definir pobreza en función del número de recursos que
el individuo tiene. Este nivel de recursos se consideró por mucho tiempo que
era de un poco más de un dólar al día, y que ahora ha subido a 1,9 dólares al
día. Por cierto, hay que aclarar que lo que se presenta como un dólar al día no
es, en realidad, un dólar al día. Para muchísimos países de un bajo nivel de
riqueza, el hecho de que una persona tenga un dólar al día se consideraría que
tal cantidad es más que respetable para poder vivir sin ser pobre. Ahora bien,
cuando el Banco Mundial habla de un dólar al día no quiere decir que la persona
tenga a su alcance un dólar estadounidense, sino que tiene la cantidad de
moneda existente en el país donde vive el pobre que este necesita para poder
comprar los mismos productos que se pueden comprar en EEUU con un dólar. Si en
EEUU con un dólar se puede comprar una barra de pan, pues el dólar por día en
la India quiere decir la cantidad de moneda india, la rupia, que se necesita
para comprar una barra de pan. Esta cantidad, como he dicho antes, ha ido
aumentando, pasando de 1,25 dólares al día (1.200 millones de personas, de los
cuales un tercio, 400 millones son niños) a casi 2 dólares.
¿Está descendiendo la pobreza en el mundo?.
En base en este criterio, se asume que el número de
pobres está disminuyendo, pues hay menos gente cada año que está en esta
categoría. Pero se ignora frecuentemente que ello se debe al gran crecimiento
económico de India y China, que juntos suponen algo más de un tercio de la
población mundial. Pero en esta nota optimista se olvida que en otras partes
del mundo, como en África, hay más personas que viven en extrema pobreza ahora
que hace 30 años (no solo en números absolutos, sino también en términos
proporcionales).
El mayor problema, sin embargo, en esta definición
de pobreza, es la manera como se conceptualiza la pobreza, la cual se define como mera ausencia de recursos. Según esta
conceptualización, el problema de la pobreza es la falta de recursos por parte
del individuo que es pobre. Esta definición parece razonable, pero contiene un
gran error, pues se centra única y exclusivamente en los recursos que la
persona tiene, sin tener en cuenta los recursos existentes en la colectividad a
la cual pertenece y de los cuales la persona se beneficia. El valor de
subsistencia de un dólar por día para una persona es muy distinto en una
sociedad que tenga sanidad pública, por ejemplo, que en una sociedad en que el
individuo que tenga que pagar para acceder al sistema sanitario. El contexto en
el que vive la persona es de especial importancia para saber qué recursos tiene
una persona, pues a los recursos privados (el dólar por día) hay que añadir los
recursos públicos. Ni Angus Deaton ni el Banco Mundial toman en cuenta los
recursos públicos que pueden condicionar que un individuo teniendo los mismos
recursos privados pueda o no ser pobre, dependiendo de otros recursos de
carácter público existentes en su sociedad. La definición de pobreza que ellos
dan la excesiva importancia a los recursos privados, excluyendo los públicos,
fijándose solo en la cantidad de recursos que el individuo puede comprar con el
dinero que tiene. Esta visión privatizadora y mercantil de la pobreza es una
visión sesgada que dificulta la comprensión de la pobreza.
Pobreza en Nueva York. Sólo por la vestimenta que lleva, en nuestro país o en América Latina, muy "tranquilamente" podría estar en el sector medio (La clase media emergente NO. Pero sí en la clase media, víctima directa de las políticas neoliberales que destrozaron su vida y de su grupo social.
La pobreza es un concepto relacional.
Pero a este error hay que sumarle otro,
consecuencia también de centrarse en el individuo sin analizar su relación con
los otros individuos en la misma colectividad. Dos personas con el mismo número
de recursos monetarios pero viviendo en dos países distintos pueden catalogarse
como pobres en una sociedad y dejar de serlo en la otra. Que se definan como
pobres o no depende de la cantidad de dinero que el individuo tenga en relación
con los demás individuos en aquella colectividad. En otras palabras, la pobreza
es un concepto relacional. En realidad, si todas las personas del mundo fueran
pobres, no habría pobreza en el mundo, pues al no haber otras personas con
otros niveles de recursos, la persona no se sentiría ni sería pobre. La
pobreza, pues, depende del contexto en el que vive la persona definida como
pobre. Veamos los datos.
Una persona pobre en el barrio pobre del Bronx en
Nueva York, EEUU, tiene más recursos físicos y monetarios (televisión, dólares,
coche, móvil, mayor espacio de vivienda, transferencias públicas de tipo
asistencial, etc.) que una persona de clase media en Ghana (África). Si el
mundo fuera una sociedad, el pobre del Bronx, Nueva York, EEUU, pertenecería a
la clase media mundial, y la persona de clase media de Ghana pertenecería a la
clase pobre mundial. Y, sin embargo (y esto es de una enorme importancia),
utilizando incluso el mismo indicador que utiliza Deaton (la esperanza de vida
–longevidad- para definir progreso) nos encontramos con la situación paradójica
de que el pobre a nivel mundial (la persona de clase media de Ghana) vive 15
años más que la persona de clase media a nivel mundial (el pobre del Bronx).
Parece paradójico que el que tiene más recursos (la persona del Bronx) y es
menos pobre a nivel mundial, tenga menos años de vida que el otro (el africano
de clase media) que tiene menos recursos. Y es ahí donde fallan las teorías de
Deaton y de la mayoría del establishment antipobreza, que cree que pobreza es
un problema individual de falta de recursos que además se puede resolver a base
de educación.
La pobreza no es un concepto absoluto, sino
relativo.
La pobreza no es un concepto absoluto, sino
relativo. Que seas pobre o no y que se te defina como que seas pobre o no,
depende de dónde estés ubicado en la estructura social de un país. No se puede
tomar al individuo fuera del contexto económico, político y social donde vive.
Y ello nos lleva a la raíz del problema que no es la falta de recursos sino la
manera como están distribuidos. La distribución de los recursos a nivel
nacional, así como a nivel internacional es el tema fundamental que la
sabiduría convencional sobre la pobreza reproducida por el Banco Mundial y el Sr
Deaton no toca.
Una persona pobre del Bronx en EEUU está en el
fondo de la sociedad, una sociedad profundamente desigual y enormemente
polarizada en la que existe poco apoyo colectivo (el Estado del Bienestar en
EEUU es muy deficiente, como lo muestra que el 48% de pacientes con
enfermedades terminales -es decir, que se están muriendo- estén angustiados por
saber cómo pagarán –ellos o sus familias- sus facturas médicas). Es más, este
pobre del Bronx está enormemente frustrado, pues la distancia social y económica
de él o ella con el promedio de la sociedad estadounidense es enorme, con lo
cual se ve abrumado y con pocas posibilidades de salir del fondo del pozo, lo
cual crea una gran frustración y patología, responsable de su menor longevidad.
La persona de clase media en Ghana, por el contrario, no está por debajo, sino
por encima del promedio de la sociedad en la que vive, y por lo tanto, no tiene
esta frustración y alienación frente al resto de la sociedad como resultado de
la ausencia de una distancia difícil de corregir, algo que sí le ocurre al
pobre del Bronx.
Es ahí donde el énfasis en transferir rentas a los
pobres para resolver la pobreza es insuficiente. Es conocido entre los expertos
en política social que gran parte de las medidas antipobreza que están basadas
en la transferencia de fondos públicos de carácter asistencial tienen escasa
eficacia en resolver dicha pobreza. Toda la evidencia existente muestra que
tales transferencias públicas a las poblaciones pobres, aun cuando necesarias
para aliviar la pobreza, son ineficaces para resolver esta en un país. Un tanto
parecido ocurre con el énfasis en la educación como medida para salir de la
pobreza. Son medidas necesarias, pero insuficientes. Lo que se requiere para
eliminar la pobreza son medidas públicas altamente redistributivas, que
reduzcan las distancias económicas, financieras, políticas, mediáticas y
sociales, que son las causas de la pobreza. La evidencia es abrumadora en este
sentido. A mayor desigualdad en un país, mayor es su pobreza. De ahí que lo que se requiere para eliminar la pobreza
es la redistribución de los recursos en un país, encaminada a reducir las
desigualdades, el tema que es precisamente tabú de los organismos
internacionales.
De lo dicho hasta ahora, se debe concluir que
enviar dinero de los países ricos a los pobres no ayuda a disminuir la pobreza,
a no ser que estos recursos se dedicaran a medidas redistributivas, que
raramente tienen lugar. En realidad, si los países ricos quisieran ayudar a
eliminar la pobreza en los países pobres, lo podrían hacer fácilmente, ayudando
a redistribuir la enorme concentración de la riqueza que existe en aquellos
países. Que no lo hagan es porque muy frecuentemente son los mayores aliados de
aquellas estructuras de poder que controlan y se benefician de la concentración
de la riqueza en dichos países. El lector entenderá también porque las tesis
expuestas en mi artículo no tienen la visibilidad que tienen las del Sr. Deaton
o del Banco Mundial, pues las primeras, con su énfasis en la redistribución,
amenazan a los grupos de mayor riqueza en un país que tiene gran influencia, cuando no control,
de los mayores medios de información y persuasión del país. Así de claro.
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- Vicenc Navarro es
Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra.
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