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CHINA.
EL HISTÓRICO PROYECTO GLOBAL DEL GIGANTE ASIATICO. OTRO MUNDO SI ES POSIBLE.
CHINA SEDUCE A CASI TODO EL MUNDO CON LA NUEVA RUTA DE LA SEDA. YA PARTICIPAN 144 PAÍSES. HASTA hoy con una INVERSIÓN de más de 100 MIL
MILLONES de Dólares. China ha firmado acuerdos de cooperación en materia económica,
sanitaria, cultural, digital, medioambiental, entre otras áreas. “LA INICIATIVA de la FRANJA y la RUTA” (BRI) en el objetivo estratégico mundial de la forja de
un Nuevo Orden Internacional
Multilateral, el intercambio comercial, la construcción de infraestructura
global, como Nueva “arquitectura” Institucional y una “Nueva” Globalización
Inclusiva, dirigida y conducida por el Estado, como Política central de la
geopolítica Contemporánea.
LOS PRINCIPIOS rectores
de la Iniciativa de la Franja y la Ruta tienen que ver con construir
una arquitectura que garantice un intercambio
comercial más fluido y la cooperación con beneficio mutuo. Contempla acuerdos
de financiamiento para la construcción de vías ferroviarias, carreteras,
puertos, aeropuertos, desarrollo de energías alternativas. Frente a este escenario, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por
sus siglas en inglés, llamada también Nueva Ruta de la Seda) está consolidándose como la estrategia más
concreta para el intercambio comercial y
la construcción de infraestructura global. La BRI fue
presentada en 2013 por el presidente chino XI JINPING, como una
propuesta para impulsar corredores económicos, políticos, sociales entre
distintos países.
EL OBJETIVO de la
Iniciativa es que estos acuerdos redituaran en una mayor interconexión de
las economías emergentes y en desarrollo,
en un contexto internacional
caracterizado no sólo por la persistencia de crisis económicas en las regiones
periféricas sino también por la crisis
del sistema de instituciones multilaterales creadas luego de la Segunda Guerra
Mundial. Es así que hoy 144 países ya han firmado el Memorándum de
Entendimiento para adherirse a la Iniciativa, es decir, casi tres
cuartas partes de los 193 países
reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas. De este modo, la Iniciativa de la
Franja y la Ruta está compuesta por 44 países de África (81% del
continente), 42 de Asia (93%), 29 de
Europa (61%), 19 de América latina y
el Caribe (57%) y 10 de Oceanía (62%).
¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE CHINA? Los principios rectores de la Iniciativa tienen que
ver con construir una arquitectura que garantice un intercambio comercial
más fluido, la cooperación con beneficio mutuo, la inclusividad y patrones de
relación Sur-Sur. En su momento, la Iniciativa fue respaldada con un fondo de 40
mil millones de dólares y más de 60 países de Asia y Europa se apresuraron
en adherir. La persistencia de situaciones de vulnerabilidad en el Sur global, sumado
a un orden internacional cada vez más inestable en el marco de los cuatro años
de presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y, por cierto, de una cada vez mayor ponderación de la Iniciativa por parte
de los líderes del Partido Comunista de China, hicieron
que la BRI ganara cada vez mayor protagonismo en el escenario global.
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CHINA
SEDUCE A CASI TODO EL MUNDO CON LA NUEVA RUTA DE LA SEDA.
Alberto Fernández viaja en febrero a
China y firmaría la adhesión de Argentina. Ya participan 144 países
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Los principios rectores de la Iniciativa de la Franja y la
Ruta tienen que ver con construir una arquitectura que garantice un
intercambio comercial más fluido y la cooperación con beneficio mutuo.
Contempla acuerdos de financiamiento para la construcción de vías ferroviarias,
carreteras, puertos, aeropuertos, desarrollo de energías alternativas.
El presidente
de China, Xi Jinping, presentó la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2013.
Imagen: Xinhua
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Por Sebastián
Schulz*
Página /12
domingo 2 de enero del 2022.
La recuperación económica global vuelve a correr peligro a partir de la
amenaza de masificación de la variante Ómicron de la covid-19. En Sudáfrica, en tan solo un mes, el 82% de los casos confirmados de covid-19 ya corresponden a esa variante, mientras que en España ese indicador ha trepado al 11% en apenas unos días y en Francia, Australia y la India ya ha
pasado el 5%.
El surgimiento de nuevas
variantes con alta velocidad de transmisión, en un contexto internacional signado por la desigual distribución de
vacunas a nivel global, no sólo repercute en la posibilidad de establecer nuevos confinamientos en distintos países
del mundo, sino que también impacta sobre las Cadenas Globales de Valor y, por ende, sobre la fluidez del comercio internacional.
Frente a este escenario, la Iniciativa de la
Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés, llamada también Nueva
Ruta de la Seda) está consolidándose
como la estrategia más concreta para el intercambio comercial y la construcción
de infraestructura global. La BRI fue presentada en 2013 por el presidente chino Xi Jinping, como una propuesta para impulsar corredores económicos, políticos, sociales entre distintos
países.
El objetivo de la Iniciativa es que estos acuerdos redituaran en una mayor interconexión de las economías emergentes y en desarrollo, en un contexto internacional caracterizado no sólo por la persistencia de crisis económicas en las regiones periféricas sino también por la crisis del sistema de instituciones multilaterales creadas luego de la Segunda Guerra Mundial.
La BRI contempla acuerdos de financiamiento para la construcción de vías ferroviarias,
carreteras, puertos, aeropuertos, desarrollo de energías alternativas,
entre otras obras de infraestructura.
¿Cuál es el objetivo de China?
Los principios rectores de la Iniciativa tienen que ver con construir
una arquitectura que garantice un
intercambio comercial más fluido, la cooperación con beneficio mutuo, la
inclusividad y patrones de relación Sur-Sur. En su momento, la Iniciativa fue respaldada con un
fondo de 40 mil millones de dólares y
más de 60 países de Asia y Europa se apresuraron en adherir.
La persistencia de situaciones
de vulnerabilidad en el Sur global, sumado a un orden internacional cada vez
más inestable en el marco de los cuatro años de presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y, por
cierto, de una cada vez mayor ponderación de la Iniciativa por parte de los líderes del Partido Comunista de China,
hicieron que la BRI ganara cada vez mayor protagonismo en el escenario global.
Es así que hoy 144 países ya han firmado el Memorándum de Entendimiento para adherirse a la Iniciativa, es decir, casi tres cuartas partes de los 193 países
reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas.
De este modo, la Iniciativa de la Franja y la Ruta está compuesta por 44 países de África (81% del continente), 42 de Asia (93%), 29 de Europa (61%), 19 de América latina y el Caribe (57%) y 10 de Oceanía (62%). En todos estos países, China ha firmado acuerdos de cooperación en materia económica, sanitaria, cultural, digital, medioambiental, entre otras áreas.
Quiénes no participan de la BRI
Sin embargo, se destacan también
algunas ausencias importantes: el
segundo país más poblado del mundo y vecino de China (la India)
y con quien tiene importantes disputas
fronterizas, se ha rehusado en varias oportunidades a legitimar la
Iniciativa. Otro vecino importante como Japón tampoco ha firmado el
memorándum.
En nuestra región también
sobresalen importantes ausencias: los
cuatro países más grandes del subcontinente (Brasil, Argentina, México y
Colombia) han decidido (aún) no ser parte de la nueva Ruta de la Seda.
El gobierno argentino ha manifestado en varias ocasiones que
apenas el presidente Alberto
Fernández pueda viajar a China rubricará el acuerdo y convertirá a Argentina en el vigésimo país de la
región en adherir al proyecto (sería el vigesimoprimero en el caso que Nicaragua, que acaba de romper
relaciones diplomáticas con Taiwán y
reconocer a la República Popular,
ingrese en los próximos días a la BRI).
Salvo Italia (que generó un gran
revuelo cuando en 2019 solicitó y
consiguió ingresar a la Iniciativa), ningún otro país del G-7 ha mostrado intenciones concretas de adherir. Grandes potencias económicas como Alemania,
Francia y el Reino Unido no son parte de la BRI y, por supuesto, tampoco lo
es Estados Unidos, cuyo establishment (tanto demócrata
como republicano) ha señalado a la BRI como
una estrategia de China para generar
dependencia en los países más necesitados.
Como resultado de las
ausencias, a pesar de incluir al 73%
de los países del mundo, en donde se concentra el 44% de la población mundial, la BRI contiene el 40% del PBI
global. Sin embargo, si se observa en un mapa, la BRI divide aguas entre países emergentes y en desarrollo del Sur global, por un lado, y las potencias centrales
del norte occidental y sus aliados, por el otro.
Financiamiento para el desarrollo
A la par que crece la cantidad de países que se incorporan a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, crece también la cantidad de recursos que China destina a la misma. Para ello, el gobierno chino ha impulsado una red de instituciones financieras compuesta por el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (del que Argentina ya es parte desde marzo de 2021), el Fondo de la Ruta de la Seda y los megabancos estatales chinos, los cuales están entre los más grandes del mundo.
En 2020, en el primer año de la pandemia, China batió récord de inversiones no
financieras de 17.790 millones de
dólares en proyectos concretos enmarcados en la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Entre
enero y septiembre de 2021, según
datos del Ministerio de Comercio de China,
el gigante asiático invirtió 14.870
millones de dólares, más que en el mismo período de 2020, lo que arroja un total de casi 100 mil millones de dólares volcados desde 2015
a países emergentes y en desarrollo en el marco de la BRI, un monto nada despreciable en
un contexto internacional de fuerte contracción económica.
Si las condiciones sanitarias
lo permiten, Alberto Fernández viajará a China en febrero de 2022, cuando
se cumplan 50 años del establecimiento
de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El gobierno chino aguarda con ansias la visita, ya que espera que,
luego de las trabas impuestas por la pandemia, Argentina firme el acuerdo de ingreso a la Iniciativa de la Franja y la
Ruta. BRI
A partir de allí, se abrirá
un nuevo capítulo en la relación bilateral. La Iniciativa de la Franja y la Ruta puede significar la llave para la reactivación
económica, en el marco de una Argentina
urgida de inversiones en áreas clave de la economía, y que ha coincido
fuertemente con China en los grandes
trazos de la geopolítica contemporánea, incluida la reivindicación de un orden internacional
multilateral y de un sistema
financiero más justo e igualitario. Un dato no menor es que Argentina y China
se han apoyado mutuamente en sus respectivos
reclamos de soberanía, tanto el de las Islas Malvinas
por Argentina como el que China tiene en relación a Taiwán.
* Sociólogo (UNLP).
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