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"Durante el presente año continuará un
debate político, con bases teóricas, sobre la profundización de la lógica dominante,
combatiendo la “inflación”
con austeridad, transfiriendo el costo sobre la población vulnerada, recordando que en el último medio siglo, lo
que creció es la desigualdad, o sea, la
elevada concentración de la riqueza en una parte muy reducida de la población
mundial. En contrapartida,
aparece una corriente que remite al keynesianismo, en todas sus variantes, con una
propuesta de “reformas” al orden vigente,
incluso en algunos casos asumiendo que lo que debe vencerse es el “neoliberalismo”, omitiendo que esta es
la forma de gestión capitalista del
orden realmente existente en nuestro tiempo. Por eso se impone un rumbo
diferente, alternativo, que al tiempo que confronte con las políticas de liberalización a ultranza, pueda
discutir con la ilusión “reformista” del
orden capitalista, sin perjuicio de luchar
por mejores condiciones de vida en el presente. La prédica anticapitalista, no es ilusoria y se
alimenta con prácticas socio económicas
de reproducción de la vida cotidiana, tal como ofrece de manera reiterada
diferentes formas autogestionarias de organización económica,
llevada a cabo por millones de personas en todo el mundo. Remito a la autogestión, la producción y circulación comunitaria, de
cooperativas y mutuales, como de las diversas formas que asume la producción y reproducción de la vida,
incluso anticipando el futuro deseado de un mundo organizado en contra y más allá de la lógica mercantil del capital, sustentado en la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes. Claro que algunas de estas
experiencias terminan subordinadas a la
lógica del capital, lo que no invalida las búsquedas de solución inmediata de problemas cotidianos,
los que deben articularse con demandas
políticas de construcción de alternativa para el cambio social".
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¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR EN EL
2022 PARA LA ECONOMÍA MUNDIAL?
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Por Julio C. Gambina. |20/01/2022 |
Economía-
Fuentes Rebelión jueves 20 de enero del 2022.
Hay expectativas en la declinación de la
pandemia y en el efecto de la inmunización por vacunas, pero no tanto,
especialmente por las demoras en su universalidad. Son
millones los excluidos de la posibilidad de vacunación,
especialmente entre los más empobrecidos
de la economía mundial. Mientras las vacunas y la salud sean un negocio
rentable, el mercantilismo dominante
impone la ley de la ganancia y posterga toda solución. De hecho, Cuba se
ha manifestado solvente en la
investigación y producción de vacunas
y aun la OMS no las autoriza en función de unas condiciones de producción
que remite a valoraciones de lógica
para los países de alto desarrollo
industrial. Cuanto resolvería, para la
humanidad, la facilitación de la universalización de las vacunas cubanas, en primer lugar, la eliminación
del bloqueo genocida que impide la libre
circulación de la producción y el conocimiento
cubano, muy en particular sus desarrollos en materia de vacunas anti covid19, que no son las
únicas, dicho sea de paso.
Pero
más allá de la evolución de la situación
sanitaria, el impacto económico social
se mantiene. Aparece como novedad el fenómeno inflacionario, especialmente en EEUU y Europa, lo que anticipa una
fuerte presión sobre las políticas
públicas para inducir austeridad, luego de la generalización de políticas de estímulo al gasto social y
a subsidios para sostener la economía,
en general favoreciendo la lógica
capitalista. Queda claro que lo más importante es la ganancia a costa de
los ingresos populares (salarios,
jubilaciones, beneficios sociales) y del gasto estatal de contenido social, aplicado al empleo, la salud, la educación, la vivienda, la
cultura, entre otros. La
inflación es un fenómeno que explicita la lucha de clases en concreto, algo que se conoce muy bien en los
elevados registros de precios, en países como Venezuela o Argentina, por años, líderes en inflación de estos últimos años. La novedad en el 2021 es Cuba (ordenamiento
monetario mediante), también asociado a
las presiones del poder global sobre la dinámica local. No hay duda que existen fenómenos propios y
específicos a considerar por los altos
precios en los países mencionados, pero nunca olvidarse de la disputa del
poder por la apropiación del excedente
económico, por lo que, a no dudar, la inflación es un asunto central de la lucha de
clases en el orden global.
Fondo Monetario Internacional perspectivas de la economía Mundial julio del 2021.
***
El último brote mundial de alza de
precios, en los 70 del siglo pasado, fue combatido con políticas
que hoy se nominan como “neoliberales”,
que supusieron el cambio de relaciones estructurales del orden capitalista en varios ámbitos. El principal, la modificación en la relación entre el capital y el trabajo, con sus consecuencias en
materia de caída
del empleo regularizado y pérdida de ingresos salariales, con
flexibilidad salarial y aumento del desempleo, subempleo y la “informalidad”,
incluso la llamada “gran dimisión”, como novedad, manifestada en que
no se consiguen empleados (de bajos salarios), pese al desempleo y la demanda de contratación. Hasta
el presidente de EEUU llegó a
decirles a los empresarios “paguen más y
conseguirán trabajadores”. Al contrario de la demanda por mejores ingresos, la presión del orden capitalista es por reaccionarias reformas laborales y previsionales, en contra de los históricos derechos laborales producto
de décadas de lucha social y sindical
del movimiento obrero, hoy debilitado
por el accionar de la ofensiva del
capital y la claudicación de las burocracias sindicales. Junto a las
mutaciones en la relación capital
trabajo, se destaca la reaccionaria reforma estatal, con las privatizaciones como bandera, en clara
orientación de avanzar en la lógica de estimular el papel del capital privado en la apropiación del excedente económico. En ese sentido, se favoreció
la liberalización de la economía mundial,
con variados instrumentos para el libre
cambio (tratados bilaterales en
defensa de las inversiones, tratados de libre
comercio, etc.) para una mayor circulación
internacional del capital, estimulado por los desarrollos tecnológicos y el estímulo a las formas
dinerarias de apropiación de renta, forma transfigurada de apropiación de la plusvalía. Las formas de “financiarización” extendidas en el ámbito mundial, constituyen formas
específicas de funcionamiento del orden
capitalista contemporáneo, que exacerba la ofensiva contra el trabajo, la naturaleza y la sociedad.
Durante el presente año continuará un debate político, con bases teóricas, sobre la profundización de la lógica dominante, combatiendo la “inflación” con austeridad, transfiriendo el costo sobre la población vulnerada, recordando que en el último medio siglo, lo que creció es la desigualdad, o sea, la elevada concentración de la riqueza en una parte muy reducida de la población mundial. En contrapartida, aparece una corriente que remite al keynesianismo, en todas sus variantes, con una propuesta de “reformas” al orden vigente, incluso en algunos casos asumiendo que lo que debe vencerse es el “neoliberalismo”, omitiendo que esta es la forma de gestión capitalista del orden realmente existente en nuestro tiempo. Por eso se impone un rumbo diferente, alternativo, que al tiempo que confronte con las políticas de liberalización a ultranza, pueda discutir con la ilusión “reformista” del orden capitalista, sin perjuicio de luchar por mejores condiciones de vida en el presente. La prédica anticapitalista, no es ilusoria y se alimenta con prácticas socio económicas de reproducción de la vida cotidiana, tal como ofrece de manera reiterada diferentes formas autogestionarias de organización económica, llevada a cabo por millones de personas en todo el mundo. Remito a la autogestión, la producción y circulación comunitaria, de cooperativas y mutuales, como de las diversas formas que asume la producción y reproducción de la vida, incluso anticipando el futuro deseado de un mundo organizado en contra y más allá de la lógica mercantil del capital, sustentado en la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes. Claro que algunas de estas experiencias terminan subordinadas a la lógica del capital, lo que no invalida las búsquedas de solución inmediata de problemas cotidianos, los que deben articularse con demandas políticas de construcción de alternativa para el cambio social.
El Banco Mundial, cree que la Economía de América latina, regresará a niveles pre crisis a finales del 2022.
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Por eso, discutir que esperar del 2022 nos
lleva a una discusión sobre política, un
asunto social por excelencia, que requiere definiciones de los colectivos sociales, por una conciencia social de cambio
sistémico, por nuevas relaciones sociales de cooperación y superación de los problemas contemporáneos, sea el cambio
climático y la defensa del planeta y la vida, como las demandas por
la economía de cuidado en contra la discriminación de género, a favor de mujeres, niñas/os y ancianas/os.
Resolver el problema de la alimentación y los diversos derechos sociales (educación, salud, energía, etc.>) deben asociarse
a la capacidad de producir colectivamente para satisfacer necesidades humanas con respeto al orden natural, lo que supone
una amplia
confrontación con el poder de quienes hegemonizan la tenencia del dinero y el
capital.
Julio C.
Gambina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas,
FISYP. www.juliogambina.blogspot.com /face
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