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PERÚ: ARRANCA EL JUICIO DE KENJI FUJIMORI. ACUSADO DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS Y COHECHO, LA FISCALÍA PIDE 12 AÑOS DE CÁRCEL. QUIÉN LO DENUNCIÓ, QUIENES LO PROCESARON “POR LOS MAMANI VIDEOS” Y ELLOS MISMOS LO BOTARON DEL CONGRESO. A “KENYI Y SUS AMIGUITOS”. Recuerden quien fue la Autora de todo este tinglado familiar. Kenyi, dice compró votos para “sacar a su padre de la Cárcel”. Quién se oponía públicamente y después terminaron, primero la VACANCIA – no alcanzó los Votos” y después tuvo que Renunciar. Quién PPK.” Kenyi, Fue procesado por intentar comprar votos en el Congreso en 2018 para salvarlo al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski de un proceso de destitución, tuvo que RENUNCIAR. realmente se "cebaron" de regocijo, sacar al "hermanito del Congreso y "eliminar" para siempre de la "política" PPK. OTRO miembro de clan Fujimori es puesto en el banquillo de los acusados y podría ir a prisión. Esta vez se trata del excongresista Kenji Fujimori, el menor de los cuatro hijos del encarcelado exdictador ALBERTO FUJIMORI. Este miércoles se inició. para salvarlo al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski de un proceso de destitución en el Parlamento. Antes Kuczynski había indultado a su padre, indulto ilegal que luego fue anulado por las autoridades judiciales. Kenji está acusado de tráfico de influencias y cohecho, y la fiscalía pide una condena de 12 años de prisión. Junto con él, están procesados otros dos exlegisladores fujimoristas y uno de sus asesores.
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PERÚ: ARRANCA EL JUICIO DE KENJI FUJIMORI.
Acusado de tráfico de
influencias y cohecho, la Fiscalía pide 12 años de cárcel
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Fue procesado por intentar
comprar votos en el Congreso en 2018 para salvarlo al entonces presidente Pedro
Pablo Kuczynski de un proceso de destitución.
Desde Lima. Carlos Noriega.
Página 12/ jueves 13 de enero del 2022.
Otro miembro de clan Fujimori es puesto en el banquillo de los acusados y
podría ir a prisión. Esta vez se trata del excongresista Kenji Fujimori, el menor de los cuatro hijos del encarcelado exdictador Alberto Fujimori. Este
miércoles se inició el
juicio a Kenji por intentar comprar votos en el Congreso en 2018 para
salvarlo al entonces presidente Pedro
Pablo Kuczynski de un proceso de destitución en el Parlamento. Antes
Kuczynski había indultado a su padre, indulto ilegal que luego
fue anulado por las autoridades judiciales. Kenji está acusado de tráfico de influencias y cohecho, y
la fiscalía pide una condena de 12 años de prisión. Junto con él,
están procesados otros dos exlegisladores fujimoristas y uno de sus asesores.
Marca de familia
La corrupción es en una marca de la familia Fujimori. El exdictador está encarcelado -en una prisión VIP- desde 2007, cuando fue extraditado desde Chile, condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad, y también sentenciado por varios cargos de corrupción. Keiko, la hija mayor, tres veces derrotada candidata presidencial, está acusada de lavado de dinero y obstrucción a la justicia por el financiamiento de sus campañas electorales con millones de dólares negros entregados por poderosos empresarios, y en los próximos meses deberá enfrentar un proceso judicial con un pedido de la fiscalía de 30 años de prisión. Por este caso ya estuvo varios meses en la cárcel bajo detención preventiva. Ahora le ha llegado al turno al menor de un clan familiar que es sinónimo de autoritarismo y corrupción.
Las pruebas que tiene la
fiscalía contra Kenji por la compra de votos en el Congreso se originan en una escabrosa
historia familiar de ambición y traiciones. Fue su hermana Keiko quien movió
los hilos para poner al descubierto el operativo montado por Kenji para comprar
votos a favor de Kuczynski.
En marzo de 2018 se promovía en el Congreso un pedido para destituir al presidente Kuczynski, era
el segundo intento, y Kenji comenzó a comprar votos para respaldarlo. Su
hermana decidió delatarlo.
Guerra entre hermanos
La historia de esta guerra
entre hermanos motivada por la ambición de poder había comenzado meses antes.
En diciembre de 2017, Keiko, que
controlaba el Congreso donde tenía mayoría absoluta, promovió un primer intento
de destitución de Kuczynski, que había
asumido en julio de 2016, por “incapacidad moral”. Se habían denunciado
los negocios oscuros del mandatario con la constructora brasileña Odebrecht,
ocurridos años atrás cuando había sido ministro. Pero a Keiko no le preocupaba el tema de
la corrupción, lo que ella quería era destruir
al presidente con quien coincidía en
mucho políticamente pero del que
quería vengarse por haberla derrotado en la elección presidencial por apenas
poco más de 40 mil votos -derrota que nunca aceptó, igual que no ha
aceptado su reciente derrota ante el actual presidente Pedro Castillo-, y con ese golpe
buscaba ganar más poder cuando era amenazada por las investigaciones judiciales
en su contra por lavado. Entonces Kenji encabezó una rebelión interna de diez
legisladores fujimoristas que votaron a favor de Kuczynski,
votos que salvaron al mandatario. A cambio de esos votos Kenji había
negociado con el presidente el indulto a su padre, que se dio días después, en
la noche de Navidad. Keiko estalló en furia. Su hermano ganaba espacio al interior del fujimorismo y con su padre
libre y alineado como estaba con Kenji, el hijo
predilecto, veía amenazada su jefatura en el partido de los Fujimori.
Tres meses después, en marzo de 2018, Keiko vio la oportunidad de contraatacar. Por segunda vez se promovía la destitución de Kuczynski en el Congreso y el resultado era incierto. Keiko se enteró que su hermano buscaba volver a romper su bancada captando nuevos votos para otra vez salvar a Kuczynski, al que Kenji apoyaba decididamente desde que había indultado a su padre. Keiko mandó a uno de sus congresistas como señuelo. El legislador Moisés Mamani se mostró dispuesto a negociar su voto y se reunió con Kenji y otros dos congresistas que operaban junto a él. A Mamani le ofrecieron apoyo del Ejecutivo con mayores presupuestos y obras para su región, y puestos en el gobierno para sus allegados. Le aseguraron que otros congresistas ya habían aceptado ese trato. 0. El partido fujimorista manejado por Keiko convocó a una conferencia de prensa para difundir los videos en los que Kenji aparecía intentando sobornar, a nombre del gobierno, a un congresista para comprar su voto. Días después, Kuczynski renunció a la presidencia. Y poco después, Kenji sería desaforado del Congreso con los votos controlados por Keiko, y la fiscalía le abrió investigación.
Reconciliación
Hace unos meses, los hermanos
en guerra se reconciliaron, al menos para las cámaras, como parte de la campaña
electoral presidencial que Keiko terminó perdiendo nuevamente. Ahora Kenji debe enfrentar a
los tribunales y a la posibilidad de ir a prisión gracias a las pruebas de los sobornos que ofrecía obtenidas y hechas
públicas por su hermana Keiko. Ella espera su turno de estar frente a los
tribunales. Corrupción, crímenes, tribunales y cárcel, el destino de los
Fujimori que tiene un nuevo capítulo.
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