miércoles, 6 de abril de 2022

PERÚ. A 30 AÑOS DEL FUJI-GOLPE. La Noche del 5 de abril de1992. La Corrupción en el Poder.

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PERÚ. A 30 AÑOS DEL FUJI-GOLPE. EL PERÚ EN LA NOCHE DE AQUEL DÍA DOMINGO 5 de ABRIL de 1992, EL PRESIDENTE FUJIMORI, CERRÓ EL CONGRESO, EL PODER JUDICIAL, FISCALÍA, CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA, DESTITUYÓ A LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y GOBIERNOS REGIONALES. TOMO POR ASALTÓ LOS DIARIOS NACIONALES OPUESTOS. HASTA HOY se oye sus palabras finales: "Disolver, disolver temporalmente el Congreso de la República". Nuestra Generación, que hasta había presentado más de 1 millón de firmas, para la realización de un REFERUNDUM NACIONAL, sobre la CONSTITUCIÓN, así como forjamos en todo el Perú el primer Acuerdo sobre la Gobernabilidad Democrática, pese a todo se hizo las elecciones el año 2000, se re reeligió con el FRAUDE más grande de toda nuestra Historia Republicana. Corrupción, violencia, represión y cárcel para la oposición.

Pese a que hace 22 años se dio un levantamiento popular – La MARCHA de los 4 SUYOS” que expulsó a Fujimori, su aparato judicial-militar y su modelo económica y jurídico siguen en pie. Incluso, lo más vergonzoso, fugó del país – pero con las maletas llenas del tesoro y erario nacional - y Renunció por FAX desde Japón. Recuperamos la Democracia, pero, NO hubo como en otros países después, de una dictadura, un Proceso de Transición y recuperación de las instituciones de la Democracia, porque en el camino, se obligó por el Pacto Traidor de otros sectores “políticos” de Dar por terminado el Gobierno – uno de los mejores de la Historia - del Dr PANIAGUA CORAZAO, se entregó la Bandera Nacional y se convoque a Elecciones Nacionales. Salió electo TOLEDO y vino el camino de la Gran TRAICIÓN NACIONAL.

Luego del 5 de abril de 1992, se instauró una de las peores dictaduras americanas de las últimas 3 décadas. Su legado sigue presente y el actual presidente Pedro Castillo no rompe con el sistema y la Constitución creadas por el autogolpe de Alberto Fujimori. Es más, apenas comenzaba la madrugada del martes 5 de abril del 2022, Castillo decretó que hasta la medianoche de esa fecha se suspendían las garantías constitucionales y se imponía el toque de queda en Lima y Callao. El temor del primer mandatario sindicalista electo peruano no era un levantamiento popular de apoyo a Fujimori, sino uno contra el alza de precios. Esta última medida, muestra que el legado del autoritarismo y neoliberalismo del fujimorismo ha impregnado hasta dentro de quienes se reclaman de izquierda. Porque el neoliberalismo, eliminó, arrasó con la verdadera POLÍTICA, y en su reemplazó se impuso de la “politiquería criolla”, versión populista de la Informalidad Política.

Tras la renuncia por fax del expresidente desde Japón y la captura del ex asesor, el Perú volvió a la vida democrática, que fue un largo camino, donde nuevamente hasta el día de hoy se envenenó a la Política; la CORRUPCIÓN, Destruyó partidos políticos, dirigencias, “clase política” y representaciones, hasta convertirlas en la “clase política más corrupta de América latina”. En 2007, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema estableció que el golpe de Estado de Fujimori afectó el régimen democrático y el Estado de derecho del país, por lo que se condenó a 13 exministros de su Gobierno. Actualmente, Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad (violación de los derechos humanos), cometidos durante su gobierno entre 1990 y 2000. Cabe mencionar que, las víctimas de las esterilizaciones forzadas siguen reclamando justicia por las violaciones a los derechos reproductivos de las mujeres, bajo el mando del expresidente.

En aquel pronunciamiento, Fujimori informó sobre la intervención del Congreso de la República, el Poder Judicial, el Ministerio Público, dando inicio a lo que siempre se recordará como un autogolpe de Estado. En ella, pronunció la frase que siempre quedará en la memoria de todos los peruanos: "Disolver, disolver temporalmente el Congreso de la República". Mientras el mensaje era transmitido en televisión nacional, miembros del Ejército peruano, de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea llegaron hasta los exteriores del Parlamento, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), además de otras instituciones estatales a fin de apoderarse de ellas.

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PERÚ. A 30 AÑOS DEL FUJI-GOLPE.

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Pese a que hace 22 años se dio un levantamiento popular que expulsó a Fujimori, su aparato judicial-militar y su modelo económica y jurídico siguen en pie. 


Isaac Bigio | 05/04/2022|Opinión.

ALAI. América Latina en Movimiento.


Luego del 5 de abril de 1992, se instauró una de las peores dictaduras americanas de las últimas 3 décadas. Su legado sigue presente y el actual presidente Pedro Castillo no rompe con el sistema y la Constitución creadas por el autogolpe de Alberto Fujimori. Es más, apenas comenzaba la madrugada del martes 5 de abril del 2022, Castillo decretó que hasta la medianoche de esa fecha se suspendían las garantías constitucionales y se imponía el toque de queda en Lima y Callao. El temor del primer mandatario sindicalista electo peruano no era un levantamiento popular de apoyo a Fujimori, sino uno contra el alza de precios. Esta última medida, muestra que el legado del autoritarismo y neoliberalismo del fujimorismo ha impregnado hasta dentro de quienes se reclaman de izquierda.

Dictadura cívico militar 

Esta fue la última vez que en el Perú los tanques tomaron los poderes legislativo y judicial. Anteriormente, en 1968 y 1975, los presidentes Juan Velasco y Francisco Morales llegaron con juntas castrenses al poder. A diferencias de estos casos, Fujimori fue electo y había jurado como mandatario constitucional el 28 de julio de 1990. Un presidente civil y constitucional devino en uno apuntalado por las fuerzas armadas y policiales que violaba la Carta Magna de 1979. El único nobel peruano, Mario Vargas Llosa, hasta hace poco afirmaba que se implantó así una de las peores y más sanguinarias y corruptas dictaduras de la historia peruana. Para justificar sus hechos, Fujimori sostuvo que se debía barrer la corrupción y el terrorismo, cuando aconteció lo inverso. La purga de jueces y fiscales enquisto a nuevas mafias y avalo terribles robos al Estado y violaciones a los derechos humanos.


A 5 meses del autogolpe, el GEIN apresó a Abimael Guzmán y su esposa Elena, quienes eran los 2 cabecillas máximos del PCP SL. A partir de entonces, el senderismo fue perdiendo peso y 1 año después su jefe preso pidió deponer las armas. Si antes del 5-4-92 buena parte de las víctimas del terrorismo fueron ocasionadas por los senderistas, tras la dictadura la gran mayoría de ellos fueron producidas por los diferentes destacamentos al servicio de Fujimori. La lucha contra el terrorismo sirvió en Perú, como también luego en Colombia e Israel, para implantar fuertes medidas anti laborales y privatizaciones. Fujimori remató a casi todas las empresas públicas y se estima que de esas ventas él y su entorno se llevaron al menos unos $US 6 000 000. Este proceso, a su vez, generó cientos de miles de despedidos, y que el grueso de la población laboral acabe en el sector informal trabajando de sol a sol y sin seguros y vacaciones y a que se eliminasen muchas conquistas sociales. Las grandes multinacionales tuvieron plenas potestades para concentrar más y más tierras, desconocer la protección al medio ambiente y dar paso a nuevos latifundios agroexportadores y concesiones de minas e hidrocarburos.

Tras disolver al Parlamento, Fujimori hizo un nuevo Congreso Constituyente muy amañado, el mismo que elaboro la actual Carta Magna, la misma que les ha dado plenas garantías a los grandes monopolios privados a costa de los derechos laborales y medioambientales. El 21 de noviembre del 2000, Fujimori renunció por fax desde Japón. Tras casi 10 años y 4 meses en Palacio, él dejó miles de asesinados, se robaron miles de millones de dólares del fisco, se esterilizaron ilegalmente a 300 mil mujeres y se hizo normal la compra de medios y políticos, la tortura y las desapariciones (hasta hoy hay muchos cuyos paraderos se desconocen). Una de sus últimas aberraciones fue haber iniciado su tercer mandato el 28-7-2000, organizando el peor atentado terrorista que conoció una capital del mundo al inicio del tercer milenio, antes de los sucesos del 11-9-2001 en EEUU. En la fecha en la cual Fujimori estaba jurando él hizo explotar el principal banco del país (el de la Nación) asesinando a media docena de policías y servidores para echarle la culpa a las protestas sociales en su contra.


Fuji-autoritarismo 

Pese a que hace 22 años se dio un levantamiento popular que expulsó a Fujimori y a que en noviembre 2020 se dio otra contra un golpe parlamentario fuji-belaundista, el aparato de jueces y uniformados desarrollado por el “chino”, así como su constitución y modelo económico monetarista, siguen en pie. Pese a las promesas de los anteriores presidentes (como Alejandro Toledo u Ollanta Humana), y también del actual (Pedro Castillo) la corrupción, el neoliberalismo y la Carta Magna antipopular y antinacional se mantienen. El fujimorismo no ha querido evolucionar hacia transformarse en una fuerza democrática, ni siquiera de manera parcial, como ha pasado con los casos del boliviano Hugo Bánzer o de los herederos de Franco en España o Pinochet en Chile. Quien fuese la Primera Dama de su dictadura, Keiko Fujimori, la única soltera de 19 años en la historia universal en haber remplazado a su madre en ese cargo (quien fuese secuestrada, torturada y electrocutada por los agentes de su marido) y durante 3 mandatos constitucionales consecutivos, es quien tiene como divisa “si no tengo todo el poder a todos los saco del poder”. En menos de 4 años y 4 meses, el Perú ha sido el único país del mundo donde un mismo partido (Fuerza Popular) ha pedido 7 vacancias presidenciales y cuya desestabilización ha hecho que en el Congreso se les haya puesto la banda presidencial a 6 personas. La posibilidad de que los actuales poderes legislativo y ejecutivo puedan convivir hasta julio 2026 es 100% imposible, a menos que uno se imponga sobre el otro. Si el fujimorismo no gobierna, no va a dejar gobernar. Cuando es oposición es golpista y cuando llega a Palacio impone una dictadura. Castillo bien ha podido revertir ese ciclo si desde el inicio hubiese restaurado la constitución de 1979 (apelando a que esta induce a desconocer cualquier otra que haya sido hecha durante una dictadura) e impulsado la movilización de las masas para imponer sus promesas electorales y haberse ganado el respeto y el apoyo del pueblo. 


Invertir el 5 de abril

Con esa autoridad, Castillo bien pudo haber hecho su “5 de abril al revés”. Es decir, ir a una moralización radical de los poderes judicial y legislativo, convocando a una nueva constituyente plurinacional, paritarias y con buena parte de sus miembros electos por organizaciones laborales, populares e indígenas. Para lograr ello, ha debido haber debutado en Palacio con un “shock” de medidas populares (aumento salarial, eliminación de leyes laborales y de la jornada semanal de 48 horas, volver a manos públicas los servicios esenciales, canastas familiares a los pobres, y renegociar las relaciones con el FMI. Si Keiko le ha pedido a Castillo que aprenda de su padre para renunciar, el maestro le pudo haber retrucado que Fujimori renunció tras que las masas le obligaron, ya que inicialmente Fujimori cerró el Congreso. Para lograr esto último, el actual presidente no ha debido emplear a las FFAA, sino basarse en marchas de cientos de miles de peruanos contra uno de los parlamentos más impopulares, obstruccionistas y golpistas del planeta. Sin embargo, Castillo ya ha renunciado a usar su sombrero, a implementar varias de sus “palabras de maestro” y a querer chocar con el establishment, del cual él se esmera en ser parte.


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