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“Según el abogado, hubo "una serie de irregularidades con el
procedimiento” de su trámite
administrativo para abandonar el claustro, y las
atribuyó “exclusivamente" a "las autoridades del Convento”, un dato no menor
porque esta situación que envuelve ahora a las Carmelitas
de Salta recuerda el conflicto que mantiene su superiora con el arzobispo Mario Cargnello, al que
denunció, junto a otros religiosos, por violencia de
género. A la vez, los administradores del Convento, los laicos Carlos Obeid y Marcelo Mentesana,
están siendo investigados por presuntos desmanejos económicos. Obeid es el
marido de María Livia Galliano, la mujer que asegura tener
visiones de la Virgen del Cerro.
Sandra Díaz fue
muchas veces al Convento, contó su abogado, y la última vez antes de la denuncia, fue atendida,
la dejaron ingresar, pero luego le pidieron que esperara a su hermana afuera,
entonces ella esperó en un hall, pero le dijeron que esperara en la vereda, "Es
que eso era propiedad privada, así le fue manifestado, y cuando ella alió le
cerraron la puerta y no tuvo más contacto con ninguna autoridad del Convento”, contó el
abogado.
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ARGENTINA: LA JUSTICIA
INVESTIGA LA RETENCIÓN IRREGULAR DE DOS RELIGIOSAS EN EL CONVENTO SAN BERNARDO
CARMELITAS DESCALZAS.
Una
segunda monja aprovechó un permiso de salida para no regresar
*****
Además del caso de la religiosa cuyos familiares
denunciaron que no la dejaban salir a pesar de que está enferma y que tiene
autorización del Vaticano, el Ministerio Público Fiscal de Salta investiga el
caso de otra religiosa que estuvo en situación similar y no regreso
aprovechando que se le permitió ir al médico.
Por Elena Corvalán.
Página /12 jueves 22 de diciembre del
2022.
El Ministerio Público Fiscal de Salta
investiga la presunta privación ilegítima de la libertad de dos monjas de
clausura del Convento San Bernardo, de las Carmelitas Descalzas en la ciudad de Salta.
Así lo informó a Salta/12 el
fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio, quien tomó intervención en el caso tras
la denuncia de Sandra Díaz,
hermana de una de estas religiosas, que
recurrió a la Justicia porque las autoridades del Convento
le impedían reunirse con su hermana
luego de que esta le informara que estaba
enferma, deprimida y que había decidido dejar el claustro. Esta monja fue
liberada anteayer en un allanamiento
realizado por orden de la jueza de
Garantías Ada Zunino, a
pedido del fiscal.
Por otro lado, Ramos Ossorio
precisó que en esa misma denuncia se dio cuenta
de otra religiosa, que también está con problemas de salud y a la que tampoco se le permitía abandonar
el claustro en el mismo Convento. La situación de esta mujer
se resolvió de otra manera porque obtuvo un permiso para ir a una clínica a atenderse y luego no regresó a la clausura.
El fiscal explicó que antes de formular una acusación formal se tomará declaración testimonial a ambas religiosas, porque ninguna de ellas denunció el hecho y la denunciante lo conoce solo a través de sus dichos. Dijo que estos testimonios se tomarán "en los próximos días", e indicó que no se llevaron a cabo todavía en atención al estado de salud y emocional de ambas.
Anteayer, al informar sobre el
procedimiento en el Convento de la orden de las Carmelitas Descalzas, el Ministerio Público Fiscal de Salta
subrayó que pidió el allanamiento
después de que resultaran infructuosas
las gestiones para llegar a un acuerdo con las autoridades del Convento, que hasta llegaron a impedir todo contacto
con los familiares de la religiosa, y
tampoco atendieron a policías enviados
por la Fiscalía, ni a auxiliares fiscales, a
los que no se les abrió la puerta
siquiera para recibir una
notificación.
La carmelita que quería salir
El abogado Guillermo Alberto, que representa a la denunciante Sandra
Díaz, contó ayer que el proceso que desembocó en la denuncia
penal arrancó a principios de este año,
cuando le diagnosticaron una enfermedad “muy grave” a la carmelita descalza que ahora fue liberada, y ella expresó
su intención de abandonar el claustro y regresar con sus familiares, que residen en
Mendoza.
Con ese fin su hermana llegó a
Salta el 2 de diciembre, con la intención de concluir los trámites para que la monja pudiera salir del Convento,
"pero cuando ella
manifiesta a nivel canónico que ya no quería estar dentro del Convento, comienza a percibir algunas trabas no
solamente en el trámite administrativo en sí, sino también en el contacto con
los familiares", contó Alberto en declaraciones a Radio Nacional.
Según el abogado, hubo "una serie de irregularidades con el
procedimiento” de su trámite administrativo para abandonar
el claustro,
y las atribuyó “exclusivamente"
a "las autoridades del Convento”,
un dato no menor porque esta situación
que envuelve ahora a las Carmelitas de Salta recuerda el conflicto que mantiene su superiora con el arzobispo
Mario Cargnello, al que denunció,
junto a otros religiosos, por violencia de género. A
la vez, los administradores del Convento,
los laicos Carlos Obeid y Marcelo Mentesana, están siendo investigados por presuntos desmanejos
económicos. Obeid es el marido
de María Livia Galliano, la
mujer que asegura tener visiones de la
Virgen del Cerro.
Abrazo, simbólico a las Monjas del Convento de las Carmelitas, que denunciaron al Arzobispo por violencia de género.
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Sandra Díaz fue muchas veces al
Convento, contó su abogado, y la última vez
antes de la denuncia, fue atendida, la dejaron ingresar, pero luego le pidieron
que esperara a su hermana afuera, entonces ella esperó en un hall, pero le dijeron que esperara en la vereda,
"Es que eso era propiedad
privada, así le fue manifestado, y cuando ella alió le cerraron la puerta y no
tuvo más contacto con ninguna autoridad del Convento”,
contó el abogado.
Relató que el martes 20 de
diciembre pidió "la intervención del Arzobispado", en un intento de que la Autoridad
del Convento les atendieran, porque antes del allanamiento Díaz,
“con toda la situación de
angustia que esto significa, estuvo dos horas parada bajo el sol” y no le
abrieron la puerta.
El procedimiento despertó el interés de vecinos y transeúntes de esa zona turística de la ciudad de Salta. Se habían reunido unos 25 policías, más bomberos con escaleras, porque una vez decidido el allanamiento los ejecutores se enfrentaron a un dilema: no podían derribar la añosa puerta principal, una reliquia histórica, así que pensaron en ingresar por arriba, dado que el predio del Convento está rodeado por un alto muro. Sin embargo, no hizo falta usar las escaleras, porque finalmente las religiosas abrieron las puertas.
Convento San Bernardo de la Ciudad de Salta.
***
Otra vez María Livia
Las diferencias entre el
Arzobispado de Salta con los animadores de la adoración a la
Virgen del Cerro resurgieron con la
novedad de las religiosas retenidas contra su voluntad en el Convento
San Bernardo.
"Esto tiene que ver cien
por ciento con María Livia y su esposo, no me
cabe duda", disparó ayer el sacerdote Oscar Ossola, en declaraciones al
programa de radio y televisión De Buena Fuente.
El cura recordó que un enviado
del Vaticano les había pedido a las carmelitas descalzas
"no mezclarse en las
actividades de una obra de laicos que ni siquiera era obra
de la Iglesia, sino de una fundación". María Livia asegura que la
Virgen del Cerro le dicta mensajes destinados a las monjas del convento. "Se les pide que no
haya personas externas al convento irrumpiendo en la vida
comunitaria y creo que acá tristemente queda en evidencia eso",
insistió Ossola.
Además de preocuparse en aclarar que el Arzobispado y la Iglesia no
tienen nada que ver con esta situación,
el cura responsabilizó precisamente
a la superiora del convento:
"ella será quien tenga que
dar las explicaciones, no solo ante las autoridades
religiosas sino ante la justicia local porque
hablar de privación ilegítima de la libertad es
un tema muy grueso y desgraciadamente muestra la situación
a la que han llegado nuestras Carmelitas", aseguró.
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