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Cuellos
de botella. Otro de los puntos que destaca el informe de la OMC
es el aumento en el peso
de los productos que
potencialmente pueden generar "cuellos de
botella". Se trata de
aquellos bienes que sólo exportan apenas cuatro países. El número de bienes
con esas características sobre el total comercializado pasó del 14% al 20% en los
últimos veinte años. Pero, además, el peso de
estos productos "sensibles" en el
mismo período pasó del 9 al 19% en términos de
valor comercializado. Más de un tercio
de estos bienes provienen de China, lo cual es otra muestra del enorme
poder estratégico que tiene la potencia asiática. Le sigue Estados Unidos, aunque con apenas el 6% de los bienes que son potenciales "cuellos de botella". En gran medida, el
mayor peso de estos productos que provienen de un puñado de países se explica por el aumento en
el comercio de semiconductores.
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"LA GLOBALIZACIÓN ESTÁ EN
UNA ENCRUCIJADA".
Diagnóstico de la Organización
Mundial del Comercio
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Se
vislumbra una tendencia en donde la geopolítica
es definitoria en el terreno comercial. El gran ordenador de esta tensión es la
relación entre Estados Unidos y China.
Por Javier
Lewkowicz.
Fuente. Página /12 miércoles 13 de septiembre del 2023.
"Se vislumbra una
tendencia en donde la cuestión geopolítica es definitoria en el terreno comercial. Este cambio en el relato acerca de
los beneficios de la globalización y del
comercio mundial impactan sobre las políticas comerciales que los países
aplican y esto empieza a afectar a
los flujos comerciales. La globalización está en una encrucijada",
sostuvo Ralph Ossa, economista jefe de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) este
martes en el marco de la presentación del Informe de Comercio
Global que confecciona anualmente este organismo, con sede en Ginebra, Suiza.
De acuerdo a la mirada de la OMC, entidad
que se encarga de que se cumplan las normas de
facilitación del comercio a nivel global, hay un contexto político, con
condimentos estructurales, que definen un giro en la globalización
tal como se concibió desde principios de los '90,
luego de la caída del socialismo y la expansión
del capitalismo a la manera norteamericana en
prácticamente todos los rincones del globo.
Este cambio de rumbo en la globalización comenzó a manifestarse luego de la crisis internacional subprime de 2008 y contó con otros "hitos"
como el Brexit,
la guerra de
tarifas entre Estados Unidos y China, la pandemia y la guerra en Ucrania.
Además de esos acontecimientos, factores de carácter más estructural, como la creciente desigualdad económica y el deterioro del mercado laboral en países
desarrollados, que definieron la pérdida de optimismo alrededor de la globalización, junto al crecimiento del sector de servicios --que naturalmente tiene una cadena de valor más corta que las manufacturas, con lo cual cuentan con menor potencial
para la apertura comercial-- también juegan a la hora del diagnóstico.
Los partidos de ultraderecha han sabido aprovechar este
malestar con programas de gobierno autoritarios y
un enfoque más "nacional" de la cuestión
económica, en contra de la tendencia a la liberalización. Un caso de estudio sería el de Javier
Milei, que a
contramano de todos sus inspiradores quiere acercarse lo más posible a eliminar el Estado, lo
cual supondría una brutal eliminación de toda protección comercial.
El ex Primer Ministro británico Gordon Brown participó de la jornada de
presentación del informe de la OMC y dijo que
"hay
un traspaso de la economía neoliberal a la economía neomercantilista. Se alzan cortinas de
hierro en tecnología,
inversión y en datos. El Consenso de Washington no tiene consenso ni siquiera en Washington, y ahora la suposición equivocada es
que las restricciones al comercio van a llevar a mejores niveles de vida".
Indicios
“Hay un claro incremento en el número de las advertencias comerciales presentadas por los Estados miembros”, indica el informe de la OMC. Por un lado, se trata de normas sanitarias y fitosanitarias y otras “barreras al comercio”. Y con la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania, dice el organismo, se multiplicaron medidas restrictivas en los alimentos, semillas y fertilizantes.
Desde 2021,
cada cuatrimestre que pasa en el Consejo de Comercio de Bienes de la OMC rompe el récord de quejas por parte
de países, mientras que el año pasado se registró el máximo histórico de presentaciones comerciales
relacionadas a la seguridad nacional.
De modo similar, la OMC advierte que en 2020, 2021 y 2022 se produjo un enorme aumento de las
quejas contra las medidas llamadas ambientales
contra el comercio, que incluyen medidas
sanitarias, fitosanitarias y barreras técnicas.
La OMC destaca las quejas levantadas
contra las medidas aplicadas por Indonesia para las exportaciones de
materias primas, las de China
en las exportaciones de galio y germanio, el mecanismo europeo de ajuste de carbono en frontera, las medidas de Green New Deal de la UE y
la Inflation Reduction Act de Estados Unidos.
Otra novedad es que las quejas ante medidas
de protección comercial no se verifican sólo a nivel técnico, sino que ahora aparecen en el más alto nivel político. Asimismo, el organismo advierte
un fuerte movimiento en el grupo de países que
monitorean el uso de
subsidios de parte de los Estados
para apoyar a las industrias locales.
Geopolitización
“El uso de las medidas
comerciales unilaterales amenaza con convertirse en una
espiral descendente de respuestas de retaliación hacia un
mundo más fragmentado y dominado por los
espacios comerciales regionales. Por ejemplo, las tarifas impuestas
en 2018 por Estados Unidos en las importaciones desde China y la retaliación aplicada por China siguen en funcionamiento”, dice la OMC.
A nivel geopolítico, dos grandes factores
profundizaron la tendencia al estancamiento de la apertura comercial que
se observa desde la crisis 2008. En primer lugar,
la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China,
las dos mayores economías del mundo. La guerra de tarifas entre ambos países tuvo especial
impacto en el comercio en el sector farmacéutico, maquinaria y
equipos de energía renovable, semiconductores y equipamiento de telecomunicaciones.
En segundo lugar, la guerra en Ucrania disparó una búsqueda de priorizar la distancia geopolítica a
la hora de establecer lazos comerciales,
por encima de la fría ecuación de costos. La OMC calcula que el comercio entre países distantes en términos
geopolíticos creció alrededor de un 5% por debajo del comercio entre
países más afines. Lo mismo ocurre con la inversión
extranjera directa. Para definir el nivel de cercanía geopolítica, la OMC
toma el grado de coincidencia
en las votaciones que se realizan en Naciones Unidas.
Tensiones
"Hay
un cambio en el relato que apunta al alejamiento de las normas comerciales, lo cual ya se está viendo en
un claro aumento de las tensiones comerciales, que comienzan a tener
impacto en los flujos de comercio", explica
Ralph Ossa.
En los grandes números, se observa que la ratio de comercio sobre el PBI global pasó del 25% en 1970 hasta un pico del 61% en 2007. Pero en 2019, incluso antes de la pandemia, el peso del comercio en la economía mundial se ubicó en un nivel menor a 2003. China tocó su máximo de comercio sobre PBI en 2009, mientras que Estados Unidos lo hizo en 2011 y Japón, en 2014.
De todas maneras, el comercio global creció 2,7% en 2022, lo cual llega a un 12% si se mide en valor,
gracias a la suba
de los precios internacionales. Sin embargo, la
perspectiva de suba del comercio para 2023 se ubica en el 1%, luego de que se preveía una mejora del 3,4%.
"Parece ser contradictorio el hecho de que el comercio siga creciendo y que se esté hablando de una
amenaza a la globalización, pero se ven cambios
en los patrones que son alarmantes", dice
Ossa.
Cuellos
de botella
Otro de los puntos que destaca
el informe de la OMC es el aumento en el peso de los productos que potencialmente pueden
generar "cuellos de botella". Se trata de aquellos bienes
que sólo exportan apenas cuatro países.
El número de bienes con esas características
sobre el total comercializado pasó del 14% al 20% en los últimos veinte años.
Pero, además, el peso de estos
productos "sensibles" en el mismo
período pasó del 9 al 19% en términos de valor comercializado. Más de un tercio
de estos bienes provienen de China, lo cual es otra muestra del enorme
poder estratégico que tiene la potencia asiática. Le sigue Estados Unidos, aunque con apenas el 6% de los bienes que son potenciales "cuellos de botella". En gran medida, el
mayor peso de estos productos que provienen de un puñado de países se explica por el aumento en
el comercio de semiconductores.
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