&&&&&
“Solo para ilustrar, veamos el
detalle más esclarecedor de lo que se aclamó entonces como un milagro
económico antes de que llegara la gran recesión de 2007.
La gente trabajadora, los trabajadores no
cualificados y sin responsabilidades, tenían sueldos
reales inferiores, considerablemente más bajos, a los que tenían en 1979, que fue cuando empezó a imponerse el modelo de
economía neoliberal. El salario mínimo, que
había estado relacionado con la productividad,
se estancó. Es decir, pasó a ser más bajo de lo que debería ser. Si hubiera
continuado como lo hizo durante el periodo de gran
crecimiento, probablemente ahora estaría
alrededor de veinte dólares a la hora. Ahora, se considera revolucionario pedir quince. El salario mínimo es una
base que sirve para establecer otros salarios.
Es una indicación de lo que gran parte de la población
aprecia como estancamiento o declive.
“Mientras tanto, los proyectos neoliberales, también los globalizadores,
han sido diseñados para hacer que los trabajadores compitan entre sí, en todo
el mundo mientras
protegen a las élites profesionales. Los médicos filipinos NO pueden ejercer en Estados Unidos. Las élites
profesionales están protegidas. Por supuesto, los llamados acuerdos comerciales son básicamente acuerdos sobre los
derechos de los inversores. No tiene mucho que
ver con el comercio, pero tiene mucho que ver con la protección de las megacorporaciones, como las farmacéuticas.
El aumento de precios debido a los aranceles proteccionistas
que rigen los acuerdos comerciales es una
enorme carga económica para el consumidor. Hace que los precios de los medicamentos sean mucho más
altos de lo que deberían ser en una economía de mercado.
/////
UNIVERSALIZAR
LA RESISTENCIA.
*****
Por Noam Chomsky | 09/09/2023 | Noam Chomsky
Fuente Rebelión sábado 9 de septiembre del 2023.
Este artículo es un capítulo del libro ‘Universalizar la resistencia’ que la editorial Altamarea acaba de publicar y que ha sido concebido como testamento activista y político de Chomsky a las nuevas generaciones de izquierda.
Suren Moodliar: Una
pregunta inicial para situarnos. Hace unos años, un amigo se declaró muy
optimista sobre el futuro de los movimientos sociales. No tanto, sin embargo, sobre el de la humanidad.
¿Cree usted que ha habido alguna vez un periodo de la historia en el que un
número significativo de personas se haya sentido así?
Noam Chomsky: Bueno, ciertamente ha habido momentos más
terribles que el presente. Mi infancia, por
ejemplo, fue un periodo mucho más
sombrío que el actual. Pero en la década de 1930
había confianza en los movimientos
sociales. Estaba la organización del CIO (Congress
of Industrial Organizations), había presiones para poder desarrollar las
medidas del New Deal. Se vivía en una esperanza generalizada. De hecho, es interesante comparar el periodo de entonces con el de hoy. Buena parte de mi familia
era de clase trabajadora, inmigrantes de primera generación. En su mayoría desempleados…, pero había lugar para la esperanza. En primer lugar, estaban
comprometidos con las cuestiones políticas.
Tenían una animada vida social y cultural, sobre
todo en torno a los sindicatos, que eran un
centro de actividad cultural, de organización
del tiempo libre, y de otras actividades. Transmitían la sensación de que «de alguna manera, saldremos de esta».
Por otro lado, si
echas un vistazo a la Europa de aquel tiempo, la
sombra realmente tenebrosa del fascismo se
expande por todo el continente y va quién sabe hasta dónde. Y tuvo mucha
resonancia en Estados Unidos. Era algo completamente
aterrador. Entonces, te preocupaba el futuro del mundo y
el propio, pues nosotros somos judíos, así que
lo que pasaba allí, por razones obvias, nos preocupaba especialmente. Al mismo
tiempo, teníamos una sensación de optimismo local por
las cosas que podríamos hacer aquí.
Hemos
de pensar que hoy día reina una sorprendente
sensación de desesperanza, de que estamos
perdidos, de «no podemos hacer nada». Mucha de
esa desesperanza, creo, tiene que ver con el hecho de que el movimiento sindical y la protesta laboral han sido más
o menos sometidos, si no
aplastados, mientras que entonces estaban vivos,
eran apasionantes, en desarrollo, eran la vanguardia
de todo lo que sucedía, y el centro de la vida
de la gente. Era importante para la gente trabajadora.
Suren Moodliar: Así,
la destrucción de los sindicatos de trabajadores, especialmente en la década de 1980, fue algo terrible.
Antes de eso, participaban
activamente en las empresas. Pero, una vez acallado el movimiento obrero, una de las
cosas que le oí con frecuencia a usted era casi una celebración del
hecho de que haya tantas formas diferentes de resistencia y que florezcan a
menudo en lugares inesperados. Y, sin embargo, parece
que haya falta de coordinación, que falte un mecanismo para volver a asociar a
las personas y que se centren en luchar por los grandes objetivos comunes. ¿Cómo
compararía, digamos, el momento de las décadas de 1930 y 1940 y la
sensación de esperanza
con el periodo actual, en el que no hay un movimiento obrero poderoso, aunque tenemos
otras formas de resistencia…?
Noam Chomsky: Si analizas un poco la historia estadounidense y especialmente la década de 1920, el movimiento obrero
fue reprimido con violencia. Había sido un movimiento bastante vivo, vibrante y activo, pero en realidad casi había
sido destruido. El gran historiador del mundo obrero David Montgomery escribió un libro
titulado The Fall of the House of Labor. Trata de la
década de 1920, cuando resucitó de las cenizas tras ser destruido, lo
que creo que podría volver a suceder. A diferentes condiciones
sociales, diferente tipo de movimiento obrero.
Aquel fue un activismo que tenía su centro en las grandes
industrias, donde una gran cantidad de obreros
trabajaban juntos. Ahora tenemos un tipo
diferente de movimiento obrero. Gente que
trabaja en el sector servicios, trabajadores temporales, un movimiento poco cohesionado. Pero
todavía se puede hacer algo. Es cierto que hoy hay mucho activismo político; si solo cuenta el número de
personas involucradas, es probable que sea mayor que nunca. Mayor que en la década de 1950, mucho mayor. Pero
está atomizado, es reflejo del hecho de que la sociedad está atomizada.
Las personas trabajan alejadas unas de otras.
Charlie: Ha
escrito mucho sobre
neoliberalismo. ¿Cómo se oponen a él los activistas políticos?
Noam Chomsky: Hay muchas fuerzas anti-activismo. Volvamos
a Estados Unidos. La situación a la hora de organizarse para la lucha, aquí no
es tan mala. Si observa las elecciones de 2016, Clinton obtuvo más votos, por lo que hay que explicar
los motivos de la victoria de Trump, pues tiene
que ver con las especiales características del sistema electoral de Estados Unidos, que es bastante conservador, según los
estándares mundiales. Entre la gente más joven, Clinton
obtuvo una importante mayoría. Más importante aún, Sanders
ganó por abrumadora mayoría. Esa es la parte más joven de la población. Eche un
vistazo a los partidarios de Trump. Muchos de
ellos habían votado por Obama. Fueron seducidos
por el lema «Esperanza y cambio». Descubrieron enseguida
que no tenían esperanza y que no hubo cambio. En 2016,
votaron por otra persona que propone la esperanza y el cambio, aunque de otro
tipo (Trump). Quieren un cambio. Tienen razón.
Lo que ha sufrido gran parte de la clase trabajadora,
y de la clase media baja, no es hambruna sino
estancamiento.
Solo para ilustrar,
veamos el detalle más esclarecedor de lo que se aclamó entonces como un milagro
económico antes de que llegara la gran recesión de 2007.
La gente trabajadora, los trabajadores no
cualificados y sin responsabilidades, tenían sueldos
reales inferiores, considerablemente más bajos, a los que tenían en 1979, que fue cuando empezó a imponerse el modelo de
economía neoliberal. El salario mínimo, que
había estado relacionado con la productividad,
se estancó. Es decir, pasó a ser más bajo de lo que debería ser. Si hubiera
continuado como lo hizo durante el periodo de gran
crecimiento, probablemente ahora estaría
alrededor de veinte dólares a la hora. Ahora, se considera revolucionario pedir quince. El salario mínimo es una
base que sirve para establecer otros salarios.
Es una indicación de lo que gran parte de la población
aprecia como estancamiento o declive.
Mientras
tanto, los proyectos neoliberales, también los globalizadores, han sido diseñados para hacer que los
trabajadores compitan entre sí, en todo el mundo mientras
protegen a las élites profesionales. Los médicos filipinos NO pueden ejercer en Estados Unidos. Las élites
profesionales están protegidas. Por supuesto, los llamados acuerdos comerciales son básicamente acuerdos sobre los
derechos de los inversores. No tiene mucho que
ver con el comercio, pero tiene mucho que ver con la protección de las megacorporaciones, como las farmacéuticas.
El aumento de precios debido a los aranceles proteccionistas
que rigen los acuerdos comerciales es una
enorme carga económica para el consumidor. Hace que los precios de los medicamentos sean mucho más altos de lo que deberían
ser en una economía de mercado.
Esto es algo general. No
entraré en los detalles. Forma parte de un sistema definido. No son leyes económicas, son acuerdos políticos y
tomas de decisiones, que han sido bastante perjudiciales
para una gran parte de la población, para la gran mayoría, mejor dicho. También ha erosionado la fuerza
de la democracia,
tanto aquí como en Europa; allí, aún más. Es
natural y está justificado que se exija un cambio, lo que da oportunidades a la
izquierda. Muchas de las personas que votaron por Trump
podrían haber votado por Bernie Sanders.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario