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“Dos estrategias. Algunos
autores habían especulado anteriormente con que los osos polares podrían adaptarse a las temporadas más largas sin
hielo debido al calentamiento
climático actuando como sus parientes los osos
pardos y descansando o comiendo alimentos
terrestres. Los osos polares de este
estudio probaron versiones de ambas estrategias, incluido el ayuno, la reducción de
sus movimientos y
el consumo de bayas y
pájaros. Y siempre con poco éxito. “Ninguna de las estrategias permitirá que
los osos polares existan en la tierra más allá de un cierto período de tiempo. Incluso los que buscaban comida perdieron peso corporal al mismo ritmo que los
que se tumbaron. (Charles Robbins — Investigador de la WSU y coautor del
estudio) “Ninguna de las estrategias permitirá
que los osos polares existan en la tierra más allá de un cierto período de tiempo”, asegura Charles Robbins, coautor del
estudio. “Incluso los osos que buscaban comida perdieron peso corporal al mismo ritmo
que los que se tumbaron”.
“Los
investigadores documentaron una gran
variedad en el gasto de energía de los osos
polares: desde un adulto que descansaba
el 98% del tiempo hasta el más activo que recorrió 330 kilómetros. Tres
osos polares nadaron
largas distancias: uno nadó 175 kilómetros a
través de la bahía. Dos de ellos encontraron cadáveres en el agua,
una beluga y una foca, pero no pudieron alimentarse de sus hallazgos mientras
nadaban ni traerlos de regreso a tierra. Sólo
uno de los 20 osos ganó peso después de tropezar
con un mamífero marino muerto en tierra. “Lo que vimos es que hay una gran variedad en el
comportamiento de los osos”, añade Pagano. “Muchos estaban
descansando y haciendo dieta. Otros eran bastante activos y se alimentaban de restos de caribús, bayas y algas… Pero, independientemente de
la estrategia que siguieran, perdían masa corporal a un ritmo parecido. Esto
subraya que esa comida en tierra no era
suficiente y no había ganancia por acceder a
esos recursos”.
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LOS
OSOS POLARES ESTÁN AL LÍMITE: pierden hasta un kilo al día durante el deshielo.
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Por Antonio Martínez Ron | 15/02/2024 | Ecología social
Fuentes. Revista Rebelión jueves 15 de febrero del 2024.
El seguimiento de 20 osos polares en el Ártico canadiense muestra que el alargamiento del periodo que pasan en tierra les pone en peligro: no consiguen comida suficiente y pierden peso a un ritmo muy alto
Los
osos polares en todo el Ártico
corren el riesgo de morir
de hambre a medida que continúa creciendo el período sin hielo. Durante
décadas, estos animales han sido un símbolo discutido de
la crisis climática, porque algunas poblaciones permanecen estables
y parecen adaptarse a la retirada de hielo en
su hábitat. Pero un nuevo trabajo liderado por
el biólogo Anthony Pagano, de la Universidad
del Estado de Washington (WSU), muestra que este
aumento del tiempo
que pasan en tierra firme
—cuando las focas están fuera de su alcance—
está poniendo su resistencia al límite y corren serio
peligro.
“Dado el hecho de que los osos
polares tienen que pasar cada vez más tiempo en tierra debido al cambio climático, queríamos medir su comportamiento y su dieta, además del gasto
de energía y los cambios
en su masa corporal,
para evaluar cuánta comida
en tierra podrían
obtener y si les beneficiaba o
no”, explica Pagano a elDiario.es.
“Nuestros resultados destacan el hecho de que la
comida en tierra
para la mayoría de las poblaciones no va a ser suficiente”.
En el estudio, que se publica este martes en la revista Nature Communications, Pagano y su equipo detallan el seguimiento de 20 osos polares en el oeste de la Bahía de Hudson, en Canadá. En esta región, el período sin hielo aumentó en tres semanas entre 1979 y 2015, lo que mantuvo a los osos en tierra durante aproximadamente 130 días de media en la última década.
Los
autores han usado rastreadores GPS para
seguir a los animales durante el período libre de hielo marino en el Ártico (agosto a septiembre) entre 2019 y 2022, y no solo han seguido sus movimientos y
calculado su gasto energético diario, sino que pesaron a los osos antes y
después del período de observación. Lo que han
visto es que casi todos
perdieron peso
rápidamente, independientemente de si salían a buscar comida o se quedaban descansando: en promedio,
los animales perdieron
alrededor de 1 kilogramo por día.
Dos estrategias.
Algunos
autores habían especulado anteriormente con que los osos polares podrían adaptarse a las temporadas más largas sin
hielo debido al calentamiento
climático actuando como sus parientes los osos
pardos y descansando o comiendo alimentos
terrestres. Los osos polares de este
estudio probaron versiones de ambas estrategias, incluido el ayuno, la reducción de
sus movimientos y
el consumo de bayas y
pájaros. Y siempre con poco éxito.
Ninguna
de las estrategias permitirá que los osos
polares existan
en la tierra más allá
de un cierto período de tiempo. Incluso los que
buscaban comida perdieron peso corporal al mismo
ritmo que los que se tumbaron. (Charles Robbins — Investigador
de la WSU y coautor del estudio)
“Ninguna de las estrategias permitirá que los osos
polares existan en la tierra más allá de un cierto
período de tiempo”, asegura Charles Robbins, coautor del estudio. “Incluso los
osos que buscaban comida
perdieron peso corporal al mismo ritmo que los que se tumbaron”.
Los
investigadores documentaron una gran
variedad en el gasto de energía de los osos
polares: desde un adulto que descansaba
el 98% del tiempo hasta el más activo que recorrió 330 kilómetros. Tres
osos polares nadaron
largas distancias: uno nadó 175 kilómetros a
través de la bahía. Dos de ellos encontraron cadáveres en el agua,
una beluga y una foca, pero no pudieron alimentarse de sus hallazgos mientras
nadaban ni traerlos de regreso a tierra. Sólo
uno de los 20 osos ganó peso después de tropezar
con un mamífero marino muerto en tierra.
“Lo que vimos es que hay una gran variedad en el comportamiento de los osos”, añade Pagano. “Muchos estaban descansando y haciendo dieta. Otros eran bastante activos y se alimentaban de restos de caribús, bayas y algas… Pero, independientemente de la estrategia que siguieran, perdían masa corporal a un ritmo parecido. Esto subraya que esa comida en tierra no era suficiente y no había ganancia por acceder a esos recursos”.
Oso
polar en tierra en la región occidental de la Bahía de
Hudson David McGeachy
El futuro de la especie
¿Qué
nos dicen estos resultados sobre el futuro de la especie? La gran
preocupación cuando miramos la evolución del cambio climático, señala Pagano, es que
el tiempo que pasan en tierra
firme no deja de
crecer.
“Nuestros modelos indican que este tiempo se
incrementará en torno a diez días por década”,
explica. “Así que con los osos perdiendo un kilo por día, si ya están perdiendo unos 130 kilos por temporada, podríamos hablar de pérdidas de 140, 150 kilos y más”. Y son los ejemplares más jóvenes y las crías los que están mayor
riesgo de morir de hambre, porque
los adultos pueden acumular mucha grasa mientras
están en el hielo y pueden sobrevivir por un periodo muy largo de tiempo.
El
tiempo en tierra aumenta en todo el Ártico,
será un problema de cuánta grasa pueden acumular
y cuánto tiempo permanecen en ella (Anthony Pagano — Investigador de la WSU y autor
principal del estudio)
“La población en esta zona estará especialmente en riesgo”, resume el autor
principal. “Como cada vez vemos que el tiempo en tierra aumenta en todo el Ártico, será un problema cuánta
grasa puedan acumular los osos antes de
llegar a tierra y
cuánto tiempo permanecen en ella”. Este trabajo lo que indica
es que la comida en
tierra para la mayoría de las poblaciones no va a ser suficiente. Dicho
esto, advierte Pagano, el Ártico es muy extenso
y los osos polares están distribuidos en 19 subpoblaciones y están respondiendo
el cambio climático
de diferentes maneras. Y, al aumentar la temperatura,
en algunas regiones quizá remonte la disponibilidad de otro tipo de alimento.
Juan
Ignacio Pérez Iglesias, catedrático de la Universidad
del País Vasco (UPV-EHU) y experto en fisiología animal, considera que es interesante la
gran variación que han observado los autores entre
los osos que buscan comida
y los que descansan.
“Curiosamente, de una u otra forma, salvo que tengan suerte, no les va bien”, señala. “Por eso, porque siempre van a perder peso en tierra, el
calentamiento del Ártico
les perjudicará”. Sin embargo, no cree que el riesgo mayor sea morirse de hambre, al
menos no al principio. “El riesgo está en dejar de
reproducirse”, apunta. “Cuando el balance energético se hace negativo (a veces
solo con que ese balance empeore), las hembras, sobre todo las de especies de gran tamaño, dejan de ovular. Esa es la clave”.
Una de las
imágenes captadas por los collares con cámara de los osos polares del
estudio USGS
Andrés Ordiz,
investigador de la Universidad de León y miembro
del “grupo de expertos en osos” de la UICN, cree que 19 de los 20
osos haya perdido peso es un resultado claro. “Lo
más grave que puede suceder al perder peso es que afecte a las tasas de supervivencia y reproducción de los osos”, señala.
“Que pierdan un kilo al día,
por así decirlo, en unos días puede no parecer grave,
pero el problema es que el periodo en tierra, al
perderse el hielo, cada vez es más largo y por
tanto el problema irá en aumento”.
Los
recursos que encuentran en tierra
no consiguen cubrir sus necesidades; las reservas de
grasa de una foca no son lo mismo que comer arándanos (Alejandra Zarzo — Ecóloga
del MCNC-CSIC experta en carnívoros terrestres)
“Aunque no se menciona en el trabajo”,
advierte Alejandra Zarzo,
ecóloga del MCNC-CSIC experta en carnívoros
terrestres, “hay que tener en cuenta los
conflictos con las poblaciones humanas que generará la escasez de alimento en esos meses”. Es especialista coincide en
que el problema más grave que afecta los osos polares también será la reproducción, porque si las hembras no tienen
suficientes recursos la natalidad va a caer en picado. “Lo
importante es que los recursos que encuentran en tierra no consiguen
cubrir sus necesidades; las reservas de grasa de una foca no son lo mismo que comer arándanos”, sentencia.
¿Volverán a
ser un buen símbolo del cambio climático ahora
que sabemos estos nuevos datos? A juicio de Zarzo,
sí, porque, aunque los datos recopilados son de un grupo pequeño de individuos,
la tendencia es clara.
“Lo
que sabemos es que estas poblaciones de osos polares ya
han caído un 30% y lo que esperamos es que sigan
cayendo en el
futuro”, concluye Pagano. “Ningún modelo dice
que se extinguirán por completo, pero muchos dicen que se verán muy mermados
para finales de este siglo”.
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