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“Señor Presidente, Cuba no ha
cesado de promover la paz. Prueba
de ello es que, en 2022,
Gustavo Petro, el nuevo Presidente de Colombia, anunció que la solicitud de
extradición de los dirigentes del ELN
sería retirada como parte de su iniciativa
de “paz total”. La Habana, por su parte, aceptó ser de nuevo anfitrión y garante de las
conversaciones de paz entre Bogotá y el
ELN. Como usted sabe, gracias a la intermediación de Cuba, el 9 de junio de 2023, en La Habana, el presidente Gustavo Petro y
Antonio García, comandante guerrillero
del ELN, se estrecharon la mano en una reunión donde se acordó, por primera
vez, un punto de la agenda pactada y un cese
el fuego bilateral que constituye un paso histórico hacia el silencio de las armas y la paz definitiva en Colombia. Este cese
el fuego, por cierto, se renovó en La Habana seis
meses después, tras cruciales gestiones del Gobierno cubano. Meses después, Cuba acogió una nueva propuesta del Gobierno de Colombia de ser garante y sede alternativa de
otro proceso de paz, esta vez con el grupo
armado rebelde Segunda Marquetalia.
“Señor Presidente, Cuba no sólo es un promotor de la paz
sino que, como ningún otro país del
mundo, promueve la salud. En el
curso de los últimos veinte años, La
Habana ha enviado a más de 600.000
profesionales y técnicos sanitarios a unos 165 países. Lo cual ha significado aliviar el sufrimiento de muchos enfermos y salvarles la vida a millones de personas a través del mundo. “Señor Presidente, Cuba no sólo es promotor
de paz y de salud sino que, como ningún otro país, promueve también la educación, como lo ha reconocido
ampliamente la propia UNESCO. Miles de maestros y de profesores cubanos
han intervenido en decenas de países para combatir el analfabetismo e impulsar la escolarización de millones de niñas y niños. Eso es lo contrario
mismo de "promover el
terrorismo"... “Señor Presidente, en 2021,
poco después de que usted se instalara en la Casa Blanca, varios altos funcionarios de su Administración prometieron que revisarían la inclusión de Cuba en la lista SSOT. En octubre
de 2022, su propio Secretario de
Estado, Anthony Blinken, reiteró esa promesa. En 2023, cuarenta y seis Congresistas, muchos de ellos demócratas, le enviaron a usted una
carta pidiéndole que se cumpliese esa promesa. En junio de 2024, durante el 56 período de sesiones del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, en una
declaración conjunta, nada menos que 123
países le exigieron lo mismo a su
Gobierno. Pero, a pesar de las
promesas y de tan importantes solicitaciones, usted
sigue sin
hacer nada para acabar con esa escandalosa injusticia.
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Carta abierta de Ignacio Ramonet al presidente Joe
Biden.
"SAQUE
A CUBA DE LA LISTA DE PATROCINADORES DEL TERRORISMO"
*****
Por Ignacio
Ramonet. Periodista e Intelectual Francés.
Fuentes.
Página /12 domingo 8 de septiembre del 2024.
Señor Presidente Joe Biden.
Su
mandato presidencial se termina dentro de pocos meses. Me
permito escribirle, con todo respeto, en
nombre de un número importante de personas, movimientos sociales, sindicatos,
asociaciones humanitarias y organizaciones no gubernamentales a través del
mundo que firman conmigo esta carta
y que esperan un gesto de usted para reparar una profunda injusticia cometida el 12 de enero de 2021 por su
predecesor, Donald Trump,
cuando, a unas semanas de abandonar la
Casa Blanca, decidió -sin bases legales reales- reinscribir a Cuba en la infame lista de Estados patrocinadores del
terrorismo (lista SSOT, por sus iniciales en inglés).
Señor
Presidente, como usted sabe, esa lista SSOT es un mecanismo de política
exterior concebido por la Secretaría de Estado (Cancillería) de Estados Unidos
para sancionar a aquellos países que "prestan apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional”.
Señor Presidente, en un acto de justicia y de lucidez política, la Administración del presidente Barack Obama, de la cual usted formaba parte, había retirado a Cuba de esa deshonrosa lista en 2015. Lo cual representó un paso muy positivo para forjar, por fin, una relación más constructiva con La Habana. Durante el Gobierno de Barack Obama, siendo usted Vice-Presidente de los Estados Unidos, se pudo en efecto avanzar hacia una normalización de las relaciones diplomáticas entre dos vecinos con sistemas políticos diferentes pero dispuestos a entenderse en base al respeto mutuo.
Señor
Presidente, usted no desconoce que Cuba siempre ha denunciado y combatido el terrorismo. Jamás lo ha
alentado o patrocinado. Nunca lo ha practicado. Desde hace 65 años, a pesar de las tensiones que han podido existir
entre Estados Unidos y Cuba, no se
puede citar un solo caso de acción violenta ocurrida en territorio
estadounidense que haya sido apadrinado, directa o indirectamente, por La Habana. ¡Ni un solo caso! En cambio,
Cuba ha sido uno de los países más atacados por organizaciones terroristas.
Más de 3 500 ciudadanas y ciudadanos cubanos han muerto en atentados cometidos
por grupos terroristas financiados,
armados y entrenados por organizaciones violentas basadas, en su mayoría, en Estados Unidos. O sea, que es el
mundo al revés. Y usted lo sabe.
Señor
Presidente, tampoco ignora usted que al haber incluido
-injustamente- a Cuba en esa lista SSOT,
se le aplican a este país y a toda su inocente población, numerosas y
dolorosas medidas coercitivas unilaterales. Las consecuencias más atroces se
derivan del riesgo asociado a cualquier tipo de ayuda humanitaria, negocio, inversión y comercio que implique a Cuba y, por extensión, a sus ciudadanos. Por ejemplo, a los cubanos con ciudadanía extranjera que
reúnen los requisitos para una exención del Sistema Electrónico de Autorización
de Viaje (ESTA, por sus siglas en
inglés) para viajar a Estados Unidos, se les ha denegado esa exención. A los cubanos residentes en la Unión
Europea se les han cerrado cuentas bancarias ya que, por estar su país en
la lista SSOT, ellos se convierten
automáticamente en “clientes de alto riesgo”. A muchos grupos
religiosos se les han congelado los
fondos y bloqueado los envíos de ayuda humanitaria a la isla. Las personas
que intentan hacer una transferencia de dinero
por PayPal o Wise a familiares en Cuba
pueden ver sus fondos congelados y sus cuentas bloqueadas. La mayoría de los bancos se
niegan a procesar pagos cubanos y han congelado incluso las sumas de dinero
destinadas a actividades humanitarias. La
presencia de Cuba en esa lista SSOT limita, para los particulares, la
apertura de cuentas bancarias en el
extranjero, el uso de instrumentos para cobros y pagos internacionales, el acceso a la banca digital, la contratación de servidores y servicios online y
mil impedimentos más.
Ignacio Ramonet.
***
Señor
Presidente, la inclusión de Cuba en esa lista SSOT
provoca, además, que los viajeros
extranjeros de países incluidos en el ESTA que desean visitar Cuba tengan que solicitar un visado especial en el Consulado General de la Embajada de EEUU
en su país de origen. Esta política,
implementada por su Administración, tiene un impacto nefasto en la industria turística de Cuba, un sector
de decisiva importancia para la frágil
economía de la isla.
Señor
Presidente, como usted sabe, todo esto viene a añadirse a las
terribles consecuencias del cruel e
ilegal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba que el
Gobierno de su país mantiene desde hace más de 60 años -desconociendo la clara posición de la Comunidad internacional y las sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
-, con el objetivo de generar una situación de carencias y descontento en la
población que conduzca a protestas
contra las autoridades cubanas.
Señor
Presidente, semejante diseño agresivo, causante de tanto dolor y tanto calvario en la inocente población civil
de Cuba, ha alcanzado este último decenio - como pudo constatarlo su propia
esposa Jill Biden durante su recorrido
por la isla en octubre de 2016-
dimensiones de castigo inhumanas. El pueblo cubano carece de acceso a muchos
bienes y recursos básicos: medicinas,
alimentos, materiales de construcción, fertilizantes, energía, maquinaria
industrial, piezas de recambio que no se pueden importar por figurar Cuba en
esa lista. La ola migratoria
actual de expatriados cubanos hacia
Estados Unidos, inédita en su magnitud, es quizás el ejemplo más
ilustrativo del impacto devastador y el
sufrimiento provocado por las medidas extremas y brutales contra la economía cubana derivadas tanto del
criminal bloqueo como de la injusta inclusión de Cuba en la infame lista SSOT.
Señor
Presidente, tampoco ignora usted que, en mayo de 2024, el
Departamento de Estado tomó la decisión de retirar a Cuba de la lista de "Estados que no cooperan en la lucha contra el
terrorismo". Una decisión. A pesar de ello y de manera
contradictoria, acertada y justa incongruente, confusa e injustificable,
su Administración insiste en mantener a
Cuba en la lista SSOT, la de los Estados patrocinadores del
terrorismo. ¿Cómo es posible
afirmar, al mismo tiempo, que Cuba sí coopera en la lucha mundial contra el
terrorismo, y a la vez acusar a La
Habana de patrocinar abiertamente
el terrorismo? La mejor manera de clarificar esa contradicción, es sacar a Cuba, de inmediato, de la
lista SSOT.
Señor
Presidente, Cuba no es
un patrocinador del terrorismo. Al contrario, Cuba es un patrocinador de la paz. Y usted lo sabe. Porque sin duda
recuerda que, siendo usted
Vice-Presidente de Estados Unidos,
en 2016, se firmaron en La Habana
los Acuerdos de Paz entre el Estado de Colombia y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias Colombianas (FARC), en ese momento consideradas como "organización terrorista", que pusieron fin a más de medio siglo de guerra y de matanzas,
y que incluso le valieron al Presidente
colombiano Juan Manuel Santos el Premio Nobel de la Paz. Eso no hubiera
sido posible sin la activa participación
diplomática del Gobierno cubano
Señor Presidente, esa pacificación fue tan impactante que, a partir de 2018, el Gobierno colombiano del Presidente Juan Manuel Santos solicitó a Cuba ser sede de un proceso de conversaciones con dirigentes de otra organización armada, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras la decisión de Ecuador de renunciar a ser sede. Como usted recuerda, estas conversaciones con el ELN se paralizaron tras un odioso atentado cometido en Bogotá en 2019 con coche bomba que arrasó una academia de policía causando numerosas víctimas y cuya autoría reivindicó el ELN.
Señor
Presidente, a raíz de esa tragedia, el Gobierno de Iván Duque solicitó la
extradición a Colombia de los dirigentes del ELN
que, protegidos por un estatuto diplomático especial, se hallaban en Cuba para las negociaciones de paz. La Habana no pudo acceder a esa
solicitud. En efecto, los acuerdos diplomáticos internacionales no lo permiten
ya que la extradición violaría los
protocolos establecidos como garante
de las conversaciones de paz entre el
ELN y el gobierno colombiano. Noruega, otro país garante clave de esas
conversaciones de paz, se mostró
totalmente de acuerdo con la posición de La Habana así como la gran mayoría de los Gobiernos. Sin embargo,
ese legítimo rechazo de La Habana
fue el pretexto esgrimido por su predecesor
Donald Trump, en enero de 2021,
para volver a incluir a Cuba en la
abominable lista SSOT.
Señor
Presidente, Cuba no ha cesado de promover la paz.
Prueba de ello es que, en 2022, Gustavo
Petro, el nuevo Presidente de Colombia,
anunció que la solicitud de extradición de los dirigentes del ELN sería retirada como parte de su iniciativa de “paz total”. La
Habana, por su parte, aceptó ser de nuevo
anfitrión y garante de las conversaciones de paz entre Bogotá y el ELN. Como usted sabe, gracias a la intermediación de Cuba, el 9 de junio de 2023, en La Habana, el presidente Gustavo Petro y
Antonio García, comandante guerrillero
del ELN, se estrecharon la mano en una reunión donde se acordó, por primera
vez, un punto de la agenda pactada y un cese
el fuego bilateral que constituye un paso histórico hacia el silencio de las armas y la paz definitiva en Colombia. Este cese
el fuego, por cierto, se renovó en La
Habana seis meses después, tras cruciales gestiones del Gobierno cubano.
Meses después, Cuba acogió una nueva
propuesta del Gobierno de Colombia
de ser garante y sede
alternativa de otro proceso de paz, esta vez con el grupo armado rebelde Segunda Marquetalia.
Señor
Presidente, Cuba no
sólo es un promotor de la paz sino que, como ningún otro país del mundo, promueve la
salud. En el curso de los últimos
veinte años, La Habana ha enviado a más de 600.000 profesionales y técnicos sanitarios a unos 165 países. Lo cual ha significado
aliviar el sufrimiento de muchos
enfermos y salvarles la vida a
millones de personas a través del
mundo.
Señor Presidente, Cuba no sólo es promotor de paz y de salud sino que, como ningún otro país, promueve también la educación, como lo ha reconocido ampliamente la propia UNESCO. Miles de maestros y de profesores cubanos han intervenido en decenas de países para combatir el analfabetismo e impulsar la escolarización de millones de niñas y niños. Eso es lo contrario mismo de "promover el terrorismo"...
Señor
Presidente, en 2021, poco después de que usted se instalara en
la Casa Blanca, varios altos
funcionarios de su Administración
prometieron que revisarían la inclusión
de Cuba en la lista SSOT. En octubre
de 2022, su propio Secretario de
Estado, Anthony Blinken, reiteró esa promesa. En 2023, cuarenta y seis Congresistas, muchos de ellos demócratas, le enviaron a usted una
carta pidiéndole que se cumpliese esa promesa. En junio de 2024, durante el 56 período de sesiones del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, en una declaración conjunta, nada menos que 123 países le exigieron lo mismo a su Gobierno. Pero, a pesar de las
promesas y de tan importantes solicitaciones, usted sigue sin hacer nada para acabar con esa escandalosa injusticia.
Señor
Presidente, esa situación se tiene que terminar.
Usted lo sabe. No hay ni un sólo argumento
válido y razonable para acusar a Cuba
y mantener a su población bajo un castigo
colectivo ilegal e inhumano.
Usted tiene autoridad para, antes de abandonar
la Casa Blanca, corregir tan cruel absurdo y sacar a Cuba de la lista
SSOT. ¡Hágalo ya!
Con
la esperanza de que sepa usted, Señor Presidente,
estar a la altura de este momento
histórico y atienda este pedido, se despide respetuosamente de usted,
Ignacio Ramonet.
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