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“Las kallankastan difundidas en
el territorio inca por las variadas funciones que cumplían, eran edificios cuadrangulares de planta
alargada, con múltiples puertas y ventanas, se ubicaron en diferentes
sitios del reino. Asimismo, las ventanas (toko), como en el
templo del Sol en el Cusco y en las ventanas del templo de las tres
ventanas en Machu Pichu, tienen forma trapezoidal, lo mismo sucede
con los nichos y las puertas a las ciudadelas, como el Intipungo
(Puerta del Sol), en Ollantaytambo. Quizás las dos formas, el cuadrado
y el trapecio, se consideraban con idénticas características y cualidades y
podían adquirir el mismo significado. En Willkahuaman, provincia de Ayacucho,
hay los vestigios de una construcción hecha de piedra y en forma de pirámide
escalonada, ahora en estado de deterioro, que tiene en su remate un
trono con doble asiento, cada uno de forma ccubica, aquí
posiblemente se sentaba el Inca con su Coya y por lo visto, a
más del significado sagrado convencional del cuadrado, tenía al mismo tiempo
el de fertilidad, muy importante para los incas puesto que garantizaba la estabilidad
en el poder, la sucesión, y la legitimidad divina a gobernar el
Tahuantinsuyo.
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Fuentes: Rebelión - Imagen: Templo de las tres ventanas en Machu Picchu, Perú.LA ARQUITECTURA INCA-QUECHUA Y EL MITO.
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Por Ileana Almeida | 01/11/2025 | Cultura
Fuente. Revista Rebelión sábado 1 de noviembre del 2025.
“La época de las
primeras civilizaciones” es un hito cualitativo en la evolución de la
sociedad, y está estrechamente ligada con el desarrollo de las
relaciones de clases sociales y el devenir del Estado. Los rasgos
más visibles de la época son el surgimiento de la ciudad, la arquitectura
monumental y la escritura.» (Vadin Masson, 1987)
Coincidiendo con estas determinaciones
históricas, en la época
de Pachacútec Inca Yupanqui, el pequeño curacazgo del Cusco se convirtió
en una gran unidad política que centralizaba las cuatro grandes regiones unidas
(Tahuantinsuyu). Con la apropiación de la tierra por la clase
dominante, comenzó la explotación de la gran masa de la población del
campo, se evidenciaron las clases sociales, y surgió el Estado.
Pachacútec, fundador de la ciudad del
Cusco, mandó
despoblar la aldea de barro que existía anteriormente, y con la libertad
que esta acción le daba, planificó una ciudad que simbolizó el
poderío real incaico. Muchas investigaciones lo señalan así mismo,
cómo al inca que ordenó construir las impresionantes ciudadelas de
Machu Pichu, Choquequiarau, Ollantay Tambo. Ya durante el gobierno
de Wayna Capac, se comenzó a construir Inga Pirca, en la actual
provincia de Cañar, situada en el actual Ecuador y considerada
uno de los mejores templos incaicos.
Ingapirca, construcción incásica,
posiblemente un observatorio astronómico en la provincia de Cañar, Ecuador.
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La arquitectura de los incas
ha sido estudiada desde varios aspectos: formas originales, principios
constructivos, funciones sociales, identidad con el entorno, características
estéticas, más, poco se ha investigado el estrecho vínculo
con el mito que se integra a la arquitectura y le da sentido. La estrecha
relación entre los lenguajes del mito y la arquitectura se
evidencia tanto en la génesis del espacio habitado, como en las
particularidades del lenguaje arquitectónico.
En la arquitectura del Tahuantinsuyo al igual que en otras primeras civilizaciones
como la de Sumeria, Egipto y las de Meso y Sudamérica la relación de
la arquitectura y el mito alcanza un carácter total. En ellas, la
creación responde a una estricta codificación de símbolos
geométricos que refleja la visión mito-poética de aquella época, es
decir, en una forma de conocimiento basada en la imaginación,
y en imágenes ontológicas estéticas. Por lo visto, los mitos
se expresaron inicialmente en lenguaje verbal, pero la arquitectura,
como lenguaje espacial, asimismo fue capaz de transmitir
adecuadamente los contenidos cósmicos. (Iuri Lotman. 1996).
Las figuras y los cuerpos geométricos se utilizaron con frecuencia
en el campo mitológico, inspiraron la creatividad
cultural. El código geométrico servía como medio para crear esquemas
que subrayaran la unidad del universo, orientaba, idealizaba y
unificaba los objetos de la realidad. Los signos geométricos describían
la estructura del cosmos en los planos espacial y temporal y
lo reflejaban encarnándolo en el universo, el país,
la ciudad, la aldea, el palacio, el templo, el sepulcro.
(Shchutski, IU. K. 2002.
El rol del mito en la arquitectura se entiende, sobre todo, a
partir del uso de los dos símbolos geométricos fundamentales: el
círculo y el cuadrado que conectaban con el universo, lo trascendente
y vinculaban con lo divino. El círculo- y sus
variantes, como la elipse – es uno de los elementos más
utilizados en el simbolismo arquitectónico. El círculo con
todos los puntos de la circunferencia orientados de modo equidistante hacia el
centro expresa la idea de lo limitado y lo no limitado, a la
vez. De otra parte, el movimiento circular diario y anual del
sol unifica el carácter cíclico del tiempo y el espacio lo que a partir
del Neolítico se reflejó en la estructura de
construcciones megalíticas que cumplían el papel de observatorios
astronómicos. Era muy frecuente representar el cosmos con la
forma de círculo o esfera y asimilar estas formas a la deidad
suprema -el Sol- no solo por su apariencia, sino por el carácter
circular de sus movimientos en el curso de los días y los años. El
movimiento anual del sol (en realidad de la Tierra alrededor del astro)
en relación con el eje del mundo conforma un espacio circular en el plano
horizontal, mientras que el movimiento circular diario (en
realidad de la Tierra alrededor del sol define la superficie
vertical del eje. (Bokbrinski A. A. 2002).
Volviendo a las construcciones incas, citaremos en primer lugar, el templo
del Sol (Cori Cancha), en el Cusco. Se conserva hasta hoy parte del muro
semicircular que rodeaba el edificio. La grandeza del imperio, y la
adoración al sol se plasman en esta obra que tiene como idea el
círculo. Según el cronista Garcilaso de la Vega el semicírculo
del Cori Cancha “era el sitio de mayor significado del templo al Sol”.
Según el cronista Garcilaso de la Vega el semicírculo del Cori Cancha “era el sitio de mayor significado del templo al Sol”.
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Debemos citar asimismo la construcción
semi circular del
templo del Sol en Machu Picchu. Servía para rendir culto a Inti (el
Sol), y observar el carácter circular del astro y su
movimiento en los solsticios y equinoccios. Estaba construido
con bloques de piedra pulida, por una de sus ventanas entraba la luz
solar e iluminaba el altar interior, lo que indica el
conocimiento preciso del movimiento solar.
Otro de los ejemplos de la
circularidad arquitectónica
inca es el gran templo del Sol (Inga Pirca) en la
provincia del Cañar, Ecuador, el terraplén superior tiene planta
ovalada oblonga y alude al movimiento solar. Aquí “se mueve el
Sol en forma circular durante el año”, típica idea mito- poética de los incas.
En la parte superior del terraplén se ubica una habitación de dos
espacios sin comunicación entre ellos, pues los
separa un muro medianero. En los solsticios- 21 de junio y 21
de diciembre-los rayos del sol penetran por la única
puerta, se alinean con la jamba formando un camino de luz e
iluminan la parte oriental, adornada con nichos que contenían
objetos de oro que relucían y aumentaban el resplandor solar.
En cambio, durante los equinoccios del 21 de marzo y el 21 de septiembre,
los rayos solares entran por la misma y única puerta, pero iluminan
la pared occidental también adornada con hornacinas con figuras de
oro que producían un gran resplandor. La divinidad había
completado su camino en forma oval, es decir circular.
Pasemos ahora al cuadrado y sus
variantes, el rectángulo
y el trapecio, otro de los difundidos símbolos mito-poéticos.
Las ideas con las que se relaciona el cuadrado son el cuatro, lo absoluto,
la rectitud, la sabiduría, la tierra. (Ivanov V. V. y
Toporov V.N. 2002) En la época del Tahuantinsuyo, el cuadrado y sus
derivados significaban lo sagrado, el cosmos, el honor, la totalidad,
la tierra, la fertilidad.
Igualmente, el número cuatro estaba
vinculado con la idea
que dimana del cuadrado. El cuadrado sirvió como modelo
a muchas construcciones cultuales. El esquema cuadrangular
clasifica las oposiciones duales que describen el mundo (alto-bajo),
(derecho-izquierdo), etc. y expresa la imagen
idealmente estable, de la totalidad estática, que reúne en sí
los parámetros del cosmos. Ivanov V.V. y Toporov. V. N. 2002.
op.cit.
El código mitopoético del cuadrado (cuadrángulo) determinó la
forma de la traza urbana y de la arquitectura inca, mostrando
de esta manera la veneración por la forma cuadrada y sus variantes,
el rectángulo y el trapecio.
En las edificaciones incas el cuadrado es reemplazado por el trapecio
en las ventanas y puertas. Las dos figuras geométricas comparten
las mismas características: son cuadriláteros, tienen cuatro
vértices y la suma de sus ángulos es siempre constante. La forma
de las ventanas y las puertas trapezoidales cumplían la función
de dar mayor estabilidad a la construcción, sin embargo, respondían
al pensamiento mitopoético del modelo del mundo.
Se observa en el Cusco y en otras edificaciones incas
el estilo de construcción de forma cuadrangular, rectangular y
trapezoidal: las plazas como la Huacaypata y Cusipata,
centros de la vida cultural incásica, tenían formas tetrágonas.
Los templos, tal como el Coricancha
(principal templo del Sol cusqueño) presentaba seis recintos
rectangulares alrededor del patio.
En Mach Pichu, las terrazas responden a patrones rectangulares
alargados, la relación con el cuadrado se evidencia,
sobre todo, en la Plaza Sagrada, área central con un patio
rodeado de construcciones.
La forma rectangular se repite constantemente en Choquequirao, valle del río Apurímac, sus edificaciones y plataformas ostentan formas cuadrangulares. Tanto en MACHUPICCHU como en Choquequirao, ejemplos tomados aquí, la arquitectura inca-quechua se adapta a la montaña, pero en la integración, se guarda la forma geométrica cuadrangular en muchos elementos y continúa modelizando el universo, reproduciendo la estructura global del mundo.
Terraza de Choquequirao.
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El templo de Wiracocha (Raqchi) en San
Pedro de Cacha, tenía dos pisos, cuatro naves
y planta rectangular.
Los palacios de los soberanos y las construcciones
administrativas respondían a la configuración de canchas,
recintos amurallados con construcciones individuales guardando
a su interior y exterior la estructura del cuadrado
o cuadrángulo. El propio templo del Sol, Coricancha, era en
su diseño estructural una cancha.
Inclusive, Sacsayhuamán,
templo singular del Cusco, muestra en la diversidad y enormidad del espacio
y las dimensiones de las piedras, el deseo de no apartarse de las formas
cuadriláteras. Aún hoy, las piedras con las que se
hicieron los muros exteriores de las canchas y templos
ostentan la figura geométrica del cuadrado para significar
un poder que venía de la divinidad solar.
En algunas murallas del Cusco hasta hoy se conservan los
sillares colocados en líneas rectas, y que una y otra vez, hacen
referencia al papel especial del cuadrado, se los ve en
la construcción de edificios de especial significado como la
Acllahuasi, hoy Callejón de Loreto.
Centros
religiosos-administrativos, tal como Ollantaytambo presentaba
formas cuadradas o rectangulares en la planificación del
poblado, en las canchas de vivienda y, en la plaza mayor
Mañayrakay.
Los torreones, como
Sacllamanca en la fortaleza-templo de Sacsayhuamán, tenía
planta cuadrangular.
Las kallankastan difundidas en el territorio inca
por las variadas funciones que cumplían, eran edificios
cuadrangulares de planta alargada, con múltiples puertas y ventanas,
se ubicaron en diferentes sitios del reino.
Asimismo, las ventanas (toko), como en el templo
del Sol en el Cusco y en las ventanas del templo de las tres
ventanas en Machu Pichu, tienen forma trapezoidal, lo mismo
sucede con los nichos y las puertas a las ciudadelas, como el Intipungo
(Puerta del Sol), en Ollantaytambo. Quizás las dos formas,
el cuadrado y el trapecio, se consideraban con idénticas características
y cualidades y podían adquirir el mismo significado.
En Willkahuaman, provincia de Ayacucho, hay los vestigios de una construcción
hecha de piedra y en forma de pirámide escalonada, ahora en estado
de deterioro, que tiene en su remate un trono con doble asiento, cada
uno de forma ccubica, aquí posiblemente se sentaba el Inca
con su Coya y por lo visto, a más del significado sagrado
convencional del cuadrado, tenía al mismo tiempo el de fertilidad,
muy importante para los incas puesto que garantizaba la estabilidad
en el poder, la sucesión, y la legitimidad divina a gobernar
el Tahuantinsuyo.
Pasando al Ecuador, se
sabe que Tupac Inca Yupanqui, estuvo en Cacha y Colta, esto
se comprueba con los topónimos y onomásticos que quedaron en
la zona. En Colta, provincia de Chimborazo en Ecuador,
también se construyeron las canchasde modelo y forma cusqueños.
Volviendo a las
figuras geométricas, el cuadrado fue entre los incas un símbolo
mito- poético constante en las manifestaciones cultuales: lo vemos en
los tucapus (conjunto de diseños polícromos cuadrados, usados por
la élite inca) en los vestidos de los soberanos, en los queros (vasos
rituales), en la orfebrería, expresando al igual que la arquitectura, la
comprensión del cosmos.
Las figuras geométricas como el círculo y el cuadrado
entre los incas-quechuas quechuas, como hemos visto, describían
la estructura del cosmos y creaban espacios rituales, devinieron
formas artísticas que simbolizaron un mundo único y trascendente.
Bibliografía
consultada
-Gasparini G. y Margolies
L. Arquitectura Inka. Centro
de Investigaciones Históricas y Estéticas. Facultad de Arquitectura y
Urbanismo. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1977
-Ivanov V.V. y Toporov V.N. Investigaciones
en el campo de las antigüedades eslavas. En Árbol del Mundo
-Espinoza Soriano W. Los
Incas (Economía, Sociedad y Estado). Ediciones Inkamaru, La Paz,
Bolivia .2012
– Mason V. La época de las Primeras
Civilizaciones. Revista Ciencias Sociales 1978. Academias de Ciencias
de la URSS, Moscú –
Valcárcel, L. E. Historia del Perú Antiguo,
Tomo II. Editorial Juan Mejía Baca. Lima Perú
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