“GRECIA. UNA APUESTA GANADA.-Los mismos medios que vieron a Alexis Tsipras como
el diablo que sacaría a Grecia de la Zona Euro y daría marcha atrás a las
privatizaciones hoy lo describen como el niño mimado de la Unión Europea, tras haber acordado las draconianas condiciones de
los prestamistas a cambio de un tercer rescate. El líder de Syriza no es ni lo
uno ni lo otro. Se lo podría definir como un político de las apuestas: apostó
por ser el rostro del cambio político frente a los partidos tradicionales
responsabilizados por la crisis económica que atraviesa Atenas desde 2009. Tras
su llegada al gobierno, ocho meses atrás, Tsipras
buscó lograr la mejor negociación posible sin salirse del euro y, al no
conseguirla, apostó por la vía del referéndum para que fuera el pueblo griego
el que decidiera el “No” a las recetas del ajuste. Y el pueblo lo respaldó”.
“Cuando todo el mundo creía
que el triunfo del “No” era suficiente para relegitimar al líder de Syriza en
su afán de no ceder a las exigencias de la Comisión
Europea, el FMI y el Banco Central Europeo, el gobierno cedió ante las
duras exigencias de Alemania. Criticado por haber hecho concesiones impensadas
para un líder de la izquierda, Tsipras
jugó su última carta: el 19 de agosto renunció y llamó a elecciones
anticipadas, prometiendo que tratará de proteger a los más vulnerables al
aplicar los ajustes fiscales, las reformas y las privatizaciones. Una parte de Syriza, liderada por el ex
ministro de Energía Panayotis Lafazanis, se rebeló y creó un nuevo partido,
Unidad Popular, abiertamente anti-austeridad
y que plantea la salida de Grecia de la Eurozona. El ex ministro de Finanzas Yanis Varufakis votó por esa
formación, que ayer no logró ingresar al Parlamento –otra muestra de que una
mayoría no quiere volver al dracma–.
Las elecciones se
realizaron semanas antes de que Atenas adopte
un nuevo paquete de medidas dolorosas que forman parte del tercer rescate.
Inmediatamente tras la constitución del nuevo legislativo, los diputados deberán aprobar 31 medidas –que incluyen subas de
impuestos y recortes de jubilaciones–, que los acreedores impusieron como requisito
para desbloquear un tramo de 3 mil
millones de euros de los 86 mil millones previstos durante tres años, así
como el inicio de la negociación para la reestructuración de la deuda.
La
baja del porcentaje de participación de casi diez puntos
pone de relieve la apatía de un sector del electorado ante el giro dado por Tsipras. Con un 26 por ciento de desocupación, muchos
pobres no creen que los comicios resuelvan sus problemas. Aun así, el líder de Syriza logró una clara
victoria personal prometiendo que suavizará la aplicación del ajuste. Tsipras encabezará
un nuevo gobierno no exento de jugadas arriesgadas. Mercedes López San Miguel. Página /12.
/////
“Esta lucha la continuaremos
durante cuatro años”, dijo el dirigente, de 41 años, ante sus seguidores.
GRECIA VUELVE
A CONFIAR EN TSIPRAS.
El Líder de Syriza
tendrá que aplicar el Tercer Rescate acordado con los prestamistas.
*****
El
partido izquierdista Syriza ganó con más de siete puntos a Nueva Democracia, de
Evangelos Meimarakis. Tsipras repetirá la coalición de gobierno con Griegos
Independientes, un partido de derecha.
Página /12 lunes 21 de septiembre del
2015.
Alexis Tsipras recuperó el impulso político perdido tras la firma del
tercer rescate financiero de Grecia. Con el 63,5 por ciento de los votos
escrutados, el partido izquierdista Syriza, encabezado por el ex primer
ministro, ganó con más de siete puntos (35,4 por ciento frente a 28,3 por
ciento) a Nueva Democracia, de Evangelos Meimarakis, su gran rival, quien
reconoció su derrota y felicitó a Tsipras. Los comicios, que estuvieron
marcados por una participación del 55 por ciento (ocho puntos por debajo de lo
que se registró en la elección de enero), estuvieron marcados por la abstención
en torno al 44 por ciento. En un discurso ante cientos de simpatizantes en el
centro de Atenas, Tsipras anunció que repetirá la coalición de gobierno con
Griegos Independientes, formación de la derecha soberanista liderada por Panos
Kammenos, quien fuera su ministro de Defensa entre enero y agosto de este año.
La
suma de ambas fuerzas contará en el Parlamento con 155 diputados (145 de Syriza
y 10 de Griegos Independientes), de un total de 300 escaños, superando así la
mayoría de 151 diputados necesaria para gobernar.
Antes
de fundirse en un abrazo con el propio Kammenos, que subió al estrado para
acompañarlo, Tsipras dijo: “Quiero dar las gracias encarecidamente a los
Griegos Independientes de Panos Kammenos, que unen sus fuerzas con nosotros
bajo la bandera de la honestidad y la lucha”. “Mañana a la mañana avanzaremos
con el primer ministro Tsipras para abandonar las políticas de austeridad”,
adelantó por su parte Kammenos.
En
su breve discurso, Tsipras aplaudió lo que dio en llamar una victoria del
pueblo, e interpretó ese apoyo como un mandato cristalino para gobernar cuatro
años, después de un 2015 muy agitado y marcado por tres citas electorales y el
riesgo real de una salida del euro. “Esta lucha la continuaremos durante cuatro
años, porque hemos recibido un mandato para cuatro años”, remarcó el dirigente
de 41 años.
Además
de repetir coalición, Tsipras se librará previsiblemente en el Parlamento de
Unidad Popular, la disidencia interna que tras oponerse al nuevo rescate formó
un partido favorable a una salida del euro. Esa formación, en la que milita la
ex presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, se quedó por debajo del
umbral del 3 por ciento de los votos necesario para entrar en la cámara. El
recuento parcial ubicó como tercera fuerza política a los neonazis de Amanecer
Dorado, con un 7,06 por ciento de los votos y 19 escaños, dos más que en el
Parlamento saliente.
Por
detrás se situaron el Pasok socialista, que tenía el 6,40 por ciento de los
votos (17 diputados) y los centristas de To Potami (4 por ciento, 11
diputados). La nueva cámara tendrá ocho partidos, uno más que en la anterior,
con la entrada de la Unión de Centristas (9 escaños).
La
victoria de Tsipras era muy esperada por las fuerzas de izquierda de otros
países de la Eurozona sometidos a políticas de austeridad como España, Portugal
o Irlanda, que celebrarán elecciones en los próximos meses. Pablo Iglesias,
líder del partido izquierdista español Podemos, estuvo con Tsipras en su mitin
de cierre de campaña el viernes, y espera que este triunfo lo refuerce en las
legislativas españolas, previstas hacia el mes de diciembre. “Los griegos están
diciendo bien claro a quién quieren de primer ministro.Felicidades, @tsipras_eu
Fuerza, amigo”, escribió Iglesias en su cuenta de Twitter para felicitar al
ganador de las elecciones helenas.
Con
este triunfo, el líder de Siriza recupera impulso político y, al mismo tiempo,
se deshace de la rebelión del ala más radical de Syriza, que levantó su voz en
contra del acuerdo de rescate financiero con los acreedores europeos del país,
el tercero desde 2010, firmado pese a que una mayoría lo rechazó en un
referéndum sólo días antes.
Tsipras
llegó al poder en las legislativas del 25 de enero con la promesa de poner fin
a las políticas de ajuste aplicadas desde 2010 a cambio de dos planes de
rescate internacional, y que contribuyeron a la profunda crisis económica que
atraviesa su país. El 5 de julio se anotó una victoria política al triunfar el
“No” a las condiciones de los acreedores (Unión Europea y Fondo Monetario
Internacional) para el desembarco de un tercer rescate, pese a un contexto de
fuerte tensión en Grecia, donde para proteger al sistema bancario se instauró
días antes un control de capitales que sigue vigente. Finalmente, el 13 de
julio en Bruselas, Tsipras terminó por aceptar dicho plan, en un momento en que
la salida del euro era un riesgo muy real. A cambio del nuevo rescate, de
86.000 millones de euros que se desembolsarán a lo largo de tres años, se
comprometió a aplicar nuevos ajustes fiscales, reformas y privatizaciones.
Sin
embargo, prometió que en la aplicación de esas medidas trataría de proteger a
los más vulnerables, y que lucharía para que se alivie la deuda pública del
país, que con el nuevo plan ascenderá al 200 por ciento del PIB. “La salida de
la crisis no vendrá de forma mágica, pero vendrá”, auguró Tsipras el viernes, y
señaló que ese repunte se dará gracias a la lucha de su futuro gobierno en
favor de los más frágiles, la protección social y la redistribución de la
riqueza.
El
giro político de Tsipras, luego de conseguir un fuerte respaldo cuando más del
60 por ciento de los griegos votaron en contra de las medidas de austeridad
reclamadas por los acreedores de a eurozona, no sólo quebró a Syriza sino que
dejó sin rumbo a muchos simpatizantes de izquierda que en enero pasado habían
votado por un cambio. Al mismo tiempo, echó por tierra todos los pronósticos
fatalistas que describían al entonces premier como un líder radical, dispuesto
a salirse de la Eurozona y romper con la UE.
Al dar marcha y aceptar un nuevo paquete de medidas de ajuste, Tsipras
se ganó el apoyo de amplios sectores de centro, quienes pese a estar sufriendo con la crisis
económica, creen que la salida de la moneda única sería aún peor para el país.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario