Sin lugar a dudas creo que ingresamos a una etapa donde la propuesta
independiente y soberana de Integración Latinoamericana se derrumbó, se cayó
víctima de sus propios errores políticos – No modernizar
el Estado, no construir Partido Político, generar en la ciudadanía una falsa
propuesta de que las Políticas Sociales
– por lo más avanzadas que sean no resuelven el problema estructural –
concentraron todo el trabajo político, se cometieron graves errores de
dirigentes y personalidades de la propia Izquierda de caer como “angelitos” llenos en la corrupción –
pero lo más importante y trascendental
continuaron con el modelo extractivista
primario exportador de materias primas, que ingresa desde el 2014 en crisis a nivel global – los mercados
comienzan a bajar el precio de las materias primas, la gran crisis del 2008 sigue generando significativas consecuencias
en especial en los países desarrollados y es mucho más fuerte en países en
desarrollo, como los procesos latinoamericanos
ingresan en crisis, siguen están inmersos dentro del proceso del crecimiento macro-económico que favorece a una élite
político-financiera, que no muestra en lo mínimo salir del modelo, muy por el
contrario se compenetra totalmente, pero la crisis no los toca, repercute en
quienes están en el gobierno. La
Izquierda, mas la corrupción, fue suficiente terreno para que los sectores “modernos”
de la gran burguesía, la llamada burguesía
político empresarial, (neolibersal) ganara las calles y plazas públicas –hogar histórica de la Izquierda
mundial – lugar “sagrado” de la Democracia Directa, Ciudadana, fuera raptada por la
propia burguesía e iniciara un proceso político diferente, primero de Conquista
de los Gobiernos – o por la vía electoral – Argentina – o por el golpe y captura del gobierno por una mafia de
corruptos, caso Brasil, o la lucha
política en las calles entre dos alternativas de Gobierno, dos modelos y y dos
Políticas estratégicas opuestas: Neoliberalismo
o Socialismo, caso Venezuela - para ello están destruyendo las
Instituciones que garantizan la Integración Soberana, caso MERCOSUR, UNASUR, CELAC y hoy ponderan, fortalecen LA ALIANZA DEL PACÍFICO, propuestas
político-económicas-financieras de Integración hacia los mercados de la
Economía única neoliberal globalizada, controlada por la “bendición” del gran
imperio. El escenario de América Latina, en la coyuntura actual es un escenario
múltiple, complejo, turbulento en un mundo Multipolar, escenario de las clases y la lucha de clases. Los Pueblos hoy
deciden su propio destino histórico-político, - porque la revolución no es copia
ni calco, es creación histórica de los pueblos –. En Nuestra América nosotros somos los grandes actores sociales y políticos, para forjar desde
los propios pueblos, la apuesta de un Mundo Mejor, que es la Patria Grande.
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AMÉRICA LATINA. LA INTEGRACIÓN REGIONAL EN DISPUTA.
Amenazas y debilidades en el regionalismo post-neoliberal.
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Sergio Martín Carrillo.
ALAI. Martes 23 de agosto del 2016.
Hace un
par de semanas escribía sobre como América latina se había convertido en la
principal región en la construcción de la multipolaridad en el Sistema
Internacional1.
En esa construcción, sin duda alguna, jugaba un papel fundamental las nuevas
orientaciones políticas y económicas que emanaban de lo que venimos denominando
como regionalismo postneoliberal. Estos procesos de integración debían ayudar a
consolidar los grandes cambios políticos, económicos y sociales acaecidos
durante la última década, sin embargo, podemos observar que durante el último
año, los procesos de integración regional y concertación política surgidos de
la orientación política en la región durante la última década y media, están
también en disputa.
El
primero de los factores a tener en cuenta es el del cambio en la correlación de
fuerzas en la región. El retorno de fuerzas políticas de derechas a algunos
países de la región ha afectado sin ningún tipo de dudas al equilibrio de poder
en la misma. Argentina y Brasil, las dos economías más grandes de América del
Sur, han cambiado durante el último año a sus respectivos gobiernos. A esto podemos
unir la difícil situación que atraviesa Venezuela a nivel interno, que ha
impedido que Venezuela siga ejerciendo el liderazgo en la construcción regional
tal y como lo había hecho durante la década anterior
Estos
cambios al interior de los países, han tenido sus efectos en buena parte de los
procesos de integración postneoliberal en la región. La UNASUR está sufriendo un debilitamiento paulatino y deliberado por
parte de algunos países. Hasta hace poco tiempo, la UNASUR, era el principal mecanismo que apoyaba al mantenimiento del
orden democrático y constitucional en los países de la región, habiéndose
quedado actualmente en un segundo plano ante los intentos desestabilizadores en
Venezuela y la destitución de Dilma Rousseff. La UNASUR a través de la Secretaría
General ha levantado la voz, sí, pero ya no ha contado con el apoyo unánime del
resto de los Presidentes.
Por su
parte, el MERCOSUR, parece querer
volver a sus orígenes. Aquellos orígenes que en 1991 estaban claramente
marcados por el auge del neoliberalismo en la región. Muestra de esto ha sido
la paralización durante varias semanas del traspaso de la Presidencia Pro
Témpore (PPT) a Venezuela, el
retorno a la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE)
y la cada vez mayor sintonía con la Alianza del Pacífico. La CELAC, el foro que consigue aglutinar a
todos los países del continente con las excepciones de EEUU y Canadá, también
sufrió con la inasistencia de ciertos líderes a la última Cumbre presidencial
que se celebró en enero de este año en Quito.… Acontecimientos que, si bien no
buscan derrumbar los procesos, sí bajar su perfil o su orientación política.
El
segundo de los factores que puede estar detrás de este debilitamiento de los
procesos de integración es el marcado carácter intergubernamental de los
mismos. Es cierto que la supranacionalidad de todas las instituciones se ha
mostrado perjudicial cuando no existen las condiciones sociales, económicas y
políticas de cohesión entre los países. Sin embargo, junto con el
intergubernamentalismo para la toma de decisiones que afectan a la soberanía de
cada uno de los países, es necesaria la creación y fortalecimiento de otras
instituciones de carácter supranacional en aquellos ámbitos en que la
heterogeneidad de los países no ponga en riesgo a la soberanía nacional.
Este tipo
de instituciones ayudarían a construir ciertos mecanismos de irreversibilidad
relativa que permitan lidiar con los intentos de debilitamiento de alguno de
los países miembros. Algunas de las instituciones que se hacen necesarias en la
región son: el Banco del Sur y del Fondo del Sur; mecanismos para la resolución
de controversias a nivel regional y que no estén al servicio de los grandes
capitales; creación de una Agencia Pública de Calificación que no esté a merced
de los intereses especulativos; el fortalecimiento del comercio intrarregional
con mecanismos propios como el SUCRE; y la ampliación o profundización de los
proyectos y las empresas grannacionales.
Estas
instituciones, a su vez, ayudarían a avanzar en otro de los grandes déficit de
la integración postneoliberal y que constituye el tercer factor identificado de
debilidad: la falta de integración productiva regional y concreción de una
inserción diferente en la economía mundo. Se ha conseguido romper con el
sofisma de la apertura comercial como punta de lanza de la integración
regional, y en los discursos políticos han abundado las referencias al cambio
de la matriz productiva y la complementariedad productiva entre los países de
la región. Sin embargo, la realidad es que no se ha conseguido avanzar
sustancialmente en la ruptura del modelo primario exportador y dejar atrás la
tradicional División Internacional del Trabajo que ha condenado a los países de
la región a su posición periférica.
La
integración o complementariedad productiva, así como ciertas instituciones
supranacionales, permitirían la creación de resistencias frente al intento de tabula
rasa que persiguen los gobiernos neoconservadores en la región. Es
rompiendo con las lógicas de la dependencia como se construye soberanía. La
complementariedad productiva a nivel regional, frente a la competencia y el
comercio desigual extraregional, deben cimentar la construcción de un verdadero
polo de poder en la región, ya no sólo a nivel político, sino acompañado de un
fortalecimiento equilibrado del rol de los países de la región en la economía
mundial.
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- @Sergio_MartinC
Unidad de Debates Económicos (UDE) de CELAG.
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