“No
podemos ignorar que las fuerzas dominantes ya se han hecho de importantes
medios legales, políticos, mediáticos y represivos que ponen
al servicio de sus intereses, y que les sirven no sólo para legalizar sino para
legitimar y para dejar hacer y dejar pasar su despojo de propiedades públicas y
sociales, sus disminuciones y evasiones de impuestos, y muchos actos más que
explican el enriquecimiento que han logrado unos cuantos a costa de la Nación y de la inmensa mayoría de una
población, que con las anteriores medidas ya sufre la disminución de
empleos derivada de la perdida de
servicios públicos de salud, de seguridad social, de educación, y de
actividades agropecuarias, industriales, comerciales bancarias y de transporte
terrestre y aéreo, que antes había logrado
obtener la Nación, mediante cruentas luchas del pueblo mexicano, y de un
gran número de sus comunidades y trabajadores ahora despojados, que han perdido
tierras, aguas y otros recursos naturales, o empleos y derechos laborales y
sociales. A los hechos anteriores se
añaden cambios en la correlación de fuerzas que ya se venían dando desde
hace varias décadas y que habiendo estallado en l968 en un proyecto
estudiantil-popular fueron nuevamente mediatizados por los gobiernos sucesivos
con el empleo de sindicatos blancos y corrompidos a su servicio, y con nuevos
recursos por los que con una apariencia de democracia en la alternancia de los
partidos, se
acentuó la creciente integración de México al proyecto del capitalismo
corporativo, neoliberal y globalizador”.
/////
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA. MÉXICO:
“ES NECESARIA UNA REFORMA EDUCATIVA
EMANCIPADORA Y CRÍTICA”.
*****
Dr.- Pablo González Casanova.
desinformémonos
Rebelión jueves 11 de agosto del 2016.
Una reforma
emancipadora y crítica que defina con claridad los principios rectores de la
moral y la verdad, entendidos como la construcción de la defensa de lo
colectivo por encima del bienestar individual, de la solidaridad con
consecuencia, la cooperación, y un pensamiento profundo de lo que ocurre y como
dar la lucha contra la globalización neoliberal y lo que
genera, propuso el ex rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo González Casanova, en
el primer Foro hacia la construcción del proyecto de educación democrática,
convocado por la Coordinadora Nacional
de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Expresó su solidaridad con el magisterio e hizo un
llamado para impulsar un “proyecto serio
y profundo para una verdadera reforma educativa” ante un proyecto de
globalización neoliberal que busca hacer de la educación una ‘‘cultura de la servidumbre’’ señaló.
Exhortó al magisterio a construir una verdadera
reforma educativa que contemple una formación emancipadora y crítica, que
defina con claridad dos principios rectores: los valores de la moral y la
verdad, entendidos como la construcción de la defensa de lo colectivo por
encima del bienestar individual, de la solidaridad y la cooperación, pero
también de la crítica permanente de lo que ocurre y de aquello que lo genera.
En su ponencia “Hacia la construcción del proyecto de educación
democrática”, González Casanova
reiteró su solidaridad con la lucha magisterial y señaló que el fracaso de la
reforma educativa y su inviabilidad en diversos estados es resultado de un
proceso histórico que ‘‘se da entre confrontaciones y negociaciones’’.
Necesitamos, dijo, pensar más profundamente en la
situación,
“en el proceso de que es parte, y en cómo podemos dar esta lucha –que es
mundial y tormentosa-, en cómo podemos luchar entre las confrontaciones y las
negociaciones que se han dado y se den por una educación emancipadora”.
Reconoció
con profesoras y profesores que
“la nuestra es una lucha contra la globalización neoliberal que están
impulsando las corporaciones y complejos empresariales-militares–políticos y
mediáticos con sus asociados y cooptados que, con el capital financiero a la
cabeza, y amparados por una legislación que violan y que cambian a su antojo,
se están quedando de la manera más evidente con riquezas y empresas e
instituciones nacionales –antiguas fuentes de empleo– que ya han privatizado y
desnacionalizado”.
A continuación el discurso íntegro:
Hacia la educación que necesita la nación mexicana
Pablo González Casanova
Profesoras y profesores, compañeras y compañeros
todos:
Para nosotros la solidaridad no es una palabra sin
consecuencia. Quiero decir primero, que estoy aquí para manifestarles una vez
más mi solidaridad con su lucha. Y quiero antes que nada decirles algo que les
puede parecer exagerado, pero que es exacto. Y es, que más que para enseñar
vengo a aprender lo mucho que a ustedes es familiar, que es el conocimiento de
las escuelas y el saber de los pueblos. Al mismo tiempo, quiero contarles cómo
veo su lucha desde los trabajos en que estoy empeñado que se refieren a la
globalización neoliberal, en un proceso que está afectando a la inmensa mayoría
del mundo y a nuestro país.
Y lo primero que viene a mi mente es lo que dice
Luis Hernández Navarro en su reciente libro sobre La novena ola del
magisterio, y es que desde el l5 de mayo pasado se descarriló la puesta en
marcha de la reforma oficial y se manifestó su inviabilidad en amplias zonas
del país…Me parece que eso es exacto. Eso es un hecho. Y es parte de un proceso
histórico que se da entre confrontaciones y negociaciones. En su curso,
necesitamos pensar más profundamente en la situación, en el proceso de que es
parte, y en cómo podemos dar esta lucha –que es mundial y tormentosa-, en cómo
podemos luchar entre las confrontaciones y las negociaciones que se han dado y
se den por una educación emancipadora, a sabiendas de que la nuestra es una
lucha contra la globalización neoliberal que están impulsando las corporaciones
y complejos empresariales-militares–políticos y mediáticos con sus asociados y
cooptados que, con el capital financiero a la cabeza, y amparados por una
legislación que violan y que cambian a su antojo, se están quedando de la
manera más evidente con riquezas y empresas e instituciones nacionales
–antiguas fuentes de empleo– que ya han privatizado y desnacionalizado.
No podemos ignorar que las fuerzas dominantes ya se
han hecho de importantes medios legales, políticos, mediáticos y represivos que
ponen al servicio de sus intereses, y que les sirven no sólo para legalizar
sino para legitimar y para dejar hacer y dejar pasar su despojo de propiedades
públicas y sociales, sus disminuciones y evasiones de impuestos, y muchos actos
más que explican el enriquecimiento que han logrado unos cuantos a costa de la
Nación y de la inmensa mayoría de una población, que con las anteriores medidas
ya sufre la disminución de empleos derivada de la perdida de servicios públicos
de salud, de seguridad social, de educación, y de actividades agropecuarias,
industriales, comerciales bancarias y de transporte terrestre y aéreo, que
antes había logrado obtener la Nación, mediante cruentas luchas del pueblo
mexicano, y de un gran número de sus comunidades y trabajadores ahora
despojados, que han perdido tierras, aguas y otros recursos naturales, o
empleos y derechos laborales y sociales.
A los hechos anteriores se añaden cambios en la
correlación de fuerzas que ya se venían dando desde hace varias décadas y que
habiendo estallado en l968 en un proyecto estudiantil-popular fueron nuevamente
mediatizados por los gobiernos sucesivos con el empleo de sindicatos blancos y
corrompidos a su servicio, y con nuevos recursos por los que con una apariencia
de democracia en la alternancia de los partidos, se acentuó la creciente integración
de México al proyecto del capitalismo corporativo, neoliberal y globalizador.
A las medidas anteriores se añade la criminalidad
creciente e impune que ha hecho de los periodistas y los comunicadores algunas
de sus principales víctimas, y no se diga ya de la juventud rebelde y sus
múltiples desaparecidos…una juventud a la que lejos de intimidar la han
convertido en un luchador cada vez más lúcido y firme, viendo que en su vida el
sistema le ofrece un presente y un futuro sin trabajo, sin escuela, sin familia
que formar, y, en el campo, sin tierras que labrar o sin ganado menor o mayor
del que vivir.
Sobre los pobres y los menos pobres de todas las
edades han recaído costos crecientes y constantes de la gasolina, de la
electricidad y de los alimentos, al tiempo que sus salarios están congelados,
cuando los tienen. Y en tan dolorosa situación los que mandan y organizan este
mundo inhumano desde las corporaciones y organizaciones patronales, todavía
muestran su inmensa irresponsabilidad moral defendiendo pomposamente la
inversión privada como si ésta fuera hecha para crear empleos y no estuviera
gozando de crecientes privilegios para crear utilidades. Sus beneficiarios –en
una actitud que no es de creer– se dan el lujo de regañar a sus funcionarios, a
sus asociados y subordinados del gobierno porque no emplean una mayor energía
para acabar con toda resistencia del pueblo empobrecido y subyugado. Y es en
ese terreno donde vemos como la persecución se hace contra las juventudes,
contra los pueblos, los trabajadores y los profesores.
Las organizaciones patronales o sus integrantes,
por una parte se declaran gozosos de que están haciendo grandes negocios “como
nunca”, y por otra se dan el lujo de regañar, como sus señores, a los del
gobierno porque no están persiguiendo con más energía a los maestros y no están
cumpliendo con su función principal que es defender y promover “eficientemente”
a la empresa privada. Altaneros y presumidos, piden a sus ministros que usen
más y más violencia, y toda la que sea necesaria para que la empresa privada
siga construyendo el maravilloso país en que los mexicanos son primero y “el
dinero es más primero”. Tenemos que distinguir en ellos, sin embargo, a quienes
rechazan la represión y reclaman el diálogo, que hasta ahora son los menos.
Pero es en esas circunstancias como surgen las
confrontaciones y las negociaciones. Lograr que éstas tengan éxito para el
“interés general”, para la juventud, para los trabajadores y los pueblos es un
problema que entre sus múltiples dificultades plantea la de decirse y decir
cuál es en verdad la situación y cuál la posibilidad de negociación. Por mi
parte veo dos motivos de las diferencias y de los acuerdos a enfrentar: 1º. Los que se refieren a los
derechos de los maestros como trabajadores y 2º. Los que buscan precisar quién educa, sobre qué educa, a quién
educa, y cómo se evalúa a los educandos, precisando los criterios de la
evaluación y aclarando su validez y confiabilidad.
En cuanto a los derechos de los profesores creo que
son los profesores quienes pueden esbozar las formas del acuerdo. En estas
palabras me quiero limitar a dos alternativas que veo para acercarse a una
solución en el terreno de la docencia, la investigación y la difusión de las
ciencias, las humanidades, las artes y las tecnologías.
Frente al proyecto de la globalización neoliberal,
que busca hacer de la educación, una cultura de la servidumbre en la que el
conocimiento del educando sea puramente instrumental es indispensable presentar
un proyecto en que se prepare a la niñez y a la juventud para tener una
cultural general científica, crítica y humanista, y poseer tanto el dominio de
una especialidad u oficio, como los conocimientos necesarios para cambiar de
especialidad u oficio.
En nuestro proyecto será fundamental impulsar los
valores de la moral y la verdad, de la experimentación y la práctica tanto en
el conocimiento y el saber, como en la conducta y la acción, tanto en las
humanidades como en las ciencias, en las técnicas y las artes. El proyecto
habrá de precisar sin equívocos lo que se entiende por estos valores. Así por
moral, como valor central de la educación, se entiende la moral de lucha, la
moral de cooperación, la moral de defensa del interés general –en todo lo que
se pueda–, frente al individualismo, frente al consumismo, y a los intereses
particulares con que el ser humano se enajena. Por verdad se entiende una
crítica permanente a la cultura de la servidumbre y un cuestionamiento
constante de lo que se cree que pasa y lo que lo determina, así como de los
mejores caminos y medidas para alcanzar valores y objetivos a lo que se añadirá
el principio cada vez más generalizado de aprender a aprender… NO me extiendo
más.
Por lo pronto esbozo otro tema esencial a
enriquecer, corregir y precisar. Se basa en un sencillo proyecto que puede
llevar al acuerdo: Consiste éste en recurrir a la Escuela Normal Superior, a la
Universidad Pedagógica Nacional, así como a todas las instituciones destinadas
a la educación y a la ampliación de conocimientos del magisterio para que se
les den los medios y atributos necesarios a fin de poner en práctica la reforma
con un programa destinado a casi un millón y medio de profesores que laboran en
la República Mexicana. El programa se propondría la actualización de la
enseñanza en ciencias y humanidades, artes y tecnologías en un período
razonable, y al mismo tiempo se elaboraría el proyecto profundo de reforma de
la educación por comisiones de trabajo en las que participen especialistas de
las organizaciones de los profesores y de las dependencias que tiene la
Secretaría de Educación Pública.
Un esfuerzo de concertación semejante podría
establecerse de manera permanente para la tarea de organizar cursos de
actualización en ciencias y humanidades, en artes y tecnologías a fin de que el
profesorado, de manera institucional y por su cuenta, tanto en los sistemas de
educación presencial como en los de educación a distancia, tenga el hábito y
las facilidades necesarias para ponerse al día en sus actividades docentes y lo
haga de manera periódica y sin presión alguna.
Para la elaboración del plan se coordinarían las
direcciones, coordinaciones y oficinas de Educación Superior de las Normales,
Universidades, Politécnicos y profesionales de la educación, así como las de
ciencias y tecnologías agropecuarias e industriales; las de ciencias y
tecnologías del mar, las de educación intercultural y bilingüe, las de
educación indígena, las de educación básica, educación secundaria y
bachillerato.
El proyecto señalaría tareas fundamentales a
realizar por los especialistas en formación continua, en actualización y
renovación curricular, en gestión educativa, educación básica, televisión
educativa, materiales educativos. En el mismo colaborarían expertos en
planeación, en programación, en coordinación, en evaluación válida y confiable,
en estadística educativa. De acordarse este proyecto u otro semejante podría
trabajar en su elaboración más detallada una comisión que presentara propuestas
fundadas y concretas para un acuerdo ejecutivo.
Si semejante camino no lograra los apoyos
necesarios pienso que las asociaciones y uniones de profesores podrían asumir,
por su parte y de manera autónoma, la promoción de la educación que la nación
necesita, y con ese objeto se organizarían en “Círculos pedagógicos en ciencias
y humanidades”, que se comunicarían y enlazarían en redes presenciales y a
distancia, ya sea en programas concretos de ciencias y humanidades que operaran
en las instituciones y escuelas donde laboran, ya por su cuenta en los sitios
disponibles.
Si, como es evidente, los acuerdos que lleven a una
solución de la actual crisis requieren resolver muchos problemas más que
escapan a esta propuesta, creo que el movimiento de los pueblos y los
profesores, a más de avocarse a resolver los problemas de la reforma educativa
que con el gobierno emprenda, puede y debe, por su parte organizar en el país
esa red de grupos de maestros que practiquen la educación que la nación
necesita…
No me es posible dar término a estas palabras sin
reparar en algunas acciones y metas necesarias para que este programa tenga el
impacto que se requiere. Las enuncio a
continuación como un llamado a todos los que luchemos por un gran avance en la
educación nacional:
1º. Antes que
nada es necesario respetar la dignidad de los maestros como ha ocurrido siempre
en las etapas más notables de la historia del país.
2º. Hay que
defender los derechos de los trabajadores de la educación, así como los
derechos de los trabajadores y los pueblos de México y de toda la Nación.
3º. Hay que
defender y promover la cultura humanística y científica, la artística y la
tecnológica y no sólo la apologética sino la crítica y creadora de un mundo
mejor, libre, justo y democrático.
4º. Hay que dar
a la práctica de la moral una importancia prioritaria: como moral de lucha, de
cooperación, de corresponsabilidad.
5º. Hay que
respetar a las distintas religiones, razas, sexos, edades y ver constantemente
qué medidas se deben tomar para un proceso emancipador permanente y general.
A los
valores y metas anteriores añado algunas medidas a tomar:
1º. Hay que
organizar la gran campaña de la alfabetización en un país que de acuerdo con
los últimos datos oficiales tiene 4,749,057
millones de analfabetos.
2º. Por lo que
se refiere a los trabajadores de la educación no sólo debemos organizarnos en forma sindical para la
defensa de los derechos laborales sino organizarnos para la construcción de
comunidades pedagógicas, de extensión
cultural, en que prive la filosofía del aprender a aprender y a construir
otro mundo posible, otro México posible
en que ideales y valores encarnen en la realidad.
3º. En lo que
se refiere a nuestras tareas docentes es de prioridad inmediata que los
profesores en cuyas escuelas se suspendieron las actividades atiendan el
problema de los conocimientos que no pudieron adquirir los alumnos en el año
escolar pasado. A este respecto se les podrá enviar desde ahora una circular a
todos ellos.
Estas y otras muchas acciones se requerirán para
diseñar y realizar un proyecto serio y profundo de una verdadera reforma
educativa.
Con
mi firme solidaridad, les deseo un gran éxito.
*****
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