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PERÚ
DENUNCIA A REPSOL ANTE EL CONSEJO PERMANENTE DE LA OEA POR DERRAME DE PETRÓLEO.
Inicialmente, la empresa española mintió sobre la cantidad de crudo derramado. Ahora
se sabe que más de 10.000 barriles ya se esparcieron desde
Ventanilla hasta la ciudad de Chancay. El representante permanente del Perú ante la Organización de los
Estados Americanos (OEA), Harold Forsyth, denunció ante el Consejo Permanente a la española Repsol por el daño
ambiental y económico causado en la costa peruana como consecuencia del derrame de petróleo que inició el pasado 15 de enero.
Según se
informó este miércoles 2 de febrero, a través de Twitter, Forsyth indicó que el país andino se encuentra “frente a un
escenario sin precedentes en su historia”, y
resaltó que el Gobierno de Pedro Castillo “evalúa una drástica sanción, y viene
realizando sus mayores esfuerzos por la recuperación de los ecosistemas
dañados”. Además, el embajador
nacional solicitó a la organización
internacional que se incluya en la agenda de la próxima sesión ordinaria del Consejo Permanente el abordaje de esta
catástrofe ambiental ocurrida en el mar peruano. Este hecho ha sido calificado como “el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos
años”, por el Gobierno peruano, por lo que el Ejecutivo decidió
paralizar las actividades de carga y descarga de barcos petroleros en La
Pampilla. Inicialmente, la empresa
Repsol aseguró que se trataban de 0.16 barriles de petróleo. Sin embargo, tras las investigaciones, la cifra subió a 6.000 y,
finalmente, admitieron que fueron más de
10.000 cilindros los que han causado afectación a fauna y a trabajadores
a lo largo de, al menos, 50 kilómetros de costa, desde Ventanilla
hasta Chancay.
El
77% de peruanos cree que Repsol es responsable del derrame de petróleo El 77% de peruanos considera
que Repsol sí es el principal responsable del peor desastre ecológico
registrado en Lima. Esta
cifra está muy por encima de quienes
creen que el Estado o la Marina de Guerra son culpables. El número fue
elaborado para La
República por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). En cuanto a las labores
de limpieza, el 46% considera que la firma española no
está haciendo
nada frente a este problema ambiental. El otro 45% cree que se está
haciendo algo, pero que no es suficiente.
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LA
FAUNA MARINA Y ESPECIES EN PELIGRO SUFREN LOS EFECTOS DEL DERRAME DE CRUDO EN
PERÚ
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El vertido
afecta a una reserva nacional de islas donde, entre otras especies, viven aves
productoras de guano, un fertilizante natural. También a los pocos ejemplares
que quedan de nutria marina.
Por Jackeline
Fowks.
El País. Lima
miércoles 2 de febrero del 2022.
Dos semanas después del derrame de petróleo de Repsol en el mar de la costa central
de Perú, biólogos e ingenieros de entidades públicas e
independientes se han volcado en la zona
para rescatar a la fauna y evaluar el
impacto de la contaminación en las regiones
de Lima y Callao, incluidas dos reservas
naturales. El área afectada
es, según el Gobierno, de unos 11.900
barriles de crudo, aunque la empresa alega que son 1.500 menos. El jefe del
servicio de áreas naturales protegidas, José Ramírez Maldonado, ha asegurado que “los daños son incalculables” y un informe de una misión interdisciplinaria del Colegio de Ingenieros califica la
situación como un “desastre activo”
que afecta a la mortandad de aves y
mamíferos.
Una de las
conclusiones del informe del Colegio de Ingenieros -a
raíz de la visita de 12 expertos una
semana después del vertido- es que los impactos
ambientales en la geología marina y
costera presentan una incertidumbre
“muy alta” respecto de sus efectos en el mediano y largo plazo. La autoridad ambiental ha informado a este diario de que hasta el 25 de enero estaban contaminadas 11.637 hectáreas
de mar y litoral, es decir, más de 116
millones de metros cuadrados.
De estas, 512
hectáreas pertenecen a una reserva nacional de islas donde
viven aves productoras de guano, un
fertilizante natural, y 1.758
hectáreas corresponden a la Zona
Reservada de Ancón, según detalla el servicio de áreas naturales protegidas. La playa Pocitas, en la Zona Reservada de Ancón, es una de las más perjudicadas
por el derrame y por ello es uno de
los puntos donde se concentran las labores de rescate. El pasado viernes, la autoridad de las áreas naturales protegidas reportó que hasta ese día los equipos del Estado habían retirado 5.000
galones de petróleo de esa bahía.
El otro lugar de rescate de fauna se ubica a unos 40
kilómetros al norte de Lima.
“Registramos diariamente diez aves muertas en el
islote Pescadores desde el 18 de enero
que salimos a campo: chuitas, cormoranes, guanay,
piqueros y pingüinos”, informó el biólogo Deyvis Huamán, especialista de
la dirección de gestión de las áreas naturales protegidas. El biólogo advierte que otra de las especies afectadas es
la nutria marina. “Es una especie en peligro, y
si mueren nutrias por efectos de la contaminación del
petróleo se podría hablar de una extinción local”, destacó el
viernes pasado.
El médico traumatólogo Juan Carlos
Pedraza fue la semana pasada con su esposa Eva Portocarrero, tecnóloga médica, a uno de los balnearios afectados para ayudar a los trabajadores del servicio de
fauna silvestre. Cuando caminaba entre unos peñascos,
vio un ave intoxicada, un guanay.
“Me acerqué y la agarré del cuello y con la otra mano del pico para que no me atacara. Su plumaje estaba lleno de ese oleoso material tóxico. La llevamos al grupo que recién se alistaba para ir en búsqueda de los animales. Me trepé por las rocas que estaban empastadas de petróleo y así sin protección me lancé a rescatarla; al acercarme no intentó huir, estaba muy débil”, describe por WhatsApp.
El ecosistema marino
El biólogo
Yuri Hooker, uno de los
primeros en llegar a las playas
contaminadas en la primera semana del desastre, precisó que en esa área
solo vivían unas diez nutrias, de acuerdo a datos del veterinario Carlos Calvo, y ya habrían muerto.
“La
costa peruana es árida, pero tiene un mar sumamente productivo por la masa de plancton; pocos kilómetros al norte del inicio del
derrame empieza una zona rocosa con varias ensenadas y es el hábitat de las nutrias, los pingüinos
de Humboldt, las chuitas, y cormoranes, entre otras aves marinas”, describe.
El biólogo advierte de que hay zonas del mar en las que se ve una delgada capa de combustible, pero alerta de que en
otras partes, en las que no se percibe a simple
vista, también están afectados los mariscos.
“Es
una zona de gran abundancia de pejerrey, una
especie importante para la alimentación de las aves marinas y para la pesca
artesanal”, explica Hooker.
De acuerdo al
biólogo, los peces invertebrados no se van a morir ahora, pero están respirando agua contaminada.
“Las toxinas se acumularán en organismos como los erizos, los choros, los mariscos”, añade. El ingeniero pesquero Elmer Nieves también se refirió a ese problema: “Hay componentes del petróleo que se disuelven en el agua y caen al fondo y estas especies filtradoras absorben rápidamente estos químicos”, explicó en una conversación virtual el pasado miércoles, después de haber visitado la zona.
Esta semana, el Ministerio de Ambiente anunció la suspensión de las operaciones de
carga y descarga de hidrocarburos de la empresa Repsol en el mar “hasta que
brinde las garantías técnicas de que no se va a producir otro derrame”, una
decisión que ha sido tildada de
“desproporcionada e irrazonable” por parte de la compañía. Según la empresa, el vertido fue causado por
el “oleaje anómalo” que produjo la erupción de un volcán submarino en Tonga,
una versión que ha sido negada
por la Marina de Perú y por testigos
que estaban en el mar a esa hora. Por otra parte, la petrolera informó el domingo
del envío de más equipamiento para limpiar las zonas contaminadas como 30 skimmers, una especie de bombas que aspiran
hidrocarburo.
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