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El
primer dato que me permite hablar de esto es la pretensión separatista de la
oligarquía de Santa Cruz respecto
del Estado boliviano, que por supuesto para el mundo indígena no sería más que
un Estado opresor en esa parte del mundo. Otro
dato interesante a registrar es que en Venezuela hay regiones que están
planteando una especie de autonomía; particularmente la región de Zulia. En
el mismo sentido, está el viejo planteamiento de "Guayaquil independiente" frente a la sierra de Quito y del Ecuador. Creemos que el imperio del
norte ha sido capaz de hacer cosas parecidas, por ejemplo en el Centroamérica y en la ex Yugoslavia. Estos datos son el
primer referente para pensar en esta posibilidad histórica.
Un
segundo dato es que los aymaras, los qullas, los indígenas originarios,
pensamos que si este estado, el
boliviano, si se va al diablo ¿qué nos queda? No podemos quedarnos con el
referente de un estado oligárquico, con discurso de la modernidad y pero con
prácticas profundas de colonialidad, como podría ser Santa Cruz. Aunque esto por supuesto con producción
agro exportadora. Pero no podemos quedarnos con este referente, por lo
menos en esta región. Bueno, así son las historias en el mundo. La palabra "boliviano" puede
quedar desfasada del tiempo y de la historia, no ahora pero sí en el
transcurrir del tiempo. Esto se acentuaría si las pretensiones de la
oligarquía cruceña siguen después del
desbaratamiento de lo grupo de Rozsa Flores, un grupo armado secesionista.
La
tercera cosa que posibilita pensar la "Geoestrategia indígena" es a partir
de la historia de la dominación colonial y republicana que aún persiste hoy, pese a la presencia de Evo Morales en el
gobierno. Aunque está sucediendo algo interesante, al menos en el
plano simbólico, con él. Esto se refiere al desmontamiento del imaginario colonial del poder. Es simbólico,
pero lo simbólico es la parte subjetiva, emotiva, que provoca acciones,
sentidos y formas de cosmovisión del mundo. Aunque esto es el plano de la reforma del gobierno de Evo Morales, una
reforma moderada. Sin embargo, en el plano simbólico, esa
presencia en la silla presidencial, que no fue pensada para un indio, configura
un escenario distinto y muy rico.
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El Día Central que en Bolivia, nació el Estado Plurinacional.
***
BOLIVIA: GEOESTRATEGÍAS DE LA LUCHA INDÍGENA1
*****
Pablo Mamani Ramirez2
Net-Globalización. Agosto del 2012.
Las actuales luchas sociales en la región del mundo
Andino con sus extensas articulaciones con la Costa del océano Pacífico y las
profundas Amazonías están haciendo visible un gran horizonte histórico que a
simple vista parece no tener mucha importancia. Es el hecho de la construcción
de un imaginario geoestratégico de articulación horizontal y vertical de las
diversas luchas sociales desde la región de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia,
Chile, parte de Argentina.
Esto para nosotros es bajo la figura de una gran
serpiente que en la mitología, historia y simbología Andina tiene mucha
importancia: es el Katari-Amaru-Asiru. Esto es la metáfora de la columna
vertebral de un anfibio gigante que al parecer ha empezado moverse por debajo
de las repúblicas neocoloniales aún hoy vigentes. Es la articulación
discursiva, de actos de solidaridad, de movilizaciones sociales
inter-imaginados, la realización conjunta de eventos internacionales, el
intercambio de experiencias de historias similares y diversas, etc.
Sus luchas son para la defensa de la Madre y Padre Tierra-Territorio, por la Dignidad, la Vida, el cuidado de la Naturaleza y por formas de compartir el Poder. Su horizonte histórico es por salvar el mundo de la vida y por la segunda independencia de estas patrias neo-coloniales. El presente es una breve aproximación a este nuevo fenómeno civilizatorio, socio-político y estrategia cultural y simbólica.
Sus luchas son para la defensa de la Madre y Padre Tierra-Territorio, por la Dignidad, la Vida, el cuidado de la Naturaleza y por formas de compartir el Poder. Su horizonte histórico es por salvar el mundo de la vida y por la segunda independencia de estas patrias neo-coloniales. El presente es una breve aproximación a este nuevo fenómeno civilizatorio, socio-político y estrategia cultural y simbólica.
Geoestrategia
de la lucha indígena.
En una conferencia en la Universidad Indígena del
Tawantinsuyu (UTA) hemos planteado que la lucha indígena en Bolivia tiene una
"Geoestrategia del Poder Qulla". En principio se observa en este
momento de que hay un proyecto geoestratégico del imperio del norte para
reorganizar los estados y los territorios de Sudamérica a costa de la
fragmentación territorial de estos Estados.
El primer dato que me permite hablar de esto es la
pretensión separatista de la oligarquía de Santa Cruz respecto del Estado
boliviano, que por supuesto para el mundo indígena no sería más que un Estado
opresor en esa parte del mundo. Otro dato interesante a registrar es que en
Venezuela hay regiones que están planteando una especie de autonomía;
particularmente la región de Zulia. En el mismo sentido, está el viejo
planteamiento de "Guayaquil independiente" frente a la sierra de
Quito y del Ecuador. Creemos que el imperio del norte ha sido capaz de hacer
cosas parecidas, por ejemplo en el Centroamérica y en la ex Yugoslavia. Estos
datos son el primer referente para pensar en esta posibilidad histórica.
Un segundo dato es que los aymaras, los qullas, los indígenas originarios, pensamos que si este estado, el boliviano, si se va al diablo ¿qué nos queda? No podemos quedarnos con el referente de un estado oligárquico, con discurso de la modernidad y pero con prácticas profundas de colonialidad, como podría ser Santa Cruz. Aunque esto por supuesto con producción agro exportadora. Pero no podemos quedarnos con este referente, por lo menos en esta región. Bueno, así son las historias en el mundo. La palabra "boliviano" puede quedar desfasada del tiempo y de la historia, no ahora pero sí en el transcurrir del tiempo. Esto se acentuaría si las pretensiones de la oligarquía cruceña siguen después del desbaratamiento de lo grupo de Rozsa Flores, un grupo armado secesionista.
Un segundo dato es que los aymaras, los qullas, los indígenas originarios, pensamos que si este estado, el boliviano, si se va al diablo ¿qué nos queda? No podemos quedarnos con el referente de un estado oligárquico, con discurso de la modernidad y pero con prácticas profundas de colonialidad, como podría ser Santa Cruz. Aunque esto por supuesto con producción agro exportadora. Pero no podemos quedarnos con este referente, por lo menos en esta región. Bueno, así son las historias en el mundo. La palabra "boliviano" puede quedar desfasada del tiempo y de la historia, no ahora pero sí en el transcurrir del tiempo. Esto se acentuaría si las pretensiones de la oligarquía cruceña siguen después del desbaratamiento de lo grupo de Rozsa Flores, un grupo armado secesionista.
La tercera cosa que posibilita pensar la
"Geoestrategia indígena" es a partir de la historia de la dominación
colonial y republicana que aún persiste hoy, pese a la presencia de Evo Morales
en el gobierno. Aunque está sucediendo algo interesante, al menos en el plano
simbólico, con él. Esto se refiere al desmontamiento del imaginario colonial
del poder. Es simbólico, pero lo simbólico es la parte subjetiva, emotiva, que
provoca acciones, sentidos y formas de cosmovisión del mundo. Aunque esto es el
plano de la reforma del gobierno de Evo Morales, una reforma moderada. Sin
embargo, en el plano simbólico, esa presencia en la silla presidencial, que no
fue pensada para un indio, configura un escenario distinto y muy rico.
Ante estas posibilidades históricas, siempre hemos
planteado desde la visión indianista- katarista, aunque existe dentro de ésta
distintas corrientes y subcorrientes en disputas, por supuesto. Por ejemplo, en
este último tiempo hemos ido viendo el afloramiento de un katarismo, diría,
neoliberal, el de Fernando Untoja. También el katarismo neoliberal de Víctor
Hugo Cárdenas, quien sigue recurriendo a un discurso indigenista, aunque no tan
incisivo, no como antes. Bueno, esa es la complejidad de este país, es decir,
en el mundo del pensamiento katarista e indianista hay diversas tendencias y
opiniones, aunque la matriz que organiza esto es el horizonte civilizatorio del
mundo Andino y la interrelación con el mundo Amazónico indígena y la Costa.
Quiero plantear esta figura como una especie de
hipótesis y a la vez de una especie de proyecto histórico imaginable y posible.
Es imaginable por las condiciones siguientes.
La "geoestrategia de poder indígena" estaría sustentada básicamente en lo que llamamos la "geografía" y la "población". Pero no en tanto que la geografía determina la conducta de las personas o comunidades, sino la "geografía" como construcción social, y en este caso, como un discurso vertebrador de una memoria histórica. Es una narrativa simbólica. En el caso del mundo Andino donde se habla de kuntur mamani, término aymara, que significa el "hábitat del cóndor", que vive en los picos más elevados de las montañas. Kuntur mamani también se simboliza en las casas, en la parte alta con astas de toro, otras veces con una cruz católica, otras con una especie de cruz andina.
La "geoestrategia de poder indígena" estaría sustentada básicamente en lo que llamamos la "geografía" y la "población". Pero no en tanto que la geografía determina la conducta de las personas o comunidades, sino la "geografía" como construcción social, y en este caso, como un discurso vertebrador de una memoria histórica. Es una narrativa simbólica. En el caso del mundo Andino donde se habla de kuntur mamani, término aymara, que significa el "hábitat del cóndor", que vive en los picos más elevados de las montañas. Kuntur mamani también se simboliza en las casas, en la parte alta con astas de toro, otras veces con una cruz católica, otras con una especie de cruz andina.
Kuntur mamani es como un espíritu que cuida el
hábitat de las personas y que siempre está en las partes altas de la casa, en
el techo. Bien, esa figura la podemos trasladar a la región Andina como el gran
hábitat de los cóndores, de los "hombres águilas", de los
"hombres cóndores", porque vivimos a 2000 a 4000 o 4500 metros sobre
el nivel del mar. Esa condición geográfica nos ha sido útil, en el sentido
estratégico y táctico, para la resistencia a la dominación colonial y de la
República. Y para sobreponernos sobre la regulación de poblaciones por el
control de la natalidad. Este hábitat sobre los 4 mil metros sobre el nivel del
mar es como un nido de cóndores-hombres, que ayudó a la estrategia en la reproducción
de la población qulla.
La categoría qulla es incluyente porque es el mundo
aymara, quechua, uru chipaya y sus articulaciones con el mundo guaraní y mojeño
y otras variantes regionales en las alas del Pacifico y de la Amazonía. Diría
que es una categoría universal para la región Andina, al menos en la parte de
Bolivia, Chile, Argentina, Perú. Es interesante porque grafica un imaginario
histórico del mundo qulla porque se remonta hacia antes del Tawantinsuyo. Los
incas la llamaron la región de los qullas porque había un referente, un nombre,
una región rica en plantas medicinales, etc.
Aunque a éste no lo crean los incas. Había esta
realidad sin ser el referente universal en ese tiempo, sino un referente local.
Con el Estado tahuantinsuyano se universaliza la región qulla, que era más que
nada la confederación de pueblos o markas aymaras. Porque antes del Estado
tahuantinsuyano ésta era una región de habla aymara. Por cierto, la palabra
"aymara" también es una invención española y colonizadora, porque
decían ellos "¿quiénes son ustedes?", y los "aymaras"
respondieron Jayamarat jutiriptwa (Venimos de lejanos tiempos) y los españoles
les dieron el nombre de "aymara".
Entonces, fue la universalización de la categoría
qulla lo que después fue parte del Estado tahuantinsuyano. Esta existencia
histórica de la gran confederación de la región qulla, de pueblos, de ayllus y
markas, suyus, con sus parcializadas aransaya y urinsaya, urkusuyo y umasuyu,
la cuatripartición del territorio del espacio, de la vida y del poder; es un
referente fundamental de una geografía que está constituida como una especie de
columna vertebral de un Gran Katari, una gran víbora, un gran anfibio, que es
también un gran serpiente sagrada, y simbólica, en el mundo Andino.
Este último se grafica en Julián Apaza, el líder
anticolonial que tiene su sobrenombre de Tupaj Katari, como también el de José
Gabriel Condorcanqui, el de Tupaj Amaru. "Amaru" en quechua significa
víbora, serpiente. Y katari en aymara es también "serpiente
venenosa". Este es el referente histórico de la memoria de Tupaj Katari y
el del Amaru. Y por otra parte, está el referente mítico de anfibio
históricamente indefinido. Es la Gran Serpiente que vive en las montañas, pero
es también la geografía Andina, la gran columna vertebral que viene desde
Panamá, atraviesa Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y pasa hasta Argentina.
Quizá sea demasiado imaginativo pero aun así, el Katari está en la mente y en el corazón de la gente; no ha muerto, puede volver a moverse y a caminar, sería el caminar de la antigua civilización pero en los tiempos actuales. No significa con esto rechazar los aviones, los celulares, por ejemplo, ciertas otras cosas de la modernidad que las podemos originalizar y apropiarnos según nuestros marcos culturales. Pero si esta vértebra geográfica civilizatoria puede empezar a andar y pueden sus hombres empezar a gobernar, estaríamos hablando de un gran paradigma histórico encubierto por la Colonia y la República, estaríamos hablando de una civilización que no ha sido derrotada, pero si invisibilizada en el tiempo histórico.
Quizá sea demasiado imaginativo pero aun así, el Katari está en la mente y en el corazón de la gente; no ha muerto, puede volver a moverse y a caminar, sería el caminar de la antigua civilización pero en los tiempos actuales. No significa con esto rechazar los aviones, los celulares, por ejemplo, ciertas otras cosas de la modernidad que las podemos originalizar y apropiarnos según nuestros marcos culturales. Pero si esta vértebra geográfica civilizatoria puede empezar a andar y pueden sus hombres empezar a gobernar, estaríamos hablando de un gran paradigma histórico encubierto por la Colonia y la República, estaríamos hablando de una civilización que no ha sido derrotada, pero si invisibilizada en el tiempo histórico.
Eso se está visibilizando en este tiempo. Lo
geográfico no es un elemento explicativo de la historia, sino un referente de
la memoria política, como si fuera una "biblioteca visual" tendida a
la vista de la gente. A la geografía hay que entenderla como la
"escritura" de la memoria oral, pero también de la memoria escrita de
los pueblos de la región Andina y sus articulaciones con la Costa y la
Amazonía. Porque cada montaña, cerro, pampa, vertiente de agua, piedra tiene su
nombre, su constitución mitológico-histórica. Cada cosa tiene su sentido y
connotación sagrado- mundana, por eso esto es como una "gran
biblioteca" para el saber y del pensamiento, la memoria de los pueblos
indígenas andinos. Mediante la toponimia esas "escrituras" como
memorias orales y escritas están dispersas en toda la geografía Andina, es la
que constituye una gran memoria histórica civilizatoria.
El tema es el cuerpo. Descubrimos la sociología del cuerpo de David Le Breton. Claro que el tema del cuerpo está en Bourdieu o Foucault, en los escritos kataristas o indianistas en Bolivia, pero no el cuerpo como construcción social, simbólica y cultural, lo cual tiene otra connotación. Eso lo asocio con Evo Morales, con el manejo del cuerpo. Hemos hecho un trabajo sobre el "cuerpo y la geografía", que para nosotros es una "escritura", una memoria, es una construcción simbólica cultural. Ahí la vestimenta del cuerpo es una "arquitectura del poder", en el sentido de que el poncho es un "territorio masculino" y el aguayo es un "territorio femenino". El poncho es un territorio del mallku, de la autoridad o el jilaqata, el varón. Y el aguayo es el territorio de la t?alla o mama t?alla, que es la esposa del mallku, autoridades políticas del ayllu o de la marka.
El tema es el cuerpo. Descubrimos la sociología del cuerpo de David Le Breton. Claro que el tema del cuerpo está en Bourdieu o Foucault, en los escritos kataristas o indianistas en Bolivia, pero no el cuerpo como construcción social, simbólica y cultural, lo cual tiene otra connotación. Eso lo asocio con Evo Morales, con el manejo del cuerpo. Hemos hecho un trabajo sobre el "cuerpo y la geografía", que para nosotros es una "escritura", una memoria, es una construcción simbólica cultural. Ahí la vestimenta del cuerpo es una "arquitectura del poder", en el sentido de que el poncho es un "territorio masculino" y el aguayo es un "territorio femenino". El poncho es un territorio del mallku, de la autoridad o el jilaqata, el varón. Y el aguayo es el territorio de la t?alla o mama t?alla, que es la esposa del mallku, autoridades políticas del ayllu o de la marka.
Entonces, la autoridad originaria está envestida de
muchos elementos simbólicos y sagrados, rutinarios y mundanos. Es decir, su
cuerpo está vestido, envuelto, del territorio del ayllu. Por eso hay distintos
colores de ponchos. Por eso también, el poncho es un "territorio
masculino", en un caso. Y en otro caso es un "territorio
femenino". La relación entre el "territorio masculino" y el
"territorio femenino" es la constitución de la vida civilizatoria del
mundo indígena. No como un hecho separado sino diferenciado en uno mismo. En el
plano de la vida animal no puede haber un macho sin una hembra y viceversa.
Entonces, el cuerpo es un símbolo, una textura del poder simbólico del ayllu.
El poncho es la expresión simbólica externa de esa configuración constitutiva
del poder. Entonces, es el "poder masculino" y el "poder
femenino".
La parcialidad de arriba y la parcialidad de abajo.
Ahora, en el poncho existe una connotación de gráficos, significaciones,
íconos, movimientos, densidad de colores y de tejidos que seguro expresa otro
tipo de "escritura", no la alfabética de tipo castellana. Es otro
tipo de "escritura" diseñada en imágenes, símbolos, signos que
conforman un conjunto de pensamiento. Por eso, uno sabe por la forma de vestir
de que una persona pertenece a un x ayllu o marka, en quechua a un jatun ayllu.
Todo eso, en la "gran geografía
civilizatoria" de la vértebra Andina tiene, como la wiphala, distintos
ponchos y aguayos. Es ésa la civilización no es homogeneizadora ni unilineal de
la historia, sino una civilización que tiene una gran complejidad dentro de sí,
que puede articularse hasta elementos contradictorios, pero que pueden
constituir una unidad, por ejemplo, de los cuatro espacios de la wiphala.
Entonces, a la geografía civilizatoria habría que "vestirla de un
poncho" y "de un awayu" como un elemento constitutivo de un
nuevo modo de pensar la política, el poder y la historia. Creo que este es uno
de los elementos de la "geoestrategia del poder qulla". Poder no hay
que entender como un dominio de uno sobre el resto, sino como el
"compartir el poder" entre muchos en equilibrio histórico.
Otro fundamento que encontramos son las estrategias poblacionales indígenas y no sólo indígenas, sino también de los sectores populares urbanos no indígenas u originarios, que en algunos casos tienen raíces indígenas que se niegan pero que también se reinventan. Desde la Colonia hubo una esclavitud y exterminio masivo de indígenas en el llamado Cerro Rico de Potosí, o en Perú, o en México. Hubo una dramática caída demográfica indígena en la Colonia. Sin embargo, se produjo luego un rápido ascenso de la población.
Utilizando el concepto de la bio-política de Michel Foucault, el control de la natalidad y el gobierno de las poblaciones, en un texto nuestro sobre "geoestrategia indígena" sostenemos que los indígenas, quizá sin saberlo, hemos practicado una especie de "anti-biopolítica". Sin hacer caso a las políticas del Estado de la regulación de la población, nos hemos reproducido de siete en siete, de ocho en ocho, de diez en diez. Siempre moría alguno de la familia, por la pobreza y la miseria. Pero sobrevivíamos el resto. Es una especie de "anti-biopolítica" indígena que marca la recuperación demográfica de la población sojuzgada.
Otro fundamento que encontramos son las estrategias poblacionales indígenas y no sólo indígenas, sino también de los sectores populares urbanos no indígenas u originarios, que en algunos casos tienen raíces indígenas que se niegan pero que también se reinventan. Desde la Colonia hubo una esclavitud y exterminio masivo de indígenas en el llamado Cerro Rico de Potosí, o en Perú, o en México. Hubo una dramática caída demográfica indígena en la Colonia. Sin embargo, se produjo luego un rápido ascenso de la población.
Utilizando el concepto de la bio-política de Michel Foucault, el control de la natalidad y el gobierno de las poblaciones, en un texto nuestro sobre "geoestrategia indígena" sostenemos que los indígenas, quizá sin saberlo, hemos practicado una especie de "anti-biopolítica". Sin hacer caso a las políticas del Estado de la regulación de la población, nos hemos reproducido de siete en siete, de ocho en ocho, de diez en diez. Siempre moría alguno de la familia, por la pobreza y la miseria. Pero sobrevivíamos el resto. Es una especie de "anti-biopolítica" indígena que marca la recuperación demográfica de la población sojuzgada.
Nuevamente, en la región Andina los españoles
llegan, pero no se asientan. Hay haciendas, pero no viven allí. Por la
geografía elevada, los indios siguen siendo dueños de su territorio, aunque con
haciendas que los explotaban. Eso terminó en 1952 en Bolivia. Ahora hay mayor
libertad. Claro, hay archipiélagos hacendados, como aquí cerca, en Ayo Ayo, en
La Paz. Y en Santa Cruz que es la contradicción fragrante de los discursos
liberales. Para el caso de Ayo Ayo fue un debate, porque dentro de un
territorio aymara no puede haber un territorio extraño definida en una hacienda
de los "blancos". Por eso fue tomada.
Entonces no hubo más territorios extraños dentro
del territorio aymara. Pues bien, esta estrategia poblacional sin una política
estatal, sin alguna política planificada desde algún lugar del poder, sino una
especie de política interna de población indígena, de reproducción masiva, en
la que la mujer carga el mayor peso corporal porque lleva, gesta, amamanta a
los niños y puede nutrir. Las mujeres con su cuerpo han ayudado a reproducir
biológicamente la población indígena a riesgo de su propia muerte. Es una
especie de estrategia poblacional importantísima de reproducción. Lo segundo es
que esta población que se reproduce de par en par, de cinco, seis y siete,
además reocupa otros espacios territoriales, geográficos, en los que se
asientan y construyen sus propios espacios, su propia dinámica cultural y
política.
Por ejemplo, es el caso de San Julián, Yapacaní,
Plan 3000, Yacuiba en Santa Cruz. Y los norteños en Tarija. En Pando, toda la
región cercana a la frontera con Brasil es un gran asentamiento de población
qulla y campesina, pero con interrelación con otras poblaciones indígenas,
rurales y mestizas, en disputa por los espacios geográficos, por los
territorios, por los recursos, incluso en disputa por el mercado liberal (los
negocios, las ferias, algún tipo de economía mercantil). Los qullas establecen
dinámicas económicas muy fuertes e interesantísimas. Además de tener una matriz
civilizatoria poblacional Andina, históricamente los qullas se van desplazando
a otras regiones. Pero eso también está en debate.
Una hipótesis que se ha planteado es que la población Andina viene de la región Amazónica. Otra hipótesis es que viene de la Costa. No sería extraño si fueran ciertas estas hipótesis, porque está la gran pampa de Moxos de Beni, que desde el aire se ve una gran arquitectura de andenes hermosísimos iguales a los andenes en los Andes. Ahí se ha encontrado cerámicas incas o de antes de los incas, que tiene relación con la cerámica Andina de la región de Tiwanaku y de los Mochicas del lado del Perú. Entonces, estas hipótesis parecen relevantes. Por si acaso, el quichua en Ecuador se habla en la selva. Y los quichuas se distinguen de otras poblaciones de la selva. Incluso, hay un autor que habla que aquí, en la región norte de La Paz, los lecos habrían sido antiguos quechuas, que se habrán convertido en lecos. Y que algunos lecos se habría quechuizado y que algunos quechuas se habrían vuelto lecos. Es una dinámica en la frontera entre la región Andina y la región Amazónica, que fue una región intermedia muy dinámica en la historia. Y los mismos, dicen algunos, habrían venido de Copiapó, del norte de Chile.
Una hipótesis que se ha planteado es que la población Andina viene de la región Amazónica. Otra hipótesis es que viene de la Costa. No sería extraño si fueran ciertas estas hipótesis, porque está la gran pampa de Moxos de Beni, que desde el aire se ve una gran arquitectura de andenes hermosísimos iguales a los andenes en los Andes. Ahí se ha encontrado cerámicas incas o de antes de los incas, que tiene relación con la cerámica Andina de la región de Tiwanaku y de los Mochicas del lado del Perú. Entonces, estas hipótesis parecen relevantes. Por si acaso, el quichua en Ecuador se habla en la selva. Y los quichuas se distinguen de otras poblaciones de la selva. Incluso, hay un autor que habla que aquí, en la región norte de La Paz, los lecos habrían sido antiguos quechuas, que se habrán convertido en lecos. Y que algunos lecos se habría quechuizado y que algunos quechuas se habrían vuelto lecos. Es una dinámica en la frontera entre la región Andina y la región Amazónica, que fue una región intermedia muy dinámica en la historia. Y los mismos, dicen algunos, habrían venido de Copiapó, del norte de Chile.
El hecho es que no seríamos extraños al mundo
Amazónico. Si encontráramos más datos paleontológicos y arqueológicos de esto,
podríamos concluir que la Amazonía y el oriente no son extraños a nosotros ni
ellos a nosotros. Entonces, la estrategia sería de una "gran
reunificación" entre ese gran mundo amazónico, mundo denso con gran
riqueza cultural y de recursos de biodiversidad, y una región altiplánica tan
rica en la diversidad de ríos, de lagos, de hielo, de salares como el de Uyuni,
y la riqueza del agua. El agua siempre va a caer de arriba para abajo. En la
región Andina, el agua cae de las montañas...
Es la presencia poblacional qulla y de algunos
sectores populares que no pueden definirse qullas e indígenas. Aunque en Santa
Cruz hay una figura de que el qulla no es sólo el aymara o el quechua
civilizatoriamente Andino, sino también el paceño, el orureño, el potosino, el
cochabambino, es decir que esta otra población por geografía, no por cultura,
sería también qulla. Esta estrategia poblacional es parte de una dispersión de
la dinámica poblacional que después de haber sido reducida, se extiende, que
ocupa espacios geográficos que históricamente han sido nuestros pero que desde
el tiempo de la Colonia sufrió cortes y ahora se vuelve a reagrupar. Ahí el
hecho extraordinario es que esas poblaciones después de asentarse con sus
espacios, sus territorios, empiezan a hablar del poder, de la política, de la
cuestión de los recursos, del asunto común. Y esa constitución, articulada con
la región Andina-Costa-Amazonía, supone un gran imaginario civilizatorio y del
poder que podría articularse. Obviamente, es bien complejo, hay gente que no
hace mucho se identifica con lo qulla. Pero ese discurso de la oligarquía que
dice "kolla de mierda", como "cabecita negra" en Argentina,
conduce a preguntarse ¿quién eres tú? Es algo que te interpela duramente, eso
es una cosa que hay que pensar.
El Presidente Evo Morales y dirigentes indígenas originarios.
Volviendo a la "geoestrategia del poder". Estamos hablando de
la historia de la civilización de esta parte del mundo, hablamos de Tiwanaku, del
Tahuantinsuyo, de la confederación de regiones de qullas o ayllus-markas. Donde
hay una cantidad de guaraníes. Sobre los guaraníes se dice que vienen de
Paraguay, pues son pueblos migrantes, que no se asentaban; ahora si se
asientan. Éste es un pueblo parte de la historia colonial donde han resistido a
los españoles y antes a los incas. Tiene su historia y su valor en esta lucha
social.
Es dentro de ello que la memoria histórica de la
región qulla es impresionante, tan monumental, tan grande que es imposible, en
muchos sentidos, obviar. Porque desde la Colonia hay una construcción de esta
memoria histórica con el liderazgo de Tupaj Amaru y Tupaj Katari, Micaela
Bastidas, Bartolina Sisa en toda la región qulla. Tupaj Amaru es de la región
qulla del Perú, es de Tunkasuka, provincia de Tinta. "Tunka" quiere
decir diez en aymara, "Tunkasuka" quiere decir "diez
surcos". Incluso la pretensión de reivindicar a Tupaj Amaru, aunque
algunos quizá no estén de acuerdo, se debe a que esa región, es aymara, o sea,
de la región qulla. Entonces, Tupaj Amaru, Tupaj Katari, Bartolina Sisa, Tomas
Katari, Zárate Willka, Juan Lero, Lorenzo Ramírez son qullas.
Y en el tiempo actual, Genaro Flores, Felipe
Quispe, Evo Morales, Constantino Lima, Fausto Reinaga, Eugenio Rojas, Oscar
Olivera y otros, todos ellos tienen una raíz aymara o son qollas. Este volumen
histórico de los liderazgos, algunos más moderados otros mucho más radicales,
en el plano político no se los puedes obviar. Estos han cargado, según mi
concepto, una genealogía de liderazgos, de "memoria histórica
rebelde" que en la Colonia, la República y ahora sigue vigente. A esto lo
llamo la "genealogía de los kataris, willkas, amarus" y con el tiempo
posiblemente sea seguida con los mallkus y t?allas (autoridades originarias del
ayllu). Esta sería una gradación de autoridades.
En el mundo Andino se trata de una sumatoria,
cuanto más sumatoria tienes, más fuerza tienes, más poder tienes. Y esta
memoria de los líderes y caudillos indígenas tiene una condición fundamental:
cada vez se hace recuerdo y reproduce la memoria política, la memoria
territorial, histórica y lingüística. Y no sólo eso, sino que existe una
población que se piensa a sí mismo en mucho sentidos como el origen de
muchísimos fenómenos novedosos en Bolivia, como el cuestionamiento del Estado
colonial y republicano, el desmoronamiento en cierto modo, en la región andina,
del proyecto neoliberal, la denuncia de que este país es colonial a pesar de la
República y que hay dos Bolivias: una Bolivia minoritaria y otra
mayoritaria-indígena. Todo eso ha permitido ir construyendo un discurso político,
una memoria histórica, un entramado de eventos históricos locales y regionales
que en muchos casos han sido universalizados, pero que sin embargo el Estado
siempre tuvo la capacidad de invisibilizarlos. Esta memoria histórica nos
parece fundamental en el plano político.
En el plano lingüístico hay trabajos que se quedan
en lo lingüístico. Pero en el plano político se trata de una construcción
discursiva, simbólica, imaginativa del proyecto posible de la Nación Qulla y
eso es la reconstitución del Qullasuyu y otros tres grandes Suyus. Así está el
proyecto histórico de los kataris, de los willkas. En el caso de Tupaj Katari
el proyecto siempre fue la autonomía de los mallkus, de las markas y de los
ayllus frente al Estado colonial. Después se trató de construir un sistema
indígena en que estuvieran incluidos los españoles, pero bajo el paraguas
indígena. La otra opción fue la expulsión y exterminio de los españoles para el
auto-gobierno en esta región Andina.
Después vino el reto katarista e indianista de los sesenta y setenta del siglo XX. El proyecto indianista de esos años fue la constitución de un Estado indígena, de un Estado qullasuyano con su propia lógica, su propia territorialidad, sistema de lengua y jurídico, y económico. Creo que este proyecto histórico sigue vigente aun, y que está en disputa con las oligarquías cruceñas, en el sentido de que lo indio, una categoría colonial pero positivizada desde el discurso político, le genera miedo a la oligarquía. Este último la oligarquías tienen una gran ambigüedad: quieren y no quieren estar aquí. Aunque hablar en Bolivia de élites es un "premio", pues para ser élite se tiene que construir hegemonía con solidez institucional. Pero aquí, las oligarquías es una realidad pero marcada por mucha ficción creada por el otro, del europeo y del norteamericano. Es como dice H. C. F. Mansilla, el aristócrata que reflexiona sobre la aristocracia, que las oligarquías últimas quieren parecerse más a las clases medias de Miami que a las elites-élites norteamericanas. Lo que es distinto al pasado, cuando las elites querían parecerse a las grandes elites de París o Londres.
Después vino el reto katarista e indianista de los sesenta y setenta del siglo XX. El proyecto indianista de esos años fue la constitución de un Estado indígena, de un Estado qullasuyano con su propia lógica, su propia territorialidad, sistema de lengua y jurídico, y económico. Creo que este proyecto histórico sigue vigente aun, y que está en disputa con las oligarquías cruceñas, en el sentido de que lo indio, una categoría colonial pero positivizada desde el discurso político, le genera miedo a la oligarquía. Este último la oligarquías tienen una gran ambigüedad: quieren y no quieren estar aquí. Aunque hablar en Bolivia de élites es un "premio", pues para ser élite se tiene que construir hegemonía con solidez institucional. Pero aquí, las oligarquías es una realidad pero marcada por mucha ficción creada por el otro, del europeo y del norteamericano. Es como dice H. C. F. Mansilla, el aristócrata que reflexiona sobre la aristocracia, que las oligarquías últimas quieren parecerse más a las clases medias de Miami que a las elites-élites norteamericanas. Lo que es distinto al pasado, cuando las elites querían parecerse a las grandes elites de París o Londres.
Ellos le tienen miedo, pavor, a la indianidad y a
la posibilidad de que los gobiernen. Como decimos, los indios decidieron
gobernarse a sí mismos y la posibilidad de también gobernar a las elites. Y
gobernarlas es un desafío terrible. ¿Cómo puedes hacerlo? Es un desafío, creo
que Evo trata de hacerlo desde una visión reformista. La ambigüedad
gnoseológica de las elites bolivianas es un vacío que nos permite a los
movimientos indígenas originarios avanzar en este proyecto. Esa sería la
debilidad estructural de las elites. El paradigma de ellos es la modernidad, la
ultramodernidad, que en Europa mismo está siendo duramente criticado. Este
proyecto histórico está en disputa con el proyecto histórico indígena
originario.
Ahora, este proyecto del mundo qulla no es arcaico
y retrógrado. Es un proyecto de gran diversidad regional, cultural, incluso
civilizatoria. Y además, en el último tiempo, no puede abstraerse de la
economía, de la economía de mercado. Ahí la lógica o el problema es de cómo se
distribuye el excedente, cómo se goza el excedente que se produce en el Estado,
en la sociedad. Cómo es posible ante la economía liberal otra economía más
humana, más social, con la lógica de la "yapa", de rotación de las
cosas, y de la "rotación del poder?", etc. El pavor de las elites es
por no aceptar que un indio incluso enamore a sus hijas. Porque las hijas
pueden enamorarse de un indígena. Pero les causa pavor tener un yerno indio.
Lo patético de esto son los grupos de poder de
Sucre. Conversando con algunas chicas en Santa Cruz se les pregunta ¿qué tipo
de hombre o mujer les parecen para enamorarse? Las respuestas son variadas. Y
esa misma pregunta en el imaginarios de las chicas de El Alto, ellas dicen. Les
gustaría chicos altos, cabellos largos, sombrero, moreno y aymara. Ese es el
imaginario de las chicas de aquí, en El Alto, y tal vez de otros lugares. Hay
un autor en Santa Cruz, Wolfango Montes, que hace una novela política sobre una
hacienda en Santa Cruz que está cercada por una indiada. Y una de las hijas de
los hacendados se enamora de un mallku. El mallku es "feo", pero es
aguerrido, guerrillero, agresivo y sexualmente incontenible. Y la chica
"bonita", simpática, se enamora del "feo" Mallku. ¿Qué
connotación hay? ¿Qué conflicto hay en la novela? El papá, los hermanos y
hermanas no quieren saber nada del mallku, pero tiene ahora a su lado a un
indio, su cuñado a quien siempre la han despreciado. Tienen invitado porque es
el yerno y es el cuñado. Y la joven dice, me gusta ese indio, con coca o como
sea, me gusta. Eso muestra Wolfango Montes.
Volviendo al tema, se trata del pavor de las elites
por la indiada, que muchos se las imaginan como hegemónica y absolutista, pero
eso no es tan cierto. Cuántos de los aymaras quisieran enamorarse de una Miss
Belleza de Santa Cruz, pero es imposible porque hay una frontera cultural y
hasta de la idea de "pureza racial" en ellos que es imposible de
penetrar. Ante el enamoramiento de dos jóvenes, se ponen fronteras culturales,
para que ese enamoramiento no se produzca. El proyecto histórico plural se
enfrenta a esto. Este proyecto no es excluyente, pues en el paradigma del ayllu
se trata de que uno no existe sin el otro, como en la familia, que no hay tal
sin el varón y la mujer. El ayllu es la constitución de los dos mundos. Este
proyecto está vivo y vigente.
Una
manera de empezar.
Entonces la "geoestrategia del poder
indígena" sería una contra-propuesta ante la geopolítica del imperio del
norte de reestructurar y fragmentar territorios, en ese sentido, esta parte del
mundo pudiera pensarse como una gran articulación más allá de las fronteras
estatales actuales: la gran región Andina estaría pensada desde Argentina y Chile
hasta Ecuador, pasando por Bolivia y Perú, cinco naciones que tienen en su seno
esta fuerza histórica; si resurgiera con mayor fuerza en el tiempo y se
convirtieran en Estado, el hecho aún sería mayor. Sin olvidar, por ejemplo, que
la región sur del Perú, que es lupaka-aymara y la región quechua del centro del
Perú se piensan como "poder", bueno como "poder peruano". Y
los indígenas de la Amazonia del Perú se han levantado contra el dominio
criollo-mestizo. Pero esto puede traducirse en otra cosa, la historia no
siempre es lineal, es contradictoria.
Frente a ello el proyecto (para Bolivia) de las
oligarquías cruceñas no tiene una connotación nacional. Son corporativos en el
sentido colonial. En términos culturales son cerrados en sí mismos, "yo el
camba y nada más". No el camba originario guaraní o mojeño, sino el camba
de las familias oligárquicas. A eso nos referimos. Además éstas son racistas. Eso
no es un proyecto de país.
En Sucre han dicho "el que no salta es
llama" y los jóvenes universitarios se burlaban de las polleras,
olvidándose que sus abuelas usaron polleras, que ahora son indias. Después de
esto vimos en Tarabuco multitudinarios concentraciones que contradecían a esos
sectores de Sucre. Tristán Marof hablaba en los años de 1940 de los badulaques,
de la historia de los badulaques, en un texto publicado en 1950. Allí dice que
los badulaques aparentan grandeza, elocuencia, alta cultura. Pero eso es de la
puerta para afuera. Pues puertas adentro tienen chanchos, se acuestan con sus
empleadas, son endogámicos de doble juego, y borrachos.
Pues las élites de Sucre no han superado su
atavismo colonial y no tienen un proyecto de país. Tendrían que plantear algo
extraordinario e interesante, a parte de lo que se propuso en el '52, que se
hizo un país en función del mestizaje. Tendrían que proponer algo
extraordinario para que el mundo indígena, el mundo qulla y el indígena en
general, para que se pueda creer en esos proyectos. Siento que esos proyectos
se han quedado rezagados unos doscientos años. Mientras que el proyecto qulla e
indígena en general cada vez tiene más adherentes, aunque en algunos casos
tenga sus propias flaquezas como en todo proceso. La CIA no en vano ha dicho
que, de aquí a 20 años, los indígenas serán el gran problema político de los
Estados. Y están en lo cierto, de algún modo.
Entonces, las elites tienen que plantear algo
realmente novedoso, incluso en términos de modernidad. Pero en algunos casos,
las elites de Sucre son hasta premodernas. Ellos sostienen recordar y encarnar
el Grito de Libertad de América. Pero humillan a los guerrilleros indígenas de
Juana Azurduy de Padilla en la plena Plaza 25 de Mayo, un 24 de mayo de 2008,
cerca a los 200 años del grito de la independencia. En Santa Cruz dicen que
harán la segunda independencia. No se sabe de qué hablan, de su "auto-independencia
dependiente" de Europa, ¿tal vez?. No se observa todo ello como viable en
el tiempo. Aunque siempre hubo distintos proyectos en disputa.
En la Asamblea Constituyente, Sucre, tenía la
oportunidad de acoger toda esa diversidad y, aunque no tenga la sede de
gobierno, podrían haber acogido un proyecto de país. Pero lo han perdido por el
racismo. Es más, en cada tienda en Sucre había un letrero que decía "No a
la Constitución sangrienta del MAS". Eso nos hizo recordar a las cruzadas
de la cristiandad y a las "putas de Babilonia" de la que habla
Fernando Vallejo. Parecería que la "cruz templaria" de Sucre fue
ofendida. Sucre no tiene capacidad económica, ni discurso cultural modernizador
o intelectualidad. Una amiga española quería comprar libros en Sucre y no
encontró nada. En cambio sí se encuentra en La Paz, en Cochabamba y Santa Cruz.
La sociedad de elite de Sucre es decadente y no puede pensarse como país.
En El Alto están produciendo libros, esta ciudad se está convirtiendo en un eje de pensamiento aunque sea en el lenguaje español. Y Sucre definida al rededor de la Plaza 25 de Mayo es el resabio de la colonia españolísima. Así la "estrategia del poder indígena" lo que trata es de imaginar una posibilidad histórica de rearticulación de estas condiciones históricas, geográficas, regionales, poblacionales y económicas para pensarse en el tiempo como "propio" ante la posibilidad de que el imperio pueda querer fragmentar los territorios que han sido históricamente indígenas. Y repito, sin que eso excluya a otros, que vivan como parte del todo pero que no sean hegemónicas. En Bolivia, una minoría se hace la dueña de la vida, y lo son del territorio, mientras que una mayoría es extraña, ajena a su propia tierra. Eso no es posible seguir manteniendo y que se repita.
En El Alto están produciendo libros, esta ciudad se está convirtiendo en un eje de pensamiento aunque sea en el lenguaje español. Y Sucre definida al rededor de la Plaza 25 de Mayo es el resabio de la colonia españolísima. Así la "estrategia del poder indígena" lo que trata es de imaginar una posibilidad histórica de rearticulación de estas condiciones históricas, geográficas, regionales, poblacionales y económicas para pensarse en el tiempo como "propio" ante la posibilidad de que el imperio pueda querer fragmentar los territorios que han sido históricamente indígenas. Y repito, sin que eso excluya a otros, que vivan como parte del todo pero que no sean hegemónicas. En Bolivia, una minoría se hace la dueña de la vida, y lo son del territorio, mientras que una mayoría es extraña, ajena a su propia tierra. Eso no es posible seguir manteniendo y que se repita.
A partir de eso, ésta "columna vertebrar del
Katari histórico", antiguo, mítico y real, puede ser el gran anclaje
ideológico de esta "vertebración civilizatoria" que existió, existe y
puede aún resurgir con gran fuerza. Y el Katari-Amaru volvería a caminar. Como
dicen sus impulsores cuando Katari camine, sería el animal que no duerme,
tendría que reproducir sus venenos para que en este territorio sea purgado de
las colonias y del colonialismo, de la explotación y violación de los hombres y
mujeres, y de los recursos humanos, de la naturaleza y de la vida.
El Katari es un animal, pero un "animal
político" y tiene mucha "qamasa" (fuerza). Incluso aquí hay otro
concepto de poder, que no es sólo relación social como se definió en la
modernidad en Europa, sino que el poder es cuerpo, está en el cuerpo de este
animal y de los cuerpos de los humanos. No es posible que siete u ocho millones
de poderes puedan ser dominados por un poder. Es una relación de poder-cuerpo.
Es el cuerpo porque los más viejos tienen gran adquisición de experiencia,
fueron a la selva y no murieron, pasó por los "brujerías" y no murió.
El cuerpo tiene un poder por sí mismo pero construido cultural y socialmente, así
como el ratón o la víbora. El ratón es chiquito, pero asusta. Nosotros decimos
que tienen "chhijo", que es una fuerza que puede mover muchas cosas.
Entonces, el Katari dormido es esa fuerza, ese "chhijo" que puede
mover el universo de la dominación. O en realidad se ha empezado a moverse.
Tupaj Katari y Bartolina Sisa fueron reconstituidos en 2006 y 2008 en la región
qulla de Bolivia.
Y este imaginario camina muy rápido, no en 100, 200
o 1000 años, puede venir pronto. Así fue en octubre de 2003, nunca se había pensado
que sucedería algo como el concepto de los "gobiernos barriales", los
otros fueron derrotados por sí mismos. Nadie había pensado esa posibilidad, ni
la izquierda que generalmente cree ser visionaria y revolucionaria. Pero
surgieron de facto estos "gobiernos barriales" que tuvieron la
capacidad de construir otro Estado, pero no estábamos conciente de estos y
volvimos a las manos de la derecha. Y entramos a la República caminando, pero
luego nos arrepentimos después de haber confirmado a Carlos Mesa en la Ceja de
El Alto. Pero la historia tiene sus antagonismos, sus ambigüedades. Ese es el
imaginario posible como práctica en la historia y además es un sueño de varias
generaciones que dieron su vida por esto. Y eso parece estar presente, es como
la piedra ardiente que aun no a muerto, está prendido el fuego.
Ahora esto se proyecta internacionalmente. Tal vez
es el "internacionalismo indígena", pero esto no parece ser sólo de
América Latina, sino del mundo africano, asiático, centroamericano, el Caribe,
etc. Incluso imaginado con un España de los vascos o los indígenas de Estados
Unidos o en el Polo Norte. Y ello con la incorporación de elementos de la
modernidad, etcétera. El internacionalismo obrero fue a partir de la fábrica,
de la naciente modernidad industrial. Mientras que el "internacionalismo
indígena" sería esa articulación mundial desde África, América, Asia,
Oceanía, etc., desde una civilización contraria a la expoliación asesina de la
vida de estos mundos. ¿Por qué alguna vez los países vecinos al imperio no
hacen un paro laboral contra el capital escalonadamente? Sería un acto
simbólico de la internacional indígena. Pero también con el mundo indígena
africano, en Asia, Europa, los indígenas de todo el mundo, como se dijo. Ello
implicaría el desmoronamiento del paradigma universal moderno de la
civilización europea, de la que Max Weber dijo sin tapujos que es en el único
lugar del mundo donde apareció una lógica, una racionalidad y una ética
protestante. Se estaría cuestionando este paradigma y dando nacimiento a otro
paradigma desde el internacionalismo indígena.
Y de hecho los movimientos indios hace treinta años
en América Latina tenían un internacionalismo en Perú, Chile, Ecuador, en
muchos lados. Eso quedó allí, pero es un referente. Es decir, los indígenas
originarios no están pensando sólo en el ayllu, la marka, aunque así lo
imaginan, los otros. Se está pensando en el mundo, en algunos casos pensando en
co-gobernar el mundo, desde los paradigmas de no matar la vida, la naturaleza.
Seguro que algún día la humanidad tomará en cuenta esto. En Europa ya no tienen
agua pura y la vida quizá sea imposible en quinientos años. Además, son
sociedades de ancianos, que no tienen hijos. En España, le dijimos en broma que
hay un fenómeno interesante porque ahora los indígenas van a colonizar España, pues vemos
que la población de allí es vieja y la joven viene de otro lado del mundo.
1.
Este es una adaptación de la entrevista y
transcripción realizado al autor por Gustavo Cruz, un joven Qulla de la región
de Jujuy (Argentina) y estudiante del posgrado de la UNAM-México.?
2.
Pablo Mamani
Ramirez es sociólogo y con maestría en la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales, FLACSO-Ecuador. Y co-dirige la revista Willka desde la ciudad de El
Alto ubicado a los 4000 metros sobre el nivel del mar.
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