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No entrando a la crítica en relación al
planteamiento central del Dr. Levitsky sobre los “caviares” en el Perú, significa en primer
lugar que comparto en lo central su opinión, no así la del Politólogo
Carlos Meléndez en la segunda parte cuando expresa que los “caviares” tienen un “desviado sentido de la realidad”,
quizás en referencia a cierto grupo de intelectuales, académicos y políticos, procedentes de la tradición liberal –
donde encontramos varias tendencias, pero en cambio un “caviar” procedente de las tradiciones de la izquierda “marxista”, mariateguista peruana
es muy difícil encontrar alguno de ellos que no tenga ubicación de la realidad, por lo más cómoda que su sea su
vida cotidiana. En segundo lugar, nuestra opinión con el respeto que se merecen
todos ustedes, considero que los
“caviares” en la política peruana, primero
encontramos aquellos intelectuales, políticos, académicos procedentes de la izquierda
– de un radicalismo de los 70’ y
parte de los 80’, después de la Caída del Muro de Berlín asumieron –
como ocurrió con los comunistas en todo
Europa, los Socialistas e incluso los social-demócratas – una posición
crítica al marxismo-leninismo,
renunciaron definitivamente a la
“revolución” que con tanto radicalismo pregonaron unos desde las aulas universitarias,
la lucha sindical clasista, y segundo,
otros en doble juego los que trabajaron con el gobierno de Velasco y otros los
que criticaron a dicho gobierno. Muchos de ellos hoy respetables “caviares” de la política, la academia y la intelectualidad
“jugaron” en pared con el “entrismo” sindical, gremial y político creando
“partidos políticos” a imagen y semejanza de sus teorías e intereses
cotidianos; otros, en cambio
estuvieron en la política de Izquierda Unida, militaron en diversos campos del
trabajo político profesional hasta la década de los 80´, pero en los 90’, adjuraron
a su posición política y el terrorismo asesino primero, y después la dictadura los arrinconó políticamente y al final
pasaron a convivir con una vida muy cómoda.
Hoy los “caviares”, respetables profesionales de la
institucionalidad democrática, la defensa y vigencia de los DD.HH, de los derechos sociales,
defensores de la libertad de expresión, ubicados en buenos y
respetables empleos, pero a su vez críticos
muy profundos de los nuevos actores sociales de los Conflictos Sociales,
comparten en coyunturas con los liberales
en la crítica a todos los que se oponen a las inversiones mineras, petroleras,
gasíferas. Están encantados con el
crecimiento económico, pero son fuertes defensores del desarrollo económico social en especial de la educación y la salud. ¡! Huy ¡¡, me olvidaba, tienen una vida muy cómoda, respetable, visitan y son “clientes”
reconocidos de los mejores lugares – cafeterías,
restaurantes, centros culturales y
finalmente son fuertes
críticos de la izquierda que aún se sustenta en los históricos
planteamientos políticos revolucionarios. Un ejemplo a Santos, Presidente Regional de
Cajamarca y opuesto líder al
mega-proyecto minero Conga, lo consideran un “diablo”, un “condenado”, critican incluso más allá que los propios
liberales, al final se encuentran con muchos seudo intelectuales de la derecha conservadora,
los DBA.
En conclusión, los ayer
jóvenes revolucionarios en distintos contextos de la política, la academia y
la intelectualidad, socialistas, comunistas, hoy caviares, renunciantes arrepentidos de las políticas de izquierda, otros,
renegaron y se retractaron públicamente, ahora reconocidos defensores de los DD.HH, administradores de ONGs ambientalistas, "militantes" confesos del liberalismo - ahora se consideran herederos de la tradición liberal - especialistas, analistas,
y críticos de la política, la democracia liberal – apuestan por una democracia participativa
y ciudadana – y la gobernabilidad como política principal de Gobierno. Pablo
Raúl.
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Dr. Steven Levitsky, Politólogo de la Universidad de Harward. Asesor de la PUCP. Escribe en el Diario La República.
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Los Caviares desde otro ángulo.
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Steven
Levitsky.
Politólogo
de la Universidad de Harward.
La
República. Domingo, 16 de septiembre de 2012
Simpatizo
con el magistrado de la CIDH que pregunto por el significado de “caviar” en el “idioma peruano” .Nunca
entendí bien que era .Primero,
pensaba que era una copia del término francés “izquierda (gauche) caviar”. Parecía una expresión del marxismo
bruto, en lo cual nuestra ideología debería corresponder a nuestra clases
social .Desde esa óptica , el caviarismo
era una especie de “falsa
conciencia”, dado que solo los obreros ,y no los acomodados, deben ser de
izquierda. Pero en el Perú, no eran
los marxistas ortodoxos que hablaban de la izquierda caviar . Era la derecha, que supuestamente
abraza la idea – liberal – de que cada individuo forma libremente sus
opiniones.
Mi
confusión se ha profundizado en los
últimos años. “Caviar” ya no se
aplica solo a figuras de centro
–izquierda, sino también a liberales
del centro y centro-derecha, como
Augusto Álvarez, Rosa María Palacios, Beatriz Merino y hasta Mario
Vargas Llosa. Hoy en día no es necesario hablar
a favor de los pobres y la redistribución para ser caviar.
¿Qué
es lo que distingue a los caviares del resto del mundo, entonces? Según Carlos Meléndez, los caviares combinan el liberalismo
político (defensa de las
instituciones democráticas y los derechos ciudadanos) con un “estilo de vida acomodada”, un “desviado
sentido de la realidad”, y cierta intolerancia (el caviar “siempre cree tener la razón” ). En otras palabras,
combinan elementos ideológicos con elementos sociales,
culturales y hasta socio-psicológicos.
Quizás
la parte social tenia significancia en el pasado, cuándo “caviar” se utilizaba de una manera más precisa, pero hoy en día
carece de sentido .Los caviares forma – igual que sus rivales – parte de la elite limeña. Y nadie en esa elite tiene monopolio
sobre la vida acomodada, un desviado sentido se la realidad, o la intolerancia.
Todos tienen un
estilo de vida más o menos acomodado.
Y el desviado sentido de la realidad es un problema para toda la
elite limeña .Claro que hay caviares
con poco conocimiento de la realidad de la realidad social y política, pero hay
una enorme cantidad de anti-caviares que sufren de exactamente lo mismo. ¿Acaso los PPKausas o los lectores de Aldo Mariátegui conocen mejor la realidad
de Cajamarca o de puno? Tampoco los
caviares se distinguen por su intolerancia. Hay, sin duda, caviares que están poco dispuestos a reflexionar(o repensar sus
opiniones) sobre lo ocurrido en los años 90- y la falta de reflexión esta mal
-. Pero no me vengan a decir que los figuras anti-caviares (Mariátegui, Rey,
Cipriani, Martha Chávez) son más tolerantes.
Si
nadie en la elite limeña tiene
monopolio sobre la vida acomodada, un desviado sentido de la realidad, o lo
intolerancia, estas no son características que distinguen a los caviares de los
no caviares .Son cojudeces .Las diferentes reales – por lo menos
hoy en día –son políticas e ideológicas. Lo que si comparten Villarán , García - Sayán ,
Álvarez Rodrich y mis
amigos de la PUCP son ciertos valores , sobre todo un fuerte compromiso con
los derechos ciudadanos
y las instituciones democráticas. En muchas democracias,
esa orientación no es polémica, pero en el Perú
lo es. Y lo es porque la experiencia de
los años ochenta y noventa genero un
contexto político distinto. A diferencia de
Argentina, Brasil, Chile o
Colombia, una defensa rigurosa de los derechos humanos en el Perú genera conflicto con actores
importantes, como el fujimorismo, las Fuerzas Armadas y hasta el arzobispo. Y
peor aún, choca con la opinión pública.
Los peruanos enfrentaron un “tradeoff”(o
selección) muy duro en los noventa: entre los derechos y la institucionalidad
democrática, por un lado, y el orden y la seguridad por el otro.
Después de una década de violencia, una mayoría opto – junto con Fujimori - por
el orden y la seguridad. La memoria que
seguía (y sigue) priorizando los derechos humanos
y las instituciones democráticas son, hoy en
día, los caviares. Es una orientación políticamente incorrecta en el Perú. Defender los derechos
de los que son acusados de terrorismo, o de los activistas radicales que
quieren acabar con la minería, choca fuertemente en una sociedad que sufrió
Sendero y el tremendo colapso económico de los ochenta. Me parece que el
verdadero pecado de los caviares no
es tomar café en La Baguette sino
priorizar los derechos en una
sociedad que, en su mayoría, opta por el orden.
Pero la historia podría darle la razón a los caviares, si ser caviar es defender los
derechos y las instituciones, hay
evidencia empírica que el caviarismo
beneficia al país. Según varios estudios publicados en la última década
(por ejemplo, los de Dani Rodrik y Daron Acemoglu y James Robinson), la
institucionalización de los
derechos y la
fortaleza de las
instituciones son claves
para el éxito económico en el
largo plazo. Si los caviares
son los que luchan por la
institucionalización de los derechos y la fortaleza de las instituciones en el
Perú, hay que aplaudirlos.
Y hay más: el desarrollo económico genera
más caviares. Los
valores caviares- sobre todo, la
defensa de los derechos y su
extensión a grupos que históricamente no han gozado de ellos (mujeres,
homosexuales, indígenas)- son valores pos-materialistas. Son banderas que tienen poco que ver con
los propios intereses materiales, como el trabajo mejores salarios .Como ha
demostrado el politólogo Ronald Inglehart,
el pos-materialismo solo surge en los sectores que tienen sus necesidades
materiales satisfechas: la clase
media-alta. (Los que tiene que preocuparse todos los días para mantener a
su familia no tiene el lujo de luchar en defensa del medio ambiente o los
derechos de los homosexuales) por eso,
el pos-materialismo es mucho más
fuerte en las sociedades industrializadas, donde casi todos son de clases media para arriba. Según Inglehart, el
porcentaje del electorado español, alemán, francés y norteamericano que es pos-materialista
creció de 10% en 1970 a 25% en 2000. Este cambio fue producto del
desarrollo socio-económico. En todos los países del mundo, hay una fuerte
relación entre la riqueza y la educación,
por un lado, y las orientaciones pos-materialistas por el otro.
El Perú
sigue siendo mayoritariamente materialista. Pero el cambio se viene, y el
crecimiento económico lo acelera. Mas
riqueza y mas accesos a la educación genera mas liberales pos-materialistas –
o, traducido en idioma peruano,
caviares -. Un Perú desarrollado será un país mucho más
caviar que hoy.
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