jueves, 20 de septiembre de 2012

STEVEN LEVITSKY: Los Caviares desde otro ángulo.

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No entrando a la crítica en relación al planteamiento central del Dr. Levitsky sobre los “caviares” en el Perú, significa en primer lugar que comparto en lo central su opinión, no así la del Politólogo Carlos Meléndez en la segunda parte cuando expresa que los “caviares” tienen un “desviado sentido de la realidad”, quizás en referencia a cierto grupo de intelectuales, académicos y políticos, procedentes de la tradición liberal – donde encontramos varias tendencias, pero en cambio un “caviar” procedente de las tradiciones de la izquierda “marxista”, mariateguista peruana es muy difícil encontrar alguno de ellos que no tenga ubicación de la realidad, por lo más cómoda que su sea su vida cotidiana. En segundo lugar, nuestra opinión con el respeto que se merecen todos ustedes, considero que los “caviares” en la política peruana, primero encontramos aquellos intelectuales, políticos, académicos procedentes de la izquierda – de un radicalismo de los 70’ y parte de los 80’, después de la Caída del Muro de Berlín asumieron – como ocurrió con los comunistas en todo Europa, los Socialistas e incluso los social-demócratas – una posición crítica al marxismo-leninismo, renunciaron definitivamente  a la “revolución” que con tanto radicalismo pregonaron unos desde las aulas universitarias, la lucha sindical clasista, y segundo, otros en doble juego los que trabajaron con el gobierno de Velasco y otros los que criticaron a dicho gobierno. Muchos de ellos hoy respetables “caviares” de la política, la academia y la intelectualidad “jugaron” en pared con el “entrismo” sindical, gremial y político creando “partidos políticos” a imagen y semejanza de sus teorías e intereses cotidianos; otros, en cambio estuvieron en la política de Izquierda Unida, militaron en diversos campos del trabajo político profesional hasta la década de los 80´, pero en los 90’, adjuraron a su posición política y el terrorismo asesino primero, y  después  la dictadura los arrinconó políticamente y al final pasaron a convivir con una vida muy cómoda.

Hoy los “caviares”, respetables profesionales de la institucionalidad democrática, la defensa y vigencia  de los DD.HH, de los derechos sociales, defensores de la libertad de expresión, ubicados en buenos y respetables empleos, pero a su vez críticos muy profundos de los nuevos actores sociales de los Conflictos Sociales, comparten en coyunturas con los liberales en la crítica a todos los que se oponen a las inversiones mineras, petroleras, gasíferas. Están encantados con el crecimiento económico, pero son fuertes defensores del desarrollo económico social en especial de la educación y la salud. ¡! Huy ¡¡, me olvidaba, tienen una vida muy cómoda, respetable, visitan y son “clientes” reconocidos de los mejores lugares – cafeterías, restaurantes, centros culturales  y finalmente son fuertes críticos de la izquierda que aún se sustenta en los históricos planteamientos políticos revolucionarios. Un ejemplo a Santos, Presidente Regional de Cajamarca y opuesto líder al mega-proyecto minero Conga, lo consideran un “diablo”, un “condenado”, critican incluso más allá que los propios liberales, al final se encuentran con muchos seudo intelectuales de la derecha conservadora, los DBA. 

En conclusión, los ayer jóvenes revolucionarios en distintos contextos de la política, la academia y la intelectualidad, socialistas, comunistas, hoy caviares, renunciantes arrepentidos de las políticas de izquierda,  otros, renegaron y se retractaron públicamente, ahora reconocidos defensores de los DD.HH, administradores de ONGs ambientalistas, "militantes" confesos del liberalismo - ahora se consideran herederos de la tradición liberal - especialistas, analistas, y críticos de la política, la democracia liberal – apuestan por una democracia participativa y ciudadana – y la gobernabilidad como política principal de Gobierno. Pablo Raúl.
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Dr. Steven Levitsky, Politólogo de la Universidad de Harward. Asesor de la PUCP. Escribe en el Diario La República.
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Los Caviares desde otro ángulo.

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Steven Levitsky.

Politólogo de la Universidad de Harward.

La República. Domingo, 16 de septiembre de 2012



Simpatizo con el magistrado de la CIDH que pregunto por el significado de “caviar” en el “idioma peruano” .Nunca entendí bien que era .Primero, pensaba que era una copia del término francés “izquierda (gauche) caviar”. Parecía una expresión del marxismo bruto, en lo cual nuestra ideología debería corresponder a nuestra clases social .Desde esa óptica , el caviarismo  era una especie de “falsa conciencia”, dado que solo los obreros ,y no los acomodados, deben ser de izquierda. Pero en el Perú, no eran los marxistas ortodoxos que hablaban de la izquierda caviar . Era la derecha, que supuestamente abraza la idea – liberal – de que cada individuo forma libremente sus opiniones.

Mi confusión se ha profundizado  en los últimos años. “Caviar” ya no se aplica solo a figuras de centro –izquierda, sino también a liberales del centro y centro-derecha, como  Augusto Álvarez, Rosa María Palacios, Beatriz Merino y hasta Mario Vargas Llosa. Hoy en día no es necesario hablar  a favor de los pobres y la redistribución para ser caviar.

¿Qué es lo que distingue a los caviares del resto del mundo, entonces? Según Carlos Meléndez, los  caviares combinan el liberalismo  político  (defensa  de las   instituciones democráticas y los derechos ciudadanos) con un “estilo de vida acomodada”, un “desviado sentido de la realidad”, y cierta intolerancia (el caviar “siempre cree tener la razón” ). En otras palabras, combinan  elementos    ideológicos con elementos sociales, culturales y hasta socio-psicológicos.

Quizás la parte social tenia significancia en el pasado, cuándo “caviar” se utilizaba de una manera más precisa, pero hoy en día carece de sentido  .Los caviares forma – igual que sus rivales – parte de la elite limeña. Y nadie en esa elite tiene monopolio sobre la vida acomodada, un desviado sentido se la realidad, o la intolerancia. Todos tienen  un   estilo de vida más  o menos  acomodado.  Y el desviado   sentido  de la realidad es un problema para toda la elite limeña .Claro que hay caviares con poco conocimiento de la realidad de la realidad social y política, pero hay una enorme cantidad de anti-caviares  que sufren de exactamente lo mismo.   ¿Acaso los  PPKausas o los lectores de  Aldo Mariátegui conocen mejor la realidad de Cajamarca o de puno?  Tampoco los caviares se distinguen por su intolerancia. Hay, sin duda, caviares que están poco dispuestos a reflexionar(o repensar sus opiniones) sobre lo ocurrido en los años 90- y la falta de reflexión esta mal -. Pero no me vengan a decir que los figuras anti-caviares (Mariátegui, Rey, Cipriani, Martha Chávez) son más tolerantes.

Si nadie en la elite limeña tiene monopolio sobre la vida acomodada, un desviado sentido de la realidad, o lo intolerancia, estas no son características que distinguen a los caviares de los no caviares .Son cojudeces .Las diferentes reales – por lo menos hoy en día –son políticas  e ideológicas.   Lo que si comparten Villarán , García -  Sayán ,  Álvarez    Rodrich  y  mis amigos de la PUCP son ciertos valores sobre todo un fuerte compromiso  con   los  derechos    ciudadanos  y  las   instituciones   democráticas. En muchas democracias, esa orientación no es polémica, pero en el Perú lo es. Y  lo es porque la experiencia de los años ochenta y noventa genero  un contexto político distinto. A diferencia de  Argentina, Brasil, Chile o Colombia, una defensa rigurosa de los derechos humanos en el Perú genera conflicto con actores importantes, como el fujimorismo, las Fuerzas Armadas y hasta el arzobispo. Y peor aún, choca con la opinión pública. Los peruanos enfrentaron un “tradeoff”(o selección) muy duro en los noventa: entre los derechos y la institucionalidad democrática, por un lado, y el orden y la seguridad por el otro. Después de una década de violencia, una mayoría opto – junto con Fujimori - por el orden y la seguridad. La memoria   que seguía (y sigue) priorizando los derechos   humanos  y   las   instituciones  democráticas   son, hoy   en  día, los caviares. Es una orientación   políticamente   incorrecta en el Perú. Defender los  derechos de los que son acusados de terrorismo, o de los activistas radicales que quieren acabar con la minería, choca fuertemente en una sociedad que sufrió Sendero y el tremendo colapso económico de los ochenta. Me parece que el verdadero pecado de los caviares no es tomar café en La Baguette sino priorizar los derechos en una sociedad que, en su mayoría, opta por el orden.

Pero  la historia podría darle la razón a los caviares, si ser caviar es defender los derechos  y las instituciones, hay evidencia  empírica que el  caviarismo  beneficia al país. Según varios estudios publicados en la última década (por ejemplo, los de Dani Rodrik y Daron Acemoglu y James Robinson),  la   institucionalización   de  los     derechos    y  la    fortaleza   de    las  instituciones    son  claves   para  el éxito económico en el largo plazo.  Si los caviares son los que luchan  por la institucionalización de los derechos y la fortaleza de las instituciones en el Perú, hay que aplaudirlos.

Y  hay más: el desarrollo económico   genera   más caviares.   Los valores  caviares- sobre todo, la defensa de los derechos   y su extensión  a grupos  que históricamente no han gozado de ellos  (mujeres, homosexuales, indígenas)-  son valores pos-materialistas.  Son banderas que tienen poco que ver con los propios intereses materiales, como el trabajo mejores salarios .Como ha demostrado el politólogo Ronald Inglehart, el pos-materialismo solo surge en los sectores que tienen sus necesidades materiales satisfechas: la clase media-alta. (Los que tiene que preocuparse todos los días para mantener a su familia no tiene el lujo de luchar en defensa del medio ambiente o los derechos de los homosexuales) por eso, el pos-materialismo es mucho más fuerte en las sociedades industrializadas, donde casi todos son de clases  media para arriba. Según Inglehart, el porcentaje del electorado español, alemán, francés y norteamericano que es pos-materialista creció de 10% en 1970 a 25% en 2000. Este cambio fue producto del desarrollo socio-económico. En todos los países del mundo, hay una fuerte relación entre la riqueza y la educación, por un lado, y las orientaciones pos-materialistas por el otro.

El Perú sigue siendo mayoritariamente materialista. Pero el cambio se viene, y el crecimiento económico lo acelera. Mas riqueza y mas accesos a la educación genera mas liberales pos-materialistas – o, traducido en idioma peruano, caviares -. Un Perú desarrollado será un país mucho más caviar que hoy.
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