viernes, 28 de septiembre de 2012

LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO. OMC. En donde queda la Ronda de Doha?.

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El resultado para la Ronda Doha de la VIII Conferencia Ministerial lo resumió el ministro sudafricano Rob Davies cuando dijo que “Si el mundo no puede en este momento llevar a cabo la misión particular de negociar un mandato de desarrollo, entonces esperemos el momento correcto”. Es el mismo Rob Davies que durante la enésima reunión con los mismos planteamientos, le recordó a Pascal Lamy que Einstein definía la locura como “Repetir el mismo procedimiento y esperar un resultado distinto”. La OMC es tan esquizofrénica que esa política de insistir con lo ya rechazado es deliberada y lo peor es que … a veces triunfa! Con el fracaso de la VIII Conferencia Ministerial, cuyo único activo importante fue el ingreso de Rusia, se dejo de simular la vigencia el mandato de Doha. Antes de la ministerial se habló de acuerdos plurilaterales, un contrasentido en un organismo multilateral, pero que tiene antecedentes en el GATT. De Doha sólo queda el mandato a negociar, pero con el pretexto de actualizar la negociación a nuevas realidades, se quiere hacerlo sobre temas muy peligrosos.
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En diciembre la Ronda de Doha cumple 11 años, sin nada que festejar.
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LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO. OMC.  En donde queda la Ronda de Doha?.
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Viernes 28 de septiembre del 2012.

Umberto Mazzei (especial para ARGENPRESS.info)

La Ronda Doha, como intento de mejorar el desarrollo con un comercio equitativo, murió muy joven, creo que nació muerta. Desde su inicio no fue otra cosa que una lucha contra propuestas para entregar mercados a las grandes transnacionales.

Mirar el pasado muestra el futuro, porque la coherencia de las acciones aclara los objetivos de los actores y la dinámica en los equilibrios. En los 80 el FMI y el Banco Mundial obligaron a los países pobres a suscribir el GATT. Se negociaba la Ronda Uruguay que integró la agricultura al GATT y se firmó acuerdos en Servicios y Propiedad Intelectual. La OMC se creó para administrar el paquete.

La Ronda Uruguay dejó reglas injustas en agricultura - base económica de los países pobres- además de otras reglas contrarias al desarrollo en Propiedad Intelectual y Servicios. La Ronda Doha se vendió como el modo de corregirlas. La Declaración de Doha ordena negociar reglas que mejoren el nivel de desarrollo de los miembros y en agricultura “reducciones, con miras a su eliminación gradual, de toda forma de subsidios a la exportación; y reducciones substanciales en los apoyos domésticos que causen distorsión del comercio.” Un mandato muy importante porque los subsidios crean precios artificialmente bajos que arruinan a los agricultores locales.

El mandato no fue obedecido y la Ronda Doha se volvió una negociación de apertura de mercados en todas las áreas; agricultura, productos industriales, servicios, propiedad intelectual. Los subsidios agrícolas de Estados Unidos aumentaron y los países ricos ponen aranceles ad-valoren de 200 - 300%, aranceles específicos y cuotas arancelarias a los productos agrícolas.

También hay dificultades para los países en desarrollo con los desarrollados en dos temas: a) picos arancelarios (aranceles altos) y escalamiento arancelario (mayor arancel a mayor elaboración) en productos con potencial exportador de países en desarrollo; b) barreras no arancelarias, como medidas anti-dumping, normas técnicas y sanitarias.

Al endurecerse las posiciones, el proceso negociador se hizo más excluyente. La deliberación en “Green Room” (grupos de 20 -30 países influyentes) se hizo hecho corriente. La Secretaría maneja las negociaciones con creciente falta de transparencia y las normas de procedimiento son ahora cada vez menos acatadas.

La crisis financiera y el comercio.

En el 2008 estalló en Wall Street la crisis financiera que se contagió a Europa y alteró el flujo del comercio. La caída y la recuperación no fueron homogéneas y alteró el patrón comercial: ahora son los países emergentes y en desarrollo los líderes del crecimiento.

El cuadro muestra como bajaron las cifras del comercio. Tampoco hubo un reflejo inmediato; la crisis tuvo su momento más agudo en el 2008 y el comercio fue afectado sobre todo en 2009. La recuperación global es evidente, pero ha tenido velocidad desigual según países. La hipótesis más obvia es que la crisis financiera afecto más el crédito a las empresas y el poder adquisitivo del consumidor en los países directamente expuestos.

La recuperación tampoco fue igual en el comercio de bienes y en el comercio de servicios. El cuadro muestra como la recuperación del comercio en servicios no es igual en todos los países. Hay un rezago general en la recuperación atribuible a que el carácter intangible de los servicios hizo que el crecimiento hasta 2009, fueran en muchos casos un reflejo de la burbuja impulsada por la especulación en el sector de servicios financieros.

Los cuatro principales actores en los servicios son los Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y China. La crisis no los afectó en la misma medida. En Estados Unidos y Alemania el impacto fue limitado al año 2009. China se recuperó y creció un 40%. El Reino Unido no se recupera. Esa discrepancia tiene efecto en el uso de las cadenas de valor de las que hablaré luego.

Los temas de Singapur y los acuerdos regionales.

Hay cuatro temas que desde hace años se sacan por la puerta y entran por la ventana. El primer intento de introducirlos fue en la Conferencia Ministerial de la OMC en Singapur, en 1996. Allí se propuso discutir reglas para Inversión, Política de Competencia, Compras Gubernamentales y Facilitación del Comercio. No hubo consenso para incluirlos en la agenda, pero aún así fueron planteados. Las presiones continuaron en Seattle y en Cancún, sin éxito. En Doha se discutió su inclusión en un Green Room con 24 países que duró toda la última noche, sin éxito.

Es que los temas de Reglas de Inversión, Políticas de Competencia y Compras Gubernamentales tienen el mismo objetivo: expandir los derechos de las transnacionales con normas que impidan a los gobiernos aplicar políticas nacionales en apoyo de las empresas domésticas y dificulten el manejo de una política comercial nacional favorable a los actores económicos locales.


Hasta ahora la Ronda de Doha se ha preocupado por abrirle los mercados a los países desarrollados en beneficio de las grandes transnacionales.

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En la mini-ministerial de julio, 2004 se acordó descartar definitivamente los temas de Inversiones, Competencia y Compras Gubernamentales y a cambio se aceptó negociar Facilitación del Comercio, que trata sobre normas y procedimientos aduaneros, algo que facilita el mercadeo internacional. Como sucede con las aspiraciones sobre normas de comercio que no se plasman en la OMC, los otros tres temas de Singapur fueron impuestos en los acuerdos regionales que EE UU y la UE firman con países en desarrollo que no pueden o no quieren resistirse.

Hay indicios de que esos tres temas que quedaron oficialmente fuera de la OMC pueden regresar con el pretexto de armonizar las normas multilaterales de la OMC – que tienen mayor rango internacional - con los acuerdos regionales y las redes de acuerdos bilaterales de libre comercio.

La Conferencia Ministerial de 2012.

El resultado para la Ronda Doha de la VIII Conferencia Ministerial lo resumió el ministro sudafricano Rob Davies cuando dijo que “Si el mundo no puede en este momento llevar a cabo la misión particular de negociar un mandato de desarrollo, entonces esperemos el momento correcto”. Es el mismo Rob Davies que durante la enésima reunión con los mismos planteamientos, le recordó a Pascal Lamy que Einstein definía la locura como “Repetir el mismo procedimiento y esperar un resultado distinto”. La OMC es tan esquizofrénica que esa política de insistir con lo ya rechazado es deliberada y lo peor es que … a veces triunfa!

Con el fracaso de la VIII Conferencia Ministerial, cuyo único activo importante fue el ingreso de Rusia, se dejo de simular la vigencia el mandato de Doha. Antes de la ministerial se habló de acuerdos plurilaterales, un contrasentido en un organismo multilateral, pero que tiene antecedentes en el GATT. De Doha sólo queda el mandato a negociar, pero con el pretexto de actualizar la negociación a nuevas realidades, se quiere hacerlo sobre temas muy peligrosos.

Mirando al futuro.

Hay asuntos muy peligrosos para los países en desarrollo y también para los desarrollados, en los manejos para lo que se quiere llamar, con un feo anglicismo, Gobernanza Global y donde la OMC tiene un rol importante.

a) Temas de Singapur

No hay duda de que se intentará el regreso a los temas de Singapur. El único aceptado para negociar es Facilitación del Comercio y EE UU dijo que es el tema que más le interesa. Hay un texto con más de 700 corchetes (desacuerdos) tras cuatro años de negociación y puede que el presidente suizo- guatemalteco del grupo de negociación deje la OMC por un escándalo policial en su familia. Esa negociación debe vigilarse porque se ejercerán muchas presiones.

b) Acuerdos Plurilaterales

Se insiste en que la OMC acepte acuerdos plurilaterales porque permitirían replicar en la OMC y con los mismos socios, las normas impuestas en los acuerdos regionales o bilaterales dichos de Libre Comercio o de Asociación. Una vez admitidos en la OMC se dirá que son normas estándar porque las usan muchos países. Eso explica la proliferación de acuerdos regionales y bilaterales.

Ya existen dos plurilaterales heredados del GATT.

1. El acuerdo sobre productos de tecnología, por el que no cobran arancel a productos de alta tecnología, como los insumos en computación, pero cuya lista se quiere ampliar a una larga lista de productos.
2. Un Acuerdo de Contratación Pública – tema de Singapur que regresa- que después de 10 años de discusión, en diciembre del 2011 lo aceptaron 41 países.

c) A las órdenes del G-20.

El G-20 intenta gobernar el mundo en “petit comité”. Dan órdenes a la OMC, olvidando que hay otros 139 votos que reunir. Sus comunicados son como listas de los intereses apátridas. Le obsesiona el derecho y deber de los gobiernos de frenar las exportaciones para evitar que se desabastezca la población o la industria. Pero es que también frena el control de los recursos por las empresas transnacionales. Uno se pregunta sobre el rol allí de Argentina, Brasil, China e India. En su última reunión del G-20, en México, trataron las cadenas de valor.

d) Las cadenas de valor:

El DG Adjunto de OMC, el chileno Alejandro Jara, habló hace poco, en Bruselas, sobre el proyecto WIOD (World Imput – Output Database) ligado a la OMC. Es una base de datos para medir la dimensión internacional de las cadenas globales de suministro, en lugar de medir el flujo del comercio nominal. El asunto implica la repartición del trabajo y de los beneficios. Considerar la importación como componente de la exportación prepara la vía para llamar todo como “Hecho en el Mundo” un fumoso proyecto europeo que explicó a la prensa otro DG Adjunto de la OMC, el hindú Harsha Singh. ¿Para cuándo el “Hecho en Marte”?

Conclusión

Doha murió y el futuro inmediato traerá iniciativas peligrosas en la OMC que conviene vigilar. Lamy ya anunció una “complejificación del juego” (entrevista a Knowledge Wharton 12/09/2012). Como decía mi padre: piensa mal y acertarás.

Recomendación

En diplomacia quien calla otorga. Se debe formar, con un enfoque patriótico y social, a negociadores para la OMC y enviar allí gente con dotes técnicas y culturales que las hagan eficaces en un ámbito multilateral. En América Latina, Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba y Ecuador ya tienen esa política.
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