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ALGUNAS IDEAS
CENTRALES SOBRE LA GOBERNANZA.- La Gobernanza, como teoría política, forma
parte del conjunto de teorías políticas que el neoliberalismo implementa
mundialmente en los 90’ para hacer posible las políticas públicas
mundiales – contexto global del reajuste económico estructural – del Consenso
de Washington y la “doctrina única” del neoliberalismo. Comprende procesos desde las decisiones que se toman acerca cómo debe
ser el sistema socio-político y el ejercicio
del Poder al interior del mismo; como teoría
política en los procesos de descentralización y democratización; en la
lucha contra la pobreza y las políticas sociales; o como “Buen Gobierno” y los distintos modos de gobernar; o considerando los cambios en el ámbito
político producto de la globalización neoliberal; vía la alternativa política
en el escenario mundial de la Triple Crisis sistémica; o vía la administración
de bienes comunales y mejorar la calidad de vida y finalmente vía la política
mundial guiada por la responsabilidad social y una geopolítica distinta,
diferente y diversas inspirada en la sostenibilidad y la ecología.
Nuestra
lectura dialéctica sobre realidad socio-política latinoamericana y su ubicación
en el contexto, el concepto de gobernanza es particularmente útil para ilustrar el
trabajo a desarrollar, sus diversas acepciones y aplicaciones reflejan
claramente decisiones acerca de cómo debe ser el sistema político y el
ejercicio del poder al interior del
“Cambio de Época” en el escenario mundial de la Triple Crisis Global en su
carácter multidimensional: Crisis económico-financiera global, explosión de
las burbujas bancaria, inmobiliaria, automotriz, energética, etc ; Crisis Planetaria
del cambio climático global – crisis hídrica, crisis de la tierra
agrícola y nuevas formas de apropiación – hipoteca, arrendamiento, compra – y
reconcentración agraria, crisis alimentaria, crisis de la salud ; y crisis de la Confianza Mundial, la misma que genera
crisis social, política, moral, cultural, institucional, etc.
Este trabajo
tiene como objetivo presentar una revisión, no exhaustiva, de los diferentes
usos y acepciones del concepto de gobernanza en tiempos históricos y políticos, tiempos
globales neoliberales, así como intervención orientados a promover y fortalecer
la 'buena gobernanza" - teoría y
praxis - tratando de identificar los vacíos existentes y las preguntas
emergentes. La intención central, sin
embargo, es aportar al debate sobre los valores y acciones que han
orientado y orientan los procesos de cambio en los sistemas políticos Latinoamericanos, particularmente los
procesos de democratización y descentralización; trabajo que en parte se
orienta en el conjunto de las interacciones entre los diferentes actores
políticos, sus intereses inmediatos y estratégicos y el nuevo capital político
del que hoy son portadores, reflejan la calidad del régimen político, e
impactan la calidad de vida social del sistema como un todo y de los ciudadanos, trabajadores,
pueblos y comunidades que lo conforman.
Algunas
reflexiones en primera instancia sobre el concepto de GOBERNANZA, hoy en el contexto de
la fase transnacional del capital monopólico imperialista: la globalización neoliberal. 1.- La Gobernanza sí, tiene hoy
una visión fuertemente ideologizada y polisémica, pero además representa una
mirada del contexto local-nacional y global en su visión multidimensional. 2.-
La Gobernanza, hoy se utiliza, se trabaja, se analiza, se visualiza en un
contexto global-nacional-local donde la democracia liberal representativa se ha
“ mundializado”, democracia que compite y lucha contra la propia democracia, y
la propia democracia se ha subsumido al “reducido ámbito” político-legal del
Estado de derecho. 3.- El rápido y fuerte posicionamiento de la
Gobernanza en la academia mundial, en la política global, instituciones
nacionales, ONGs, locales, responde básicamente desde su “ rápida emergencia en los 90’ ” a un claro y definitivo interés de
la ideología y política del neoliberalismo que le sirva de acompañante – al igual
como se utilizó y se utiliza hoy desde la poderosa tribuna neoliberal con los
conceptos de sociedad civil, ciudadanía, participación ciudadana, pobreza y sus
múltiples niveles y clasificaciones, empoderamiento, gobernabilidad, etc – Como
ustedes conocen la doctrina de las clases dominantes jamás a lo largo de su
historia – en los últimos tres siglos de la modernidad – se ha presentado se
manera única, formal, transparente, siempre ha recurrido al engaño, la
falsificación , la distorsión, etc. y 4.- En el campo de las ciencias
sociales y políticas, hoy es donde con mayor fuerza se presenta y
manifiesta · “el rápido envejecimiento del conocimiento” y la mejor prueba está
en el uso y abuso del concepto gobernanza y en ello todos debemos estar a la expectativa hacia
donde quieren ir los ideólogos de las clases dominantes, específicamente en la
elite académica global. AQP. Noviembre del 2010. Pablo Raúl.
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LA GOBERNANZA “POSDEMOCRÁTICA”
DE INTERNET.
El Modelo “multistakeholderism”
y el neoliberalismo.
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Michael Gurstein.
ALAI. América latina en Movimiento.
Miércoles 16 de abril del 2014.
Uno de los recientes fenómenos que
llama la atención en el ámbito de Internet, desde una perspectiva de la
sociedad civil, es la aparición repentina del "modelo multistakeholderism”
-MS- (modelode múltiples partes interesadas o modelo multisectorial)
y su inserción, desde hace unos 2 o 3 años, en los debates sobre la gobernanza
de Internet. El término, por supuesto, existe de tiempos atrás e incluso
se lo ha utilizado en relación a Internet para describir (en forma más o menos
adecuada) los procesos de toma de decisiones de varios de sus órganos técnicos
(IETF, IAB, ICANN).
Asociado a este hecho está el
nuevo e insólito esfuerzo del gobierno de EE.UU. –en todos los frentes y junto
con sus aliados y acólitos empresariales, técnicos y segmentos de la sociedad
civil que participan en las discusiones de la gobernanza de Internet–, para
extender el uso de las versiones del modelo MS. Esto es, a partir de que
en ámbitos locales y técnicos circunscritos ha logrado un grado considerable de
éxito, se apunta a que se convierta en la base fundamental, y prácticamente
única, sobre la cual se debe canalizar el tratamiento de este tipo de debates
sobre la gobernanza de Internet (según establece el pronunciamiento del
gobierno de EEUU sobre la transferencia de la función de gestión del sistema de
nombres de dominio –DNS-).
Cabe destacar también que el término
"multisectorial" parece haber reemplazado a "libertad en
Internet", como el meme movilizador de preferencia respecto a Internet
(habida cuenta que "libertad en Internet" se ha visto desacreditada,
tras las revelaciones de Snowden, al ser asociada con la “libertad” del
gobierno de EEUU de "vigilar", "sabotear" y
"subvertir" a través de Internet).
En medio de estos acontecimientos se
ha producido un desplazamiento sutil en la presentación del modelo MS: si antes
se lo hacía como marco para los procesos de consulta de la gobernanza de
Internet, ahora aparece como el modelo necesario para la toma de decisiones
para la gobernanza de Internet. Por otra parte, se da por entendido que
esta toma de decisiones tendría lugar no sólo dentro de las áreas relativamente
circunscritas de la gestión técnica de las funciones de Internet, sino también
en las áreas más amplias del impacto de Internet y de las políticas públicas
asociadas, donde la importancia de Internet es a la vez mundial y en rápida
expansión.
Lo más llamativo es que el
multisectorialismo se presenta como el modelo que sustituiría a los procesos
“anticuados” de la toma de decisiones democráticas en estas esferas; lo que,
según algunos de sus defensores, proporcionaría un modelo "posdemocrático
mejorado" para la definición de políticas mundiales en materia de Internet.
¿Qué es exactamente el "multistakeholderism"?.
Esto no está del todo claro y nadie
aún (mucho menos el Departamento de Estado de EE.UU., que invoca el modelo 12
veces en su presentación de una página para la reunión NetMundial en Brasil) ha
proporcionado algo más que referencias en titulares al "modelo MS” o
ejemplos de lo que podría parecer.
Sea lo que sea, un elemento clave es
que las políticas (y otros aspectos) serán decididas por y con la inclusión de
todas las "partes interesadas". Ellas evidentemente incluirán,
por ejemplo, las principales corporaciones empresariales de Internet, que
podrán así promover sus "intereses" y formular las políticas de
Internet a través de algún proceso de consenso donde todos los participantes
estarán en "igualdad" de condiciones, y donde las normas que rigen,
por ejemplo, los procedimientos operativos, conflictos de interés, los modos y
estructuras de gobernanza interna, normas de participación, etc. etc. parecen
inventarse sobre la marcha.
Es evidente que las grandes
corporaciones de Internet, el gobierno de EEUU y sus aliados en las comunidades
técnicas y en la sociedad civil están muy entusiastas; elaborar conjuntamente
cuestiones como los marcos relacionados a Internet, los principios y normas (o
no) para la privacidad y la seguridad, los impuestos, los derechos de autor
etc., es bastante seductor. Lo que no está tan claro es si el resultado de
alguna manera contribuye al interés público más general, o promueve a Internet
para el bien común, o cualquier cosa que vaya más allá de un conjunto de normas
y prácticas diseñadas para promover los intereses y los beneficios de quienes
ya gozan de los mayores rendimientos gracias a su actual "interés" en
Internet.
Lo que aparece manifiesto, sin
embargo, es que el modelo MS que están presentando es de hecho la
transformación del modelo económico neoliberal, que ha provocado graves
estragos y tragedias humanas en todo el mundo, en una nueva forma de
gobernabilidad "posdemocrática". (Esta conexión entre el modelo
económico neoliberal y la gobernanza de múltiples partes interesadas se
presenta más claramente en un documento publicado por el Aspen Institute, con
numerosos coautores y colaboradores, estrellas de Internet: “Toward A
Single Global Digital Economy” (Hacia una economía global digital
única). El documento defiende, esboza y celebra el dominio sobre la
economía de Internet por parte de EEUU, las corporaciones estadounidenses y sus
aliados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
–OCDE-, y proporciona un plan de acción para la implementación del modelo MS
como la estructura de gobernanza de respaldo).
Así, por ejemplo, si bien existen
oportunidades claras y bien vistas para la participación de las partes
interesadas del sector privado, del sector técnico y de actores de la sociedad
civil en los foros sobre políticas de Internet (el mercado) no hay nadie en el
proceso (ninguna "parte interesada") con la tarea de representar el
"interés público". Por lo tanto, nadie tiene la responsabilidad
de asegurar que los procesos de toma de decisiones sean justos y no
contaminados y que la gama de participantes sea lo suficientemente incluyente
como para garantizar un resultado legítimo y socialmente equitativo. En
el modelo de múltiples partes, como en el modelo económico neoliberal, tampoco
existe un marco regulatorio externo para proteger el interés general o público en medio de los resultados derivados de las
interacciones entre los intereses sectoriales particulares.
¿Y el interés público?.
Mientras que en un proceso
democrático normal (o un mercado no "liberalizado") el marco y las
expectativas de participación subyacentes serían que los actores persigan el
"interés público" (con diferentes interpretaciones de lo que eso
podría significar, por supuesto) y que existiría algún tipo de contrato social
básico para proporcionar una "red de seguridad social" para todos los
individuos y grupos, y en particular los menos capaces de defender sus propios
intereses, en el modelo MS no hay promoción del interés público.
De
alguna manera el interés público más bien sería un resultado o efecto colateral
(mágico) de los procesos de confluencia (o consenso) de cada parte individual
actuando en búsqueda de su interés particular. Los gobiernos pueden o no
ser una parte (igual) interesada de este modelo, pero de todos modos, la
intención general es, en lo posible, descartar por completo al gobierno
(incluso en su rol de protector de los derechos y garante de procesos y
resultados equitativos).
Sin duda esto representa una
"privatización" total de la gobernanza, cuando por ejemplo, las
grandes empresas de Internet tienen igualdad de derechos en la determinación de
asuntos de gobernanza de Internet en áreas como la regulación (cuando tal cosa
se permita), junto con las otras partes interesadas. En este modelo, no
existe un espacio para Internet como un bien común, ni como un espacio o
recurso disponible en forma igual para todos y todas en tanto herramienta para
el mejoramiento económico y social general (por ejemplo, para los marginados,
los pobres, la población de los países en desarrollo e incluso quienes no son
actualmente "usuarios/as" de Internet). Las "partes
interesadas" pueden inventar e incluso hacer cumplir las normas, y
cualquiera que no es o no puede ser una "parte interesada": pues, qué
pena.
Asimismo, hay una negativa a aceptar
incluso la posibilidad de un marco regulatorio para Internet (fue el argumento
expresado con mayor vehemencia en el transcurso de la campaña Libertad en
Internet), o de admitir que Internet tendría tal importancia como plataforma
fundamental para la acción humana en el presente período, que ya no puede ser
vista como un dominio de acción y control únicamente privatizado.
Los efectos dañinos del
neoliberalismo son muy bien conocidos. Estos se han hecho evidentes a través de
su impulso a la privatización de servicios públicos como la educación y los
cuidados de la salud en los países en desarrollo (y los desarrollados), con los
consiguientes aumentos significativos en la no - escolarización y el deterioro
de la salud entre la población pobre, marginada y rural; el debilitamiento del
contrato social y de las redes de protección social en los países
desarrollados, con los aumentos asociados de la pobreza infantil, la falta de
vivienda y el hambre; el "Consenso de Washington" y los regímenes de
austeridad impuestos desde el exterior, de los que muchos países en todo el
mundo se están recién ahora recuperando (y que el propio Fondo Monetario
Internacional -FMI- ha reconocido como un error grave y altamente destructivo);
las acciones del FMI y del Banco Mundial para insistir en la privatización y la
desregulación y así diezmar a numerosas empresas locales a favor de las
multinacionales; y en general, al dar el impulso (y modelo) ideológico para un
ataque social y económico significativo a nivel mundial contra los sectores
empobrecidos y vulnerables.
Este es el modo de gobernanza que a
través del modelo MS (su contraparte en la gobernanza mundial de Internet y más
allá) está destinado a ser el modelo básico de gobierno para Internet,
promovido –nada sorprendente– por el sector empresarial y el gobierno de EEUU,
pero también –y eso sí es asombroso– por amplios elementos de la sociedad
civil, como también de la comunidad técnica.
El verdadero significado y objetivo
final de esta neoliberalización de la gobernanza es, por supuesto, no respecto
a las cuestiones técnicas circunscritas de la gobernanza de Internet, sino más
bien a cuestiones como la fiscalización del comercio habilitado por Internet y
en última instancia, la necesidad de compartir los ingresos provenientes de la
actividad económica relacionada con Internet, en un mundo donde la desigualdad
de ingresos está creciendo a un ritmo sin precedentes sobre una plataforma de
Internet y de la digitalización global.
Con la cancha inclinada.
El contexto actual, donde los
gigantes mundiales de Internet, como Google o Amazon tienen total libertad para
transferir/asignar ingresos y costos a cualquier lugar que elijan dentro de sus
imperios multinacionales, con el fin de reducir al mínimo las cargasfiscales,
está llegando rápidamente a un punto crítico, en el que algún tipo de
intervención es probable. En un horizonte más lejano, la importancia de
la polarización de ingresos a escala nacional e internacional –en gran parte
vinculada de alguna manera con la tecnología digital e Internet– necesitará en
algún momento de intervención y reequilibrio, si se quiere evitar la protesta
social.
Podemos suponer que, en un régimen
de gobernanza de múltiples partes interesadas, los gigantes de Internet como
Google o Amazon serán socios (partes interesadas) iguales en la determinación
de asuntos de regulación de Internet, impuestos y la posible
asignación/reasignación de beneficios generales, es decir, aquellos aspectos
que sean de preocupación financiera directa para ellos y sus
accionistas/propietarios. Y estas resoluciones se llevarán a cabo en
contextos políticos donde no haya defensores/partes interesadas evidentes que
representen el interés público general global.
Obviamente no es
coincidencia que tal arreglo favorece directamente a EE.UU. y a otros intereses
de los países desarrollados y a los intereses de las empresas dominantes de
Internet, es decir, aquellos que cabildean más activamente a favor del modelo
de múltiples partes interesadas.
Por lo mismo, es indudable que los
países en desarrollo estarán en clara desventaja. Sus gobiernos carecen
de los conocimientos y, a menudo, los recursos para actuar como partes
interesadas eficaces en los procesos de MS. Sus empresas nacionales de
Internet o son subunidades de las corporaciones globales o son demasiado
débiles para ser eficaces en este tipo de entornos; es más, muchas de sus
organizaciones de la sociedad civil han sido cooptadas por medio de dádivas
como los viajes internacionales, el halago de la "participación" en
discusiones con estrellas de Internet, junto con las migajas de los beneficios
organizacionales locales. Los ciudadanos de estos países (junto con las
poblaciones desposeídas en los países desarrollados) estarán completamente a
merced de las elites de los países desarrollados y aquellas de esos pequeños
segmentos de sus propios países que ya han alcanzado el éxito en el ámbito
mundial de Internet, pudiendo beneficiarse enormemente en términos de prestigio
y de otras maneras, mediante el dominio sobre los procesos de gobernanza de
múltiples partes interesadas.
*****
(Traducción ALAI).
-
Michael Gurstein,
canadiense, es Director Executivo del Centre for Community Informatics
Research, Development and Training. Una
versión previa de este artículo se publicó en inglés en:
* Artículo publicado en América Latina en Movimiento,
No. 494 (abril 2014) titulado “Internet, poder y democracia”.
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