LA MOVILIZACIÓN NACIONAL DESCENTRALIZADA ANTI-CORRUPCIÓN.-
EL Pueblo, la Sociedad Civil emergente,
popular, plural, democrática, la Ciudadanía del Perú, representado por sus
gremios Sindicales – CGTP a nivel
Nacional – Magisterio Nacional, organizaciones políticas del pueblo, con
una amplia participación, colectivos Sociales, Gremios Universitarios, al FIN
vamos comprendiendo la dimensión de la CORRUPCIÓN
en nuestro país, y como en especial en los últimos 30 años entre dictadura y democracia representativa, liberal y
electoral,(Democracia mediática. Novelada, procedimental) el virus venenoso
visible e invisible de la corrupción, ha logrado penetrar, capturar todas las
Instituciones – unas en su total dimensión, otras que aún pelean por sacarse de
encima el dominio de distintas formas de corrupción.
Señores la CORRUPCIÖN no es
solo, en la “clase política” esta generación, hoy destrozada,
liquidada y en su crisis final, no es solo Odebrecht,
es total, sistémica – es en toda la estructura nacional del modelo vigente
hoy: El Modelo neoliberal, que en
sus propias entrañas lleva consigo el virus de la corrupción, modelo que hoy a
nivel mundial se debate en su crisis final. Hoy los pueblos luchamos y
advertimos a las clases dominantes y sus gobiernos corruptos que la traición
tiene un límite – que hoy genera una total pérdida de CONFIANZA del Ciudadano, en relación con los políticos,
empresarios, medios, funcionarios y cuantos ladrones y corruptos estén metidos
en este sistema, que esto se acabó y si continua llegará en momento en democracia de
exigir y luchar en calles y plazas públicas, QUE SE VAYAN TODOS.
Hoy los Ciudadanos de a pie, la
sociedad civil emergente, el
Poder Popular Local, está “destapando la olla de la corrupción” y logran
comprender la dimensión del veneno impuesto
por la corrupción; este modelo vigente nos está ahogando – y si a ello sumamos
las consecuencias dramáticas del cambio
climático global -, consecuencias inhumanas que pone en riesgo
absoluto la vida de los pueblos del
mundo, la situación realmente es para estar en alerta permanente -; por ello en protesta
contra este virus que envenena, la
Salud, la Educación, el bienestar social, los servicios públicos, el Deporte,
los Gobiernos Regionales, Municipios, Universidades, Medios de Comunicación, la
Iglesia, militares, policías, transporte, Congreso y sus Comisiones de fantasía
y engaño, Ejecutivo – Gobierno y su Proyecto de Aeropuerto Chinchero y sus
Adendas y las Alianzas Público-Privadas APP, pestilente realidad de la corrupción que es múltiple, compleja en
su estructura, y diversa en su composición y aún más diversificada en cuanto a
los personajes que intervienen o que gozan de la distribución de las coimas.
Ahora, sí hemos destapado la
olla de la corrupción nacional, por eso salimos
los CIUDADANOS del Perú, Arequipa,
Tacna, Puno, Cuzco, Ayacucho, Huancavelica, Ica, Lima, Junín, Pucallpa,
Huánuco, Loreto, Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo y en general todo el
Perú Profundo – y seguiremos saliendo – a decirle a las clases dominantes,
corruptas y sus gobiernos, que sus formas de gobernar están contaminadas por la
corrupción tienen un límite, - el
escenario nacional huela a podredumbre - porque seguiremos luchando en las
calles y plazas públicas - que es nuestro hogar democrático – si no hay una
Política de Estado para acabar con este veneno, nuestra protesta social irá hasta el final: QUE
SE VAYAN TODOS, por corruptos, ladrones, farsantes y traidores a la Patria.
Pablo Raúl. Viernes 17 de febrero del
2017.
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PERÚ: EL SIGNIFICADO DE LAS
MOVILIZACIONES LIDERADAS POR LA CGTP.
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Durante el fujimorato, 1,800 millones de dólares se evaporaron por
corrupción comprobada por el equipo de la Iniciativa Nacional Anticorrupción
que impulsó el presidente Valentín Paniagua. En dicho gobierno, los expertos
internacionales estiman que al menos US$6,000 millones se perdieron como
consecuencia de la corrupción
Gustavo Guerra García.
Otra Mirada. ALAI miércoles 22 de
febrero del 2017.
La dirigencia de la CGTP
convocó a una marcha contra la corrupción y contra la impunidad. Yo me adherí a
esa marcha como muchos y lo ocurrido me anima a decir lo siguiente:
En el
mundo y en el Perú existe la pequeña corrupción y la gran corrupción. Hoy los
peruanos presenciamos una vez más cómo muerde la gran corrupción en donde más
le duele a un país; en el recorte de las oportunidades para los peruanos, en
los colegios que no se construyen, en los hospitales que no se ejecutan, en el
desarrollo agrario que no se logra, en la logística policial que no tenemos,
etc.
Históricamente,
la gran corrupción se ha registrado en varias privatizaciones, en compras o
ventas de armas, en los grandes proyectos de riego, en las grandes carreteras o
en algunos sistemas de transporte como Metros o Aeropuertos. En los últimos 35
años, tenemos registro de la corrupción de la gran obra desde el primer
gobierno de Alan García con Chavimochic y Charcani V. En estas dos obras,
ejecutadas por Odebrecht, hay pruebas de sobornos en Brasil con registro de
depósitos al ex presidente de INADE, el señor Jorge Ramos Roncero, ocurrido
durante el primer gobierno de Alan García. También de esa época es la denuncia
de Sergio Siragusa que señala que entregó sobornos para el presidente García
por la ejecución de la Línea 1 del metro, que en ese entonces se denominaba
Tren Eléctrico. Las transferencias del soborno se depositaron en cuentas a
nombre de Alfredo Zanatti, que era el Maiman de aquellos tiempos. La Línea 1
del Metro debe ser el único proyecto en el que se han demostrado sobornos
durante 30 años. Los otros escándalos de corrupción del primer gobierno de Alan
García no estuvieron vinculados a obras públicas sino a Los Mirage, los
depósitos de las reservas en el BCCI, la política del tipo de cambio múltiple
(dólar MUC) y otros temas que no estaban relacionados a proyectos.
Luego,
durante el fujimorato, 1,800 millones de dólares se evaporaron por corrupción
comprobada por el equipo de la Iniciativa Nacional Anticorrupción que impulsó
el presidente Valentín Paniagua. En dicho gobierno, los expertos
internacionales estiman que al menos US$6,000 millones se perdieron como
consecuencia de la corrupción y ello convirtió al gobierno del ex presidente
Fujimori en uno de los más corruptos de la historia de la humanidad.
Entre
1990 y el año 2001, se firmaron 30 contratos de los 67 contratos firmados por
Odebrecht con entidades públicas peruanas y 35 más (firmados por el gobierno
nacional y entidades subnacionales) se firmaron en los siguientes tres
gobiernos de García, Toledo y Humala. Durante el fujimorismo la corrupción
significó gastos en armamento cuantiosos gastados después del conflicto con el
Ecuador, algunas privatizaciones que desnacionalizaron la economía estuvieron
asociadas a corrupción y también se registraron obras sobredimensionadas como
la presa de Cucho quesera (ejecutada por Odebrecht) en Ayacucho en donde cada
hectárea irrigada costó US$50,000 dólares cuando el valor de mercado de las
mejores tierras del Perú estaban en ese entonces en US$7,000 dólares: US$43,000
dólares de pérdidas en un solo proyecto ejecutado durante el fujimorismo por
Odebrecht. Una muestra de un sobredimensionamiento generado en un proyecto de
riego.
Luego de
unos pocos años de purificación temporal con Valentín Paniagua y el inicio del
gobierno de Toledo, el poder corruptor de las empresas brasileras logró que el
gobierno del Perú pase de las obras a las Mega Obras. El punto de inflexión fue
la Interoceánica del Sur. Una obra en la que se mintió al país con beneficios
falsos para la carretera. Se inventó que aumentarían las hectáreas cultivables
de 90,000 a 180,000 sólo como consecuencia de la carretera y que la
rentabilidad promedio sería de 85%. Con esas mentiras se inflaron US$600
millones de dólares de beneficios para justificar una obra en concreto
asfáltico, que es el tipo de solución más cara para una carretera. Para ocultar
que el estudio de factibilidad era mentiroso se exoneró el proyecto vial del
Sistema de Inversión Pública. Esa fue la primera obra vial que se exoneró del
SNIP. Una decisión que no es ilegal, pero que desencadena otras decisiones que
tampoco eran ilegales, pero que ponen al Estado y a la sociedad peruana en una
posición de indefensión. Luego el gobierno decidió licitar, por primera vez,
una Carretera sin estudio definitivo de ingeniería. Eso encarecía la
formulación de las ofertas y reducía la competencia. Se licitó sólo con tramos
muy grandes que generaba que las empresas nacionales no puedan competir con las
brasileras. Se licitó a velocidad de crucero perjudicando la competencia. Como
consecuencia de lo anterior no hubo competencia y sólo se presentó un postor.
Se licitó a menor subsidio, pero como nadie sabía cuánto costaba la obra, se
incluyó una clausula en el contrato que establecía que el presupuesto de las
obras dependería de los estudios definitivos de ingeniería que elaborarían los
¡concesionarios! y que revisaría, posteriormente, OSITRAN. Esto permitió que las obras pasen de US$890 millones a
US$2,300 millones durante el gobierno de Alan García a través de múltiples
adendas. Al no tener estudios definitivos de ingeniería, no hubo estudio de
impacto ambiental antes de la firma de contrato. Menos evaluación estratégica
ambiental. Las pérdidas para la sociedad equivalen a US$1,700 millones y las
sobre-ganancias de los constructores ascienden a US$340 millones. La obra de la
Interoceánica del Sur tenía un tráfico muy bajo y bastaba con unos US$600 millones
para edificarla con pavimentos económicos.
12 años
después el único bosque de la selva no desforestado el 2005, es el reino de la
tala ilegal, la minería ilegal y la trata de personas. Una lástima haber
desaprovechado una oportunidad de utilizar esos recursos para definir
intervenciones que hubieran cambiado el paradigma de desarrollo de la selva.
La
interoceánica del Sur no estaba en las prioridades del MTC. No estaba en el
Plan 2006-2023. Debieron hacerse primero IIRSA Centro e IIRSA norte, pero
fueron postergadas porque costaban menos que la Interoceánica del Sur (aunque
tenían mucho más impacto económico).
A finales
del gobierno de Toledo se dio una Ley con nombre propio cambiando las
causales de impedimento para contratar con el Estado (aprobada por la
Comisión Permanente) y volando los límites de endeudamiento. Eso permitió que Odebrecht pueda
firmar la Interoceánica del Sur, IRSA
Norte, IIRSA Centro, Olmos, Línea 1 del Metro etc. Esto generó un cambio.
Nadie en el Perú antes del 2005 había logrado tener contratos por entre
US$3,000 y US$4,000 millones. El volumen de estos contratos genera que se
produzca un enorme cambio de poder. Esos recursos que nadie tenía en el Perú de
forma concentrada en fechas previas provocaron que muchas de las firmas de
ingeniería, estudios de abogados, medios de comunicación, comunicadores y
empresas constructoras nacionales se articularan a este nuevo poder como
proveedores o socios en consorcios. Los que señalamos los problemas de las
decisiones que pusieron en posición de indefensión al Estado fuimos aislados
laboral y mediáticamente y en mi caso, además, declarado persona no grata en Cusco, Puno, Madre de Dios y Arequipa
con avisos pagados a toda página.
Todas las
decisiones irregulares y que ponían en posición de indefensión al Estado fueron
señaladas desde la izquierda –principalmente por el PDS, germen de Fuerza
Social- desde el 2005 y estuvieron sobre la superficie. No requerían más
investigación que mirar las bases y el modelo de contrato. La Contraloría General de la República, el
Ministerio Público y las Comisiones del Congreso no hicieron nada efectivo
en 11 años.
Las
decisiones de política pública eran tan equivocadas que no es extraño que hoy
sepamos que fueron lubricadas por un sistema de coimas que se conocen hoy por
la capacidad e independencia de los sistemas judiciales y fiscalías de otros
países. Pero, por mucho, tiempo no existieron las pruebas que hoy sí tenemos
desde el 2014 gracias a los sistemas
judiciales de Brasil, Reino Unido, Suiza y EE.UU.
Esta es
una BUENA época para Latinoamérica y el Perú. Hace 12 años yo no pensé que iba
a vivir para ver presos a los cinco presidentes del cartel de empresas
brasileras con sentencias de más de 15 años. El crecimiento depende del tamaño
de la inversión y del retorno de la inversión. Proyectos como la Interoceánica
del Sur que han costado mucho más que sus beneficios generan una reducción de
las oportunidades para todos los peruanos y un achicamiento del bienestar.
Decenas de miles de empleos se pierden en todas las obras que se dejan de hacer
por la corrupción.
El
gobierno del Perú ha dado decretos que señalan que las empresas brasileras
deben pedir permiso al Estado peruano para vender sus activos. Tardía y débil
decisión. La norma llega muy a destiempo pues el alcalde de Lima ya autorizó la
venta del 100% de la concesión de OAS
y del 77% de las acciones de la concesión de Odebrecht. Y, además debe decirse que se han hecho varios cambios
ilegales sólo para facilitar las ventas de los concesionarios brasileños. A
Lima el alcalde actual le ha quitado obras como Río Verde en el Rímac,
Intercambio Vial Canta Callao en Los Olivos, Los Viaductos entre San Juan de
Lurigancho y el centro Histórico y el viaducto de la Separadora Industrial (La
Molina), que ya estaban en los contratos con el único objetivo de bajar las
inversiones privadas y mejorar el valor de venta para que fuguen los capitales
brasileros hacia su país en donde a Odebrecht
si le exigen reparaciones grandes de alrededor de US$3,000 millones.
El Perú
merece un enorme plan de reparaciones por las pérdidas sociales que han
ocasionado las empresas brasileras que han sobornado funcionarios. Por ello,
debe decirse que están dadas todas las condiciones políticas y jurídicas para
el embargo de todos los bienes, cuentas y activos de estas empresas como viene
ocurriendo en todos los países afectados menos el Perú. Y como ni la fiscalía
ni la procuraduría se lo ha solicitado al Poder Judicial, sólo nos quedan el
pueblo organizado, la CGTP y los
ciudadanos del Perú para reclamar. Esa es una de las razones por las que la
marcha terminó en el Poder Judicial. Por eso, apoyo la movilización convocada
por la CGTP que ha tenido la
adhesión de las organizaciones políticas de izquierda y seguiré apoyando y
participando en sus convocatorias.
Quiero
terminar diciendo que hoy tenemos un presidente preso y 3 presidentes más están
en riesgo de terminar presos. Pero al lado de estos problemas, hay peruanos que
en su actividad política actuaron con total integridad personal como José Carlos Mariátegui, Jorge Basadre y
Víctor Raúl Haya de la Torre. En tiempos más recientes, Fernando Belaunde, Valentín Paniagua y
Javier Pérez de Cuéllar demostraron su integridad de forma plena. Otros
peruanos íntegros que, además, siguiendo la estela de Mariátegui tuvieron el
valor de enfrentarse a los poderosos y siempre estuvieron del lado del pueblo
son: Horacio Zeballos, Jorge del Prado,
Alfonso Barrantes y Javier Diez Canseco. Y creo que sobre el ejemplo y el
legado de estos cuatro líderes, la CGTP
edifica un segundo piso de ciudadanía en momentos difíciles para la patria. Y
con esto cierro diciendo que por cada político que cayó en las redes de la
corrupción hay miles de peruanos esforzados y muy trabajadores que son personas
honestas y resueltas a defender los intereses de la Nación. Creo que hoy las
movilizaciones que convoca la CGTP nos devuelven la fe en el destino del Perú y de los
peruanos. Nos vemos el 14 de marzo en la Plaza 2 de mayo.
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