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A 4 AÑOS DE SU PARTIDA, THEOTONIO DOS SANTOS, EL SOCIÓLOGO BRASILENO-LATINOAMERICANO, DECLARADO CIUDADANO DE AMÉRICA LATINA. Los días finales de su extraordinaria obra como Científico Social, Economista, Sociólogo, contado por su esposa, la académica peruana Mónica Bruckmann: "Cuando Theotonio se aproximó a los 62 años de edad recordó aquella entrevista que, obviamente, le causó gran preocupación y hasta una cierta angustia: ¿Y si aquellas palabras juveniles declaradas con tanta convicción fueran una extraña premonición? A pesar de ser agnóstico y, como todo minero (nacido en Minas Gerais), un hombre reservado y recatado, compartió esta angustia con algunos amigos. Así consiguió la recomendación de dos brujas mexicanas que podrían ayudarlo a cambiar el rumbo de un posible destino o, como diría García Márquez, una crónica de una muerte anunciada. Y para colmo de males, anunciada por la propia víctima. ¡Esto podría convertirse no sólo en una fatalidad sino en un descuido humillante! En uno de los tantos viajes académicos que realizaba a México, pidió cita con las brujas que, por cierto, tenían título de maestría en el oficio, lo que daba al paciente una confianza especial, al final, se trataba de brujas con posgrado y comprobada experiencia teórico-práctica en saberes tradicionales de gran relevancia no solo en México sino en varios países de América Latina. ¡Modestia aparte, las brujas peruanas tienen también un cierto prestigio regional!
Theotonio llegó
confiado a la consulta. Lo recibieron dos mujeres de expresión acogedora y
gestos firmes. Luego
cuestionaron sobre la razón de la consulta y el pedido del paciente. Él
contó la historia con lujo de detalles y ellas, sin decir mucho se retiraron de
la pequeña sala donde lo recibieron, para evaluar el caso. Al cabo de algunos minutos regresaron con
una propuesta: habían conseguido entrar en contacto con sus antepasados y
descubrieron que algunas generaciones atrás, uno de los miembros de la familia
se había entregado a una muerte prematura y que aquello habría marcado las
generaciones posteriores. Sin embargo, ellos aceptarían una propuesta para
repactar esta tradición. Theotonio escuchó con la calma que lo
caracterizaba, los detalles de la conversación con sus antepasados y finalmente dijo que aceptaba la propuesta con dos
condiciones: que pudiera vivir hasta los cien años manteniendo todas sus facultades intelectuales y físicas y que
tuviera la oportunidad de morir como el periodista brasileño Barbosa Lima
Sobrinho, quien murió a los cien años mientras escribía su último artículo.
Un recuerdo nuestro cuando asistió al Congreso de ALAS Arequipa. Congreso Latinoamericano de Sociología 2003 - logramos una gran y extraordinaria Amistad, prueba de ello fue la Comida arequipeña, en mi Casa con nuestra familia, de un Rocoto Relleno y la invitación - para llevarse una botella del buen Pisco Arequipeño -, un año después de paso por Perú, asistió al Paraninfo de la Universidad Nacional de San Agustín a la presentación de nuestro Libro sobre GOBERNBAILIDAD.
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YO
NO CREO EN LAS BRUJAS, PERO QUE LAS HAY, LAS HAY.
A
cuatro años de la partida de Theotonio dos Santos.
*****
El
27 de febrero de 2018, Theotonio “se encantó” como diría João Guimarães
Rosa. A los 81 años y trabajando casi hasta el último día.
Por Mónica Bruckmann. |2/03/2022 | Opinión.
ALAI. Miércoles 2 de marzo del 2022.
Eu
fui gerado da masturbação do Nada
Em
27 noites e días desesperados
Sou
um deus
E
nada me detem na mina caminhana triunfante[1]
En 1958, con
poco más de 20 años Theotonio dos Santos Junior (como firmaba sus textos en
aquella época) declaró en una entrevista al periódico Diario de Minas:
Jornalista:
Acredita numa juventude transviada na literatura?
Theotonio
Junior: Evidente, ela existe, veja-se a “beat generation” nos EE.UU. ou os
“outside” na Inglaterra, ou os existencialistas em todo o mundo. É a atitude
mais honesta de um joven literato em nosso tempo. A minha não é esta, porque
não sou um literato.
J: ¿Já
pensou se morre-se assim, aos 21 años?
TS:
Não, porque sei que vou morrer os 67 años, depois de completada a minha obra.”
En aquel entonces, Theotonio y otros jóvenes mineros
formaban parte de una generación de jóvenes intelectuales, artistas y literatos
conocidos como la “Generación
Complemento” tomando el nombre de la revista de arte y crítica literaria
que publicaban en Belo Horizonte y
que marcó parte de la vida cultural brasileña de raíz minera. De esta
generación formaban parte el escritor Silviano Santiago, los creadores de la
danza moderna brasileña Klaus y Angel
Viana, el crítico de arte Frederico
Morais, la pintora Vilma Martins
entre varios otros. En aquel entonces, Ruy Castro, primo de Theotonio, realizaba sus pininos literarios incentivado por el
primo mayor[2].
Parte de la fama que el joven Theotonio había conquistado y que lo llevó a ser considerado por algunos críticos como una de las grandes promesas de la poesía brasileña, era la publicación de su primer poemario “a construção”, que causó gran impacto por su osadía y estilo.
Cuando Theotonio se aproximó a los 62 años de edad
recordó aquella entrevista que, obviamente, le causó gran preocupación y hasta
una cierta angustia: ¿Y si aquellas
palabras juveniles declaradas con tanta convicción fueran una extraña
premonición?
A pesar de
ser agnóstico y, como todo minero
(nacido en Minas Gerais), un hombre
reservado y recatado, compartió esta angustia con algunos amigos. Así
consiguió la recomendación de dos brujas mexicanas que podrían ayudarlo a
cambiar el rumbo de un posible destino o, como diría García Márquez, una crónica de una
muerte anunciada. Y para colmo de males, anunciada por la propia víctima.
¡Esto podría convertirse no sólo en una
fatalidad sino en un descuido humillante!
En uno de los tantos viajes académicos que
realizaba a México, pidió cita con
las brujas que,
por cierto, tenían título de maestría en el oficio, lo que daba al paciente una
confianza especial, al final, se trataba de brujas con posgrado y comprobada
experiencia teórico-práctica en saberes tradicionales de gran relevancia no
solo en México sino en varios países de América Latina. ¡Modestia aparte, las brujas peruanas tienen también un cierto
prestigio regional!
Theotonio llegó confiado a la consulta. Lo recibieron dos mujeres de expresión acogedora y gestos firmes. Luego cuestionaron sobre la razón de la consulta y el pedido del paciente. Él contó la historia con lujo de detalles y ellas, sin decir mucho se retiraron de la pequeña sala donde lo recibieron, para evaluar el caso. Al cabo de algunos minutos regresaron con una propuesta: habían conseguido entrar en contacto con sus antepasados y descubrieron que algunas generaciones atrás, uno de los miembros de la familia se había entregado a una muerte prematura y que aquello habría marcado las generaciones posteriores. Sin embargo, ellos aceptarían una propuesta para repactar esta tradición. Theotonio escuchó con la calma que lo caracterizaba, los detalles de la conversación con sus antepasados y finalmente dijo que aceptaba la propuesta con dos condiciones: que pudiera vivir hasta los cien años manteniendo todas sus facultades intelectuales y físicas y que tuviera la oportunidad de morir como el periodista brasileño Barbosa Lima Sobrinho, quien murió a los cien años mientras escribía su último artículo.
Theotonio
salió
feliz y satisfecho con el nuevo pacto. Ensimismado en sus pensamientos, no me
extrañaría inclusive que estuviera delineando la estructura del próximo libro,
al final, acababa de ganar casi
cuarenta años más de producción intelectual, tomó el primer taxi que encontró
en el camino para regresar al DF. Infelizmente, era uno de los taxis
verdes vetados por las brujas e
infelizmente fue asaltado y luego expulsado del pequeño Volkswagen
escarabajo casi a puntapiés, pues no traía dinero ninguno en los
bolsillos. El asalto anunciado le
dio aún más credibilidad sobre la eficiencia de las brujas mexicanas y la
seriedad del pacto que acabara de sellar.
Conocí a Thetonio en enero de 1999, pocas semanas después de
aquel episodio, en La Habana,
durante el primer Encuentro sobre Globalización y Desarrollo que organizó,
durante más de diez años consecutivos, la Asociación de economistas de Cuba, con el apoyo y presencia
permanente de Fidel Castro en los debates. Solían ser más de cien
intelectuales del mundo entero que se reunían para discutir diferentes
dimensiones de la economía mundial, en
el gran auditorio del Hotel Palco de La Habana, frente a un público de casi mil
personas.
Desde aquel entonces, Theotonio nunca hizo un chequeo médico de rutina. Se atendía con un médico homeópata que le regulaba, con unos chochitos mágicos la presión arterial, el cansancio o cualquier otro problema de salud fuera de la curva. Fue hospitalizado algunas veces, por problemas de fuerza mayor: una neumonía, un pico de presión alta, y tal vez alguna gripe muy fuerte sin muchas consecuencias. Pero siempre regresaba a su médico de cabecera que le ahorraba, con los chochitos mágicos, tener que ingerir cualquier coctel de remedios, tan desagradables para el día a día. Como era un homeópata unicista, sólo prescribía unas bolitas blancas poderosísimas que, según la dosis, resolvían casi cualquier problema de salud.
A cuatro años de su partida, Theotonio dos Santos. CLACSO.
***
En mayo del
2017, a partir de exámenes de rutina solicitados por su universidad para otorgarle una beca de investigador senior, Theotonio descubrió que tenía un cáncer de páncreas terminal.
La expectativa de vida, con
quimioterapia paliativa, eran seis meses. Theo tuvo una sobre vida de 9 meses, 50% más que la mejor expectativa médica.
Las últimas semanas de vida, aprovechábamos las horas de lucidez que la morfina que tomaba para controlar el dolor le permitía, para
terminar de realizar la selección de textos de su antología, que el Consejo Latino Americano de Ciencias
Sociales, CLACSO, preparaba para publicación[3].
El día que
finalizamos la selección y el índice de la antología quedó listo, celebramos con una botella de vino tinto chileno y una cena peruana preparada exclusivamente
para la ocasión. Él, que casi ya no ingería alimentos y poco líquido
conseguía retener, bebió, comió y danzó
con una alegría que llenó nuestra
cocina de una extraña esperanza, con un sentimiento de tarea cumplida (entre quimioterapias, internaciones
de emergencia y largas horas en corredores de hospital siempre llevamos el
computador o algunos textos impresos para continuar la tarea). Fue exactamente en época de
carnaval, como hoy, que aquella cena de celebración ocurrió.
Una semana después,
el 27 de febrero de 2018, Theotonio “se encantó”
como diría João
Guimarães Rosa. A los 81 años
y trabajando casi hasta el último día. Las brujas no pudieron
garantizarle los cien años de vida, pero
si que viviera con salud y con todas sus facultades intelectuales y físicas
hasta el fin.
Las brujas no
existen, pero ciertamente, que las hay, las hay…
Río
de Janeiro, 27 de febrero de 2022
- Monica
Bruckmann es académica peruana y vicepresidenta de ALAI. Estuvo casada con
Theotonio dos Santos.
*****
[1] Theotonio Junior. A Construção. Ediciones Complemento: Belo
Horizonte. 1957
[2] En abril de 2016, Ruy Castro conversa con el periodista Eduardo Tristão Girão
y declara, en una nota publicada bajo el título “Ruy Castro passeia pelos sebos do Maletta e se mostra um bibliófilo
apaixonado”: El escritor revela que está buscando el libro de poesía A
construção, de Theotônio dos Santos, que, calcula, probablemente no valga más
de 5 reales. “Ele fez parte de movimento cultural daqui de BH nos anos 1950
chamado Geração Complemento. Ele é meu primo, mora no Rio e também não tem esse
livro. Perdi o meu, que ganhei dele quando tinha 9 anos, com o seguinte
autógrafo: ‘Ao futuro intelectual, para sua futura estante, à espera do seu
futuro livro’”, cuenta.
[3] La antología está disponible en el repositório
virtual de CLACSO, con el título: Construir soberanía- una interpretación de y
para América Latina. https://www.clacso.org/construir-soberania-una-interpretacion-economica-de-y-para-america-latina/
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