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“Qué dicen los ortodoxos del
Banco Central Europeo y del FMI. Las conducciones de
las bancas centrales de los países desarrollados, al insistir con la suba de la tasa de
interés para bajar la inflación, no hacen
caso a las propias investigaciones de sus economistas. Un artículo publicado por los
economistas del Banco Central Europeo Oscar Arce, Elke Hahn y Gerrit Koester muestra
que los mayores márgenes de
beneficio de las empresas están contribuyendo a las presiones de los precios
internos mucho más que
los salarios. Explican que, en la zona del euro, los beneficios unitarios han aumentado más
rápido que los costos laborales unitarios desde principios de 2022. Dicen que, sobre la base de la evidencia
histórica, se podría haber esperado que la desaceleración
cíclica de la actividad económica y el empeoramiento
de los términos de intercambio deberían haber
reducido las ganancias. Pero esto no sucedió.
“Por el
contrario, muchas empresas pudieron
expandir sus márgenes de ganancia sin enfrentar
pérdidas significativas de participación de mercado. Los economistas europeos se preguntan por qué fue así este
comportamiento. Para responderse que la primera razón es que la demanda supera
la oferta en muchos sectores: el aumento de la demanda de ciertos bienes y servicios después de la pandemia se enfrentó a limitaciones
de oferta generalizadas de las empresas que
tienen dificultades para obtener suficientes materias
primas, bienes intermedios, equipos y trabajadores. Otro motivo fue que los
precios elevados de los insumos (por ejemplo, la
energía) también facilitaron que las empresas aumentaran sus márgenes de beneficio, sin precisar de si los precios
más elevados se deben a costos más altos o a márgenes más
altos.
Además, las empresas han
buscado recuperar sus pérdidas de ingresos reales en el primer año de la
pandemia y el contexto de alta inflación brindó la oportunidad para hacerlo.
La troika de
economistas presenta una comparación para
confirmar la hipótesis de la presión de las
ganancias extraordinarias sobre la tasa de inflación. Mientras que, en un período
prolongado, desde 1999 hasta 2021, las ganancias unitarias
contribuyeron con un tercio al deflactor de precios del
PIB, en el 2022 fue
de dos tercios.
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POCO PARA MUCHOS, MUCHO PARA
POCOS. EL ESCANDALOSO FENÓMENO DE LA INFLACIÓN POR CODICIA.
Grandes corporaciones tienen
ganancias inesperadas al aplicar fuertes aumentos de precios y, además, al
beneficiarse por la policrisis.
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Las
reconocidas ONG Oxfam y ActionAid se suman a
informes del FMI y el Banco
Central Europeo para explicar el alza de precios por las utilidades
extraordinarias de corporaciones globales. CFK había alertado acerca de esta dinámica inflacionaria. La opción de un impuesto a las ganancias inesperadas. (Dominio absoluto del libre
mercado, imposición de precios, control total de las Cadenas de Suministro
global, activación de la Inflación global, sumado a la guerra: Rusia-Ucrania: La POLICRISIS) …. Cambio Climático.
Por Alfredo Zaiat
Página /12 domingo 9 de julio del 2023.
Las 722 corporaciones más grandes del mundo sumaron 1,1 billón de dólares en ganancias inesperadas cada año durante los últimos dos años.
El dato es impactante: las 722 corporaciones más grandes del mundo
sumaron 1,1 billón de dólares en ganancias inesperadas cada año durante los últimos
dos años, pese al contexto económico
crítico por una inflación en ascenso y tasas de interés elevadas. El cálculo
fue realizado por las prestigiosas ONG Oxfam y
ActionAid en base al ranking "Global 2000" de Forbes.
Por si la rápida lectura
provoca alguna distracción, el estudio no se concentra en la tendencia creciente de
las utilidades de las empresas dominantes del capitalismo global. Revela las ganancias
adicionales (inesperadas) contabilizadas en 2021 y 2022, años de la salida de la pandemia y del estallido
de la guerra Ucrania (OTAN)-Rusia.
Mientras gran parte de la población mundial ha estado
padeciendo recortes de ingresos y deterioro en la calidad de vida en
este bienio,
estas compañías han aumentado en 89% las ganancias totales en comparación a
las registradas en promedio en el período 2017-2020.
Son ganancias que no se explican por incremento de productividad, de inversiones oportunas
que permitieron concentrar mercados ni por el desarrollo de una innovación que revolucionó sus actividades. Estas fortunas
corporativas se originaron en acontecimientos globales inesperados que derivaron en rentas extraordinarias.
Para definirla se estiman cuando superan las ganancias promedio
en más del 10%. En línea con esta investigación,
estudios del Banco Central Europeo y
del FMI explican que el actual ciclo de inflación elevada tiene en parte su origen en el comportamiento de las corporaciones
para acumular ganancias extraordinarias.
La investigación de Oxfam y ActionAid es un aporte adicional para analizar la mención de la vicepresidenta, Cristina
Fernández de Kirchner, respecto al estudio publicado por
economistas del Fondo Monetario Internacional sobre las causas de la inflación. Lo
había hecho en el acto de repatriación
de un avión utilizado para los denominados "vuelos de la muerte", durante
la última dictadura cívico-militar,
acompañada del ministro de Economía y precandidato
presidencial de Unión por la Patria,
Sergio Massa.
Luego de detallar el contenido del informe del Fondo, le tocó el brazo a Massa, y dijo: “Hola qué tal, teléfono para el ministro, para el ministro y el candidato”.
Quiénes son las corporaciones
que ganaron como nunca antes lo hicieron.
El informe de Oxfam
y ActionAid precisa que 45 corporaciones de energía obtuvieron en promedio 237.000 millones de dólares al
año en ganancias inesperadas en 2021 y 2022.
Sugiere que los
gobiernos de los países donde están radicadas las casas
matrices de estas compañías podrían haber aumentado las inversiones
globales en energía renovable en un 31% si hubieran
gravado al 90% las enormes ganancias inesperadas
que los productores de petróleo y gas
canalizaron a sus accionistas.
"Ahora hay 96 multimillonarios de
la energía con una riqueza combinada de casi 432.000 millones, 50.000 millones
más que en abril del año pasado", apunta el reporte.
También se
aprovecharon de la crisis del último bienio las corporaciones de alimentos y bebidas, los bancos,
las grandes farmacéuticas
y las principales cadenas de venta minoristas.
Esto sucedió en el
mismo momento que el repunte de la inflación ha
afectado a más de 250 millones de personas en 58 países provocando una aguda inseguridad alimentaria en
2022.
En un artículo
publicado en Embajada
Abierta se menciona que si bien se prevé
que los precios de los alimentos caerán un 8% en
2023, serán todavía los
segundos más altos desde 1975. Además, desde febrero de este año, la inflación anual de los precios de los alimentos se ubica en 20% en todo el mundo, el porcentaje más alto de las
últimas dos décadas.
Más riquezas en menos manos y
pobreza en más personas
En un contexto global con los efectos negativos de la guerra en Ucrania,
de una inflación
persistentemente elevada a nivel global, del endurecimiento de las políticas monetarias de las bancas centrales y
de la incertidumbre de los mercados financieros, la riqueza extrema y
la pobreza
extrema han aumentado simultáneamente por
primera vez en 25 años. El informe
envía las siguientes señales de alarma:
* Los precios mundiales de los alimentos aumentaron más del 14% en 2022. Esto permitió que 18 corporaciones de alimentos y bebidas obtuvieran en promedio unos 14.000 millones de dólares al año en ganancias extraordinarias en 2021 y 2022.
* Ese dinero es más que suficiente para cubrir la brecha de financiamiento
de 6400 millones de dólares necesaria para
brindar asistencia alimentaria vital en África Oriental.
* Oxfam estima que es
probable que una persona muera de hambre cada 28 segundos en Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán del Sur.
* Además, 28 corporaciones farmacéuticas obtuvieron en
promedio 47.000 millones de dólares al año en ganancias
inesperadas, y 42 cadenas de ventas minoristas y supermercados importantes obtuvieron
una media de 28.000 millones de dólares al año
en ganancias inesperadas.
* Nueve corporaciones
aeroespaciales
y de defensa recaudaron en promedio 8000
millones de dólares al año en ganancias
extraordinarias.
"Las grandes empresas nos
están engañando"
Esta definición
corresponde al director ejecutivo
interino
de Oxfam Internacional, Amitabh Behar.
“La
gente está enferma y cansada de la codicia corporativa. Es obsceno que las corporaciones hayan acumulado miles de millones de
dólares en ganancias extraordinarias mientras que un porcentaje importante de
la población mundial está luchando para pagar
alimentos básicos o artículos necesarios como medicinas y calefacción”, afirmó.
Para agregar:
“Las grandes empresas nos están engañando a todos: están
subiendo los precios para obtener ganancias monstruosas, saqueando a la gente
bajo el pretexto de una policrisis”.
En el debate sobre
el panorama global en el último Foro Económico Mundial
de Davos se presentó la idea de policrisis,
que consiste en el conjunto de crisis globales interrelacionadas
que amenazan al planeta. Estas son el cambio climático, la creciente inflación, la polarización política y social, las tensiones geoeconómicas,
la crisis de materias primas, la guerra en Ucrania, las consecuencias de la pandemia y el cuello de botella en la provisión de suministros.
Behar denunció que
“algunas corporaciones cada vez más dominantes están monopolizando los mercados y fijando precios por las nubes para llenar los bolsillos de sus accionistas. Las grandes farmacéuticas, los gigantes de la energía y las grandes cadenas de supermercados engordaron descaradamente sus márgenes de beneficio durante la pandemia y la crisis del costo de vida. Lo más preocupante es que, en ausencia de regulación, incluidos los impuestos progresivos, los gobiernos han invitado a esto”.
Inflación por codicia
El domingo pasado se
publicó en el suplemento económico Cash de
este diario el artículo "Inflación por codicia", del investigador Roberto Kosulj. Varios informes de
instituciones internacionales, como el FMI y el Banco
Central Europeo, han empezado a evaluar la relación entre ganancias
extraordinarias de empresas y tasa de inflación.
Kosulj
menciona el artículo publicado en BBC Mundo "Greedflation, cómo algunas empresas están utilizando la excusa de
la inflación para generar ganancias record a costa de los consumidores".
Greedflation se traduce "Inflación
por codicia". Kosulj indicó que este término ha surgido como
explicación de la inflación en Estados Unidos y
en Europa,
"debido
a la práctica de las empresas de aumentar los márgenes de ganancia mediante
incrementos engañosos en los precios".
Oxfam y ActionAid dicen que
"cada vez hay más pruebas de que la especulación empresarial está desempeñando un papel importante en el aumento de la inflación, lo que se hace eco de los temores de que las corporaciones están explotando la crisis del costo de vida para aumentar los márgenes de ganancias, una tendencia denominada "inflación por codicia".
Hasta la conocida
por Argentina Christine
Lagarde, titular del FMI cuando el
gobierno de Mauricio Macri recibió el desproporcionado crédito de 45 mil millones de dólares y hoy presidenta del Banco Central Europeo, afirmó que las corporaciones están provocando una "inflación
por codicia".
Incluso el FMI publicó un estudio que muestra que las
ganancias corporativas
representan casi la mitad del aumento de la inflación
en Europa en los últimos dos años. Como se indicó,
este es el informe mencionado por Cristina
Fernández de Kirchner en su última
intervención pública.
Qué hacen los ortodoxos del
Banco Central Europeo y del FMI
La inflación argentina reconoce otros factores, en
especial la evolución del tipo de cambio que es
determinante en la economía bimonetaria, como así también el
recorrido de las tarifas y la tensión en la puja distributiva entre salarios y
tasa de ganancia.
Pese a este cuadro
de situación, la tecnoburocracia
del Fondo Monetario Internacional reclama mayor ajuste fiscal y
devaluación más pronunciada para
cerrar un nuevo acuerdo. Se sabe que estas dos medidas lanzan la economía
argentina hacia una aceleración inflacionaria desde muy elevados índices
mensuales, además de provocar una caída de la actividad económica.
Si bien el problema inflacionario local tiene sus particularidades,
el abordaje de la cuestión precios en Estados
Unidos y en Europa por sectores que no pueden ser señalados como heterodoxos minimiza la influencia del frente fiscal
(nivel del gasto público) y monetario (emisión de dinero) en el actual ciclo
inflacionario.
Pese a ello y a las
evidencias de que las fuentes inflacionarias no son por
presiones de demanda, las bancas
centrales de las potencias occidentales continúan con la estrategia de
endurecimiento monetario (suba de la tasa de interés) para enfriar la
economía y, de este modo, reducir la tasa de inflación.
Como el diagnóstico es equivocado, los resultados no son
los buscados. La inflación subyacente sigue firme pese a que la velocidad de suba
de la tasa de interés ha sido vertiginosa, acercando el riesgo de una debacle
financiera por default de empresas y familias, además de arrojar la
economía a una recesión.
El reporte del FMI asegura que el aumento de las ganancias corporativas representa casi la mitad del aumento de la inflación en Europa en los últimos dos años, ya que las grandes empresas aumentaron los precios en más de lo que subieron los costos de la energía importada.
Qué dicen los ortodoxos del
Banco Central Europeo y del FMI
Las conducciones de
las bancas centrales de los países desarrollados, al insistir con la suba de la tasa de
interés para bajar la inflación, no hacen caso a las propias
investigaciones de sus economistas. Un artículo publicado por los
economistas del Banco Central Europeo Oscar Arce, Elke Hahn y Gerrit Koester muestra
que los mayores márgenes de
beneficio de las empresas están contribuyendo a las presiones de los precios
internos mucho más que
los salarios.
Explican que, en la zona del euro, los beneficios
unitarios han aumentado más rápido que los costos laborales unitarios desde principios
de 2022. Dicen que, sobre la base de la evidencia histórica, se podría haber
esperado que la desaceleración cíclica de la actividad
económica y el empeoramiento de los
términos de intercambio deberían haber reducido
las ganancias. Pero esto no sucedió.
Por el contrario, muchas empresas pudieron expandir sus márgenes de ganancia sin enfrentar pérdidas
significativas de participación de mercado. Los economistas europeos
se preguntan por qué fue así este comportamiento. Para responderse que la
primera razón es que la demanda supera la oferta en muchos sectores: el aumento de la demanda de ciertos bienes y servicios después de la pandemia se enfrentó a limitaciones de oferta generalizadas de las
empresas que tienen dificultades para obtener suficientes materias
primas, bienes intermedios, equipos y trabajadores.
Otro motivo fue que
los precios elevados de los insumos (por ejemplo, la energía) también facilitaron que las empresas
aumentaran sus márgenes de beneficio, sin precisar de si los precios más elevados
se deben a costos
más altos o a márgenes más altos.
Además, las empresas han
buscado recuperar sus pérdidas de ingresos reales en el primer año de la
pandemia y el contexto de alta inflación brindó la oportunidad para hacerlo.
La troika de economistas presenta una comparación para confirmar la hipótesis de la presión de las ganancias extraordinarias sobre la tasa de inflación. Mientras que, en un período prolongado, desde 1999 hasta 2021, las ganancias unitarias contribuyeron con un tercio al deflactor de precios del PIB, en el 2022 fue de dos tercios.
Aplicar un impuesto a las
ganancias inesperadas de las corporaciones
El informe de Oxfam y ActionAid concluyen que
las enormes ganancias corporativas han
coincidido con la degradación de los salarios y las
condiciones de los trabajadores. Para compensar en parte este impacto reclama a los gobiernos que recuperen para el fisco parte de las ganancias inesperadas con un impuesto también extraordinario del 50 al 90% sobre esas utilidades.
La experiencia argentina muestra que una
medida de este tipo, como fue el impuesto a las grandes fortunas, permite compensar un poco esta tendencia a la
desigualdad.
Los recursos obtenidos pueden destinarse hacia sectores
castigados por el alza de precios y también para mejorar las condiciones
generales de la macroeconómica.
Esto último se
concretó con el giro del 25% de lo
recaudado por este impuesto excepcional para financiar
el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner,
que este 9 de julio fue inaugurado.
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