miércoles, 6 de abril de 2011

Dominique Strauss-Kahn pide una globalización "más justa" con un rostro "más humano".

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El Señor Strauss-Kahn, ha sido dirigente Socialista en Francia. Expresamos ello, si un profesional socialista puede llegar realmente a semejante ilusión, pensar, creer que la globalización será más justa, tendrá un rostro humano, comprenderá que sus políticas mundiales no sean injustas, asimétricas, desiguales. Podemos confiar en algún momento, que los empresarios - responsables de la crisis mundial por su avaricia y espíritu de ganancia fácil y rápida - podemos tener credibilidad en los anuncios de las corporaciones transnacionales en el "cambio de época" cuando su único y máximo objetivo estratégico es en el nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo explotar recursos naturales, saquear materias primas, mediante el proceso de expropiación por despojo, para satisfacer los intereses de clase de las corporaciones transnacionales. El proceso de transnacionalización de los monopolios imperialistas hoy en la coyuntura mundial para satisfacer "su sed" de dominio, control y utilización del mercado mundial alimenticio, farmaceutico, comercial, petrolero, gasífero, minero, eléctrico, etc es a partir de las "inversiones" - bienvenido el capital nacional o extranjero para la inversión pero que pague los impuestos, impuestos a las regalías, sobre-ganancias, respeto por las condiciones culturales y medio-ambientales de los pueblos y comunidades , es decir una inversión responsable. Pero, pero podemos pedirle, exigirle, a las transnacionales una minería responsable por ejemplo. Una ilusión, una fantasía, una nueva demagogia más, teniendo gobiernos que sólo piensan en la inversión, más inversión y jamás piensan en los derechos de los trabajadores, en los derechos de los pueblos.

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El Director del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn, pide "una globalización más justa".

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Dominique Strauss-Kahn, del FMI, pide una globalización "más justa", con "rostro más humano".


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Lunes 4 de abril del 2011.


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El Director Gerente del Fondo Monetario Internacional - FMI - Dominique Strauss-Kahn, dijo hoy que es necesaria una globalización "más justa", en la que no haya "unos privilegiados" que acaparan los beneficios.


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Washington, 4 abr (EFE).- El responsable del FMI, Dominique Strauss-Kahn, declaró hoy muerto al "consenso de Washington", como se conoce a las recetas neoliberales que durante décadas defendió el organismo que dirige, y pidió una globalización "más justa".


"Vivimos en un periodo muy extraordinario de la historia, un periodo de gran agitación", dijo hoy el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante un discurso en la Universidad George Washington.


"Como saben la crisis financiera global devastó la economía global y causó dificultades incalculables y sufrimiento en todo el mundo", añadió.


Explicó que antes de la crisis los timoneles de la economía mundial creían saber cómo manejar todo tipo de situaciones siguiendo una serie de pautas básicas establecidas por el "consenso de Washington", como la desregulación y la privatización.


Pero muchas de esas teorías se desmoronaron tras la crisis que, dijo, ha dejado atrás al "consenso de Washington". A partir de ahora, insistió, es necesario un nuevo enfoque a la hora de abordar temas como la cohesión social, la cooperación y el multilateralismo.


Mencionó, en ese sentido, que la política monetaria debe de ir más allá de la estabilidad de precios y perseguir también "estabilidad financiera".


El titular del FMI dice estar convencido de que a la hora de diseñar un nuevo escenario macroeconómico para un nuevo mundo, el péndulo oscilará, "al menos durante algún tiempo", del mercado al Estado y de las soluciones simples a otras "mucho más complejas". Además, los gobernantes deben tener en cuenta la inestabilidad generada por la desigualdad.


"A largo plazo, el crecimiento sostenible está asociado con una distribución más igualitaria de la riqueza", señaló Strauss-Kahn, quien insistió en que es necesaria una globalización "más justa" en la que no haya tan solo "unos pocos privilegiados" que acaparen los beneficios. "Necesitamos una nueva forma de globalización, una globalización más justa, una globalización con un rostro más humano", aseguró.


Hizo hincapié en que la globalización debe de ser considerada una tarea conjunta y pronosticó en que en un mundo así los foros globales de cooperación como el G20, que agrupa a los principales países desarrollados y en desarrollo, tendrán un protagonismo mayor. Destacó, por lo demás, que la economía global sigue recuperándose aunque advirtió que persisten la incertidumbre y los desequilibrios.


"En su conjunto, la situación económica todavía es frágil y desigual y afronta una gran inestabilidad", afirmó.


Subrayó, en ese sentido, que "el crecimiento en las economías avanzadas, epicentro de la crisis financiera, es todavía demasiado bajo y el desempleo muy alto" y recordó que las economías emergentes, sobre todo las de Asia y Latinoamérica, avanzan a buen ritmo pero tienen que lidiar con presiones inflacionarias. Explicó, además, que los países de bajos ingresos han sido increíblemente "resistentes" pero se ven castigados ahora por los elevados precios de los alimentos y los combustibles.


Sacó a colación, también, la crisis de deuda por la que atraviesan distintos países europeos.


Afirmó, en ese sentido, que algunos países están en una "encrucijada" y han tomado medidas difíciles pero necesitan "hacer más".


En última instancia, dijo, "Europa necesita una solución integral basada en la solidaridad pan-europea, para hacer frente a los problemas persistentes en el sector financiero y con la deuda soberana". Se refirió también a la "gran tragedia" experimentada por Japón tras el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo.


"Estamos todos impresionados con la resistencia del pueblo japonés", señaló el responsable del FMI. Hizo alusión, al mismo tiempo, a la "transformación histórica" por la que atraviesa Oriente Medio.


"Los ciudadanos buscan una mayor libertad y una distribución más justa de las oportunidades y los recursos económicos", insistió, para añadir, a continuación, que para satisfacer esas necesidades serán necesarios grandes cambios en las instituciones políticas, económicas y sociales.


Aseguró que un cambio de esa magnitud requerirá tiempo y esfuerzo y destacó que el desafío inmediato será el de "preservar la cohesión social sin minar la estabilidad macroeconómica".


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