Los demócratas, Socialistas, Ciudadanos Políticos que dirigen
PODEMOS como la nueva alternativa política que se enfrenta a diario a la política que ha sido
capturada y sometida por la corrupción, que ha perdido totalmente la Confianza
de la Ciudadanía en general, hoy representa la vieja política presente en
el llamado bipartidismo político, es decir, el proceso político desde la transición
a la democracia, han estado presentes en la vida política el Partido Popular
– hoy en el gobierno – la más extrema derecha del conservadurismo político –
así como el Partido Socialista Obrero español. PSOE, totalmente ajeno, oscuro, desviado de sus Tesis originarias y fundadoras como Socialistas. Partidos Políticos que dominaron y controlaron el escenario político, tiempos de democracia liberal representativa, han existido en las tres últimas décadas una
co-participación política, una alternancia en el gobierno, situación que
ha generado “un cansancio político”, y en los últimos tiempos hartazgo, rechazo y absoluto cuestionamiento
a su responsabilidad política en la crisis actual y su alianza con los viejos
poderes económico-financieros. Han perdido la Confianza de la Ciudadanía,
no solo por su responsabilidad en la crisis, además su profunda conexión de
varios de sus dirigentes metidos hasta el cuello en la corrupción, en
distintas modalidades. Este Bipartidismo político,
ha sido combatido en especial por la juventud, la gran perjudicada, mancillada
y destruida en sus derechos y atacada cobardemente en su derecho al futuro. Por el largo tiempo de permanencia en la
política, no solo es una “clase política” fracasada, corrupta,
podrida, es también el símbolo como la vieja
sociedad de sistema- mundo capitalista ingresa a su decadencia final.
Madrid. 14 de noviembre del 2012. Miles de miles de Ciudadanos, desempleados, sindicalistas y juventud se concentran en Madrid para protestar contra las políticas de Rajoy y por una Nueva Democracia y la paralización sindical.
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Efectivamente se puede cuestionar que Pablo Iglesias, el Líder de Podemos
y en su mayoría Profesores Universitarios, Politólogos, Políticos de la Nueva Generación no
contaminada con la corrupción, la traición y menos con funestas formas de “matrimonio
ilegal” con los grupos de poder y las élites financiero-exportadoras del gran capital corporativo global. Hasta donde conocemos por sus manifiestos, programas, "jamás" se los podrá acusar de corrupción, traición o compromisos ilegales "bajo la mesa" que pierdan la confianza de la Ciudadanía . Hoy
las Redes Sociales y las innovaciones tecnológicas permanentes son copadas
de diferentes formas y distintas posiciones sociales, políticas, culturales,
ambientalistas, DD.HH; como también un buen porcentaje por una juventud,
absolutamente sin dirección, sin norte y menos horizontes social y político- la
llamada “Generación X”. ¿Porque no utilizar las redes sociales como “nuevas”
vías de información y comunicación política? – ahí en ese mundo virtual, está
lo mejor de la sociedad, su juventud, actor principal de una Ciudadanía Política - no ciudadanía digital - base y plataforma de una Nueva
Democracia de Ciudadanos. Mirando siempre hacia – la calle, la plaza
pública.- 25 siglos después rescatan el Ágora griega – el recinto
histórico y político de la Democracia Directa, que hoy existe en forma muy limitada en algunos
países, sin embargo, se dinamiza, se enriquece a diario en las nuevas formas de
organización, protesta, movilización, plataforma de reivindicaciones y derechos
La Nueva Sociedad Civil – hoy el poder local popular – la Nueva
Ciudadanía Intercultural, los Nuevos Líderes Comunitarios, salen
precisamente de este aposento histórico; pero también, en ese mundo virtual –
de las redes sociales de la comunicación – están las semillas y raíces de
una juventud, presente en la Ciudad Global, desde donde se enfrenta a
los poderes fácticos y en especial al poder de los medios de comunicación de
la “vieja política” que en la coyuntura actual han logrado forjar e imponer
una “verdadera dictadura” de los medios, incluso hasta imponer su propia
Agenda de gobierno, allí donde los partidos políticos se encuentran en la “sala
de cuidados intensivos” víctimas del secuestro de los poderes subterráneos
de la economía criminal: La democracia
fallida – novelesca, mediática, delegativa, procedimental, ciega y
sorda con los derechos de los de abajo, pero activa, violenta y salvaje defendiendo los derechos de
los de arriba..
24 de noviembre del 2012. Las
Centrales Sindicales de España. Decretan la paralización contra las políticas
salvajes, inhumanas y fascistas del Partido Popular -
conservadores-aristócratas - responsables de la crisis al igual que el Partido
Socialista Obrero Español PSOE. El Bipartidismo de la casta política fracasada.
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Los “Estados fallidos”, incluso en vías de descomposición
institucional final, por el poder violento y asesino de la “narco-política”, la economía criminal, en los “Estados Inviables” y los “narco-estados”,
en la actualidad muy profusos en el sistema-mundo, imponiendo o defendiendo su “supuestos
intereses democráticos”. La democracia digital, no concentra, menos ejerce función
e responsabilidad política, pero si es ámbito rescatable en lo social, pero
efectivo y desafiante en lo político-comunicativo. Mientras la calle, la plaza
pública, en todo el mundo – con mayor fuerza y decisión política por la
juventud europea, el M-15, los históricos fundadores – continua siendo
el manantial inagotable que a diario alimenta y retro-alimenta dialécticamente
desde lo local – la democracia directa – como fundamento, fortaleza social y
columna vertebral política de la Nueva Democracia Directa, Participativa,
Ciudadana, Cívica y Republicana. Ante la crisis y decadencia final de
Occidente capitalista salvaje – en poli-.crisis estructural –, la alternativa
política de la Ciudadanía Política Mundial está en proceso de construcción
en el objetivo final: Otro Mundo Socialista,
si es posible, desde un camino democrático, participativo – la democracia
asociacionista, histórica, primaria, original, presente en el siglo XXI en el
escenario de escenarios de las clases y la lucha de
clases, por la defensa, protección y
respeto a nuestra Madre Naturaleza y la construcción de una Nueva Civilización
humana.
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Aquí están las raíces históricas y políticas de PODEMOS. (in)surgen contra la traición a la Ciudadanía por las élites político-financieras.
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¿DEMOCRACIA DIRECTA O CIUDADANÍA DIGITAL?
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JOSÉ C. BERMEJO BARRERA.
Coreo Gallego.com lunes 23 de febrero del
2015.
CUANDO un sistema político
es presa de la corrupción, sus dirigentes han perdido su credibilidad y se han
alejado de los ciudadanos y de la realidad económica y social, es lógico que se
pidan a gritos honradez, sinceridad y proximidad. Estas son las claves de Podemos,
el partido de los profesores digitales que contemplan y quieren dirigir el
mundo desde la red. Como si la red fuese transparente, espontánea y abarcase
toda la realidad, y desde ella se pudiesen crear o transformar radicalmente
todas las instituciones mediante un proceso concebido sin pecado original y
utilizando unos conceptos tan mal entendidos, como el de "casta", que merecerían un suspenso en un examen del
primer curso de lo que pomposamente se denomina como politología.
La realidad social se
compone de personas físicas, que viven, mueren, trabajan y se divierten,
piensan y sueñan en el marco de un sistema de relaciones económicas, sociales y
políticas que está formado por instituciones, buenas o malas, pero
instituciones al fin. No podemos
concebir un sistema político sin instituciones, y de hecho el mundo
digital, por ejemplo, es posible gracias a las instituciones siguientes:
empresas eléctricas y de comunicaciones, junto con las fábricas que producen
sus infraestructuras, compañías de telefonía, internet, servidores y compañías
y sistemas de correo electrónico, fábricas de ordenadores, telefonía móvil..., y bancos y bolsas que gestionan toda la
macroeconomía digital. Empresas muy lejanas del mundo espontáneo de una
supuesta democracia directa y una sociedad sin dirigentes profesionales.
Si queremos saber qué puede
ser una democracia
directa, sólo posible en grupos humanos de reducidas dimensiones, y
asimilable a lo que se llama técnicamente -no en el mal sentido de la palabra-
anarquía, debemos recurrir al ejemplo de la Atenas clásica, como ha señalado el historiador M.I. Finley (Démocratie
antique et démocratie moderne, Payot, ParÍs, 1976).
Atenas estaba situada en la
península del Ática y se organizaba
de la forma siguiente. Su territorio estaba dividido en 100 demoi de tres
clases: de la costa, el interior o un barrio de la ciudad de Atenas o el Pireo, el gran puerto
comercial distante unos 20 km del ciudad y unido a ella por unas grandes
murallas. En cada demo la gente se conocía cara a cara, tenían un consejo
democrático para su gobierno, su censo y sus bienes comunes, como templos y
cementerios, con un sistema de fiestas propio. Los 100 demoi se agrupaban en tritias con uno de cada clase. Se
hacía así para evitar las solidaridades locales fuertes entre pescadores,
campesinos o ciudadanos. Las tritias
se agrupaban en 10 tribus, que proporcionaban las 10 unidades del ejército de
tierra en el que se servía universalmente de los 18 a los 60 años. Ciudadanía y
servicio militar eran indisociables, por eso solo los hombres eran ciudadanos
desde los 18 años y quedaban excluidos de los derechos políticos las mujeres,
los extranjeros residentes, los libertos y los esclavos.
En Atenas todos los ciudadanos
podían asistir a la asamblea, hablar y presentar proyectos de ley de todo tipo,
una vez incluidos en el orden del día. De la misma manera todos los ciudadanos podían ser jueces en los
tribunales populares de 500 miembros sin tener conocimientos legales y podían
ser elegidos para todos los cargos, desde el demo al mando de toda la flota o
el ejército. Incluso se sostuvo que mejor que la elección sería el sorteo de
los cargos, pues así se evitaría que se votase a los más poderosos o ricos, que
podían ejercer sus influencias, o a los más hábiles en la oratoria, que podrían
disuadir y manipular a los ciudadanos a
su antojo. Por último si alguien era políticamente incómodo se le podía
desterrar mediante el ostracismo con una votación en la asamblea en la que no
había que justificar las causas del destierro, solo votar.
En realidad no todos los ciudadanos iban a la asamblea ni a los
tribunales, porque no podían dejar sus trabajos, a menos que fuesen ricos o
aristócratas, ni desplazarse a pie, por ejemplo 50 km, para pasarse días
deliberando o juzgando. Como en casi todos los cargos eran elegidos
aristócratas, para asegurar la participación se creó el sistema de misthoi o
pagos por asistir a la asamblea, a los jurados y por ejercer las magistraturas.
Todos los magistrados, que eran anuales, debían dar cuenta de su patrimonio al
entrar y salir del cargo, y el gobierno de la ciudad se ejercía desde el
Pritaneo, que cambiaba cada mes -había 10 meses en el calendario- y cada mes
correspondía a 10 pritanos, un por cada tribu.
Esto fue una democracia directa: todo el mundo
decidía directamente y votaba, por ejemplo, si declaraba la guerra, algo lógico
ya que él mismo tendría que ir, y todos eran elegibles para todo. ¿Es esto posible hoy? Evidentemente no
porque el estado, que administra casi uno de cada dos euros, es una red
compleja de instituciones basadas en conocimientos técnicos en economía, leyes,
sanidad, educación, conocimientos militares, etc. Muy pocos ciudadanos podrían
escribir una ley viable sin ayuda de expertos y ya no digamos hacer el
presupuesto del estado o mandar una flota. Eso no quiere decir que el mejor
sistema de gobierno sea la tecnocracia,
sino que la realidad es muy compleja, se basa en instituciones reformables y
mejorables, pero no creables desde la nada, del mismo modo que de la nada no
nacen las ideas por ciencia infusa, como la de casta, un concepto solo aplicable a la sociedad de la India clásica, formada por cuatro
grupos cerrados: sacerdotes, guerreros, productores y siervos. Lo que P. Iglesias llama casta se
denomina técnicamente oligarquía política, y en la época de Franco "clase política", con su
conjuración judeo-masónica en lo
político y marxista en lo social.
Deberíamos afinar nuestros
conceptos. Por eso un sistema basado en la adscripción digital y gratuita de
militantes que pueden ser todos del mismo lugar o profesión, con sus votaciones
y debates por internet, donde opina no se sabe quién, pero sí se sabe quién
coordina y manda, no es una democracia real, ni directa ni participativa: es una democracia digital, con permiso
de todo el entramado internacional que rige el mundo global de la red, mientras las personas del
mundo real siguen sufriendo con sus pies en la tierra.
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