Para los vecinos centro europeos el golpe se está viendo en los costos
de las hipotecas. Con tasas de interés
cercanas a cero, muchos polacos y húngaros tomaron prestado dinero de la banca
suiza para pagar sus viviendas y ahora el costo de estos préstamos se ha
encarecido sustantivamente. El estancamiento que puede inducir en centro Europa es un factor que debe contemplarse para
proyecciones de crecimiento global. En tanto, a las secuelas de la medida suiza
en el resto del mundo, se percibe en primera instancia la repercusión del
aumento generalizado de los precios para sus principales socios importadores,
como son el caso de Alemania, Francia,
Italia y Estados Unidos. La nueva medida abre la posibilidad de una
reconfiguración espacial en búsqueda de nuevos refugios para capitales con el
aliciente de cobrar un interés más atractivo. Bajo este panorama, América
Latina surge como destino oportuno gracias a la rentabilidad de las tasas de
interés a los depósitos con la que ciertos países cuentan, entre los que
destacan: Brasil con una tasa que ofrece
casi 8% de rendimiento, Chile 5.2%, Uruguay 4.6%, Paraguay con 4.2%, Colombia
4.2% y México con 1.3%.
De confirmarse lo anterior, el territorio Latinoamericano podría acumular
reservas –no reflejadas en el producto interno-, sin olvidar establecer ciertas
precauciones para suavizar las reacciones al alza de los tipos de cambio que
podrían reducir la competitividad en el exterior, de modo que sería necesario
mantener primero políticas macroeconómicas sanas, especialmente monetarias y cambiarias; para
evitar entradas masivas de capital sin ningún control de tal manera que se
puedan anticipar medidas cuando salgan.
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El último capítulo de la crisis, el de la guerra de
divisas, podría suponer un azote más a las esperanzas de volver al crecimiento.
La zona euro y España pagarán una factura muy elevada si no plantan cara a los
países que están jugando con los tipos de cambio de sus divisas para favorecer
las exportaciones y acelerar artificialmente la salida de la crisis. Los
peligros no son pocos y ya están medidos.
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SUIZA, EL
ANFITRIÓN DE LA NUEVA GUERRA DE DIVISAS.
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ALAI.- América Latina en Movimiento
Oscar Ugarteche.- Tesalia Valencia.
ALAI martes 10 de febrero del 2015.
La mañana del 15 de enero,
el Banco Central Suizo anunció el retiro del piso del tipo de cambio frente al
euro, fijado en 1.20 francos por divisa europea en el 2011, y decidió bajar la
tasa de interés a los depósitos medio punto, de -0.25% hasta -0.75%, con el
objetivo de mitigar el calentamiento de la economía, y con ello, desincentivar
la entrada de capitales. Este repentino giro, se tomó como medida de prevención
ante la acelerada depreciación de la moneda única frente el billete verde, lo
que ocasionaba a su vez un debilitamiento en los últimos meses del franco suizo
ante el dólar. Por otro lado, se estableció para proteger al país de una
avalancha de dinero derivada de la incertidumbre por la relajación cuantitativa
del Banco Central Europeo.
A diferencia de otros
bancos centrales, el Banco Suizo no le pertenece totalmente al gobierno, ya que
una parte se encuentra en manos de organismos particulares e instituciones
públicas, y el resto, equivalente al 45%, es propiedad de accionistas privados que
incluyen regiones administrativas suizas, conocidos como cantones, muchos de
los cuales recibían dividendos con un tope máximo de 6% del beneficio neto de
la comisión negociadora hasta antes del 2014. Desde entonces, los accionistas
han estado quejándose debido a la falta de estas transferencias, de modo que el
abandono del tipo de cambio fijo se asentó como la única forma para lograr el
regreso de los dividendos.
La teoría bajo la maniobra
aplicada confía en que el cobro por la tenencia de dinero en el banco central
obligará a buscar mejores rendimientos en otros lugares, ya sea a través de la
inversión en activos productivos en la unión monetaria o por la transferencia
de dinero hacia activos más seguros en el extranjero. En el primer caso, la
inversión productiva adicional contribuiría a impulsar el crecimiento
directamente, mientras que en el segundo, las salidas de capital ayudarían a
debilitar la moneda haciendo que las exportaciones ganen competitividad.
No obstante, lo único
cierto hasta ahora es la desconfianza y la incertidumbre inyectada en el
mercado cambiario causando múltiples pérdidas -o en algunos casos enormes
ganancias- originadas de la rápida apreciación del franco suizo de hasta 41% en
un momento frente al euro, de tal manera que al final el impacto más
significativo se resintió precisamente en el mercado de valores suizo, el cual
tuvo un desplome de 8.7%, el más importante en un cuarto de siglo. Por otra parte, el disturbio también provocó
grandes pérdidas para miles de inversionistas y diversas instituciones
internacionales como son Citigroup y Deutsche Bank, que perdieron cientos de
millones, al igual que algunas pequeñas casas de bolsa que fueron totalmente
evisceradas. Asimismo, ocasionó que el corredor de divisas al por menor más
grande de Estados Unidos y tercer a nivel mundial, Forex Capital Markets
(FXCM), casi se declarara en quiebra después de anunciar que podría haber caído
en incumplimiento de algunos requisitos de capital regulatorio, por lo que fue
rescatado inmediatamente por medio de un crédito de emergencia de 300 millones
dólares provisto por la firma de inversiones Leucadia National Corp.
La inesperada apreciación
del franco vislumbra un panorama oscuro y un tanto ambiguo, ya que por un lado,
significa que los precios en Suiza se han ajustado debido a que
alrededor del 60% de los productos son importados, y se teme que pueda
convertirse en un descenso sostenido que acentúe la deflación de -0.3%ya
presentada, factor que ha impactado negativamente al conjunto de la actividad
económica y; por otro lado, representa un desafío inmenso para el turismo
y los exportadores suizos como Swatch, Tissot, Tag Heuer, Nestlé, Novartis,
entre otros, los cuales obtienen la mayor parte de sus ganancias de las ventas
al exterior-aproximadamente el 85%-, razón por la que tendrán que esforzarse
para reducir los costos de forma radical, probablemente con afectaciones
importantes en los empleos y salarios.
Para los vecinos centro
europeos el golpe se está viendo en los costos de las hipotecas. Con tasas de
interés cercanas a cero, muchos polacos y húngaros tomaron prestado dinero de
la banca suiza para pagar sus viviendas y ahora el costo de estos préstamos se
ha encarecido sustantivamente. El estancamiento que puede inducir en centro
europa es un factor que debe contemplarse para proyecciones de crecimiento
global.
En tanto, a las secuelas de
la medida suiza en el resto del mundo, se percibe en primera instancia la
repercusión del aumento generalizado de los precios para sus principales socios
importadores, como son el caso de Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos.
La nueva medida abre la posibilidad de una reconfiguración espacial en búsqueda
de nuevos refugios para capitales con el aliciente de cobrar un interés más
atractivo. Bajo este panorama, América Latina surge como destino oportuno
gracias a la rentabilidad de las tasas de interés a los depósitos con la que
ciertos países cuentan, entre los que destacan: Brasil con una tasa que ofrece
casi 8% de rendimiento, Chile 5.2%, Uruguay 4.6%, Paraguay con 4.2%, Colombia 4.2% y
México con 1.3%. De confirmarse lo anterior, el territorio Latinoamericano
podría acumular reservas –no reflejadas en el producto interno-, sin olvidar
establecer ciertas precauciones para suavizar las reacciones al alza de los
tipos de cambio que podrían reducir la competitividad en el exterior, de modo
que sería necesario mantener primero políticas macroeconómicas sanas,
especialmente monetarias y cambiarias; para evitar entradas masivas de capital
sin ningún control de tal manera que se puedan anticipar medidas cuando salgan.
Finalmente, la decisión
suiza, aunada a la reducción posterior de la tasa de interés de Dinamarca
-0.35% y Canadá -0.75%-,parecen ser el inicio de una guerra de divisas en
búsqueda de restablecer el crecimiento en medio de la evolución de un mercado
cambiario lleno de incertidumbre, abrumado por las fuerzas deflacionarias
europeas, la baja en el precio del petróleo, el estancamiento de Europa, la
débil recuperación estadounidense, que en el desorden económico mundial actual,
ha provocado el
fortalecimiento de la divisa americana, empujándole así la crisis al resto del
mundo.
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- Oscar Ugarteche es
Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM, México. Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico
de América Latina (OBELA) www.obela.org y
presidente de ALAI www.alainet.org.
- Tesalia Valencia es Miembro
del proyecto OBELA, IIEc-UNAM.
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