Frailes de todos
los Conventos del mundo, Franciscanos, Carmelitas y Domínicos haciendo uso de
la comunicación electrónica - hoy están en las redes sociales - asumiendo una
lucha - aunque muy tarde - en un mundo Multipolar, defendiendo su doctrina
cristiana, frente a una sociedad carente y ausente de valores. Su gran objetivo estratégico, no solamente es unificar Proyectos y Unir
Casas Religiosas, sino también generar condiciones propicias, favorables,
positivas para el aumento de jóvenes que estén dispuestos a entregar su vida a
cada una de estas Órdenes Religiosas. Mientras
están presentes en esta lucha "doctrinaria", deben cuidarse de
los efectos envolventes y hegemónicos que nos trae la llamada "globalización cultural", - la occidentalización
del mundo o simplemente el imperialismo cultural”, las industrias culturales y la revolución de las innovaciones
tecnológicas - redes sociales en general -. Al final según parece, se sienten
muy cómodos con las políticas globales del neoliberalismo como
doctrina única, como política única y ellos como dogma universal único. Si siglos atrás sus formas de comunicación
era el envío de mensajes con frailes que sacrificaban su vida y unían a pie
ciudades muy distantes, o en otros pueblos unían los Conventos, frailes montados a caballo – quizás una de las formas de
comunicación que se practicó por siglos
en los conventos religiosos – y hoy cuando el mundo moderno parecía seguir
marginando su unidad en Casas Religiosas Importantes, sin embargo cuando
ingresan al mundo de las redes sociales, implementan sus tres grandes
tareas religiosas, la comunicación en “tiempo real” hace más fácil sus
formas de relación, comunicación con su mundo religioso universal. Unificación de Proyectos en beneficio de los propios Conventos
Religiosas, mayor relación y funcionamiento
de las Casas religiosas de Domínicos,
Carmelitas y Franciscanos y finalmente estar en condiciones de tener el suficiente
posicionamiento de cada uno de estos Conventos
Religiosos que sirva de plataforma de (invitación) para nuevos servidores
de su religión, ante la posible crisis institucional y fuertes tendencias de libertinaje religioso que hoy va generando
progresivamente nuevos escenarios católico-cristianos ante el avance de varias
tendencias religiosas cubiertas de diferente matiz y formas religiosas evangélicas, protestantes y
en general prácticas religiosas populares que se presentan en torno a
personajes del mundo popular.
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Frailes de todos los Conventos del mundo, haciendo uso de la comunicación electrónica - hoy están en las redes sociales - asumiendo una lucha - aunque muy tarde - en un mundo Multipolar, defendiendo su doctrina cristiana, frente a una sociedad carente y ausente de valores. Mientras están presentes en esta lucha "doctrinaria", deben cuidarse de los efectos envolventes y hegemónicos que nos trae la llamada "globalización cultural", la revolución de las innovaciones tecnológicas - redes sociales en general -. Al final según parece, se sienten muy cómodos con las políticas globales del neoliberalismo como doctrina única, como política única y ellos como dogma universal único.
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GLOBALIZACIÓN CONVENTUAL.
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Franciscanos, carmelitas y dominicos
coinciden en el tiempo en un proceso de unificación de sus provincias
eclesiásticas en España ¿Puede afectar esa 'operación' a la presencia de estas
órdenes en Cádiz?
Pablo-Manuel
Durio cádiz | Actualizado 08.02.2015.
Siglos atrás, enviar cualquier
mensaje o comunicación de una orden religiosa a un convento determinado
requería que alguien lo llevara, seguramente a caballo y cruzando varias
ciudades y provincia durante varios días. Años atrás, esto se hacía por correo,
y más adelante a través de una llamada telefónica. Hoy en día, basta con enviar
un e-mail desde el ordenador (los frailes también tienen acceso a internet)
para trasladar cualquier mensaje a cualquier rincón del mundo.
Siglos atrás, los conventos rebosaban
de frailes que recorrían los pasillos de los claustros, que estudiaban
Teología, que se reunían en los coros ricamente tallados en madera para rezar
de manera conjunta y que ocupaban la práctica totalidad de las celdas en las
que cuadriculadamente se repartían los conventos. Esta presencia fue
disminuyendo progresivamente, reduciendo cada convento a un reducido número de
frailes, que llega a ser hasta uno solo en el caso de Santo Domingo.
Principalmente estos son los motivos
que han llevado a tres de las órdenes religiosas más conocidas en la ciudad a
coincidir en estos momentos en un proceso de unificación de sus provincias
eclesiásticas para convertirla prácticamente en una sola en España.
Franciscanos, carmelitas y dominicos buscan también con este proceso aunar
criterios, reforzar sus presencias en algunos conventos y, también hay que
decirlo, dejar de estar presentes en otros. Se avecinan nuevos tiempos para los
religiosos responsables en la ciudad de San Francisco, del Carmen y de Santo
Domingo. ¿Pero cómo afectará esta unificación de provincias a la ciudad?
Los franciscanos son los que llevan
el proceso más adelantado. "Hace seis años el general de la orden dijo que
en España había muchas provincias. Y a raíz de ahí empezó el proceso",
cuenta el franciscano Julián Bartolomé Rivera. El 1 de enero comenzó a
funcionar la nueva provincia, que es fruto de la unión de seis. En este caso no
se han integrado finalmente las provincias de Galicia (que aglutina también a
los conventos situados en Asturias, León, Zamora y Salamanca) y País Vasco (que
además abarca las casas de Palencia, Burgos, Santander y Navarra).
"Fundamentalmente lo que buscamos es revitalizar el franciscanismo,
uniendo proyectos y acciones que antes cada provincia hacía por separado",
explica este religioso, que no esconde que el proceso de unificación llevará
también consigo "buscar nuevas presencias y cerrar otras que ya no tienen
mucho sentido".
¿Puede ser Cádiz una de las casas
que cierre? "Cada provincia tenía que cerrar dos casas, fue el acuerdo que
adoptamos. Aquí ya teníamos cerrado El Puerto y Ronda, y se cerró Jerez y
Lebrija. Ahora, por tanto, no se contemplan más cierres", indica este
franciscano, que participó en el capítulo celebrado para unificar las
provincias españolas.
De hecho, Julián Bartolomé comenta
que la etapa iniciada el 1 de enero "no creo que se note" en la
ciudad. "En estos tres años los cambios serán mínimos", indica el
franciscano, que cuenta que el proceso ha durado cinco años en los que se han
mantenido numerosas reuniones para configurar la nueva realidad. Ahora se
avecina un período en el que cada casa tendrá que elaborar un informe sobre su
situación, su misión y otros asuntos.
"Es un reto aún difícil, pero
parece que es la solución. En el capítulo se veía un afán de colaboración y de
caminar todos juntos. Esperemos que por ahí vaya a partir de ahora",
concluía Julián Bartolomé.
Un aspecto que sí puede notarse, y
que señalan los portavoces de las tres órdenes, es la movilidad geográfica que
conlleva la unificación de las provincias. Es decir, que antes los frailes
podían ser destinados a cualquier casa dentro de una provincia (por lo general,
Andalucía suele formar una provincia eclesiástica); y ahora esa movilidad será
por todo el territorio nacional.
La orden de los carmelitas está estos días en el momento crucial de la unificación de sus cinco provincias españolas. El pasado jueves daba inicio el capítulo extraordinario, en el que ya han elegido al nuevo provincial y que se alargará hasta el día 12. Con este motivo, han cesado todos los cargos de los responsables de la orden en los conventos, lo que afecta por ejemplo al hasta ahora prior en Cádiz, Carlos Quijano. Él asegura que por el momento "no sabemos nada" de las decisiones que podrán tomarse a raíz de ese capítulo, aunque entiende que primero habrá un proceso de conocimiento de las casas y de análisis de cada convento. "¿Van a suprimir algunas casas? Puede ser. Pero eso no se sabe todavía", indica Quijano, que afirma que esta unificación de las provincias de Andalucía, Aragón-Valencia, Cataluña, Castilla y Burgos en una provincia ibérica titulada Santa Teresa de Jesús -coincidiendo además este proceso con la conmemoración del quinto centenario del nacimiento de la santa que se cumple el próximo 28 de marzo- "se hace por falta de vocaciones y en busca de una mejor organización".
La orden de los carmelitas está estos días en el momento crucial de la unificación de sus cinco provincias españolas. El pasado jueves daba inicio el capítulo extraordinario, en el que ya han elegido al nuevo provincial y que se alargará hasta el día 12. Con este motivo, han cesado todos los cargos de los responsables de la orden en los conventos, lo que afecta por ejemplo al hasta ahora prior en Cádiz, Carlos Quijano. Él asegura que por el momento "no sabemos nada" de las decisiones que podrán tomarse a raíz de ese capítulo, aunque entiende que primero habrá un proceso de conocimiento de las casas y de análisis de cada convento. "¿Van a suprimir algunas casas? Puede ser. Pero eso no se sabe todavía", indica Quijano, que afirma que esta unificación de las provincias de Andalucía, Aragón-Valencia, Cataluña, Castilla y Burgos en una provincia ibérica titulada Santa Teresa de Jesús -coincidiendo además este proceso con la conmemoración del quinto centenario del nacimiento de la santa que se cumple el próximo 28 de marzo- "se hace por falta de vocaciones y en busca de una mejor organización".
Y en la orden dominica también están
en plena ebullición. El 1 de enero de 2016 comenzará a funcionar la nueva
provincia española, coincidiendo en este caso con el 800 aniversario de la
aprobación de la orden (que llegó un 22 de diciembre de 1216). Aquí se unen las
actuales provincias de España (que discurre desde el Guadiana hacia el norte),
Portugal, Aragón (que suma Cataluña y Valencia), Bética (del Guadiana hacia el
sur) y Filipinas (que abarca Filipinas, Japón y China).
"Esta unificación no es sólo
porque somos pocos frailes. Es un deseo de recuperar el espíritu y el sentido
de esta familia religiosa", comenta el prior de Cádiz, Pascual Saturio,
que además es el único fraile en el convento. "Nosotros estamos hechos a
vivir en común, lo que no es normal es lo que me pasa a mí, que soy un dominico
viviendo por su cuenta; para la oración, para el apostolado, para la pobreza...
necesitamos de nuestras comunidades", explica Saturio reforzando el motivo
de esa unificación de la provincia.
El dominico indica también que unido
a los cambios que se han producido en la sociedad en estos tiempos "los
conventos también nos hemos hecho daño de algún modo y hay que reorganizar
muchas cosas en los conventos de cara a la vida de los frailes y a la
misión". Y lo aclara con una pregunta demoledora: "¿se nota hoy en
día alguna diferencia entre carmelitas, franciscanos, agustinos o
dominicos?", en referencia a esa necesidad de recuperar el carisma o el
espíritu propio de cada orden, "que por aquello de ayudar a las parroquias
y de atender otras necesidades lo hemos perdido un poco en este tiempo".
La unificación dominica se notará en Cádiz "a la hora de plantearnos la presencia", momento en el que Saturio confía en que aumente el número de frailes. El proyecto de la nueva provincia establece con respecto a los santuarios e iglesias especiales (entre las que ubica la de Cádiz) que "el futuro en la atención a estas presencias dependerá de nuestras posibilidades y de la evolución religiosa popular de estas devociones y su arraigo en los lugares donde se ubican". Pero el prior de Santo Domingo asegura que "no he oído nunca que nos vayamos a marchar de Cádiz". "La casa reúne condiciones de sobra para formar parte del nuevo proyecto. Como enfermería, como centro de espiritualidad... Es un edificio recién rehabilitado y los santuarios además siempre se han considerado una plataforma de predicación para la orden", valora Saturio, convencido de que la unificación de los dominicos españoles servirá para hacerse más presentes en la ciudad.
La unificación dominica se notará en Cádiz "a la hora de plantearnos la presencia", momento en el que Saturio confía en que aumente el número de frailes. El proyecto de la nueva provincia establece con respecto a los santuarios e iglesias especiales (entre las que ubica la de Cádiz) que "el futuro en la atención a estas presencias dependerá de nuestras posibilidades y de la evolución religiosa popular de estas devociones y su arraigo en los lugares donde se ubican". Pero el prior de Santo Domingo asegura que "no he oído nunca que nos vayamos a marchar de Cádiz". "La casa reúne condiciones de sobra para formar parte del nuevo proyecto. Como enfermería, como centro de espiritualidad... Es un edificio recién rehabilitado y los santuarios además siempre se han considerado una plataforma de predicación para la orden", valora Saturio, convencido de que la unificación de los dominicos españoles servirá para hacerse más presentes en la ciudad.
El tiempo será, por tanto, el que
determine qué ocurre con estas órdenes religiosas y con sus presencias en una ciudad que
en los últimos años ya ha visto marcharse a mercedarios o a jesuitas.
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