lunes, 1 de diciembre de 2025

POR NUESTRAS NIÑAS, POR MARISA GLAVE.

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“La vivencia de la sexualidad para que sea responsable a la vez que gratificante requiere de información y de reflexión, en el marco del respeto y cuidado por el desarrollo pleno de la persona. No podemos seguir viviendo en una sociedad en la que nuestras niñas son violadas TODOS LOS DÍAS. En el 65% de los casos por alguien de su entorno familiar. En muchos casos descubrimos los casos de violación de menores cuando quedan embarazadas. Pero podría detectarse antes, incluso evitarse, si las niñas y niños supieran claramente qué supone una agresión sexual y cómo protegerse. Pero se necesita hablar, se necesita conocer, preguntar. Esto sólo puede darse en un ambiente de libertad, no en uno de represión y tabús.

“La norma aprobada borra la Educación Sexual Integral (ESI). Se reemplaza por una educación “científica, biológica y ética” vinculada a las convicciones parentales. Estamos retrocediendo años en la lucha por la igualdad real. Costó muchísimo introducir la ESI para luchar contra el embarazo adolescente, contra la violencia sexual, contra la represión violenta que genera traumas. Aún podemos recuperar los pequeños avances que logramos para las mujeres, para las niñas, niños y adolescentes del país. No nos rindamos. Reaccionemos.

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POR NUESTRAS NIÑAS,

POR MARISA GLAVE.

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Aún podemos recuperar los pequeños avances que logramos para las mujeres, para las niñas, niños y adolescentes del país. No nos rindamos. Reaccionemos. 

Por Marisa Glave. Socióloga.

Fuente La República, domingo 30 de noviembre del 2025.

Sólo en el primer semestre del año los Centros de Emergencia Mujer (CEM) atendieron 6,677 casos de violación sexual. Eso quiere decir que en un día cerca de 40 mujeres son violadas. Mientras usted lee esta columna, alguna mujer está siendo violada en el país.

Digo mujeres y no uso el genérico “personas” porque el 94% de casos son mujeres. Hay también dramáticos y lamentables casos de violación sexual contra hombres, sobre todo niños, pero la realidad es que en 9 de cada 10 casos la víctima es una mujer. Y esta columna hace un llamado de defensa a nuestras niñas, porque 6 de cada 10 víctimas son menores de 17 años.

Los datos son escalofriantes. El incremento de casos entre el 2021 y el 2025 es aterrador. El 2021 cerró con 10,251 casos de violación sexual atendidos por los CEM, el 2024 con 12,924 y por la tendencia actual superaremos los 13 mil este año. El incremento en estos años se condice con el aumento del ataque público al enfoque de género.

Estos años hemos sido testigos de la agresión permanente de los principales grupos políticos en el parlamento al enfoque de género. Su desesperación ideológica por combatirlo lleva también un trasfondo de legitimación de la violencia de género en el país. Las mujeres estamos en una situación muy delicada, sobre todo nuestras niñas y es fundamental que reaccionemos.



Contubernio conservador.

La malsana convivencia entre supuestos congresistas de izquierda y centro con los de derecha conservadora en el Congreso tiene serias consecuencias para nuestras vidas. Lanzados en una estrafalaria cruzada contra la “ideología de género” o contra “los caviares”, Milagros Jáuregui de Renovación Popular, comulga con Waldemar Cerrón, de Perú Libre, Roberto Chiabra congresista por APP y líder del partido Unidad y Paz, Adriana Tudela de Avanza País, Martha Moyano de Fuerza Popular, Guido Bellido ahora en Podemos Perú y Alfredo Azurín de Somos Perú, conocido por ser el único que votó en contra del debate de vacancia de Dina Boluarte.

Como queda claro, congresistas como Chiabra y bancadas como Somos Perú supuestamente ubicadas en el centro del espectro político, con partidos que se reclaman “liberales” como Avanza País, en alianza con parlamentarios como Bellido (tránsfuga completo) y bancadas como Perú Libre que se proclaman de izquierda, suscriben, sostienen y defienden planteamientos retrógrados de la derecha más conservadora hoy en el parlamento, representada por Renovación Popular, partido que ha logrado eclipsar a Fuerza Popular en varios aspectos pero que sigue recibiendo su apoyo en proyectos de ley cuyo objetivo final es borrar cualquier avance en materia de igualdad de género.

De las 12 bancadas existentes 9 votaron íntegramente o por amplísima mayoría a favor de la derogación de la Ley de Igualdad de Oportunidades. Reemplazando la norma por otra que, si bien mantiene el mismo título, tergiversa de manera violenta el contenido original de la norma. Lo que fue un gran avance para las mujeres en el 2007 se vuelve ahora un retroceso preocupante.



#SinGéneroNoHayIgualdad.

Quieren borrar a como dé lugar la categoría género del marco jurídico peruano. Pero el problema de fondo es que el género no es el nombre de una ideología, es una categoría de análisis que pone en evidencia la desigualdad de poder que hoy existe entre hombres y mujeres.

No se trata de las diferencias biológicas que puedan existir entre ambos sexos y por tanto las distintas necesidades que podamos tener, sino de la manera en que se organizan roles y funciones en la sociedad que colocan a las mujeres en situación de vulnerabilidad, con menor poder – político, económico, social y culturalcargando prácticamente solas con las responsabilidades de la reproducción social a la par que siendo objeto de violencia por el hecho de ser mujeres.

Pretender reducir la desigualdad en clave de sexo biológico reduce la magnitud del problema, en términos de poder y violencia como he señalado, pero también en término de agresión a la diversidad sexual. Las mujeres y los hombres no somos sólo heterosexuales y cisgénero. Tenemos orientaciones e identidades diversas. Esto no es un invento de la globalización, ni un efecto pernicioso de alguna ideología. Es una realidad humana registrada en todas las etapas de nuestra historia. No es tampoco una imposición occidental, de hecho, podemos encontrar registro gráfico en huacos pre-incas.

Borrar una categoría no borrará la realidad de la diversidad, sólo generará oscurantismo y propiciará un mayor espacio de violencia, en particular para quienes empiezan a descubrir su sexualidad y son víctimas de bullying.

La vivencia de la sexualidad para que sea responsable a la vez que gratificante requiere de información y de reflexión, en el marco del respeto y cuidado por el desarrollo pleno de la persona. No podemos seguir viviendo en una sociedad en la que nuestras niñas son violadas TODOS LOS DÍAS. En el 65% de los casos por alguien de su entorno familiar. En muchos casos descubrimos los casos de violación de menores cuando quedan embarazadas. Pero podría detectarse antes, incluso evitarse, si las niñas y niños supieran claramente qué supone una agresión sexual y cómo protegerse. Pero se necesita hablar, se necesita conocer, preguntar. Esto sólo puede darse en un ambiente de libertad, no en uno de represión y tabús.



La norma aprobada borra la Educación Sexual Integral (ESI). Se reemplaza por una educación “científica, biológica y ética” vinculada a las convicciones parentales. Estamos retrocediendo años en la lucha por la igualdad real. Costó muchísimo introducir la ESI para luchar contra el embarazo adolescente, contra la violencia sexual, contra la represión violenta que genera traumas.

Aún podemos recuperar los pequeños avances que logramos para las mujeres, para las niñas, niños y adolescentes del país. No nos rindamos. Reaccionemos.

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