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"Nuestro estudio explica todo el proceso del sistema educativo establecido por el PAIGC, incluyendo una evaluación de las formas y prácticas educativas. El estudio se centra en la pedagogía del PAIGC y en su plan de estudios anticolonialista y centrado en África. Como señala nuestro estudio: Las experiencias de los pueblos africanos, su pasado, su presente y su futuro debían estar en el núcleo de esta nueva educación. Los planes de estudio tenían que abordar y a la vez ser conformados por las formas de conocimiento que existían en las comunidades locales. Con estos nuevos enfoques del conocimiento, el PAIGC trataba de cultivar en las y los estudiantes un sentido personal de obligación consigo mismos, sus compañeros y sus comunidades. Tan temprano como en 1949, Cabral abogó por que la producción de conocimiento se centrara en las realidades africanas existentes a través de sus experiencias de investigación de las condiciones agrícolas en Portugal y sus territorios africanos. Argumentaba que una de las mejores formas de defender la tierra consistía en aprender cómo utilizar el suelo de forma sostenible y mejorar conscientemente los beneficios que obtenemos de él. Conocer y entender la tierra era una forma de defender al pueblo y su derecho a mejorar sus condiciones de vida".
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¿APRENDERÁN A LEER Y ESCRIBIR
NUESTRAS HIJAS E HIJOS? ¿MIRARÁN EL FUTURO CON DIGNIDAD?
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Por 25/07/2022 | Otro mundo es posible . https:// thetricontinental.org.
Fuente. Rebelión lunes 25
de julio del 2022.
El mundo
está a la deriva en las mareas del hambre y la desolación. Es difícil pensar en
la educación, o en cualquier otra cosa, cuando
tus hijos no pueden comer.
Y sin
embargo, el fuerte ataque a la educación durante esta última
década nos obliga a considerar el tipo de futuro que heredará la juventud. En 2018, antes de la pandemia, la ONU calculó que 258 millones, o uno de cada
seis niños y niñas en edad escolar
estaban sin escolarizar. En marzo de
2020, el inicio de la pandemia, la UNESCO estimó que 1.500
millones de niños, niñas y adolescentes se vieron afectados por el cierre de las escuelas; un asombroso 91% de las y los estudiantes
de todo el mundo vieron interrumpida su educación por los
confinamientos.
Un nuevo estudio de la ONU publicado en junio de 2022 ha revelado que el número de niñas y niños que sufren dificultades en su educación casi se ha triplicado desde 2016, pasando de 75 millones a 222
millones en la actualidad.
«Estos 222 millones de niños y niñas se encuentran en un
espectro de necesidades educativas: alrededor de 78,2 millones
(54% mujeres, 17%
con dificultades funcionales, 16% desplazados
forzosamente) están fuera de la escuela, mientras que 119,6
millones no alcanzan la competencia mínima en lectura o matemáticas en
los primeros grados, a pesar de asistir a la escuela», señala el programa de la ONU “La educación no puede esperar”. Se
presta muy poca atención a la calamidad que esto supondrá para las generaciones
venideras.
El Banco
Mundial, en colaboración con la UNESCO, ha señalado que el financiamiento de
la educación ha
disminuido en los países de ingresos
bajos y medios bajos, el 41% de los cuales
«redujo su gasto en educación con el inicio de la pandemia en 2020, con una disminución promedio del gasto del 13,5%».
Mientras que
los países más ricos han vuelto
a los niveles de anteriores a la pandemia,
en los países más pobres la financiación se ha situado por debajo de los promedios anteriores a la pandemia. Esta disminución producirá una pérdida de casi 21 billones de dólares en ingresos
de por vida, mucho más que los 17 billones de dólares estimados en 2021. A medida
que la economía se tambalea y que los
propietarios del capital asumen el hecho de que sencillamente no van a contratar a miles de millones de
personas que se convierten —para ellos— en una «población excedente», no es de
extrañar que la atención a la educación sea tan marginal.
Los
experimentos de liberación nacional de otras
épocas revelan una serie de valores
totalmente diferentes, que daban prioridad a acabar con el hambre, aumentar
la alfabetización y garantizar otros
avances sociales que mejoraran la dignidad humana. El
Instituto Tricontinental de
Investigación Social presenta una nueva serie llamada Estudios de Liberación Nacional. El primer estudio de esta serie, La educación política para la liberación
del PAIGC en Guinea-Bissau, 1963-74, es
un texto magnífico basado en la
investigación de archivo de Sónia
Vaz-Borges, historiadora y autora de Militant Education,
Liberation Struggle, and Consciousness: The PAIGC education in Guinea Bissau,
1963–1978 (Peter Lang, 2019).
El PAIGC, abreviatura de Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, fue fundado en 1956. Como muchos proyectos de liberación nacional, el PAIGC comenzó en el marco político establecido por el Estado colonial portugués. En 1959, los estibadores de los muelles de Pidjiguiti se declararon en huelga para reclamar mayores salarios y mejores condiciones de trabajo, pero se encontraron con que los portugueses negociaban con las armas cuando mataron a unos cincuenta trabajadores e hirieron a otros. Esta masacre convenció al PAIGC de proseguir la lucha armada, estableciendo zonas liberadas del dominio colonial en la entonces Guinea (hoy Guinea-Bissau).
En estas
zonas liberadas, el PAIGC puso en marcha un
proyecto socialista, que incluía un sistema educativo que pretendía abolir
el analfabetismo y crear una vida cultural digna para la población. Es esta
búsqueda de un proyecto educativo
igualitario lo que nos llamó la atención, ya que incluso en un país pobre que se enfrentaba a la represión armada del Estado colonial, el
PAIGC seguía apartando recursos
preciosos de la lucha armada para construir la dignidad del pueblo. En 1974, el país se independizó de Portugal y hasta el
día de hoy los valores de este proyecto de liberación nacional siguen
resonando.
El
proyecto de liberación nacional en el que se embarcó el PAIGC tenía dos
objetivos simultáneos:
Derrocar
las instituciones coloniales de opresión y explotación.
Crear un
proyecto de reconstrucción nacional para
perseguir la liberación económica, política y social del pueblo y para luchar contra los residuos tóxicos dejados por las
estructuras coloniales en los cuerpos
y las mentes del pueblo.
Hasta
1959, no había escuelas
secundarias en Guinea-Bissau, que la monarquía portuguesa controlaba desde 1588. En 1964, el primer congreso del PAIGC, bajo la dirección de Amílcar Cabral, hizo la
siguiente promesa:
Crear
escuelas y desarrollar la instrucción en todas las áreas liberadas
(…) Mejorar el trabajo en las escuelas
existentes, evitar un número de alumnos muy elevado que puede perjudicar el
aprovechamiento de todos. Crear escuelas, pero
tener en cuenta las posibilidades reales para evitar que después tengamos que
cerrar algunas escuelas por falta de medios (…)
Crear cursos especiales para formación y
perfeccionamiento de profesores (…) Crear cursos
para enseñar a leer y escribir a los adultos,
sean ellos combatientes o elementos de la
población (…) Crear poco a poco, bibliotecas
simples en las zonas y regiones liberadas,
prestar a otros los libros de los que
disponemos, ayudar a otros a aprender a leer un libro o
periódico y comprender lo que se lee.
“Todos
los que saben deben enseñar a los que no saben”, dijeron los
cuadros del PAIGC mientras se esforzaban por
enseñar la alfabetización básica, la historia de
su tierra y la importancia de su lucha por la liberación nacional.
Nuestro
estudio explica todo el proceso del sistema educativo establecido
por el PAIGC, incluyendo
una evaluación de las formas y prácticas
educativas. El estudio se centra en la pedagogía del PAIGC y
en su plan de estudios anticolonialista
y centrado en África. Como señala
nuestro estudio:
Las experiencias de los pueblos africanos, su pasado, su presente y su futuro debían estar en el núcleo de esta nueva educación. Los planes de estudio tenían que abordar y a la vez ser conformados por las formas de conocimiento que existían en las comunidades locales. Con estos nuevos enfoques del conocimiento, el PAIGC trataba de cultivar en las y los estudiantes un sentido personal de obligación consigo mismos, sus compañeros y sus comunidades. Tan temprano como en 1949, Cabral abogó por que la producción de conocimiento se centrara en las realidades africanas existentes a través de sus experiencias de investigación de las condiciones agrícolas en Portugal y sus territorios africanos. Argumentaba que una de las mejores formas de defender la tierra consistía en aprender cómo utilizar el suelo de forma sostenible y mejorar conscientemente los beneficios que obtenemos de él. Conocer y entender la tierra era una forma de defender al pueblo y su derecho a mejorar sus condiciones de vida.
Amílcar Cabral.
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El estudio
es apasionante, una ventana a un mundo vencido por la austeridad del ajuste estructural del Fondo
Monetario Internacional que ha arrastrado a Guinea-Bissau
a la debacle desde 1995, con una tasa de alfabetización
que se acerca al 50%, lo que resulta chocante para un país con el tipo de posibilidades de liberación
nacional que puso en marcha el PAIGC.
La lectura del
estudio abre ventanas pasadas, esperanzas que permanecen vivas mientras nuestros movimientos
permanezcan atentos y vuelvan a la fuente para construir futuros mejores.
El
líder del PAIGC, Amílcar Cabral, fue asesinado el 20 de enero de 1973, un año antes de que el colonialismo portugués
sufriera una derrota histórica. El PAIGC sufrió la pérdida de su líder. En 1946, Cabral escribió un poema lírico, «Regresso», que
señalaba la ética del movimiento por
el que dio su vida. «Regreso» era un
término importante en el vocabulario de
Cabral, la frase «retorno al origen» era fundamental para su visión de que la liberación nacional debe
tratar el pasado como un recurso y no como un destino. Escuchen a la gran cantante de Cabo Verde,
Cesária Évora,
cantar el poema
de Cabral arriba, y léanlo abajo, una puerta a las esperanzas que
tenemos en la educación liberadora:
Mamá vieja,
venga a oir conmigo
el latir de
la lluvia en su puerta.
Es un ritmo
amigo
que vibra
dentro de mi corazón.
La lluvia
amiga, mamá vieja, la lluvia
que no ha
latido así desde hace tanto tiempo…
Oí decir que la Ciudad Vieja,
—toda la
isla— En pocos días se convirtió en un jardín…
Dicen que el
campo se cubrió de verde,
el color más
bonito, porque es el color de la esperanza.
Que la
tierra, ahora, es realmente Cabo Verde.
– Una
tormenta que se convirtió en bonanza…
Venga
conmigo, mamá vieja, venga,
recupere sus
fuerzas y venga a la puerta.
La lluvia
amiga ya dijo que se mantenga
¡y late
dentro de mi corazón!
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