&&&&&
“Pero la WWA, al examinar, en modelos climáticos, eventos de precipitaciones
escasas en las mismas áreas durante 20 años,
encontró que disminuyen de un modo compatible con la variabilidad natural y “por lo tanto, no podemos atribuir las bajas precipitaciones
al cambio climático”. En cambio, las sequías pueden ser desencadenadas o
exacerbadas por factores como cambios en el transporte
de humedad atmosférica, que se desplaza a otras regiones en detrimento del Cono Sur, y se debe, entre otras causas a la deforestación en la Amazonia, principalmente de la brasileña, apuntó el estudio. Se señala finalmente la
necesidad de reducir la vulnerabilidad con
medidas como mejorar la eficiencia y la gestión del agua, y la anticipación de la sequía utilizando pronósticos estacionales e instrumentos de seguros para ayudar a los agricultores a
sobrellevar los años secos.
/////
EL CAMBIO CLIMÁTICO HIZO MÁS
DURA LA SEQUÍA EN EL CONO SUR.
*****
Por | 03/03/2023 | Ecología social
Fuente.
Rebelión sábado 4 de marzo del 2023.
El cambio climático fue eximido de culpas por la falta de
lluvias causante de las prolongadas sequías en
los países del Cono Sur americano,
pero en cambio sí produjo un aumento de
la temperatura que hizo más grave la
escasez de agua, estableció un estudio desarrollado por una red de cooperación académica.
El estudio de la iniciativa Atribución Meteorológica Mundial (WWA, en inglés),
con 17 científicos de Argentina, Colombia, Estados Unidos, Francia, Países
Bajos y Reino Unido, examinó
las condiciones de la sequía en los últimos cuatro meses de 2022 en áreas de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
En ese período la subregión estudiada
recibió menos de la precipitación media, los niveles más bajos en 35 años (apenas 44 % de los promedios anuales en el caso de
Argentina), lo que combinado con las altas temperaturas
dificultó el acceso al agua para las
poblaciones y pérdidas de cosechas y ganado.
De ese modo se puso en riesgo los ingresos económicos y la seguridad alimentaria de las personas, su salud y también la de los ecosistemas.
Argentina, por ejemplo, gran productor de trigo y soja, prevé que las exportaciones agrícolas para 2023 caigan 28 % en comparación con los niveles de 2022.
Sequía en Argentina en el cultivo de Trigo y soja.
***
Según WWA, la sanidad de los cultivos en
Argentina es la peor de los últimos 40 años, con
graves repercusiones previstas en
las cosechas de trigo y soja. Entre enero de 2022 y enero de 2023, los ingresos
por exportación de cereales y oleaginosas de Argentina ya han disminuido
en 61 %, según el estudio.
Según el Servicio Meteorológico Nacional
de Argentina, los meses de noviembre a enero han sido los más calurosos de su historia.
Uruguay, con 60 % de su territorio afectado por la sequía, declaró la emergencia
agrícola en octubre de 2022. Más de 75
000 personas sufren la falta de acceso al agua potable,
y el acceso al agua para los cultivos y el ganado también
es limitado.
La zona central de Chile atraviesa la sequía
más larga en 1000 años, según el último informe de la Organización Meteorológica
Mundial sobre el estado del clima en América Latina.
Tras 13 años de
escasas precipitaciones, se agrava la tendencia
a la desecación y sitúa al país a la cabeza de la
crisis hídrica en el Cono Sur
La región también sufre olas de calor intensas, cuya frecuencia y duración han
aumentado por el cambio climático y agravado desastres como la ola de
incendios en Chile, que han dejado al menos 25 muertos, 7000 damnificados, 2000 viviendas
perdidas y 400 0000 hectáreas arrasadas.
Las olas de calor también provocaron incendios devastadores en el centro de Argentina, como en Chile; han derretido glaciares andinos, y han perjudicado la calidad del aire, enviando columnas de humo hacia la superficie del Pacífico.
Incendios forestales en Chile.
***
Un factor probablemente importante en la escasez de precipitaciones,
según la WWA, es que América del Sur experimenta actualmente los efectos de un tercer año consecutivo de La
Niña, un fenómeno natural que desata olas de viento
frío sobre el Pacífico ecuatorial e
impacta patrones climáticos en todo el mundo.
Es la contrapartida de El Niño, fenómeno con vientos cálidos en el Pacífico ecuatorial que también altera los ciclos de
precipitaciones.
Pero la WWA, al examinar, en modelos climáticos, eventos de precipitaciones
escasas en las mismas áreas durante 20 años,
encontró que disminuyen de un modo compatible con la variabilidad natural y “por lo tanto, no podemos atribuir las bajas precipitaciones
al cambio climático”.
En cambio, las sequías pueden ser desencadenadas o exacerbadas
por factores como cambios en el transporte de humedad atmosférica, que se desplaza a otras regiones en detrimento del Cono Sur, y se debe, entre otras causas a la deforestación en la Amazonia, principalmente de la brasileña, apuntó el estudio.
Se señala finalmente la necesidad de reducir la vulnerabilidad con medidas como mejorar la eficiencia y la gestión
del agua, y la anticipación de la sequía
utilizando pronósticos estacionales e instrumentos de
seguros para ayudar a los agricultores a sobrellevar los años secos.
A-E/HM
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario