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QHAPAQ ÑAN-SISTEMA DE VIAL ANDINO. PATRIMONIO CULTURAL. Inscripción: 38ª Sesión del Comité del Patrimonio Mundial. Doha, Qatar, 21 de junio, 2014. “EL QHAPAQ ÑAN o GRAN CAMINO INCA- - Sistema Vial Andino es una amplia red de caminos que permitió a los incas articular política, económica y socialmente a pueblos, regiones y recursos del extenso territorio andino con la capital del Tahuantinsuyo”. Fuente. Particular. W.P.
“QHAPAQ ÑAN, es un extenso camino inca con más de 30,000 kilómetros construido por las culturas prehispánicas andinas durante varios siglos. Alcanzó su máxima expansión en el siglo XV, durante la consolidación del Tahuantinsuyo. Atraviesa seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, y tiene cuatro rutas principales que parten de la plaza central de Cusco, capital del Imperio de los Incas. Estas rutas están conectadas con otros caminos creando vínculos y conexiones con una infraestructura asociada para el comercio, almacenamiento y alojamiento.
El Qhapaq Ñan fue el camino que unía ciudades, cultos y centros de producción durante
varios siglos. Significa un logro único de ingeniería
en un terreno geográfico que une las montañas nevadas de los
Andes con una altitud de más de 6.600 metros sobre el nivel del mar con los valles
fértiles de Amazonía. La integración del conocimiento ancestral de las comunidades y culturas
andinas permitió el intercambio de valores sociales,
políticos y económicos. Varias estructuras en el camino proporcionan
evidencia de recursos valiosos y bienes comercializados como metales preciosos, muyu (concha
de Spondylus), alimentos, suministros militares, plumas, madera, coca y textiles transportados desde las áreas donde
fueron recolectados, producidos o fabricado, a centros incas y a la capital
(Criterio (ii)16.
El Qhapaq Ñan fue el soporte vital del Imperio Inca y símbolo de su fuerza y extensión (Criterio (iii). Varios elementos
ilustran las tipologías
características
en términos
de muros, caminos, escalones, zanjas de caminos, tuberías de aguas residuales, desagües, etc., con
métodos de construcción exclusivos variando según su ubicación y el contexto
regional (Criterio (iv). El sistema vial andino,
jugó un papel esencial en la organización del espacio y
la sociedad en una amplia área geográfica a lo largo de los Andes, donde los caminos fueron utilizados como un
medio para compartir valores culturales, proporcionar a las comunidades un sentido de identidad
y permitir que sus prácticas y expresiones culturales continúen
transmitiéndose de generación en generación (Criterio (vi). Solo una
Introducción. Fuente Cátedra UNESCO. USMP.
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Imagen: Axel Nielsen (CONICET-INAPL)
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LAS
SENDAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA.
La
arquitectura vial inca en Argentina.
El QHAPAQ ÑAN
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En la cosmovisión andina, el camino o “ñan” es una persona no humana que
conduce a destino, en la medida en que se lo trate con ritual consideración.
Por Julián Varsavsky
Fuente Página /12 domingo 30 de abril del 2923.
El Qhapaq Ñan andino comenzaba en
la plaza central de Cusco en Perú, a la manera de las calzadas romanas. Un
brazo troncal salía hacia cada una de las cuatro provincias incas: por sus venas fluía el poder de un imperio con 20 millones de súbditos. Esos caminos –casi nunca empedrados-- subieron
hasta los 6.739 metros de altura: cada 20 a 30 kilómetros tenían un tambo --edificio
para viajeros y a veces centro
de acopio-- la distancia que podía hacer una caravana de llamas en un día. En muchos casos, se construyó sobre caminos
preexistentes agregando infraestructura
como los Chasquis Huasis (casa de los mensajeros imperiales). Se extendió desde el sur de Colombia hasta casi el centro de Argentina con incontables apachetas, ushnus --terrazas
piramidales-- y huacas para sacrificios.
Un mensaje llegaba desde Quito a Cusco en una semana, más rápido que una carta hoy.
Estas sendas se construían mediante la mit’a, (Mita quechua - turno o estación) un trabajo obligatorio al que estaban obligados los hombres casados de
cada comunidad por cierto tiempo, un
impuesto al Estado Inca pagado en trabajo duro, que los españoles mantuvieron en beneficio propio convirtiéndolo en una forma de esclavitud
El arqueólogo Christian Vitry explicó a Página/12 que en el camino ancestral andino hay trazos rectos en la llanura, zigzags para alivianar subidas –uno se cansa poco en el Qhapaq Ñan--, empedrados y simples despejes de piedra como un rastrillaje, muros de contención, escalinatas, rampas, curvas, empalmes, sendas ceremoniales hacia las cimas con adoratorios de altura, desagües, puentes de madera, piedra y colgantes de fibra vegetal, o flotantes con balsas de totora por donde cruzaron ejércitos. Y demarcaban líneas kilométricas: la recta de Tin Tin en Salta por la Ruta 40 está sobre un camino inca.
Secretaría
de Culturas - La Rioja.
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El
camino es una persona no humana.
Axel Nielsen --investigador del CONICET y el INAPL—
fue consultado por Página/12 qué
significa en la cosmovisión andina, que el camino sea un sujeto. La
respuesta es esclarecedora:
“yo he observado en mis trabajos de campo con caravaneros de llamas en Bolivia que, al momento de
partir, ellos convocan y alimentan con ofrendas a los apus protectores de los
´llamos´ cargueros --son machos castrados--, a la Pachamama para que los
proteja y brinde el pasto necesario, a los bienes a intercambiar para que se
“multipliquen” en las transacciones, a las sogas y costales para que sujeten la
carga, a los cencerros para que guíen a los ´llamos´ delanteros de la
tropa y al camino o ñan para que los lleve a buen destino. El propio camino
es una persona no humana capaz de conducir a salvo al caminante, en la medida en que se lo trate con consideración
y respeto. Los llameros me decían ´el camino nos guía,
nos lleva, nos protege y devuelve´. Esta forma de ver
el mundo es, a menudo,
presentada como una sacralización de la
naturaleza o una relación
estrecha entre política, economía y
religión, lo cual dota a
los pueblos andinos de un aire de misticismo y solemnidad. Pero en
verdad, se trata solo de un modo diferente de entender las cosas, que desconoce
la dicotomía moderna occidental entre naturaleza y cultura:
no conciben a la economía, la política y la
religión como aspectos separados de la realidad o de la acción. Hasta hoy, el vivir en los Andes es estar
constantemente socializando con un mundo de seres que, desde la perspectiva
occidental, serían cosas y animales de uso”.
Dónde
visitar el Qhapaq Ñan
Los lugares más accesibles a un viajero común para
transitar o ver el Qhapaq Ñan están en La Rioja –desde Famatina—; en Salta, donde se visitan
las ruinas del poblado prehispánico de Tastil –junto al pueblo Santa Rosa de Tastil-- y
pronto se habilitarán el Potrero de Payogasta y Graneros de La Poma, ambos accesibles desde Cachi. También hay
un tramo habilitado en Jujuy, el camino con escalinatas entre los poblados de
Santa Ana y Valle Colorado. Y en Mendoza, se camina el Qhapaq Ñan en Puente del Inca y Ranchillos.
Un
modelo de gestión
Victoria Sosa, secretaria técnica del Qhapaq Ñan Argentina desde el Instituto
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano –INAPL-- explica a
Página/12 que, cuando se hizo la declaratoria de patrimonio mundial según UNESCO, se eligieron algunos tramos de
los 30.000 kilómetros que se
estima llegó a tener esta red vial en el apogeo del Tawantinsuyu, a partir de
ciertas condiciones de “autenticidad e
integridad”. Esto incluye a una serie de
sitios arqueológicos asociados –desde centros administrativos, defensivos o ceremoniales, hasta simples refugios para caminantes-- que permiten
comprender el significado y tipos de
uso de esos caminos. En los seis países actuales
que abarcó el Estado inca, se seleccionaron
616 Km de camino y 308 sitios arqueológicos asociados, no
necesariamente conectados entre sí en la actualidad. La iniciativa de proponer al Qhapaq Ñan a la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO surgió
en 2002
de un novedoso trabajo de integración
regional, a partir de esta red vial
en común. En total se seleccionaron 137 tramos en los diferentes países (13 en Argentina).
En Argentina se creó un modelo
de gestión federal participativo coordinado por el INAPL que integró a siete provincias, varios organismos
nacionales --Ministerio de Turismo y la
Cancillería incluidos--, a dos parques nacionales por
donde pasa el camino –San Guillermo en San Juan y Aconquija en Tucumán-- y la Mesa de Pueblos Indígenas del Qhapaq Ñan: entre todos toman las
decisiones.
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