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“Críticas por la eliminación
de la Renta Ciudadana. Los mensajes de
texto con el anuncio de la suspensión de la
Renta Ciudadanía provocaron una serie de protestas
en varias ciudades del país, especialmente en el postergado sur,
donde se concentraron los recortes al programa. A nivel
político, la oposición de centroizquierda
liderada por Conte afirmó que suprimir la
renta básica es desencadenar "una guerra
ideológica con la piel de los pobres".
Desde la unión sindical CGIL, el secretario
general Maurizio Landini denunció que "el
Gobierno recorta los ingresos de 159.000 familias y
al mismo tiempo sigue haciendo amnistías fiscales en un país donde uno
es pobre mientras trabaja y donde la mitad del país lucha
llegar a fin de mes".
En la principal
fuerza de centroizquierda,
el Partido Democrática, la secretaria general y
diputada Elly Schlein rechazó que "a 159.000 familias con dificultades para
comer se les avisó que ya no
recibirán apoyo contra la pobreza con un SMS. Es brutal".
Desde la Iglesia, en tanto, el director de Caritas
de Italia Marco Pagniello advirtió que la
supresión de la renta podría
significar "la exclusión de una porción de los pobres". Para Pagniello, más allá de algunas irregularidades
puntuales en beneficiarios mal asignados, "la
renta de ciudadanía seguía representando una medida universal de apoyo a las
personas en situación de pobreza,
como lo son todas las rentas mínimas en los países europeos. Y ahora existe el riesgo de que alguien se quede fuera y eso nos sigue preocupando", planteó al diario de la conferencia episcopal Avvenire.
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EL GOBIERNO DE ITALIA QUITA
EL SUBSIDIO PARA PERSONAS DESEMPLEADAS:
"Hoy, quien quiere
trabajo lo encuentra".
Lo anunció la ministra de
Economía.
Deja su careta de falsa democracia, y saca con todo, su verdadera cara,
el fascismo social.
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Marina Calderone, la titular de la cartera económica del
gobierno de derecha de Giorgia Meloni, confirmó el reemplazo de la "Renta
Ciudadana" por dos subsidios con más restricciones.
Página /12 sábado 5 de agosto del 2023.
El Gobierno de Giorgia Meloni quiere retirar
el vigente subsidio de desempleo para
incorporar otras medidas más restrictivas. . Imagen: AFP
Alrededor de 160.000 familias italianas recibieron a fines de julio un mensaje de texto que les informa de que perderán la llamada "Renta Ciudadana", un ingreso estatal de hasta 780 euros para personas desempleadas y familias en situación de pobreza que entró en vigor en 2019. Se espera que otros 80.000 mensajes sean enviados desde el Gobierno de Italia durante agosto.
Salió su verdadera cara del gobierno de Meloni, el fascismo.
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"No
podemos rendirnos a una sustitución étnica", la xenófoba
frase del ministro y cuñado de Meloni
La Renta Ciudadana es un subsidio para personas de bajos recursos hasta que encuentren
trabajo. De acuerdo con los planes del gobierno de derecha de Giorgia Meloni, será sustituida por otros dos subsidios más restrictivos: sólo alcanzarán a familias que tengan a cargo menores de edad, a mayores de
60 años o a personas
discapacitadas sin posibilidades de acceder a un empleo.
"Se desperdiciaron 25.000 millones de euros
con la renta de ciudadanía. Hoy, quien quiere trabajo lo encuentra", planteó esta
semana en declaraciones a la prensa la ministra de Trabajo, Marina Calderone, provocando una
fuerte reacción entre organizaciones sociales y partidos políticos.
El principal
argumento de la cartera económica es que
las personas consideradas "ocupables", entre los 18 y los 59 años y sin
discapacidades, podrían encontrar trabajo si lo desean y no
necesitan una renta.
Reformas en el subsidio por
desempleo
La eliminación de la
Renta Ciudadana, que se otorga a una persona por núcleo familiar, busca ser
compensada con la introducción de dos nuevas medidas. Por un
lado, las personas que el Gobierno llama "ocupables" que no tengan
empleo recibirán 350 euros a través del denominado Apoyo para la Capacitación y el Trabajo.
Entre las mayores novedades, este programa durará 12 meses en vez de los 18 de la Renta Ciudadana, a la vez que será asignado a las personas y no a los grupos familiares. Así, solo en una familia con tres o más desocupados entre 18 y 59 años será más conveniente la nueva herramienta, según aduce el Gobierno.
La nueva medida
incluye además otros requisitos como tener ingresos declarados anuales menores a 6.000 euros por familia y ser ciudadano
europeo, titular de
un permiso de trabajo o familiar.
La otra medida con
la que el Gobierno quiere reemplazar el subsidio por desempleo
es el denominado "subsidio
de inclusión", que entrará en vigor
a partir de enero para las familias que el Gobierno considera "no ocupables", o sea mayores de 60, menores de 18
o con discapacidad.
El nuevo subsidio dará entre 480 y 560 euros
mensuales a los beneficiarios, más un complemento para alquiler de hasta 3.360 euros al año, que se pagarán a partir del
1 de enero de 2024
a través de una tarjeta que será emitida por el Gobierno. Durará 18 meses,
con la posibilidad de renovarlo por otro año si hay una pausa de un mes en la
asignación.
Entre los requisitos, similares a los de la medida anterior, el Gobierno introdujo elementos patrimoniales como no tener autos o motos de gran cilindrada, al tiempo que tampoco serán aceptados quienes tengan una propiedad con valor fiscal mayor a 150.000 euros.
Meloni elimina la renta Ciudadana, básica, y los Ciudadanos protestan en las calles. Recién comienza un problema verdaderamente humano.
***
Renta Ciudadana: cuándo se
implementó y qué resultados generó.
El proyecto de ley
de Renta Ciudadana había
sido impulsado en 2018 durante el Gobierno de corte populista que
formaron La Liga y el Movimiento 5 Estrellas -este
último dirigido por el entonces premier Giuseppe
Conte-.
Se trata de un subsidio de hasta 780 euros al mes a desocupados, en medio de una escala variable según la edad y el núcleo familiar, y
además, establece la inscripción
en un registro nacional para recibir ofertas de
trabajo, de las que el beneficiario sólo puede rechazar una vez para no
perder el beneficio.
El
subsidio de desempleo benefició
desde su legislación a casi un millón de hogares formados por 2,1 millones de personas, en especial de la región del sur de Italia. Cabe
destacar que Italia es un país con una enorme brecha de riqueza: un norte rico e industrioso y un
sur que no consigue revertir esa desigualdad.
La Renta
Ciudadana fue uno de los temas principales del debate durante la
campaña para las elecciones que en 2022 permitieron
la llegada de Meloni al gobierno al frente de
una coalición de partidos de derecha y ultraderecha, ya que le cuesta
al Estado italiano unos 8.000
millones al año y unos 25.000 millones desde su
entrada en vigor.
Pero más allá de las críticas de buena parte del sistema político, ese ingreso ayudó durante la pandemia a que un millón de personas no cayeran en la pobreza, según publicó en julio de 2022 el instituto oficial de estadísticas Istat. Así, la medida se convirtió en una fuente de ingreso central para casi 2 millones y medio de personas, con apenas un 0.28% de irregularidades.
Críticas por la eliminación de
la Renta Ciudadana
Los mensajes de
texto con el anuncio de la suspensión de la
Renta Ciudadanía provocaron una serie de protestas
en varias ciudades del país, especialmente en el postergado sur,
donde se concentraron los recortes al programa.
A nivel político, la
oposición de centroizquierda liderada por Conte afirmó que suprimir la renta básica es desencadenar "una guerra
ideológica con la piel de los pobres".
Desde la
unión sindical CGIL, el secretario general Maurizio
Landini denunció que
"el
Gobierno recorta los ingresos de 159.000 familias y
al mismo tiempo sigue haciendo amnistías fiscales en un país donde uno
es pobre mientras trabaja y donde la mitad del país lucha
llegar a fin de mes".
En la principal
fuerza de centroizquierda, el Partido Democrática, la secretaria general y diputada Elly Schlein rechazó que
"a 159.000 familias con dificultades para comer se les avisó que ya no recibirán apoyo contra la pobreza
con un SMS. Es
brutal".
Desde la Iglesia, en
tanto, el director de Caritas de Italia Marco
Pagniello advirtió que la supresión de la
renta podría significar "la exclusión de
una porción de los pobres".
Para Pagniello, más allá de algunas irregularidades
puntuales en beneficiarios mal asignados,
"la renta de ciudadanía seguía representando una medida universal de apoyo a las
personas en situación de pobreza,
como lo son todas las rentas mínimas en los países europeos. Y ahora existe el riesgo de que alguien se quede fuera y eso nos sigue preocupando", planteó al diario de la conferencia episcopal Avvenire.
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