El neoliberalismo implementado vertical, autoritaria y violentamente en nuestro país a inicios de la década del 90' - con el "fuji shock" - liquidó todos los derechos de los trabajadores y del pueblo en su conjunto - por violación de los derechos humanos en parte hoy está preso el ex presidente Fujimori -. Todos nosotros, que hemos luchado desde trincheras visibles y democráticas en el último proceso electoral, expresamos, que el sistema democrático peruano, que nuestra democracia - democracia muy débil, baja credibilidad, sin confianza institucional y menos legitimidad en la opinión pública - en parte para iniciar la Recuperación de su Legitimidad y Confianza Institucional, debe empezar con la restitución de todos los derechos de los trabajadores y así eliminar progresivamente, la "política esclavizante del cholo barato", hoy que el crecimiento económico es la "estrella celestial" de nuestro país, pero también es importante devolver los derechos laborales de los trabajadores y los derechos sociales y políticos a nuestro pueblo y no ser hoy testigos como desde el Poder poco o nada importa las reclamaciones de la Nación Aimara, de la nación Quechua, en la Región Puno o del conjunto de los Conflictos Sociales hoy en el escenario nacional, sin respuesta alguna, con una "democracia sorda y ciega".
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Gobernabilidad y Democracia Moderna: Nuevo Proceso Político.
Debemos forjar y construir la “Nueva Democracia de Ciudadanos”, para “modernizar” el capitalismo y consolidar la Gobernabilidad.
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Pablo Raúl Fernández Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
“Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”.
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Introducción. La crisis de la democracia representativa.
Hoy hablar de Democracia Moderna en nuestro país, es “un pecado” y si continuamos nuestra conferencia y hacemos un alto en la Democracia de Ciudadanos, es ahora sí un “pecado mortal”, es una falta al capital político común de la democracia vigente y hegemónica, no sólo en nuestro país, sino en el 90% de gobiernos del mundo. Y quienes son, a los que se les escarapela el cuerpo, a quienes se les pone los pelos de punta, simplemente son el conjunto de ayayeros, adulones y empleados de turno de los grupos de poder interno y los poderes fácticos transnacionales. Para ellos la única democracia, reconocida, vigente hoy en todo el mundo, es la democracia liberal representativa, la misma que en la actualidad en ese mismo escenario del 90% de países está en crisis, tiene baja credibilidad, es cuestionada a diario, simplemente es “sorda” y “ciega”, y su legitimidad desde la opinión pública “está por los suelos” y no alcanza calificación media.
Además tiene un alto grado de desconfianza ciudadana, producto de su elitización, de un proceso interminable de corrupción desde el poder de turno o al servicio directo de los poderes fácticos locales, quienes han hecho de la democracia liberal representativa un “amasijo” de mentiras, falsificaciones, engaños, prepotencia, persecuciones, negación y violación de derechos desde los más elementales – como el derecho a la vida, hasta derechos de los más exigentes de una democracia moderna, como es el derecho al trabajo y al ejercicio de un buen salario – encarcelamientos, criminalización de los reclamos, muertes de humildes ciudadanos de a pie, que por el único hecho de reclamar sus derechos, han sido baleados impunemente como es en los últimos días en Huancavelica y Juliaca.
La Confianza, el mal social y político del siglo XXI.
Hoy la democracia, como sistema político, cuando pierde la confianza personal y social de los ciudadanos, trabajadores, comunidades históricas, pueblos originarios, está perdiendo en realidad la esencia, el sumun más importante y rico de un sistema político, la garantía que fortalece toda la estructura del sistema democrático y por lo tanto se convierte en un sistema político profundamente cuestionado que comienza a perder legitimidad, es decir, reconocimiento del pueblo, de la opinión pública, que es la propia sociedad civil cuna, raíz y columna vertebral de la democracia desde su nacimiento en el ágora griega.
Obviamente el semejante rechazo y permanente cuestionamiento al sistema democrático, simplemente, para nosotros es producto directo que en la práctica cotidiana, la democracia, nuestra democracia de todos (as) ciudadanos (as) ha sido absolutamente secuestrada y apropiada directamente por la clase dominante, junto a los grupos de poder interno y externo como dueños absolutos del mercado mundial – que hoy es hegemónico, represivo e intolerante – han expropiado la democracia, se han apoderado totalmente del sistema democrático, incluso han ido mucho más allá, sistemáticamente han secuestrado sus formas de gobierno, alianzas políticas, partidos políticos, políticas de gobierno, plataformas de gobierno, políticas y programas sociales, propuestas y alternativas en coyunturas polarizadas, de extensa y extrema turbulencia, es decir, la Gobernabilidad hoy está a su absoluto servicio, manejan, manipulan la falsa estabilidad política, simplemente en defensa y protección de sus intereses de clase.
El proceso de recuperación de la confianza personal y social en las instituciones es un largo, riesgoso y muy polarizado trabajo; obviamente si elegimos por el lado de los círculos oficiales hoy dominantes en la política, todo, absolutamente todo está manchado de corrupción, mediocridad, mentira, farsa, canibalismo interno, “terrorismo mediático" si nos decidimos por ahí formular o encontrar un camino en torno al largo proceso de recuperación de la confianza, credibilidad, garantía de trabajo, ética en la política cotidiana, simplemente estamos perdidos, estamos paseando en compañía de los propios garantes del sistema de descomposición social y política.
Para nosotros, el camino que considero positivo, lleno de esperanza, ilusión y derecho al futuro, pero también de incertidumbre, oposición, desconfianza y que nos permite construir consensos, en un escenario polarizado, marcada de extensa turbulencia, expresión concreta de las clases y la lucha de clases, representa en la “nueva” realidad – producto del crecimiento macro-económico – como emergen hoy los nuevos poderes locales – conjunto de potencialidades personales, ciudadanas y sinergias colectivas manifestación dialéctica de tradición y modernidad de una sociedad nueva, de una sociedad que nace en las propias entrañas de la crisis y la polarización múltiple. Nacen nuevos poderes locales emergentes – poderes nuevos, innovadores, sanos, asertivos, éticos, como conjunto de potencialidades endógenas, que también reciben influencia de lo exógeno – así como la extraordinaria valoración que debemos otorgarle al conjunto de sinergias colectivas locales y regionales, con capacidad de conectarnos en condiciones competitivas al mundo globalizado, - fortaleza, competencias y visión de futuro, el poder de la calle, la plaza pública, el trabajo colectivo altamente productivo, aprendizaje social, memoria social ciudadana, historia social de los pueblos, en relación al conjunto de poderes locales emergentes – las grandes potencialidades y performances de la Sociedad Civil Local – consolidan y lideren procesos dialécticos en escenarios más amplios, complejos, múltiples en perspectiva de fortalecer y sistematizar un trabajo político de estructura nacional, visión de futuro que garantice la confianza personal, social e institucional como columna vertebral del “nuevo” sistema político democrático.
Precisamente, hemos esperado largas décadas de movilizaciones, luchas, derrotas, victorias sociales, de nuestros pueblos, para tratar de construir un camino propio, participativo, comprometido, representativo en su carácter múltiple – su heterogeneidad social, su amplia y extensa diversidad cultural y extrema desigualdad geográfico territorial -. Cada proceso político-social en los complejos escenarios de nuestra América, hoy constituyen verdaderos desafíos por su naturalidad, autenticidad, propia para los cambios sociales en democracia, las transformaciones políticas en la Modernidad. No hay repetición, menos calco no copia, nuestra realidades son absolutamente diferentes pero nuestras utopías y esperanzas en democracia representan la cohesión social y política de los grandes objetivos estratégicos. Hoy gran parte de nuestra América “se viste de rojo”, sí, pero en Democracia, en Libertad de expresión, forjando la igualdad social para nuestro pueblo, para alcanzar la justicia social de los millones de seres humanos excluidos, marginados, todo como expresión suprema de dignidad del ser humano en el Proyecto Histórico y político de la Modernidad. Este es el Nuevo Mapa político de Nuestra América en julio del 2011.
La crisis de representación.
La representación político-electoral, que emerge del sufragio nacional, aún en la apariencia mantiene garantía y transparencia, - sin embargo, su crisis es evidente, un enfoque y análisis riguroso desde las Ciencias Políticas, es profundamente cuestionado, por falta y ausencia de representación en la heterogeneidad social, absoluta exclusión y marginación en la representación desde la diversidad cultural – nosotros somos un país pluri-cultural, pluri-étnico y multi-lingüístico –; la representación tiene otro “mal” político la ausencia total en su composición desde la desigualdad territorial como país mega-diverso -; crisis absoluta, de representación, en relación con los Partidos Políticos, - ausencia del sistema de partidos políticos, sólo como movimientos o alianzas políticas tienen “vida política” en los tiempos electorales – además, la llamada “clase política”, la dirigencia, así como elites gobernantes están enfermas de corrupción, no tienen valores, la mediocridad es su símbolo, el oportunismo su “logo”, servilismo, tránsfugas, topos, falta de ética y moral en general;
Es claro y objetivo, incluso si vamos más allá, por más de 2 décadas, continúa profundizándose la crisis de las ideologías y la política, situación que va generando en los partidos y dirigentes, crisis, descomposición, corrupción y lo único que los acompaña a una gran mayoría, es el deseo irrefrenable de codicia, negocio, recuperar con altos porcentajes lo invertido, hacer de lobbies, los que tienen “inteligencia”, – están en crisis terminal –. Obviamente que el proceso de recuperación, reforma e innovación integral del sistema político, tiene la gran tarea de comenzar desde la militancia local, descentralizada en sus decisiones, trabajo y plataformas de lucha, hasta las tareas pendientes, como la construcción de la ciudadanía política, en tanto columna vertebral del proceso estratégico de hacer de la política una pedagogía sustentada centralmente en el sistema de valores.
Obviamente la población, la ciudadanía, la opinión pública local, regional y nacional, no tiene confianza personal y social en la política, en los partidos, menos en los políticos y el “mal social y político” se agudiza en las instituciones, que rápidamente van perdiendo legitimidad – pueden tener de entrada, de elecciones, de orden constitucional, pero en cuanto, desempeño, como rendición de cuentas, accountability, transparencia en el ejercicio de la representación, cultura del secreto, participación ciudadana, - evaluamos su trabajo desde la opinión pública, - diálogo entre ciudadanos - tiempo y calidad de la representación, monitoreo del trabajo, dedicación, entrega, compromiso, responsabilidad, lucha contra la corrupción, resultan en la práctica política performances muy elevadas para legitimar su representación general. Pero la crisis no es solamente nuestra, es multidimensional y global, el “mal” social y político, la corrupción generalizada está enraizada en el centro y estructura del neoliberalismo, por su propio carácter de representación social y política de las clases dominantes transnacionales.
En la coyuntura actual mundial, cuando la democracia es golpeada fuertemente por el fracaso de las políticas neoliberales - en plena crisis final-terminal del Consenso de Washington – sistema político en el escenario múltiple y complejo de las Tres Crisis Mundiales, considero que la fortaleza social, columna vertebral en la turbulencia y política principal, es sin duda alguna, que el sistema democrático se sustente en la vigencia, respeto y reconocimiento de los Derechos Humanos, Derechos laborales, Derechos Sociales y Derechos Políticos.
Derechos Humanos: Uno de los mitos sobre los que se construye el discurso clásico de la modernidad es presentarla como una era de Tolerancia frente a un periodo de permanente y universal persecución y brutalidad inhumana; lo que ha dado lugar a lo que Amartya Sen ha denominado la "tesis de la singularidad", que se sustenta en los supuestamente inéditos conceptos de libertad, igualdad y tolerancia de la tradición occidental.
Derechos laborales de los trabajadores, hoy negados, destruidos, liquidados, dinamitados o simplemente hecho burla, falsedad, engaño, por las clases dominantes y sus propios representantes. El neoliberalismo desde el inicio, lo primero que arremetió fue liquidar los derechos laborales de los trabajadores, bajo la falsa acusación de que el ”Poder Sindical” de los 80’ del siglo XX, era uno de los responsables de la crisis “final” del Estado de Bienestar. En nuestro país, las políticas implementadas en los 90’ junto al “fuji-shock- y el propio contenido del Consenso de Washington sobre la flexibilización social, laboral – o la eliminación de todos los derechos de los trabajadores, sindicalización, negociación colectiva, estabilidad laboral, huelga, salarios, beneficios sociales, etc – fueron liquidados y dinamitados desde las propias instituciones del gobierno de turno.
Derechos Sociales – hoy la fortaleza y columna vertebral de la Democracia Moderna - comprende desde la educación de calidad, asistencia en salud de calidad, agua, luz, servicios de aguas residuales, seguridad ciudadana, trabajo digno, salarios de calidad, etc.
Derechos políticos.- en cuanto vigencia irrestricta y reconocimiento de la libertad de expresión – como fortaleza de la democracia moderna – garantizar y enriquecer los medios, formas e instrumentos, desde donde la sociedad civil, la ciudadanía plena – la ciudadanía múltiple –, la participación ciudadana en la decisiones políticas de gobierno, elecciones democráticas, responsables y de plena y libre participación, conjuntamente representan las herramientas sociales que recrean las alternativas políticas de los procesos democráticos.
La democracia, su visión y compromiso global.
Obviamente a nivel global, estos derechos o fueron liquidados a inicios de la década de los 90’ con políticas neoliberales brutales y demoledoras, otros en cambio, en los países desarrollados, democracias de alta intensidad, logran fortalecer y consolidar la propia Democracia, sin embargo, tres décadas después, estas democracias, países capitalistas altamente desarrollados, son centro de la ejecución de políticas neoliberales, con consecuencias dramáticas hasta salvajes y brutales, - Grecia, España, Portugal, Irlanda - destruyen y liquidan sus derechos fundamentales en el núcleo central de la Triple Crisis mundial, multidimensional, derechos que se han convertido en el meollo o “corazón” del ataque y demolición del desmadre político neoliberal, neoconservador, intolerante europeo.
El devenir de la Historia, en las últimas décadas en poder absoluto de las fuerzas oscuras del mercado – empresas multinacionales, corporaciones y mega corporaciones transnacionales - como aparatos e instrumentos de explotación, dominación, saqueo y hoy despojo de los recursos naturales de la Gran Burguesía Transnacional, GBTn, - o burguesía monopólica imperialista - cree y está plenamente convencida, en su ridícula y mediocre política coyuntural, que salir de la crisis y la recesión está por el lado de los trabajadores, de los ciudadanos, del pueblo, violando y destruyendo sus más elementales derechos.
Las políticas actuales del gobierno de la derecha europea, están liquidando políticamente y demoliendo socialmente todos sus derechos sociales, laborales e incluso político otrora sustento y fortaleza de la democracia europea. El Modelo Social Europeo – aquella política, que representa la más grande contribución social y política que Europa hizo al mundo - el del Estado de Bienestar, el Estado Keynesiano sustentado en los derechos sociales, laborales, humanos y políticos, está en su etapa final. La mediocridad de la clase política gobernante de derecha y la complicidad de la “izquierda” – los socialistas reformistas y social democracia han fracasado históricamente – la brutalidad oscurantista de empresarios, banqueros, administradores de corporaciones – los verdaderos responsables de la crisis, hoy conjuntamente gozan destruyendo, no solamente los derechos de los trabajadores yc ciudadanos, sino que están dinamitando en su integridad el sistema capitalista y la propia Democracia Moderna.
El neoliberalismo implementado vertical, autoritaria y violentamente en nuestro país a inicios de la década del 90' - con el "fuji shock" - liquidó todos los derechos de los trabajadores y del pueblo en su conjunto - por violación de los derechos humanos en parte hoy está preso el ex presidente Fujimori -. Todos nosotros, que hemos luchado desde trincheras visibles y democráticas en el último proceso electoral, expresamos, que el sistema democrático peruano, que nuestra democracia - democracia muy débil, baja credibilidad, sin confianza institucional, menos legitimidad en la opinión pública - en parte para iniciar la Recuperación de su Legitimidad y Confianza Institucional, debe empezar con la restitución de todos los derechos de los trabajadores y así eliminar progresivamente, la "política esclavizante del cholo barato", hoy que el crecimiento económico es la "estrella celestial" de nuestro país, pero igualmente es importante devolver los derechos laborales de los trabajadores y los derechos sociales y políticos a nuestro pueblo y no ser hoy testigos como desde el Poder poco o nada importa las reclamaciones de la Nación Aimara, de la nación Quechua, en la Región Puno o del conjunto de los Conflictos Sociales hoy en el escenario nacional, sin respuesta alguna, con una "democracia sorda y ciega".
La gobernabilidad democrática y la esperanza de la democracia ciudadana.
Hablar de gobernabilidad en los círculos políticos de nuestro país, se ha convertido en un asunto de política diaria, cotidiana, de propaganda o en tiempos electorales, “todos” los actores políticos y sociales quieren y desean construir gobernabilidad o en tiempos de coyunturas sumamente difíciles, violentas, desde los aparatos del poder, se habla, se especula, que es necesario defender la gobernabilidad. Pero en realidad, la gobernabilidad como instrumento o herramienta política de la democracia o como conjunto de políticas de consenso y concertación nacional o como políticas “democráticas” desde el poder político central, el impacto en la opinión pública y la reacción de los actores sociales, se cree que es la “solución” a todos nuestros problemas múltiples, complejos y multi-polarizados.
Políticas que son iguales – diseñadas, analizadas, “planificadas” y producidas en la capital de la república – el centralismo - para todos los actores sociales y políticos, para todas las regiones del país, para todos los grupos étnicos, comunidades históricas y pueblos originarios que integran nuestro país. Piensan, creen, actúan, producen propaganda mediática y multimillonaria, que la solución de soluciones es la Gobernabilidad. Esta “barita mágica” de la democracia liberal representativa, ¿ Qué es?. En términos muy simples?.
La Gobernabilidad vista en sus tres dimensiones políticas de clase:
Primero desde el poder dominante y vigente. Constituye un conjunto de leyes, normas, dispositivos, dados desde el gobierno – ejecutivo, legislativo- con el objetivo de garantizar seguridad a la inversión de las empresas y corporaciones transnacionales, así como a los grupos de poder interno; todos conocemos que la “nueva generación de empresas” transnacionales, propias de la “fase superior” de la globalización neoliberal no pueden operar a nivel global, nacional y local sin un mínimo de orden y seguridad. Por ello junto a la idea central de desarrollar y legitimar la globalización económica, se ha planteado en paralelo el tema de la gobernabilidad.
Es decir, como diseño de un conjunto de reglas, normas y acuerdos, formales e informales que permitan sostener este orden en donde se desenvuelven las empresas y corporaciones transnacionales, política y militarmente manejado por los países desarrollados, de no ser así, el mundo tendería a la anarquía, se generalizaría la anomia social y política, afectando directa o indirectamente la operatividad de las grandes empresas, corporaciones y mega-corporaciones. Estas políticas centrales desde los países y gobiernos capitalistas – hoy globalizadores – es la que “nos venden” como la tesis “eje y núcleo” de la Gobernabilidad, teorías que se han venido fortaleciendo en los ámbitos globales del neoliberalismo y las políticas del Consenso de Washington.
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En segundo lugar, la gobernabilidad, como conjunto de políticas, propuestas, alternativas y soluciones, oportunas, viables, democráticas, producto del diálogo, políticas de consenso y concertación, impulsado desde la Sociedad Civil, mayor reconocimiento de la ciudadanía, sustentadas y presentadas ante el Poder político de turno o vigente – muy difícil, su aceptación en el ejercicio de un gobierno con políticas neoliberales – políticas con fuerte contenido social y fortalezas democráticas que proceden desde los propios grupos emergentes del poder interno, local, plural, que garantizan niveles de diálogo y negociación concertada y oportuna ante el conjunto de reclamos, reivindicaciones y conflictos sociales de los trabajadores, ciudadanos, pueblos y comunidades.
En la actualidad en el escenario de la crisis mundial, en nuestro país en contextos democráticos del crecimiento económico – valorado hasta el extremo por el poder mediático de los grupos de poder interno conservadores e intolerantes – el punto de inflexión histórico-político Bagua, junio del 2009, ha marcado por siempre el (in)surgir de Nuevos Sujetos Sociales Históricos de los pueblos originarios de la Amazonía; progresivamente entre el 2010 y el 2011, los pueblos de las comunidades históricas Quechuas – Cuzco. La Convención- Cuzco- Sicuani, Cuzco Chunvibilcas, Cuzco-Espinar; Apurímac, Abancay. Puno. Quechuas Carabaya, Azángaro, Lampa, Ayaviri: Puno, Aimaras, Chucuito, Ilave, Juli; Arequipa, Cayarani, Camaná, Valle de Tambo, Caylloma. Huancavelica, Moquegua, Tacna, son algunos ejemplos del surgimiento de un Nuevo Poder Local, la Nueva Sociedad Civil Local, emergente, popular, plural, democrática, autónoma de los poderes centrales y poderes fácticos, constituye hoy la nueva fortaleza que sustenta en tiempos de crisis la Gobernabilidad Democrática. Porque todo este nuevo proceso social y político, está emergiendo en corazón de la propia democracia, está renovando sus estructuras conceptuales y está oxigenando su función política gubernamental.
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Tercero la gobernabilidad.- Como conjunto de políticas de Estado y Políticas públicas, alianzas políticas, consensos y concertaciones que garanticen equilibrio, estabilidad, democracia en el ejercicio del orden establecido y constitucional e impuesto por los grupos de poder económico-político locales y fácticos globales, teniendo al servicio al gobierno de turno y habiendo hipotecado o secuestrado la “gobernabilidad” interna del país. Simplemente gobernabilidad como sinónimo político de estabilidad política, que garanticen seguridad en el sistema democrático constitucional.
Nuestra propuesta sobre la Nueva Democracia Moderna. ( Síntesis).
Necesitamos ser protagonistas, constituir parte de los nuevos actores sociales, en tiempos histórico y políticos del "Cambio de Época", trabajar con visión de futuro, desarrollando parte de nuestra cultura estratégica, de nuestro compromiso social y político del – nuevo motor nacional, el poder local, la nueva sociedad civil local – en el proceso de construcción de la nueva democracia, democracia moderna, democracia ciudadana, con capacidad de dar respuesta viable, oportuna, sobre la base del diálogo, la producción de políticas de consenso –respetando el derecho a la consulta de los pueblos originarios y las comunidades históricas – planificando políticas de concertación local y nacional, construyendo desde la base, sobre el reconocimiento de las capacidades y potencialidades de nuestro pueblo, nuevos líderes con visión social y humanista, con vocación de ser fieles servidores de su pueblo, líderes no para las próximas elecciones, sino precisamente para las futuras generaciones, que nos garanticen:
Respeto a la Democracia liberal representativa, pero es necesario y urgente rescatarla del poder dominante de la nuevas elites de poder local, nacional y mundial, las mismas que la han convertido en un sistema social “sordo”, políticamente “ciego” hacia las reclamaciones de los de abajo, absolutamente la mayoría de la población a quien no le llega – ni en gotas – los grandes beneficios del crecimiento macro-económico. Por ahí comenzamos el proceso de modernización del capitalismo salvaje. Hay que ponerle por lo menos un aparente rostro social y humano.
Asumir la gran responsabilidad, compromiso de trabajar y luchar a diario por reconstruir la Confianza – la enfermedad destructiva social y política del siglo XXI – con la finalidad que en el mediano y largo plazo – recrear y enriquecer nuestra cultura estratégica – nos encontremos en condiciones de trabajar directamente por la Nueva Democracia Moderna, democracia de ciudadanos, basado fundamentalmente en la vigencia y reconocimiento de los derechos: Humanos, Laborales, Sociales y políticos, porque el conjunto de derechos hoy constituyen y representan la columna vertebral de la Democracia Moderna, de la democracia de participación ciudadana, que fomenta y recrea la solidaridad, nuestras potencialidades y sinergias personales y colectivas. Fortalecer el diálogo como mecanismo de respeto y camino de alternativas para encontrar y construir juntos propuestas de solución.
Transformar la rendición de cuentas, el accoutability horizontal en relación a las colectividades organizadas, la lucha por la transparencia pública, la participación ciudadana, la vigilancia ciudadana, la lucha contra la cultura del secreto, la lucha central contra la corrupción, la inseguridad ciudadana, la violencia contra la mujer – el feminicidio en la violencia familiar y en la anomia colectiva se está institucionalizando para facilitar la campaña mediática, lucha frontal contra el narco-terrorismo, la economía criminal, la evasión de impuestos. Que nuestros representantes, producto de elecciones democráticas al término de su mandato – hagan de la rendición de cuentas – la herramienta democrática más importante que transparenta la actividad y desempeño en la representación
Hay que enriquecer la democracia del trabajo, impulsar la descentralización como fortaleza de cambios sociales, innovaciones tecnológicas y transformaciones culturales para consolidar el respeto al territorio – eje multidimensional, principalmente cultural y ambiental – de nuestra madre naturaleza, de nuestra madre tierra. Es tarea central desde el emergente poder local, el recuperar el mundo que nos pertenece y que nos fue arrebatado por el neoliberalismo. Sugerencias, propuestas y alternativas viables y oportunas en el camino del compromiso y responsabilidad social de ser parte de la construcción de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
Arequipa, patrimonio cultural de la Humanidad.
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