Han transcurrido 190 años de vida republicana, así como conseguimos nuestra Independencia Nacional de yugo colonial español, el 28 de julio de 1821, las guerras entre caudillos militares, una oligarquía dominante basaba su poder en la gran propiedad de la tierra agraria, en espacial en la costa, dominó y explotó por más de 150 años, a negros, chinos y campesinos, modernizó la agricultura de exportación, principalmente en la producción de la caña de azúcar en la zona norte del país. Uno de los centros geográficos donde nació la clase obrera a finales del siglo XIX. Por intereses políticos, establecieron alianzas los terratenientes y gamonales andinos para explotar por décadas a campesinos e indios en especial en la región sur-andina. Ingresó un débil capitalismo comercial que por décadas convivió parasitariamente con el gamonalismo andino y explotó para la exportación al mercado europeo, la Lana de alpaca y ovinos. La República Aristocrática", fortaleció este poder. El Aprismo y el Socialismo de Mariátegui de los años 30, constituyen las fuerzas políticas principales que luchan con metodologías y plataformas políticas contra este poder tradicional, conservador y centralista.
El movimiento campesino desde los 50, las grandes movilizaciones y tomas de haciendas y finalmente la Reforma Agraria de 1968, de la "revolución nacionalista" del General Velasco, acabó con esta sociedad tradicional, semifeudal, aristocrática-terrateniente y años después su fracaso llevó al surgimiento de procesos internos como la masiva migración campo-ciudad de millones de campesinos – proceso de descampenización, sin industrialización y desbocado crecimiento poblacional urbano – invasiones campesinas en la toma de haciendas frente a una burocracia civil-militar que estaba destruyendo la Reforma Agraria y posteriormente el surgimiento del terrorismo y la intervención del Estado, que liquidaron y proceso histórico económico, social y político que al final debió tener otros resultados a favor de millones de hombres y mujeres del campo.
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PERU. Nuestra Independencia Nacional. Nuestro compromiso: Terminar la histórica desigualdad económico-social.
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Pablo Raúl Fernández Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
"No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho a expresarlas."
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Los Conflictos Sociales en el escenario nacional del “cambio de época”, (in)surgen nuevos sujetos sociales – actores sociales y protagonistas populares, portan nuevo capital político y democrático, líderes del Perú Profundo, expresión del nuevo poder local emergente, participación comunitaria, ciudadanía múltiple, concatena el poder de la Nueva Sociedad Civil, fortaleza de la Gobernabilidad Democrática y la construcción social y política de la Nueva Democracia, la Democracia de Ciudadanos.
Ciento noventa años de Independencia Nacional, hoy somos un país múltiple, muy complejo y extrema polarización. País sin Ciudadanos, con una débil Sociedad Civil, precaria institucionalidad, violencia y corrupción institucionalizada, muy cuestionada, profunda y extensa crisis de Confianza, relativo compromiso con nuestro futuro, responsabilidad como gran desafío, baja legitimidad política del sistema Democrático. Histórica deuda de desigualdad económico-social, hoy generalizada turbulencia cultural y ambiental. Estamos presentes en el “Cambio de Época” a nivel mundial, continental y nacional, escenario que representa un gran desafío político para nuestra Nación, los partidos políticos, la política, los políticos y el Nuevo Presidente de la República que hoy Juramentó, en representación de millones de peruanos que otorgaron su confianza social en las pasadas elecciones democráticas, limpias, transparentes y constitucionales. Ollanta Humala Tasso, hoy Presidente del Perú, representa la esperanza y el futuro de millones de peruanos. Nuestro saludo desde el Perú Profundo y depositamos nuestra confianza personal y social que las ilusiones de millones de hombres y mujeres de nuestro país se transformen en realidad para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
A pesar de los grandes y profundos problemas económicos, sociales, políticos, culturales, ambientales, que hacen del Perú un país múltiple en su extensa heterogeneidad social, país complejo en sus profundas diferencias sociales, fracturas políticas, debilidades institucionales y en su extraordinaria diversidad cultural; país con una marcada desigualdad geográfico-regional, heredero de un territorio, símbolo de biodiversidad y depositario de conocimientos tradicionales, reservorio de una rica, dinámica y extraordinaria cultura popular.
El emergente poder local, base y centro de la nueva Sociedad Civil, popular, plural, democrática, expresión de un conjunto de potencialidades endógenas – capacidad, destreza, experiencia, trabajo, tradición, sabiduría, técnicas, etc – y sinergias colectivas locales y regionales, hoy representan y constituyen la fortaleza y columna vertebral de un Perú Nuevo, que emerge y nace desde las raíces de una población marginada, excluida por siglos, diariamente trabajan, se organizan, luchan, producen, viajan, migran – la extraordinaria economía popular peruana – y ante el mundo, (in)surgen, hoy somos parte del DESENCLAVE CULTURAL. Miles de nuestros pueblos, comunidades, presentan ante el mundo parte de su idiosincrasia cultural, su trabajo, su experiencia, su producción, sus éxitos y así vamos derrotando la POBREZA, la corrupción, la indiferencia y el centralismo asfixiante.
Pero no solamente es tarea principal la lucha contra la pobreza, es responsabilidad de primer nivel la lucha contra el desempleo, el subempleo, la informalidad, compromiso de lucha por la reforma integral del Estado – ausente o simplemente presente por siglos pero de forma irresponsable y deficiente -. Trabajar por una revolución en la educación con la finalidad de cambiar la mediocridad, la corrupción y la componenda actual; mejor asistencia en salud, agua, luz , servicios de aguas residuales para todos y trabajar con energía y eficiencia para devolver la confianza que la población y las instituciones necesitan, para derrotar la inseguridad y violencia ciudadana, la economía criminal en todas sus manifestaciones: narcotráfico, lavado de dinero, secuestro, terrorismo, bandas criminales, prostitución de menores, etc.
Recuperar la dignidad a millones de trabajadores que en la década de la dictadura, el terrorismo y el neoliberalismo, el fujimorismo arrebató violentamente los derechos laborales de los obreros, empleados, maestros; igualmente reivindicar y recuperar los derechos sociales y políticos de los trabajadores, comunidades históricas y pueblos originarios, así como garantizar la vigencia de los derechos humanos deben constituir la fortaleza principal de la Nueva Democracia – más allá de la débil, ciega y sorda democracia liberal representativa, hoy asaltada y secuestrada en alta mar, en poder de una banda de piratas, disfrazados de “demócratas” –. Democracia de Ciudadanos, sustentada centralmente en una poderosa, moderna, plural, democrática Sociedad Civil, cuya fortaleza acorazada – en la vigencia irrestricta de los DD.HH – en los derechos constitucionales: económicos, civiles, sociales, políticos, laborales, culturales, étnicos, ambientales. Ciudadanía plena, múltiple columna vertebral de la Nueva Democracia y la forja de la necesaria Gobernabilidad Democrática, producto del consenso de políticas públicas viables, oportunas, necesarias y democráticas frente al conjunto de reclamaciones, reivindicaciones y derechos de los trabajadores, ciudadanos, las comunidades históricas y los pueblos originarios.
Ingresar en la construcción del conjunto de políticas públicas de consenso y concertación nacional en el escenario de una Democracia de Ciudadanos, nos brinda la oportunidad de fortalecer nuevos procesos democráticos de comprensión – saber leer el contenido, mensaje y propuestas que traen las protestas sociales – de los Nuevos Movimientos Sociales anti-globalización: Conflictos Sociales que (in)surgen en tiempos del “cambio de época” entre finales de las Tres Crisis Mundiales, multidimensionales – económico-financiera; cambio climático global y confianza social e institucional – y el surgimiento del nuevo proceso mundial de acumulación del capitalismo: el capitalismo por despojo, el capitalismo por pillaje, dirigidos estratégicamente hacia los recursos naturales – materias primas: minería, energía -gas, petróleo- hidroelectricidad, biodiversidad, conocimientos tradicionales – reservorio de la cultura popular – y ejecución de servicios urbanos: educación, salud, agua, luz, aguas residuales, seguridad ciudadana, comunicación, proyectos, mega proyectos urbanos, rurales y de fronteras.
El Perú, nuestro territorio, uno de los países mega-diversos del mundo con una economía en crecimiento – la más alta de América latina –economía tradicional de tipo extractivista, simplemente exportadora de materias primas, mantiene como reservas naturales hoy los más grandes tesoros selectivos y estratégicos, necesarios y principales para el nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo. Las políticas gubernamentales del Gobierno que hoy constitucionalmente terminó, políticas conocidas como las del “perro del hortelano”, puso a nuestro país, reafirmó y consolidó, como “Marca Perú” en el objetivo central e interés de las corporaciones transnacionales con miles de millones de inversión en minería, petróleo, gas, proyectos urbanos, biodiversidad y apropiación de nuestros conocimientos tradicionales, básicos para la industria alimentaria, farmacéutica, etc.
Este es el contexto donde (in)surgen los Conflictos Sociales que al final del gobierno, según informes de la Defensoría del Pueblo, pasan de los 230 en el mes de junio, con más de 103 muertos en el gobierno de turno, entre ciudadanos, pobladores, campesinos, indígenas, policías, producto de la incapacidad, ceguera e ineficiencia política del gobierno de turno, interesado más en atacar, acusar a los Nuevos Sujetos Sociales emergentes, populares, nuevos actores sociales, que con nuevas formas de organización, movilización, lucha, plataformas de reclamaciones, nuevos liderazgos, nuevas formas de comunicación intercultural, traen consigo un Nuevo Lenguaje político y democrático, no comprendido, menos entendido por la democracia hegemónica y dominante, pero sí interesado por el gobierno de turno de criminalizar la protesta social antes de recurrir al Diálogo, la consulta con las poblaciones, la información necesaria y transparente, respetar sus derechos ciudadanos.
Todo fue letra muerta, porque los protagonistas sociales, los nuevos actores sociales emergentes, como parte del nuevo poder local, de la nueva sociedad civil, siempre han representado para el gobierno aprista, “alanista”, como: comunistas reciclados, opuestos a la inversión minera, utilizados por las ONG ambientalistas, manipulados por curas comunistas y finalmente narcoterroristas y anti-sistema. Jamás encontraron una pista democrática de propuestas y alternativas democráticas de solución, simplemente represión y más represión y para ello también contaron con la complicidad del poder de los medios de comunicación.
Los Conflictos Sociales en definitiva, no son anti-sistema, no son anti-democráticos, son productos de la crisis general del capitalismo y el nuevo proceso de acumulación, voracidad, saqueo, pillaje, despojo de los recursos naturales ubicados en los territorios de las comunidades históricas y pueblos originarios y son producto también de la crisis de la propia democracia liberal representativa que jamás quiso comprender que estas nuevas formas de “hacer política” desde el Perú profundo, desde los pueblos y comunidades son parte de la Democracia, han nacido y continúan naciendo en el corazón de la propia Democracia.
Aquí está el gran reto, responsabilidad, iniciativa y compromiso para comprender su realidad y como nosotros, creemos humildemente, que estamos caminando por un camino distinto, - construimos nuevas pistas y avenidas democrático populares, participativas - el de forjar, construir la Nueva Democracia Ciudadana, recuperando la confianza institucional, en el proceso de encontrar conjuntamente – Estado, Sociedad Civil y Empresa – propuestas y alternativas respetuosas, viables, oportunas y democráticas, teniendo como columna vertebral social y fortaleza política el nuevo poder local emergente, centralizado en la nueva Sociedad Civil Local.
Pero al final, es responsabilidad de todos nostros, construir el camino de reforma y modernización del Estado, con un rol más activo, dinámico, descentralizado, con mayor comunicación y relación directa con las poblaciones comprendidas en su heterogeneidad social, diversidad cultural y desigualdad geográfico-territorial, proceso de modernización como propuesta, compromiso y responsabilidad de la Nueva Sociedad Civil – el nuevo poder local emergente – la fortaleza de la nueva ciudadanía plena, múltiple, expresión y manifestación de pertenencia no solamente, en tanto vigencia irrestricta de los derechos constitucionales, sino básicamente como pertenencia a una cultura, una identidad de un pueblo, una comunidad, una Nación, construyendo igualmente nuestra ciudadanía desde la pertenencia a una comunidad política; al final, como es obvio, pero en el mismo nivel de compromiso, la Empresa nacional y la corporación transnacional tiene y debe de asumir la responsabilidad social del respeto a la Consulta, la Licencia Social, así como el Estudio del impacto ambiental para lograr la Licencia Ambiental, propuestas y alternativas que deben comenzar a funcionar en el marco de Políticas nacionales del Nuevo Gobierno, camino a la transformación y los grandes cambios sociales en democracia.
Por ello y por mucho más nos sentimos ORGULLOSOS DE SER PERUANOS. Orgullosos como ciudadano Mariateguista de ser hoy parte del colectivo local y nacional de nuestro compromiso histórico en la construcción de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo. Tenemos fe en el futuro. SOMOS ORGULLOSOS DE SER PERUANOS. VIVA EL PERU.
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