La globalización y la progresiva liberalización de los mercados
agropecuarios mundiales representarán un importante estímulo
para que los países latinoamericanos intenten aumentar la productividad y la competitividad internacional de sus producciones
agrícolas y ganaderas, en consonancia con un modelo de crecimiento económico
basado en la búsqueda de beneficios a corto plazo. Esto conducirá sin duda alguna a la profundización de los clásicos
antagonismos entre la agricultura
comercial y capitalista, ejercida por los complejos agroindustriales
controlados por las empresas transnacionales y los grandes agricultores
locales, y la agricultura campesina, condenada a la precariedad. Tanto la creciente pobreza rural, por un lado,
como la intensificación productiva, por otro, llevan consigo la degradación de los ecosistemas y graves
desequilibrios ecológicos que acentúan los agudos problemas ambientales
heredados de la revolución verde
y del papel dependiente y periférico de América latina dentro del
capitalismo mundial. Aunque cada vez existe mayor concienciación ecológica en la población latinoamericana, no tiene
ningún sentido reclamar el respeto ambiental y la necesaria conservación de los
recursos sin criticar la lógica del modelo liberal, pues existe una incompatibilidad manifiesta
entre el desarrollo sostenible y el modo de producción capitalista
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LA GLOBALIZACIÓN DE LAS PLAGAS. ¿Una amenaza
para el mapa agrícola mundial?.
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Se desplazan cada vez más rápido por todo el mundo y lo difícil es
luego erradicarlas de un país.
Agroinformación.com
Angélica
Quintana.
Madrid
sábado 20 de junio del 2015.
Los
ingleses se aficionaron al té tras una epidemia del hongo roya en el café; un
pulgón, la filoxera, casi acaba en el siglo XIX con los viñedos del mundo y,
ahora, la bacteria xylella
fastidiosa aniquila 30.000 hectáreas de olivos en Italia y la greening acaba con muchos cítricos de Florida y Brasil.
Investigadores, industria fitosanitaria, agricultores y autoridades coinciden
en que el número de plagas agrícolas ha aumentado de forma paralela a lo que lo
ha hecho la globalización y los intercambios comerciales. El director general
de la Asociación Española para Protección de las Plantas (Aepla), Carlos
Palomar, añade el cambio climático y, sobre todo, el aumento de la temperatura,
como otro factor que favorece que nuevas plagas y enfermedades lleguen para
quedarse.
Para
frenar su extensión, echa en falta controles más rigurosos y una mayor
concienciación de la dimensión del problema de los encargados de los
movimientos de plantas y material vegetal entre países y continentes.
Una
larga lista de plagas que azota ahora mismo a diversas zonas de España
En
la actualidad, el arroz del Delta del Ebro sufre la amenaza del caracol
manzana; el cereal castellanoleonés, la de la roya amarilla; perales y manzanos
de La Rioja, la del moteado; muchos palmerales del país, la del picudo rojo;
los pinos, la del nemátodo y perforadores, y los castaños de Málaga, la de la
avispilla.
Un
reciente estudio realizado por científicos de Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) relaciona la proliferación de la colonia de
topillos en Castilla y León con el aumento de los cultivos de alfalfa y los de
regadío, que han ampliado la superficie del hábitat idóneo para este roedor en
las zonas no montañosas.
Palomar
deja claro que "no se puede improvisar ante la llegada de una nueva plaga
o enfermedad" y explica que desarrollar un nuevo producto, aunque sea
adaptando un principio activo que ya esté en el mercado, "requiere tiempo
y un largo proceso de autorización".
Avisa
de que no todo tiene un final feliz, como las enfermedades vegetales provocadas
por bacterias como la xyllella, que a día de hoy pasan por acotar su extensión
y arrancar el árbol.
El
aviso y la seria advertencia de la xylella fastidiosa
La
inexistencia de un procedimiento químico para controlar la xylella se debe a
que se confina en los xilemas de los haces vasculares del tallo de la planta
-por donde circula la savia y es muy complicado introducir la materia activa-,
según precisa la investigadora científica del CSIC Blanca Landa.
Landa,
que además es vicedirectora del Instituto de Agricultura Sostenible, volvió
desolada hace unos meses tras ver los olivos afectados en Italia, donde ya se
ha detectado la xylella en otras 12 especies agrícolas mediterráneas como el
almendro, cerezo, adelfa, romero, retama o mimosa.
"No
hay que entrar en pánico -advierte- pero puede ocurrir que si se produce una
enfermedad endémica, ésta pueda cambiar el mapa agrícola".
Sí
alerta de que en España, un país de "monocultivos" de gran tradición
como el olivo, el viñedo o los frutales "puede ocurrir una verdadera
catástrofe" si la xylella fastidiosa llega, ya que "la cepa detectada
en Italia puede afectar a más de 300 especies".
Futuro
incierto de los cítricos ante la falta de soluciones de la UE
Para
el secretario general de la asociación agraria valenciana AVA-Asaja, Juan
Salvador Torres, la mayor amenaza de la citricultura mundial es la bacteria del
greening o huanglongbing, que puede ser tan dañina como "la tristeza de
hace 40 años".
"Los
científicos dicen que su llegada a Europa es cuestión de tiempo" y, a su
juicio, "falta voluntad política" para frenar la propagación de
enfermedades vegetales.
Pone
como ejemplo la amenaza de la entrada la de la mancha negra de los cítricos
desde Sudáfrica, ya que "hay intereses comerciales de los países del Norte
de Europa que valen mucho más dinero que la agricultura" de la Unión
Europea.
El
vector o insecto que transmite el greening (diaphorina citri) ya se ha
detectado en plantaciones de cítricos en Galicia pero, según confirma Landa,
"hasta la fecha no hay un test que haya dado positivo" en que sea
portador de la bacteria.
Torres
está convencido de que "el peligro de plagas ha aumentado" y defiende
que se dé prioridad a la agricultura en detrimento del comercio mundial y que
la UE sólo deje entrar aquellos productos de países que garanticen que no
padecen ninguna plaga agrícola.
Más
medios y la apuesta por las medidas de control biológico
El
profesor Pedro del Estal, del Departamento de Entomatología de la Escuela de
Agrónomos (Etsia) de la Politécnica de Madrid, no sabe "si hay más plagas
o es que se conocen mejor", pero sí está seguro de que ahora hay
"bastante más medios de control biológico" para controlarlas.
Del
Estal, en un repaso por las plagas sufridas a lo largo de historia, menciona
alguna tan conocida por su referencia bíblica como la de la langosta, que
"aún sigue existiendo en África y alguna vez llega a Canarias" y que,
según las organizaciones agrarias, este año está apareciendo en tierras
castellanas y del Levante.
También
otras "más peligrosas", como la de la mosca mediterránea de la fruta,
que ha llegado a Puerto Rico este año.
Las
líneas de investigación en materia de plagas, comenta, se centran en el control
biológico para hacer compatibles los insecticidas y la fauna, como por ejemplo, "que los insectos buenos se coman a los malos" de la manera más
respetuosa con la naturaleza.
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La
globalización de las plagas, ¿una amenaza para el mapa agrícola mundial?
El número de plagas ha
aumentado con la globalización comercial. Solo una bacteria, la xylella
fastidiosa, que ya afecta a olivos, almendros y cerezos de
Italia, representa una amenaza para 300 especies vegetales mediterráneas.
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