martes, 18 de diciembre de 2012

El G-20 y los debates pendientes.

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El G-20, las más poderosos economías del mundo, están todos los países del G-8 los países de las Economías Emergentes BRIChS, así como los países que hoy constituyen el Nuevo Orden Político Mundial. Después de la Reunión de Los Cabos en México, para su próxima Cumbre de Moscú, desea trabajar en relación a políticas centrales y fundamentales que privilegien la producción, la inclusión social y la distribución de la riqueza. Una nueva Cumbre Mundial, un nuevo juego global de ofrecimientos, una nueva ilusión sobre políticas que aparentemente benefician a los más pobres, pero en el fondo, nada de eso sucederá. Muy difícil que un “puñado” de mega-millonarios, una elite global explotadora y saqueadora, históricamente han excluido socialmente, han explotado a miles de millones de hombres y mujeres del mundo, ahora nos vengan con el “cuento” de la Inclusión Social, la distribución de la riqueza. Felizmente que ya aprendimos a leer y escribir, pensar y opinar,  y ahora sí sabemos cómo piensan los ricos y mega-millonarios del mundo.
Estos países otrora Desarrollados, del Primer Mundo, gestores y miembros de la OCDE – el Club de los países ricos – países con Estados Democráticos, con Democracias de Alta Intensidad países con cero corrupción y cuantos “cuentos más de hadas”, ahora transformados por sus propios “hacedores”, en el epicentro de la poli-crisis mundial, intentan construir políticas de consenso con la finalidad de abordar la elevada deuda pública, la falta de disciplina fiscal, la abultada realidad del desempleo, sub-empleo, pobreza extrema – en especial en los sectores emigrantes - e inseguridad ciudadana. Así como analizar el porqué del fracaso absoluto de las políticas de ajuste, reajuste, salvataje y ahora austeridad. Cuántas Cumbres han pasado en los últimos 4 años, el G-20 al igual que la Troika Europea, en realidad no tienen la visión principal sobre cómo abordar desde lo local-global el problema de una crisis que es estructural y que hoy  se ha transformado en Poli-crisis. Es imposible que los propios responsables de la crisis, los hacedores directos de la “bancocracia”, proceso de secuestro y expropiación desde las finanzas-especulativas de “nuestra” Democracia y sus Instituciones es decir, banqueros, financieros, prestamistas, aseguradores, monopolios, empresarios, corporaciones, etc. Y ahora en su poder también la política, considero imposible, no solo por falta de capacidad, sino porque aún debe quedarles un poco de ética y moral, porque en definitiva a ellos les interesa continuar con la crisis y todas sus consecuencias inhumanas, como hasta ahora todos los programas y políticas anti-crisis, - por su carácter draconiano, salvaje, violento – en su totalidad los favorece, los beneficia absolutamente como elite secuestradora de la gobernabilidad y la anti-política.
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El G-20 y los debates pendientes.
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Por Guillermo Wierzba *
Página /12 Martes 18 de diciembre del 2012.
El Cefid. Ar fue invitado a participar en Think 20, ámbito de “pensamiento, centros de estudio, investigadores” convocado para enriquecer las ideas y debates del G-20. Con motivo de la próxima reunión a realizarse el presente año por este Foro en Moscú, el Consejo de Relaciones Exteriores de México (donde se realizó la última reunión), la Academia Nacional de Economía de Rusia y el Instituto de Relaciones Internacionales de Australia presentaron un documento base para la discusión que recoge antecedentes de reuniones anteriores.
El análisis sobre él nos merece una opinión crítica respecto de la insistencia en un paradigma analítico sobre la realidad mundial que insiste en diagnósticos y propuestas que atrasan, inclusive, respecto de los propios documentos finales que a nivel oficial resultaron de los foros que se llevaron a cabo desde que estallara la crisis.
Las bases para la discusión recibidas incluyen una crítica a la supuesta ausencia de atención a la disciplina fiscal en la adopción de las medidas anti-crisis y la consecuente acumulación de deuda pública, concluyendo en enfatizar la aprobación a los “esfuerzos” de ajuste de las economías desarrolladas para restaurar la disciplina fiscal. Critican también la acumulación de reservas como un mecanismo causante de los desequilibrios globales.
Suponen que la consolidación fiscal debe acrecentar el rol de los bancos centrales como eje de la política anti-crisis, cuyas autoridades enfrentan su involucramiento en funciones que no son las que convencionalmente les corresponderían, debiendo dirigirse a recuperar su rol de manejo de la liquidez global, mitigando los riesgos de la gran expansión monetaria. Sin ambages, el texto prosigue promoviendo las reformas de los sistemas de pensión y de seguridad social tanto para los países desarrollados como en desarrollo.
El supuesto central que subyace en el enfoque es que la crisis se superará completando las reformas neoliberales, que los problemas globales que hoy se enfrentan resultan de las insuficiencias en las reformas estructurales y no del fracaso del paradigma de liberalización.
Bajo el mismo cuerpo de ideas, se sostiene que la inversión extranjera directa resulta el camino más corto para la modernización y el incremento de la competitividad de los países subdesarrollados, sosteniendo la necesidad de promover el financiamiento de la inversión a escala global, apuntando de este modo a la convergencia entre las economías desarrolladas y las subdesarrolladas.
En tal dirección, el borrador para la discusión promueve como necesaria para la revigorización del crecimiento económico de las diferentes regiones del globo el libre comercio y flujo de capitales, advirtiendo –sólo– sobre la necesidad de despejar el predominio del dinero de cortísimo plazo en los mercados financieros.
Luego promociona los nuevos y viejos temas habituales en la agenda de los últimos encuentros, como el “crecimiento verde”, corrupción, transparencia, seguridad alimentaria, siempre desde los enfoques del pensamiento convencional. Un punto particular es el de la “inclusión financiera”, que supone que una literatura adecuada a difundirse entre los pueblos, con el objetivo de educarlos en el manejo de las complejidades de los actuales mercados financieros, sería un poderosísimo recurso para promover prosperidad. En lugar de limitar la “timba” financiera se promueve la educación masiva en su manejo.
Al analizar el texto, nuestro centro, que se ha dedicado desde el año 2004 a investigar, debatir y difundir estudios de economía desde una perspectiva heterodoxa, entendió que el borrador de discusión apuntaba hacia una mirada centrada en un enfoque sobre la salida de la crisis opuesta al de las corrientes críticas en el que nos involucramos desde un principio. No se trata de profundizar y corregir la lógica de la financiarización, sino de sustituirla por otra que privilegie la producción, la inclusión social y la distribución de la riqueza.
Así decidimos concurrir a un encuentro que se desarrolló en Moscú con un documento propio. Entendemos que se trata de vigorizar la presencia de una visión alternativa que remueva el pensamiento único presente de manera hegemónica, aun en la crisis extendida que soportamos en el presente, en los foros internacionales que abordan la problemática económica.
El texto, escrito por los investigadores Jorge Gaggero, Fabián Amico y Romina Kupelian, sostiene que la interpretación de la actual política europea de austeridad apunta, en un contexto de estancamiento, a una continua expansión de las ganancias sobre los ingresos del resto de la población, poniendo en cuestión la legitimidad del sistema social. A su vez, debido a la ausencia de incrementos salariales y de los niveles de empleo en los países desarrollados, los estímulos de sus economías descansan en promover la confianza de los mercados financieros sostenida en los recortes al gasto público.
Se advierte que este tipo de políticas constituyen el riesgo mayor a nivel global, pues los salarios y los ingresos populares en general podrían no crecer lo suficiente para apoyar un proceso equilibrado de crecimiento sustentado en las demandas domésticas.
El borrador del Cefid. Ar enfatiza en la oportunidad para resolver el punto clave de establecer una estricta regulación de las finanzas globales –apuntando en el cuestionamiento a las reglas micro-prudenciales como soporte clave y proponiendo enfatizar en las macro que abarcan al sistema como un todo–, mientras también propone una reflexión sobre la existencia de sólidos argumentos para reorientar las políticas fiscales, centradas en la situación macro-económica como totalidad más que en el enfoque parcial de alcanzar rígidas reducciones del déficit presupuestario. Advierte además que algún alivio financiero de corto plazo en el sector público tendría como contrapartida impactos negativos en la demanda agregada que restarían ingresos tributarios futuros.
El enfoque de nuestro pensamiento asigna especial significación, para el logro de los ritmos de crecimiento de los países emergentes, a la acumulación de reservas internacionales y al régimen de tipos de cambio flexibles y administrados que ayudaron en algunos casos a una mejora sustantiva de los balances de pagos y en otros a la disminución de las tasas de interés. Las políticas heterodoxas condujeron en países de distintos continentes del Sur a la adopción de medidas contra-cíclicas, que devinieron en significativas tendencias al crecimiento basadas en los mercados internos, el consumo y la inversión. La reducción de la vulnerabilidad externa produjo un menor endeudamiento que permitió evitar los habituales requerimientos de políticas económicas restrictivas que lo acompañan, conquistando una mayor autonomía y un más enérgico crecimiento del producto.
Al contrario de la recomendación convencional sobre supuestas ventajas de la asignación mercantil y la desregulación, el documento del Cefid. Ar apunta sobre los méritos de la intervención pública y sostiene que tanto la profusa “innovación financiera” como la desregulación han provocado inestabilidad, actividad especulativa, sin conseguir mejoras en la intermediación financiera del crédito de largo plazo para inversiones en el sector real. También pone en agenda la necesidad de analizar con cuidado las declamaciones sobre el libre comercio, poniendo atención a las desigualdades entre los participantes en la integración comercial, ya que hay evidencias que condiciones iguales entre naciones desiguales pueden ensanchar la brecha tecnológica entre regiones y países.
A su vez, sostiene la conveniencia de los controles al movimiento internacional de capitales, advierte sobre una necesaria y enérgica acción sobre las guaridas fiscales, que facilitan la fuga ilegal de capitales, así como también sobre el daño de los fondos buitre que atacan y afectan a las economías más vulnerables, obstaculizando sus estrategias de desarrollo. Con estas ideas y este debate apuntamos a la profundización del aporte a una visión crítica hacia la corriente ortodoxa del pensamiento económico en los foros internacionales.
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