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El laberinto
Italiano. Las Elecciones Nacionales no resuelven absolutamente nada, por el
contrario complejizan la situación de la grave
crisis estructural que sacude Italia y pone en peligro la estabilidad política
de Europa y pareciera ante el hartazgo
político de los ciudadanos italianos, han preferido la “anti-política” encabezada por el comediante Grillo y el rechazo a la vieja generación de políticos
corruptos y cómplices de la crisis sistémica. Ayer martes, desde muy temprano,
todos los partidos políticos estuvieron encerrados discutiendo eventuales
estrategias y, sobre todo, tratando de entender cómo salir de este desbarajuste
que nadie se imaginaba. El primero en
presentar una propuesta fue nada menos que Berlusconi, que ve que se le
esfuman buena parte de sus proyectos luego de que desaparecieron sus esperanzas
de ganar ampliamente en el Senado, como por lo demás había vaticinado el
secretario del Pueblo de la Libertad
(PDL), Angelino Alfano. Según
Berlusconi “todos, con gran
responsabilidad, deberíamos reflexionar: esta Italia no puede no ser
gobernada”. Y diciendo esto manifestó estar dispuesto a un “gobernismo”,
como lo han llamado, es decir a una coalición de salvataje del país nada menos que con el
Partido Democrático (PD). Pero el PD enseguida hizo saber que no
está dispuesto a una alianza con el PDL y que, en cambio, está preparando una
propuesta que llevará al Parlamento, dirigida a todos pero particularmente al
movimiento de Grillo. “Decimos no a un
gobierno PD-PDL, es necesario un
gobierno para el cambio. Buscaremos una mayoría en el Parlamento que nos
permita hacer las reformas”, dijo una de las dirigentes del PD, Anna Finocchiaro. A lo que Nichi Vendola, el principal
aliado del PD con Izquierda, Ecología y
Libertad, agregó: “La respuesta más
equivocada al voto sería la de un supergobierno PD-PDL. Pienso que se debe ir
al encuentro del pedido de cambios que ha manifestado el voto. Grillo no es un
fantasma para el cual hay que llamar a un exorcista, es nuestro interlocutor”.
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Pier Luigi Bersani, ganador de las elecciones, perro no puede hacer gobierno sólo con su Partido.
***
ITALIA: Buscan
armar una alianza que pueda gobernar.
“Bersani:
somos los primeros, pero no hemos ganado” trata de armar una Alianza Política
en medio de la confusión.
En Italia la Centro-Izquierda
consiguió una mayoría de Diputados, pero debe negociar con Grillo.
*****
Bersani, el líder del PD, posiblemente llegue a ser el primer ministro,
pero las condiciones de gobernabilidad van a ser tales que nadie puede
garantizar cuánto durará y qué podrá hacer para reconstruir un país en crisis.
Por Elena Llorente.
Desde Roma. Página /12
miércoles 27 de febrero del 2013.
“Somos los primeros, pero no hemos ganado. Así, Pierluigi Bersani, el secretario del Partido
Democrático y líder de la coalición de centroizquierda, describió el resultado
de las elecciones parlamentarias que se hicieron este fin de semana en Italia.
Una victoria “a lo Pirro”, dijeron algunos, recordando a este rey de la antigua
Grecia que ganaba las batallas que emprendía, pero a veces a tan alto precio
que podían hacerle perder la guerra.
Si la “guerra” era reconstruir
una gran Italia, acabando con todo lo malo que dejaron casi diez años de gobiernos de Berlusconi, el panorama no
se presenta fácil. Bersani posiblemente llegue ser el primer ministro de
Italia, pero las condiciones de gobernabilidad van a ser tales que nadie puede
garantizar cuánto durará y qué podrá hacer para reconstruir este maltratado
país, que vive una de las peores crisis económicas de su historia reciente. Y
según las últimas previsiones de la Unión Europea, la recesión durará todo el
2013, por lo cual las perspectivas no son para nada alentadoras.
Los números definitivos
obtenidos ayer son elocuentes en cuanto a las dificultades que planteará esta
“guerra”. Bersani y sus aliados de centroizquierda consiguieron en la Cámara de
Diputados 345 escaños, contra 125 del centroderecha, liderado por Berlusconi, y
109 del partido del cómico Beppe Grillo, Movimiento Cinco Estrellas. El premier
Mario Monti y sus aliados de centro consiguieron 45. La mayoría en la Cámara de
Diputados es de 316 escaños, por lo cual en este ámbito, Bersani puede estar
tranquilo porque la supera.
Pero en el Senado, la
diferencia entre el centroizquierda (123 bancas) y el centroderecha (117) es
mínima, mientras Grillo obtuvo 54 escaños y el centro, liderado por el premier
Mario Monti, 18. El centroizquierda consiguió cuatro bancas de ese total gracias
a la circunscripción de electores de América del Sur. En el Senado, ni Bersani
ni ningún partido tienen la mayoría (que es de 158 votos), por lo cual
teóricamente nadie podría hacer aprobar nuevas leyes sin acuerdos previos.
Ayer martes, desde muy temprano,
todos los partidos políticos estuvieron encerrados discutiendo eventuales
estrategias y, sobre todo, tratando de entender cómo salir de este desbarajuste
que nadie se imaginaba. El primero en presentar una propuesta fue nada menos
que Berlusconi, que ve que se le esfuman buena parte de sus proyectos luego de
que desaparecieron sus esperanzas de ganar ampliamente en el Senado, como por
lo demás había vaticinado el secretario del Pueblo de la Libertad (PDL),
Angelino Alfano. Según Berlusconi “todos, con gran responsabilidad, deberíamos
reflexionar: esta Italia no puede no ser gobernada”. Y diciendo esto manifestó
estar dispuesto a un “gobernismo”, como lo han llamado, es decir a una
coalición de salvataje del país nada menos que con el Partido Democrático (PD).
Pero el PD enseguida hizo
saber que no está dispuesto a una alianza con el PDL y que, en cambio, está
preparando una propuesta que llevará al Parlamento, dirigida a todos pero
particularmente al movimiento de Grillo. “Decimos no a un gobierno PD-PDL, es
necesario un gobierno para el cambio. Buscaremos una mayoría en el Parlamento
que nos permita hacer las reformas”, dijo una de las dirigentes del PD, Anna
Finocchiaro. A lo que Nichi Vendola, el principal aliado del PD con Izquierda,
Ecología y Libertad, agregó: “La respuesta más equivocada al voto sería la de
un supergobierno PD-PDL. Pienso que se debe ir al encuentro del pedido de
cambios que ha manifestado el voto. Grillo no es un fantasma para el cual hay
que llamar a un exorcista, es nuestro interlocutor”.
Y Bersani, por la tarde, en rueda de prensa reconoció que el resultado de estas elecciones “es sinónimo de cambio”, por
lo cual el próximo gobierno deberá cambiar, “no sólo administrar”. Habrá que
ver qué quieren los “grillinos”.
“Ellos dicen que se vayan todos, que se vayan todos. Pero ahora están ellos en
el Parlamento. Hay que ver qué cosas están dispuestos a hacer por este país,
que es el país de ellos y de sus hijos”, enfatizó el secretario del PD.
Grillo, por su parte, el
verdadero ganador de estas elecciones, con un partido creado hace sólo tres
años, ha evitado a los periodistas, como es su costumbre. Pero al final de la
mañana hizo una declaración: “Nosotros no estamos contra el mundo.
Analizaremos reforma por reforma, ley por ley, y veremos qué hacer”,
dijo. El fundador del Movimiento Cinco Estrellas, que no se presentó como
candidato por tener antecedentes penales al haber matado a una persona en un
accidente de tránsito, dijo que asistirá a las consultas con los partidos
políticos que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, debería
comenzar en los próximos días para designar al posible primer ministro. El
designado deberá formar un gabinete y presentarse ante las dos Cámaras para ser
aprobado.
Los mercados financieros han
manifestado ya su disconformidad con lo que está pasando en Italia. La Bolsa de
Milán cerró ayer en negativo y los bonos del tesoro italiano, que se pusieron a
la venta, tendrán que pagar un interés mucho más alto de lo previsto.
De hecho, el triunfo de Grillo
representa el triunfo de la rabia, del desengaño, del “que se vayan todos”, del
destruyamos los viejos esquemas. Pero es una actitud destructiva sobre todo.
Ahora habrá que ver cuán dispuestos están los “grillinos” a construir y con qué
medios.
Cómo será la
desorientación también entre la gente que algunos diarios han lanzado en sus
portales de Internet y blogs preguntas a los lectores: ¿Cómo salir del
laberinto?, les preguntó por ejemplo el diario La Repubblica. Tal vez los
comunes mortales tienen más y mejores ideas que los políticos.
Comediante Beppe Grillo, Líder del Partido de la anti-política "Cinco Estrellas" el gran ganador del proceso electoral con el 25% del electorado.
ELECCIONES EN ITALIA. LLEGÓ EL TSUNAMI.
¿“Gran ganador el cómico Beppe Grillo”?.
Pueblo asqueado de la política tradicional, la crisis y las “recetas” de la
Troika.
*****
Gorka Larrabeiti.
Rebelión martes 26 de febrero del 2013.
En las elecciones políticas de
ayer no llegó la marea, sino un tsunami.
Italia se
despierta ingobernable: el centroizquierda (PD / Sinistra e Libertà)
gana al fotofinish en la Cámara, pero Berlusconi
tiene un escaño más en el Senado. El gran ganador de las elecciones es el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo,
que consigue más de ocho millones y medio de votantes, el 25,55%, y se convierte en el primer partido de Italia, cuando en
2008, una lista que aún no se llamaba Movimiento 5 Estrellas, sino todavía "Grillos parlantes", recogía
tan solo 66.000 votos. Pero Berlusconi,
perdiendo mucho menos consenso que la coalición de centroizquierda, resistiendo
sólidamente al tsunami, gana también. El destino del país otra vez pasa por sus
manos. Su populismo mediático
sigue funcionando: sabe comprar votos, sabe convencer mucho más que un frío y
extraño técnico como Monti, que pese
a los altos apoyos recibidos ha obtenido un 8,3%. Más de siete millones de
italianos siguen votando a "Silvio",
y es curioso que la mayoría de ellos lo haga secretamente, como escondiendo un
pecado, una obscenidad, que esperan que el Cavaliere les reembolse
bajándoles los impuestos, promesa y absolución electoral.
¿Cómo
se explica este éxito de Grillo? Por dos
factores: la eficiencia del
"Tsunami Tour", una durísima campaña electoral por plazas de toda
Italia construida con excelente técnica retórica y mediática, y por la crisis, protagonista verdadero de este
boom de votos. El voto se mueve hasta última hora. Uno de cada diez votantes
elige en las últimas 24 horas, y Grillo
inundó la capital de Roma la víspera. Una
Italia empobrecida ha abrazado la rabia del lema "Todos a casa". El
tsunami no distingue colores. De hecho, se irán ya a casa los siguientes
pesos pesados de los últimos veinte años: Fini,
postfascista escindido del PDL de Berlusconi, actual Presidente de la Cámara; el
ex juez Di Pietro, protagonista del
movimiento Manos Limpias en los años 90; Diliberto,
secretario del Partido de los Comunistas italianos; Paolo Ferrero, secretario de Rifondazione Comunista; Ingroia, líder de la lista Revolución
Civil.
Más consideraciones acerca de
este marevoto a Grillo: se
pensaba que iba a quitar votos a Berlusconi, en cambio le ha quitado más votos
al Partido Democrático de Bersani,
que fue el blanco preferido de los mítines de Grillo. Hoy Grillo se dice sorprendido por el resultado del Cavaliere. En
la campaña, Grillo dedicaba a Berlusconi lindezas como estas:
"está muerto", "ha fracasado", "es un holograma",
"es míster Proper, el detergente de la lavadora", "el
enano"... Hoy Grillo explica el
éxito del Cavaliere diciendo que unos 20 millones de italianos (los que han
votado a la coalición de centroizquierda o a la de centroderecha) han podido de
algún modo vadear la crisis, apañándoselas de algún modo. Bastará, por tanto,
los meses de caos que esperan a Italia
para que muchos de estos votantes vayan a parar al Movimiento Cinco Estrellas.
Silvio Berlusconi, sobrevive y con muy buena votación en el proceso electoral.
***
Dando por
descontado que a la casta política italiana le hacía falta
una buena limpieza y que este tsunami
dejará una oposición sanísima en un Parlamento que estaba muerto hacía tiempo,
donde se gobernaba o con gobierno técnico o por decreto ley desde 2008, no se
pueden no ver sombras en este movimiento. Primera:
hoy por hoy Grillo ha hecho mucho
más daño a la izquierda que a la derecha. Segunda:
al Movimiento Cinco Estrellas, que dice "no ser ni de izquierdas ni de
derechas, sino que está adelante", lo han votado gentes que vienen o de la
izquierda o de la derecha. Esos conceptos políticos, se quiera o no, siguen
ahí, y seguirán siempre. El primer punto
del programa del Movimiento Cinco Estrellas es la renta de ciudadanía. Ahora: ¿alguien ha podido preguntar a
Grillo quién considera que tiene derecho a ciudadanía? No. Antes o después,
surgirán tensiones ideológicas en el seno de un movimiento cuya real argamasa
es la personalidad del cómico que la fundó. Cuánto durará la cohesión del
Movimiento Cinco Estrellas es una incógnita que aún no se puede descifrar, pues
todavía ha de derribar muros el tsunami. Es
indudable que el Movimiento Cinco Estrellas producirá cambios enormes,
sobre todo, en el Partido Democrático, ese engendro que defiende a empresarios
y trabajadores, laicos y opus dei y que siempre ha tratado, como decía ayer
Carlo Freccero de ganar consenso confluyendo hacia el centro, tendrá que
cambiar de estrategia. O apuesta por el puro centro y se deja de
izquierdas, o se va hacia la izquierda y trata de recoger los escombros de la
izquierda. Lo más probable es que haga lo primero, y que lo haga a
través de un nuevo líder, que será
el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, que quedó segundo en las primarias del
partido. El temor es: si el PD renuncia a lo poco que tenía de
socialdemocracia, y Grillo ha
derrumbado el castillo de arena de los viejos restos de los partidos de
izquierda, ¿qué queda? Nada. Ha sido
muy significativo en este sentido el voto que aconsejaba Sinistra Critica: que
cada votante eligiera autónomamente porque ahora no cabía una decisión
colectiva, y que se remitían a hoy, a después de las elecciones, para comenzar
a construir una alternativa. Todo por hacer. Partiendo de cero.
Los faros
que alumbraban la política italiana están apagados: ni el Vaticano ni los Estados Unidos pueden
señalar el rumbo. Esta Italia no navega: es una onda anómala. Aquí
comenzó en el año 2008 una
rabia en los estudiantes que se fue erizando, alzando, compactando y hoy
reunida en ese voto que Beppe Grillo
ha sabido canalizar, estalla contra los altos muros de la política, hoy de
arenisca. Dentro de poco habrá que nombrar un nuevo Presidente de la Cámara, y
luego nada menos que un Presidente de la República. El tsunami hará que no se pueda hacer el clásico chanchullo que
antes podían hacer entre Berlusconi y
D'Alema. Tendrán que contar con los seguidores de Grillo. Le preguntaron
anoche a Grillo si creía que Partido Democrático y Berlusconi formarían un
gobierno de unidad. Respondió que, sí, que probablemente lo harían, pero que
habría que volver a votar. Dicen que después de verano. Entre tanto, la crisis agravará aún más la situación de
Italia. Inquietante panorama. 9:26 a.m. El índice MIB de la bolsa italiana
pierde -4,38%. Sube la prima de riesgo a 340. Los mercados reaccionan al
tsunami con una tempestad ya anunciada que tal vez lo fortalecerá y
extenderá.
Tiembla
Europa. Italia hoy
enseña que pierde la austeridad de la Troika,
y que si el bipartidismo institucional no da respuesta inmediata a la crisis,
surgen inmediatamente otras respuestas populistas. Por eso, o la izquierda responde ya al pueblo en
crisis, o, como en Italia, el pueblo
en crisis se la lleva por delante.
Rebelión
ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Mario Monti, ex-Primer Ministro, renunciante y el gran perdedor en las elecciones.
***
Laberinto a la italiana
Martes,
26 de febrero de 2013.
Ramiro Escobar.
Si las elecciones vaticanas van a ser
terriblemente terrenales, las del Parlamento italiano (cuyo resultado sirve
para designar al Primer Ministro), realizadas hasta ayer lunes 25, están
resultando un asunto del diablo. Las coaliciones de centro izquierda y centro,
que podrían salvar al país del incendio romano, no han alcanzado una mayoría
suficiente.
Pier Luigi Bersani, el candidato de
‘Italia bien común’ (socialistas, ecologistas, izquierdistas moderados), ha
logrado, con poco más del 30%, la mayoría en la Cámara de Diputados (630
miembros). Eso, según la enredada ley electoral italiana, le permite llevarse
el 55% de esos parlamentarios. Pero el circo y los leones están en el Senado.
Gracias a una ley dada por el
impresentable Silvio Berlusconi, la mayoría senatorial no se define por la
votación global, sino por regiones (la lista más votada de cada región se lleva
todos los senadores). Así, hasta el cierre de estas líneas, a pesar de que
Bersani tiene más volumen de votos para esa cámara, el berlusconismo tendría
más senadores.
El primero apunta a conseguir 104
senadores, mientras que el segundo 123. El frente ‘Con Monti por Italia’ del
atildado tecnócrata Mario Monti, quien hasta hace poco era Primer Ministro de
emergencia, apenas llegaría a 17 senadores y en Diputados arañó el 10%, con lo
que la posibilidad de un gobierno medianamente llevadero se esfuma.
¿Quiénes quedan en el medio de la
balanza italiana? Berlusconi, un dechado de vicios bastante comprobados, y
Beppe Grillo del ‘Movimiento 5 estrellas’, una suerte de bufón operático y
político, encumbrado con ayuda de internet (sus candidatos al Parlamento fueron
elegidos por youtube), que ha sacado un apreciable 25% de los votos.
Si Italia no estuviera en la precaria
situación en que se encuentra (que, además, puede hacer tambalear más a la
Unión Europea), hasta una saludable dosis ‘antisistémica’ sería bienvenida.
Pero Grillo, cuya virtud podría ser la de hablar claro contra la corrupción y
los políticos perversos, tiene un problema serio: no cree casi en el tejido
institucional.
Insinúa una ‘democracia directa’
(informática, por añadidura) que, como ha escrito el colega español Antonio
Elorza, es demagógica. Bersani, si el resultado se confirma, tendrá que formar
gobierno con él, o con Berlusconi, con lo que a la renuncia del Papa se sumaría una Italia
sin caminos que conduzcan a la tranquilidad en Roma.
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