"Quiero dirigir unas palabras en especial a los jóvenes
que se encuentran dentro del público: Ustedes enfrentarán problemas que no han
surgido en más de 200.000 años de historia de la humanidad. Serán problemas
difíciles y exigentes. Se trata de una carga que no se puede ignorar. Y todos
nosotros, pero sobre todo ustedes en particular, tendrán que luchar fuertemente
para salvar a la especie humana de un destino sombrío". N Chomsky.
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NOAM CHOMSKY: TENDRÁN QUE
LUCHAR FUERTEMENTE PARA SALVAR A LA ESPECIE HUMANA.
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Noam Chomsky.
Democracy now!
Rebelión jueves 5 de enero del 2017.
El pasado 5 de diciembre Democracy Now! celebró su 20
aniversario en la histórica iglesia de Riverside de la ciudad de Nueva York.
Entre los que hablaron ante los más de dos mil asistentes estaba el reconocido
disidente político, lingüista y escritor Noam Chomsky. Chomsky se refirió a las
dos amenazas más peligrosas que la especie humana enfrenta en la actualidad, la
posibilidad de una guerra nuclear y la destrucción acelerada provocada por el
cambio climático que generamos los seres humanos.
Solo me gustaría comenzar hablando sobre el privilegio
y honor que suponen participar en la celebración del notable éxito que Democracy
Now! ha obtenido en todos estos años, y en particular, por los
asombrosos logros de Amy Goodman, Juan González y sus colegas; que nos muestran
lo que debemos hacer para aspirar a una “democracia ya”. Será una larga lucha.
Y de nuevo, es un enorme placer, no solo compartir esta ocasión con gente como
Harry Belafonte, a quien admiro, y quien ha estado a la vanguardia de esta
lucha interminable durante estos difíciles años.
Quiero dirigir unas palabras en especial a los jóvenes
que se encuentran dentro del público: Ustedes enfrentarán problemas que no han
surgido en más de 200.000 años de historia de la humanidad. Serán problemas
difíciles y exigentes. Se trata de una carga que no se puede ignorar. Y todos
nosotros, pero sobre todo ustedes en particular, tendrán que luchar fuertemente
para salvar a la especie humana de un destino sombrío.
Los resultados de las elecciones nos sorprendieron a
mi esposa y a mi en Europa. Aquél fatídico 8 de noviembre estábamos en
Barcelona, viendo los resultados. Lo que ocurrió me impactó personalmente. El
primer artículo que escribí, hasta donde puedo recordar, fue en febrero de
1939, y trataba sobre la caída de Barcelona ante las fuerzas fascistas de
Franco. Dicho artículo, que estoy seguro no fue muy memorable trataba de la
propagación, aparentemente inexorable, del fascismo en Europa y probablemente
alrededor del mundo. Soy lo suficientemente viejo como para haber escuchado los
discursos de Hitler [en] las marchas de Nuremberg, y aunque no pude entender ni
una palabra, el tono y la reacción de la multitud me dejaron recuerdos imborrables.
De modo que los resultados me despertaron recuerdos muy desagradables, en
especial por lo que está sucediendo actualmente en Europa, que también es
bastante alarmante.
Pues bien, Europa reaccionó con incredulidad,
conmoción y horror a ese 8 de noviembre. La cubierta de la revista alemana más
importante, Der Spiegel, supo capturar elocuentemente ese sentimiento, mediante
una caricatura de Donald Trump en la que se le mostraba como un meteoro en
dirección a la tierra y con la boca abierta, listo para tragársela. El titular
que la acompañaba, decía: “Das Ende der Welt!” “El fin del mundo”. Más abajo,
en letras pequeñas, se veía también la frase: “tal y como lo conocemos”. Esa
preocupación puede llegar a expresar una preocupación verdadera, aunque no de
la forma literal que la proponen el artista, los autores, y todos aquellos que
se hicieron eco de esa idea.
Esto tiene que ver con otros acontecimientos que
tuvieron lugar justo al mismo tiempo, ese mismo 8 de noviembre. Acontecimientos
que me parecen mucho más importantes que aquéllos que captaron la atención del
mundo de manera tan sorprendente. Acontecimientos que estaban ocurriendo, por
ejemplo, en Marrakech, Marrruecos, en donde se llevó a cabo una conferencia de
200 países. La denominada “COP 22”. El objetivo de esta conferencia era empezar
a poner en práctica las vagas promesas y compromisos de la anterior conferencia
internacional sobre el calentamiento global, la denominada “COP 21”, que tuvo
lugar en París en diciembre de 2015, y que no produjo efectos concretos por
razones no relacionadas a lo que ocurrió el 8 de noviembre aquí.
[...]
El aislamiento de Estados Unidos en Marrakech es
sintomático de otros procesos más amplios sobre los que deberíamos meditar muy
cuidadosamente, por ser de una importancia considerable. El aislamiento de
Estados Unidos en el mundo está aumentando notablemente. Tal vez lo más
llamativo suceda aquí mismo, en este hemisferio, en lo que el secretario de
Guerra del presidente Roosevelt, Henry Stimson, denominó como "nuestra
pequeña región", donde nadie nos molesta. Solíamos considerar que si
alguien se pasaba de la raya, los castigaríamos con dureza, a menos que
hicieran lo que dijéramos. Eso está ahora lejos de ser cierto. Durante este
siglo y por primera vez en 500 años, America Latina se ha liberado del
imperialismo occidental. Estados Unidos es el siglo pasado. El Fondo Monetario
Internacional, que es, en otras palabras, una agencia del Departamento del
Tesoro de Estados Unidos ha sido expulsado en su totalidad de América del Sur.
Ya no quedan bases militares estadounidenses allí [1]. Las
organizaciones internacionales de este hemisferio Han empezando a excluir a
Estados Unidos y Canadá. En 2015 hubo una cumbre mundial que habría podido
derivar en la total exclusión de Estados Unidos del hemisferio por el asunto
con Cuba. Cuba se convirtió en un asunto crucial debido a que todo el
hemisferio se oponía a la política de Estados Unidos, tal y como lo hace el
resto del mundo. Esta fue sin duda la razón por la que Obama tuvo gestos hacia
la normalización [de las relaciones con Cuba], dando un paso hacia adelante,
que sin embargo podría ser revertido por Trump. No lo sabemos.
Algo similar ocurre en Asia a una escala mucho mayor.
Como se sabe, una de las principales políticas de Obama fue la llamada
"giro a Asia", la cual en realidad fue una medida para confrontar de
forma transparente a China. Una de las estrategias de esa política fue el TPP ,
o Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica, que excluía a China e
intentaba integrar a otros países del pacífico asiático. Dicho acuerdo, por
razones que me parecen muy afortunadas, parece estar colapsando hoy día. Pero
simultáneamente, existe un tratado de comercio internacional que crece y se
expande. China le denomina el Partenariado Económico Comprehensivo Regional
(PECR), cuyos alcances empiezan a dibujarse sobre los aliados de Estados
Unidos; desde Perú a Australia, pasando por Japón. Es probable que Estados
Unidos decida quedarse por fuera de él, del mismo modo que de forma solitaria se
ha mantenido al margen del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, una
especie de contrapartida al Banco Mundial, y al que Estados Unidos se opone
desde hace años. A éste, hoy día, se han sumado prácticamente todos sus
aliados, incluyendo, entre otros, Gran Bretaña. Al mismo tiempo, China se está
expandiendo hacia occidente con la Organización de Cooperación de Shanghái, la
Ruta de la Seda en China. Se trata de un sistema integrado de distribución de
recursos de energía, que incluye a Siberia, rica en recursos; India y Pakistán,
y a la que pronto se sumarán Irán y probablemente Turquía. Se extenderá desde
China hasta Europa. Estados Unidos ha solicitado tener el estatus de
observador, pero esta petición le ha sido negada, no se le ha permitido. Y uno
de los principales compromisos adquiridos por la Organización de Cooperación de
Shanghái, es la prohibición de establecer bases militares dentro de toda la
región de países de Asia Central.
Si el presidente electo decide cumplir con su promesa
de poner fin a las armas nucleares, en otras palabras, al Acuerdo Nuclear con
Irán, Estados Unidos estaría dando otro paso hacia el aislamiento. Algunos
otros países, principalmente de Europa, que hacen parte del acuerdo, podrían
sin embargo continuar. Esto significaría ignorar las sanciones impuestas por
Estados Unidos, y ello derivaría en aislarse incluso de Europa. Bajo estas
circunstancias, es probable que Europa dé marcha atrás en la confrontación con
Rusia. De hecho, el Bréxit podría ayudar a la consolidación de esta situación,
pues Gran Bretaña era la voz más fuerte de Estados Unidos en la OTAN , pero
dado que ahora está fuera, Europa tendría algunas oportunidades. De 1990 a
1991, durante el colapso de la Unión Soviética, se tomaron algunas decisiones.
Mikhail Gorbachov tuvo la visión, como él mismo la denominó, de que Europa
fuera un hogar común de integración. Una especie de sistema cooperativo de
seguridad, comercio e intercambio; sin alianzas militares desde el Atlántico al
Pacífico. Estados Unidos insistió por una visión diferente— específicamente,
ante el colapso de la Unión Soviética, la OTAN se mantiene, y de hecho, ahora
se extiende hasta las fronteras de Rusia, donde hoy se cuecen diariamente
amenazas graves.
Todos estos hechos resultan muy relevantes. Están
relacionados al tema ampliamente discutido sobre el declive del poder de
Estados Unidos. Existen algunas medidas convencionales que, sin embargo,
producen una confusión interesante. Me referiré a ello brevemente, por la
premura del tiempo, aunque es algo sobre lo que se debe reflexionar seriamente.
Según las medidas convencionales, en 1945, Estados Unidos dominaba el mundo,
como nunca en la historia. Poseía cerca del 50 % de la riqueza global, mientras
que otros países industriales estaban devastados, destruidos o seriamente
afectados por la guerra. Su economía se benefició enormemente de la guerra y a
partir de ese momento, Estados Unidos consiguió una posición de dominio sin
precedentes históricos. Ello, por supuesto, iba a terminar algún día: esos otros
países industrializados se reconstruyeron. Hacia 1970 el mundo tenía tres
polos, tres ejes económicos: Europa con sede en Alemania, América del Norte,
con sede en Estados Unidos y la zona noroccidental de Asia, con sede en Japón.
Ahora China se ha convertido en un socio, dejando de ser solo un conflicto.
Para entonces, la participación de Estados Unidos dentro de la riqueza mundial,
era del 25 %, aunque hoy día no está muy por debajo de esa cifra.
Todo esto puede derivar en conclusiones equivocadas,
dado que el análisis ignora un hecho crucial que ha dejado de discutirse, a
pesar de que existen algunos trabajos interesantes sobre el tema. Se trata de
la propiedad sobre la economía mundial. ¿Qué es en realidad lo que poseen las
grandes corporaciones, las multinacionales que operan alrededor del mundo?
Bien, pues esto deriva en algo muy interesante que prácticamente explica el
crecimiento de todo el período de globalización neoliberal de esta generación.
El patrimonio de las grandes corporaciones se está traduciendo en una forma más
realista de medir el poder mundial más allá de la riqueza de una nación. El
patrimonio de una corporación reside obviamente en un país, apoyado en nuestras
contribuciones de impuestos, aunque la propiedad no tiene nada que ver con
nosotros. Cuando se las mira de cerca, se concluye que las corporaciones son
virtualmente dueñas de todos los sectores de la economía: manufactura,
finanzas, servicios, minoristas... las corporaciones de Estados Unidos
encabezan la propiedad de la economía mundial. Se podría decir que son dueños
de cerca del 50 % de ésta, lo que corresponde, aproximadamente, a la riqueza
nacional de Estados Unidos en 1945. Este hecho debería ser capaz de decirnos
algo sobre la naturaleza del mundo en el que vivimos. Esto, por supuesto, no
representa necesariamente un beneficio para los ciudadanos estadounidenses,
sino para los que poseen y administran éstas corporaciones privadas, estos
sistemas cuasi-totalitarios, subsidiadas tanto en lo público como en lo
privado. En el nivel militar, Estados Unidos tiene un dominio sin par, cosa que
no hay que discutir si quiera. Pero es posible que Europa adquiera una mayor
independencia, siguiendo algo similar a la visión de Gorbachov. Esto podría
atenuar las peligrosas tensiones de la frontera rusa, lo que sería un
acontecimiento muy positivo.
Hay muchas más cosas que discutir respecto de estos
temores, esperanzas y perspectivas. Existen amenazas y peligros concretos.
Existen también muchas oportunidades. Nos enfrentamos nuevamente a ello; pero
es la gente más joven la llamada a entender que estas amenazas son las más
graves que han surgido en la historia de la humanidad. La guerra nuclear y la
catástrofe ambiental, son afrentas literales a la supervivencia. Se trata de
preocupaciones urgentes que no dan espera, y que a partir del 8 de noviembre se
volvieron apremiantes por las razones que ustedes ya conocen y que también he
mencionado. Estos asuntos tendrán que ser afrontados prontamente y y de forma
directa, si es que el experimento humano no quiere ser un fracaso terrible.
Sobre DEMOCRACY
NOW!
La primera vez que Democracy Now salió al aire fue en
la víspera de las elecciones primarias de New Hampshire, en 1996, el día 19 de
febrero de ese año. Democracy Now! comenzó como un programa de radio
transmitido en un puñado de estaciones. Hoy en día, más de 5.000 episodios más
tarde, Democracy Now! se emite en más de 1.400 canales de televisión pública y
estaciones de radio de todo el mundo.
Nota de Rebelión.org:
[1] Pese a las afirmaciones del profesor Chomsky, el FMI
está vivito y coleando en Colombia, en Paraguay, Perú y ha vuelto a Brasil y
Argentina hace meses... Algo similar ocurre con la afirmación de que no hay
bases militares estadounidenses en Latinoamérica. Es errónea; hay decenas de
bases militares, 80 según algunos conteos: en Perú, Colombia, Chile y otros.
Algunos enlaces sobre la cuestión:
El FMI en
América del Sur:
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