&&&&&
"En
Estados Unidos se compran de manera legal cientos de millones de armas y una gran cantidad de
ellas se empuñan con intenciones criminales o sediciosas.
Esto quedó demostrado de manera alarmante el 6 de enero de 2021, cuando miles
de partidarios del entonces
presidente Donald Trump, muchos de ellos armados, irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos con el propósito
de revocar la derrota electoral de Trump
frente a Joe
Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Algunos de los partidarios querían incluso ejecutar a
dirigentes a los que consideraban enemigos de Trump, incluida la presidenta de la Cámara
de Representantes, Nancy Pelosi, y el entonces vicepresidente, Mike Pence.
"Alex Jones, aliado de Trump, fue una de las voces que alentó fuertemente la resistencia al traspaso pacífico del poder en 2021. Jones ha sido citado formalmente por el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington D.C., pero se ha negado a cooperar. ¿Puede la democracia sobrevivir en una sociedad repleta de armas de fuego, donde charlatanes que promueven la violencia —como Donald Trump y Alex Jones— cuentan con el respaldo cada vez más firme de las élites del Partido Republicano? Todos los estadounidenses debemos asegurarnos de que así sea".
/////
Fuentes: Democracy Now.
***
EN
UN PAÍS REPLETO DE ARMAS DE FUEGO, LA DEMOCRACIA ESTÁ EN RIESGO.
*****
Por Amy Goodman - Denis Moynihan | 15/10/2022
| EE.UU.
Fuente Rebelión sábado 15 de octubre del
2015.
Dos
juicios significativos se desarrollaron esta semana en Estados Unidos, ambos como resultado de la obsesión
estadounidense por las armas de fuego.
En uno de
ellos, que se llevó a cabo en el estado de Florida, los miembros del jurado recomendaron que
Nikolas Cruz fuera sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional. Cruz asesinó a 17
estudiantes y miembros del personal de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas
de la ciudad de Parkland el Día de San
Valentín de 2018. En el otro juicio, un jurado del estado de Connecticut impuso una sanción
económica al promotor de teorías conspirativas Alex Jones,
quien fue declarado culpable de difamación.
Jones afirmó
durante mucho tiempo que la masacre ocurrida el 14 de diciembre de 2012 en la escuela primaria
Sandy Hook fue un
montaje y que algunos de los padres afligidos eran en realidad “actores de crisis” que interpretaban roles proporcionados por el Gobierno
estadounidense y que formaban parte
de una operación de bandera falsa orquestada con
el fin de justificar la confiscación de armas. El jurado decidió otorgarles a los demandantes, ocho familias y un agente del FBI, una asombrosa suma indemnizatoria de mil millones de dólares. Sin embargo, afuera de estos tribunales, el ciclo de la violencia con armas
de fuego continúa: se calcula que
hay una cantidad sin precedentes de
casi 400 millones de armas en manos de
civiles en Estados Unidos, es decir, más armas
que personas.
Según los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), más de 45.000 personas
murieron a causa de disparos con armas de fuego en Estados Unidos en 2020. Alrededor de 24.000 de
esos fallecimientos correspondieron
a muertes por suicidio, mientras que
poco más de 19.000
fueron homicidios. Asimismo, más de 1.000 personas fallecieron por disparos de la policía. Estas trágicas cifras no tienen parangón
en el mundo. Las muertes a causa de armas de fuego se han
convertido en algo tan habitual en Estados Unidos que apenas merecen una mención en los medios de comunicación. La sociedad estadounidense se
ha acostumbrado a estas masacres.
Un día
después del tiroteo masivo ocurrido en Highland Park, estado de Illinois —en el que un joven mató a siete personas e hirió a
otras 48 durante un desfile en
celebración del 4 de Julio—, ¡Democracy Now! entrevistó
a Nina Turner,
copresidenta nacional de la campaña presidencial del senador Bernie Sanders en 2020. Turner nos comentaba en esa oportunidad:
“Somos
un país que está bajo asedio. […] Cuando no puedes llevar a tu familia a un desfile callejero; cuando no puedes ir
al supermercado —pienso en lo que pasó en la
[ciudad de] Búfalo—, o tus
hijos no están seguros en las escuelas
—como pasó en [la ciudad de] Uvalde y en tantos
otros incidentes similares que hemos tenido en los últimos 20 años, es que tenemos un problema.
Parte de este problema es la obsesión por las armas en
Estados Unidos de América. Por desgracia, la
Asociación Nacional del Rifle ha comprado con su dinero a muchos funcionarios
electos de este país”.
La mayoría de
la población estadounidense apoya
medidas más estrictas para el control de
armas. Sin embargo, la aprobación de
una legislación federal de control de armas que aborde de manera eficaz el problema se ha convertido en
algo prácticamente imposible. En junio, el presidente Biden promulgó
la Ley Bipartidista de Comunidades
más Seguras. La ley incluye una verificación
de antecedentes más estricta para las
personas menores de 21 años que quieran comprar armas de fuego, así
como también proporciona fondos para
mejorar la seguridad en las escuelas y los servicios de salud mental. Sin
embargo, dicha ley no aborda el problema principal. Así lo explica Robin Lloyd,
directora gerente de Giffords, una
organización dedicada a prevenir la violencia con armas de fuego. Tras la masacre ocurrida en junio pasado en la
escuela de Uvalde, estado de Texas, ¡Lloyd
expresó a Democracy Now!:
“Definitivamente
se trata de un asunto específico de Estados Unidos.
La falta de leyes más estrictas sobre el control de armas y la mezcolanza de
leyes al respecto en los diferentes estados permiten que esto siga sucediendo,
además de la gran cantidad de armas de fuego que existen en este país y la
facilidad con la que se accede a ellas”.
La organización Giffords lleva el nombre de su cofundadora, la excongresista Gabby Giffords, quien sobrevivió a un disparo en la cabeza el 8 de enero de 2011 mientras participaba en una reunión con sus votantes en el estacionamiento de un supermercado de la ciudad de Tucson, estado de Arizona. En esa ocasión, un hombre abrió fuego y mató a seis personas, incluida una niña de nueve años.
La
omnipresencia de las armas y de la violencia armada en Estados Unidos
se ha expandido también a México. El Gobierno mexicano acaba
de interponer una demanda en un tribunal federal del
estado de
Arizona contra cinco empresas de venta de armas
de Arizona, a las que acusa de tráfico de armas.
¡El
periodista mexicano Luis Chaparro dijo a
Democracy Now!:
“El 80% de las armas cuya procedencia ha sido rastreada en Estados Unidos provienen de tiendas
del [estado de] Arizona, que es un corredor
importante para la mayoría de los principales cárteles
de la droga que operan en México, como el
cártel de Sinaloa y el cártel de Jalisco Nueva Generación”.
Un informe
reciente del Instituto de las Naciones Unidas de Investigación
sobre el Desarme concluye que el flujo de armas ilícitas que se desvían a los conflictos armados y a los grupos del crimen organizado conduce a una mayor
violencia y a una erosión de la gobernabilidad.
En
Estados Unidos se compran de manera legal cientos de millones de armas y una gran cantidad de
ellas se empuñan con intenciones criminales o sediciosas.
Esto quedó demostrado de manera alarmante el 6 de enero de 2021, cuando miles
de partidarios del entonces
presidente Donald Trump, muchos de ellos armados, irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos con el propósito
de revocar la derrota electoral de Trump
frente a Joe
Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Algunos de los partidarios querían incluso ejecutar a
dirigentes a los que consideraban enemigos de Trump, incluida la presidenta de la Cámara
de Representantes, Nancy Pelosi, y el entonces vicepresidente, Mike Pence.
Alex
Jones, aliado de Trump, fue una de las voces
que alentó fuertemente la resistencia al traspaso pacífico del poder en 2021. Jones ha sido citado formalmente por el comité selecto de la Cámara de Representantes que
investiga la insurrección
del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington D.C., pero se ha negado a
cooperar.
¿Puede
la democracia sobrevivir en una sociedad repleta
de armas de fuego, donde charlatanes que
promueven la violencia —como Donald Trump y Alex Jones—
cuentan con el respaldo cada vez más firme de las élites del Partido Republicano?
Todos
los estadounidenses debemos asegurarnos de que así sea.
© 2022 Amy
Goodman
Traducción al
español de la columna original en inglés.
Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy
Goodman es la
conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en
más de 800 emisoras de radio y televisión en
inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan
contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados
Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario