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En el primer semestre de este año, en promedio, el ingreso total familiar aumentó un 29,1%. Las canastas regionales promedio aumentaron 33,8% (canasta de indigencia) y 29,0% (línea de pobreza). La pobreza y la indigencia resultan de comparar los ingresos de las personas y familias de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT). Para volver a los niveles prepandemia de forma sostenible, lo principal es que los ingresos vuelvan a recuperar el poder adquisitivo, bajar la inflación y que la economía crezca sosteniblemente. La baja de la tasa de pobreza depende fundamentalmente de una suba del ingreso promedio o una mejora de la distribución. La suba de los ingresos tiene que ver con el crecimiento del empleo informal, en especial en los estratos más bajos, y principalmente “miembros secundarios “de los hogares (no jefes ni cónyuges) que antes no participaban de la fuerza laboral y ahora si lo hacen para complementar los ingresos de los miembros principales, al verse estos últimos debilitados en términos reales por la aceleración inflacionaria. A esto se suman los refuerzos de ingresos otorgados por el Estado, pero con una incidencia menor. Las cifras oficiales apenas maquillan la realidad.
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MILLONES DE ARGENTINOS EN LA POBREZA, 4.2 MILLONES EN LA INDIGENCIA.
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Por Rodolfo Koé Gutiérrez | 01/10/2022
| Argentina
Fuente.
Rebelión sábado 1 de octubre del 2022.
La pobreza alcanzó a 17
millones de argentinos (36,5 %) en
el primer semestre del año, y la indigencia se
ubicó en el 8,8 %. Mientras el gobierno concede
beneficios a las patronales como el dólar soja y cumple con las exigencias del
Fondo Monetario Internacional (FMI), los
sectores populares padecen el ajuste.
Para el gobierno, la pobreza se redujo del 40,6% al 36,5%
respecto de un año atrás pero sólo disminuyó 0,8 puntos con relación a la
segunda mitad de 2021, cuando había alcanzado el 37,3%.
Estos elevados indicadores de indigencia y pobreza, y el estancamiento y retroceso
de la primera mitad de este año, se explican por el retroceso
de los ingresos de la población, en especial asalariados, jubilados y trabajadores independientes y por la mala
calidad del mayor empleo (asalariados y cuentapropistas informales, sin aportes
jubilatorios).
La leve baja de la pobreza en 12 meses (del 37,3% al 36,5% según cifras
oficiales), es transitoria: la aceleración de la inflación de los
últimos meses, y en especial del
incremento de los alimentos, volverá a sumergir a millones
en la pobreza. Además, de la inflación, el FMI condiciona las políticas del gobierno para que las metas
cierren, muchas de esas medidas como los tarifazos echan más nafta al fuego.
La Indigencia en la Argentina. Se incrementó con la Deuda, la Inflación y la suba desmedida de la alimentación por las empresas.
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Esto evidencia el impacto del fuerte
aumento en los precios de los alimentos, señaló la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner,
quien no suele referirse a la inflación.
“Está
más que claro que estamos ante un fenómeno de inflación
por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte
sus márgenes de rentabilidad”, agregó.
Añadió que es necesaria una política de
intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un
instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en
materia de indigencia.
Pero el ministro de Economía Sergio
Massa presentó un Presupuesto de
ajuste para el año próximo, para cumplir con las exigencias del FMI.
Estos números significan que 16,8 millones de personas no contaron con los ingresos
necesarios para cubrir la canasta básica de consumo. La
situación más grave sigue siendo la de
los menores de 15 años: más de la mitad (50,9%) son pobres. La mayor incidencia de pobreza fue en Gran Resistencia, Chaco (49,9%), Concordia,
Entre Ríos (49,2%) y los partidos del Gran Buenos Aires (42%). En la Ciudad de Buenos Aires, los
indigentes subieron del 2,3%
al 3,9%
El dato de indigencia,
que identifica a las personas que no tienen el dinero necesario para comprar los alimentos mínimos para subsistir, fue más crudo. Pasó del 8,2%
en el segundo semestre de 2021 a 8,8% en
el primer semestre del año. Son más de 4,1 millones de argentinos y argentinas no contaron con
el dinero necesario para comer.
Este aumento de la indigencia se
explica, sobre todo, por la disparada de los precios de los alimentos,
reflejados en la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Respecto del semestre previo, las canastas alimentarias regionales se encarecieron en promedio 33,8%, por encima del
29% que aumentaron las canastas que incluyen
también bienes y servicios básicos. En
promedio, la comida aumentó más que cualquier
otra cosa.
La baja en el dato de pobreza, que puede resultar sorpresiva si se contrasta con la sensación efectiva de los bolsillos, se explica por el primer trimestre del año, en el que la inflación todavía no era tan elevada respecto de lo que vendría después. En marzo los precios marcaron un pico de 6,7% y el dato intermensual ya nunca volvió al orden del 4% previo.
´Último Informe. La Pobreza se incremento a 40.9% en el primer semestre del año y afecta a 18.5millones de personas en toda Argentina, con la tendencia a subir, sin control.
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La pobreza y la
indigencia aún
están por encima de los niveles de 2016 y de 2019. En
tanto, la pobreza infantil, menores de 14 años, alcanzó el 50,9 %.
Sobre poco más de 11 millones de menores de 14 años, 5,6 millones viven
en hogares pobres. Los menores indigentes
suman el 12,7%, levemente por encima del 12,6% del segundo semestre 2021,
lo que significa que cinco de cada 10 de chicos
menores de 14 años vive en hogares pobres, mientras tres de cada 10 pobres (32,1%) son menores de 14 años. Entre los niños de hasta 5 años la pobreza alcanza al 47,5%, entre
6 y 11 años del 52,7% y entre 12 y 17 del 53,4% vive en hogares pobres.
La pandemia disparó la pobreza
al 42% en
2020, número que empezó a bajar al año siguiente, pero sin llegar a alcanzar
los niveles de 2019, en torno al 35%. Hacia adelante, los especialistas prevén que se
incrementará la pobreza producto de la suba de precios
de los bienes y servicios de primera necesidad.
Los analistas señalan que
no sería raro que en el semestre intermedio abril-septiembre
se sitúe por encima del 38%, incluso
cerca de 39%, lo que nos dejaría a final de año
cerca del 40.
En el primer semestre de este
año, en promedio, el
ingreso total familiar aumentó un 29,1%. Las
canastas regionales promedio aumentaron 33,8% (canasta
de indigencia) y 29,0% (línea de pobreza). La pobreza y la indigencia resultan de comparar los
ingresos de las personas y familias de acceder a
la canasta básica alimentaria (CBA) y a la
canasta básica total (CBT).
Para volver a los niveles prepandemia de forma sostenible, lo principal es que los ingresos vuelvan a recuperar el poder adquisitivo, bajar la inflación y que la economía crezca sosteniblemente. La baja de la tasa de pobreza depende fundamentalmente de una suba del ingreso promedio o una mejora de la distribución.
La suba de los ingresos tiene que ver con el crecimiento
del empleo informal, en especial en los
estratos más bajos, y principalmente “miembros secundarios
“de los hogares (no jefes ni cónyuges)
que antes no participaban de la fuerza laboral y
ahora si lo hacen para complementar los ingresos de los miembros principales,
al verse estos últimos debilitados en términos
reales por la aceleración inflacionaria.
A esto se suman los refuerzos de
ingresos otorgados por el Estado, pero con una incidencia menor. Las cifras oficiales apenas maquillan la realidad.
RODOLFO
KOÉ GUTIÉRREZ. Periodista económico argentino,
analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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